La política económica no es una disciplina aislada, sino que
está conectada con otras disciplinas extraeconómicas como la Filosofía
de la Ciencia, la Política, la Metafísica, la Sociología, la Biología,
las Ciencias Físicas y la Ingeniería.
En el proceso
de toma de decisiones surgen una serie de restricciones a las mismas
debido a la evolución económica general, la disposición de las
estructuras del Estado, la acción de los grupos de interés y los
condicionamientos internacionales, marcados por una economía
mundializada como la actual.
La primera restricción, dentro de las economías de mercado, hace
preciso considerar, por un lado, el grado de credibilidad de las
políticas económicas aplicadas y, por otro, el carácter de temporalidad
de las mismas.
Por lo que se refiere a la disposición de las estructuras del poder
político hay que tener en cuenta la factibilidad de las políticas y la
correspondiente ausencia de abuso, para que puedan lograrse los
objetivos, más amplios, de eficiencia y afinidad en la actuación de esos
poderes.
La tercera restricción precisa de un grado de independencia de tales
poderes en relación a los grupos de presión, lo cual cada vez es más
problemático debido, más que nada, a la cuarta restricción alusiva a la
internacionalización de las economías y la progresiva pérdida de
autonomía por parte de las políticas económicas nacionales, aspecto este
último que admite varias interpretaciones, pues lo que está variando es
la forma de intervención de los Estados, y por tanto no quedan
invalidados sus objetivos de pleno empleo y redistributivos.
El problema es cómo lograr que funcionen una serie de organismos
internacionales que velen por el buen funcionamiento de las economías, e
impongan frenos a los procesos de desregulación, privatización y
liberalización económicas, que pueden dar lugar a situaciones
indeseables. Es absurdo que todo se deje en manos del mercado, entre
otras cosas porque ese “mercado” no existe, es una falacia, una manera
de justificar que los de siempre acaparen el dinero y el poder.
(Publicado en el Diario Progresista el 1 de febrero de 2013)
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