Graciela Rodríguez Alonso
(Escritora. Ha publicado la novela "El trazo oculto", por Dhyana Arte. Participa en la tertulia de "Este Oeste").
(Escritora. Ha publicado la novela "El trazo oculto", por Dhyana Arte. Participa en la tertulia de "Este Oeste").
El Espíritu Libre o la disolución del individuo
La principal conclusión
del artículo de Mariwan es que nos estamos deshaciendo en la multitud. El
individuo, su singularidad, se desvanece en la generalidad, desaparece incapaz
de luchar contra el poder de la multitud. Interpreto multitud no sólo como masa
de individuos, sino además como opinión dominante, lo políticamente correcto,
la moda, las normas establecidas, la globalización que poco a poco diluye las
diferencias convirtiendo el mundo en un enorme mercado.
Inmediatamente surgen
dos reflexiones:
1. Internet
y la renuncia a la vida privada instalados en la “nube” que ofrece un espacio
fuera de nuestro control en el que almacenar parte de lo que somos: escritos,
fotografías, música, libros, agenda. Lo que nos diferencia se diluye en el
espacio digital. Sin darnos cuenta hemos pasado a volcar nuestra vida en la
red, a ponerla a disposición de los desconocidos y de ahí a valorar más lo trendingtopic que la opinión disidente. Vivir
en la red más tiempo que en nosotros mismos, “colgados” de los demás,
enredados.
2. La
influencia que todo esto puede tener en la literatura, en la creación.
Encuentro en casa un librito que se titula precisamente El espíritu libre y que selecciona ideas de obras de Nietzsche (El origen de la tragedia, Más
allá del bien y del mal, La
genealogía de la moral, etcétera). En la contraportada la siguiente cita:
‹‹Sólo el espíritu libre puede hacer nacer la
poesía y el arte››.
Un espíritu libre no debe aprender como esclavo
es el título del libro que reúne escritos de Roberto Rosellini acerca de la
educación y el cine. Me doy cuenta de la
importancia que la expresión espíritu
libre ha tenido en el pasado. En nuestro presente ya no nos preguntamos por
la libertad. Nacemos libres, sin preocuparnos por obtenerla y conservarla, al
menos hasta ahora que comienza a cuestionarse si son o no válidas las
manifestaciones públicas, si la prensa puede o no decir determinadas cosas, si
deben cerrarse páginas web, si debe controlarse lo que en la red se cuece.
Tampoco nos preguntamos
por el espíritu. Ferrater Mora, en su diccionario, dice que Espíritu (y lo escribe siempre con
mayúscula) fue vocablo abundantemente utilizado por los idealistas alemanes. Y
descubro (a estas alturas) que puede ser considerado en dos aspectos y, lo más
interesante, que es fundamental a la hora de
hablar de arte, belleza, obligaciones del hombre, conocimiento
científico, riqueza y pobreza:
1. Teórico.
a) Como conciencia de lo individual el espíritu sería objeto de la estética
y b) Como conciencia de lo universal concreto sería objeto de la lógica.
2. Práctico.
a) Como querer de lo individual o economía y b) Como querer de lo
universal o ética.
Después de leer las
páginas de Mariwan quisiera averiguar qué sentido se le dio al espíritu libre desde Kierkegaard(1813-1855)
y Niezsche(1844-1900) —siglo XIX, idealismo alemán, nihilismo, materialismo—, hasta
Camus(1913-1960) —siglo XX, existencialismo, angustia, absurdo— y cómo deberíamos interpretarlo hoy —siglo
XXI, sociedad líquida y del espectáculo—,
más allá de lo que inmediatamente parecen sugerir esas dos palabras que,
está claro, utilizo sin pensar mucho en su origen y significado. Quiero saber
si soy o no un espíritu libre. Quiero
saber si es posible, hoy, ser un espíritu libre, rebelarse. ¿Existe algún
espíritu libre?
Leo en un manual de
Historia de la Filosofía que Nietzsche fue crítico radical de los principios
éticos y epistemológicos de la Ilustración pues los consideraba basados en
quienes no tienen valor suficiente para enfrentarse al reto de una vida libre.
Intento comprender esta postura. Intento imaginar el reto de una vida libre,
absolutamente libre, en la que haya que decidir todo de nuevo, poniendo en duda
los valores, las supuestas verdades, los idearios, las concepciones que rigen
nuestra existencia de “rebaño de esclavos”, tal como la describió Nietzsche.
Rebaño de esclavos frente al poder de los fuertes, los “amos con voluntad de
poder”. ¿Somos rebaño? ¿Podemos dejar de serlo? ¿Convertirnos en superhombres?
Para empezar: ¿quedan
espacios libres en los que desarrollar una vida libre? Vivimos una existencia reglada, ordenada,
observada, medida: educación, normas, leyes, teorías, principios que rigen no
sólo nuestras acciones sino el mundo-universo en el que vivimos. Hay cámaras en
calles y carreteras, paneles luminosos que nos dicen a qué velocidad avanzar,
por dónde circular, horarios que cumplir, medios de comunicación que
seleccionan lo que es noticia, gabinetes de prensa que construyen la noticia
incluso antes de que se haya producido. Ya no queda mundo por explorar, no en
la tierra. Ahora buscamos lo desconocido, una explicación a lo que somos, en Marte.
He leído en algún sitio,
creo que Alex Ross habla de ello en Escucha
esto, que el músico John Luther
Adams se retiró a Alaska para componer. Voy a buscarlo porque merece la
pena. Entre otras cosas dice lo siguiente:
‹‹ ¿Qué tiene que ver
Karlheinz Stockhausen con Björk o con Lennon y McCartney? Que les inspira una
evidente veneración. “Les une la curiosidad y la voluntad de explorar nuevos
caminos. Ninguno de los tres se queda parado, ninguno ha repetido
machaconamente una idea, una fórmula que les haya funcionado y se haya
convertido en algo popular. Lo profundamente artístico se busca sin descanso.
Son lo contrario a aquello que marca una corriente mayoritaria y se deja
convertir en una marca” ››
Así que parece que sí
existen espíritus libres. Os dejo el link por si queréis echarle un vistazo:
En El hombre rebelde Camus escribe: ‹‹ ¿Qué es un hombre rebelde? Un
hombre que dice que no. Pero si se niega, no renuncia: es además un hombre que
dice que sí desde su primer movimiento. Un esclavo que ha recibido órdenes
durante toda su vida, juzga de pronto inaceptable una nueva orden.››
Extraigo algunas de sus
reflexiones del capítulo Rebelión y arte:
‹‹En toda rebelión se
descubre la exigencia metafísica de la unidad, la imposibilidad de asirse a
ella y la fabricación de un universo de reemplazo. La rebelión, desde este
punto de vista, fabricante de universos. Esto define también al arte.››
‹‹El artista rehace el mundo
por su cuenta.››
‹‹La novela nace al
mismo tiempo que el espíritu de rebelión y pone de manifiesto, en el plano
estético, la misma ambición››
Como ejemplo de rebelión
creadora elige a Proust y considera que El
tiempo recuperado es “una de las empresas más desmesuradas y significativas
del hombre contra su condición mortal”.
‹‹Aunque esto choque con
los prejuicios de la época, el estilo más grande en arte es la expresión de la
rebelión más alta…el genio es una rebelión que ha creado su propia medida, por
eso no hay genio, contrariamente a lo que hoy se enseña, en la negación y la
pura desesperación.››
Bajo el epígrafe Creación y revolución las palabras de Camus parecen escritas hoy
mismo:
‹‹En arte, la rebelión termina y se perpetúa en
la verdadera creación, no en la crítica o el comentario. La revolución, por su
parte, no puede afirmarse sino en una civilización, no en el terror o la
tiranía. Las dos preguntas que hace en adelante nuestra época a una sociedad
que se halla en un callejón sin salida: ¿es posible la creación?, ¿es posible
la revolución?, no son más que una, que concierne al renacimiento de una
civilización.››
No es fácil ser espíritu libre, rebelarse con “sentido”,
escapar del rebaño y de los “amos”, en busca de la creación de un mundo de
reemplazo y contribuir así al
renacimiento de una civilización. Pero no es cuestión de desesperarse y tirar
la toalla: hubo espíritus libres en
otro tiempo y parece que aún quedan
algunos escondidos, retirados en remotos lugares, alejados del ruido, trapecistas
sin red.
Bibliografía
Camus, Albert, El hombre rebelde, Losada, Buenos Aires,
2008
Delius y Gatzemeier, Historia de la Filosofía, Könemann,
Barcelona, 2005
Niezsche, Friedrich, El espíritu libre, compilación de
Guadalupe de la Torre, Longseller, Buenos Aires, 2001
Ruiz Mantilla, Jesús, Más allá de las partituras, Babelia
6-10-21012,
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