Esto lo escribió hace unos días mi amiga virtual Mari Carmen Marron Rodríguez. La he llamado virtual porque no la conozco en persona, aunque cada día escribe un comentario a mis posts y ya se ha leído algunos de mis libros. En cierta forma creo que nos conocemos bien, al menos por mi parte. Me fijé en esta bióloga con "alma de poeta" cuando me dijo que había estudiado en el Instituto Beatriz Galindo de la calle Goya de Madrid y le dio clase de literatura el poeta Gerardo Diego. Ahora pienso en uno de los sonetos más famosos de nuestra lengua y se lo dedico a Mari Carmen:
"Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos".
El
soneto lo inventaron los poetas italianos del primer Renacimiento. Con
el paso de los siglos algunos españoles lo siguieron utilizando, como
Gerardo Diego. Pedro Salinas se empeñó en que incluyera "El ciprés de
Silos" en su libro "Versos humanos", 1924. Gerardo Diego lo escribió en
el libro de firmas de la hospedería de Silos, tras dormir una noche en
su camino desde Santander a Madrid. Siempre me ha gustado "pasar frío"
en este puente de la Inmaculada, por la Soria de Machado, por Logroño,
Pamplona y Burgos. Tengo la sensación de que todo está escrito en la
vieja Castilla. Y lo que ahora agradezco a Mari Carmen es que piense en
mí para incluirme en el Renacimiento del siglo XXI, quizá por gustarme
tanto el Renacimiento del siglo XVI y la música de Vaughan Williams con
su "Fantasia sobre un tema de Thomas Tallis", el compositor inglés que
se inspiró muy a menudo en la música del Renacimiento:

No hay comentarios:
Publicar un comentario