Hay quien piensa que en esa foto tengo cierta pinta de "canalla", un personaje de novela negra o de película policíaca. Me la hizo Silvia López en el Matadero, le gustó a Charo Fierro y la puso de portada en el ensayo que publicó a Almudena Mestre en 2018 sobre mi obra literaria hasta ese momento. Ayer por la tarde Almudena lo volvió a firmar en la Feria del Retiro, aunque yo no pude ir. Ahora amanece, me tomo un café y escucho jazz, como tantas veces:
Mientras escucho el saxo de Charlie "Bird" Parker y la trompeta de Miles Davis, recuerdo algunas de mis noches de jazz en París, que terminaron convirtiéndose en varias escenas de "Vivir es ver pasar" (1997), pp. 131-134. Seguro que, entre otras cosas, impulsaron a Almudena a llamar a su libro "Lenguaje y ficcionalidad a ritmo de jazz":
"Y Christian Clochard: el primer amigo de Xavier, los escalones, el pasillo de entrada, la "Caveau de Clochard" en los sucesivos descensos a la misma, agarrados al descolorido pasado, un pasado musical de ultratumba..."
"El concierto comenzaba a las diez de la noche, pero horas antes Leconte ya resollaba fuera de sí fumando cigarrillo tras cigarrillo. Clochard, que había comido con él, no quería hablar de la sesión. Sabía de sobra que Leconte adoraba a Danny Richmond y que el sonido del saxo tenor de Adams, incluso el del soprano, le resultaban fascinantes. ¡Quel fou ce Mingus! Toronto, 1953: Bird, Bud Powell, Max Roach et Mingus. L' un en était á la deuxième mesure quand l'autre attaquait le pont. Un moment, Bird vait deux fois huit mesures à jouer, puis le pont. El humo parecía parte de su garganta, otros dedos para alargarle la casilla séptima del juego y emborronar su maquillaje de surcos blancos y negros..."
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Amanece y todo sigue lleno en mi vida de jazz y literatura.
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