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miércoles, 15 de mayo de 2024

"El bolígrafo en el bolsillo o cómo convertirse en escritor".



 
La primera foto es de Nueva York, en 2004, y en ella aparecen Paul Auster, al que ayer por la tarde dedicamos nuestra tertulia "on line", su mujer, la también escritora Siri Hustvedt (a la que pienso dedicar otra tertulia más adelante y de quien tomé el apellido para uno de los personajes de mi novela "Entrevías mon amour", 2009, y Sophie, la hija de ambos. Y en la otra foto estoy con los amigos tertulianos a los que les apetece quedar conmigo cada martes para hablar de literatura.
Para empezar la tertulia leí un artículo de The New York Times del 1 de este mes:
 
"Paul Auster, que murió el 30 de abril a la edad de 77 años, fue un creador de atmósferas cuya prosa afilada como un bisturí examinó la fluidez de la identidad y lo absurdo de la vida. Auster, ocasional autor de memorias, ensayista, traductor, poeta y guionista, era más conocido por su metaficción: libros que se caracterizaban por sus narradores esquivos, encuentros casuales y narrativas laberínticas. Leer los libros de Auster que desafían el género no es diferente a la experiencia que cuenta en "The Brooklyn Follies": "Si una persona tiene la suerte de vivir dentro de una historia, de vivir dentro de un mundo imaginario, los dolores del mundo desaparecen. Mientras la historia continúe, la realidad ya no existe". Afortunadamente, Auster nos dejó una gran cantidad de mundos, historias y realidades en las que perdernos.
Estos son los libros que mejor representan su obra.
 
"La invención de la soledad" (1982).
 
Las primeras memorias de Auster, “La invención de la soledad”, lo colocaron en el mapa como una nueva y emocionante voz en el mundo literario. Audaz e inventiva, narra su vida como hijo de un padre ausente y padre de un hijo pequeño. Los temas del libro son el dolor, la pérdida, la identidad, la soledad y la coincidencia, y se volvieron centrales en su obra posterior, tanto de ficción como de no ficción. De ella nos hablaron Emma Prieto y José Arias.
 
"La trilogía de Nueva York" (1987).
 
Este libro es técnicamente un tríptico de novelas (“Ciudad de cristal”, “Fantasmas” y “La habitación cerrada”), cada una de las cuales toma prestados elementos de la ficción detectivesca al centrarse en un hombre que investiga un tema hasta el punto del olvido. 
 
'El palacio de la Luna" (1989).
 
Estamos ante un narrador solitario, la búsqueda de un padre ausente y la decepción por las oportunidades perdidas. Sigue a un huérfano, Marco Stanley Fogg, en un viaje picaresco al oeste de Nueva York mientras intenta aprender más sobre el pasado de su familia. 
 
"Leviatán" (1992).
 
“Leviatán”, que toma prestado su nombre del tratado de Thomas Hobbes sobre el papel del gobierno en la sociedad, trata sobre un hombre que intenta entender por qué un amigo se ha hecho estallar con una bomba. 
 
"El libro de las ilusiones" (2002).
 
Me centré en este libro durante la tertulia y las preguntas sobre las coincidencias aleatorias que atormentan a David Zimmer, el narrador del libro, que apareció brevemente en “Moon Palace”. Solo y en un camino de autodestrucción tras perder a su familia en un accidente aéreo, se obsesiona con el trabajo de Hector Mann, un actor que desapareció décadas antes y se da por muerto. Después de escribir un libro sobre él, Zimmer recibe una carta críptica que dice que Mann está vivo. 
 
"Las locuras de Brooklyn" (2005).
 
Ambientada en una Nueva York seductora y sombría, “The Brooklyn Follies” sigue a Nathan Glass, un sobreviviente de cáncer que busca “un lugar tranquilo para morir” hasta que conoce a alguien que lo envía a una espiral de crisis existencial. 
 
"4 3 2 1" (2017).
 
“4 3 2 1” es una bildungsroman épica que presenta la vida de un niño llamado Archie Ferguson en cuatro versiones simultáneamente. Con 866 páginas, Francisca Arias nos hizo una bonita introducción.
 
Javier del Prado Biedma se detuvo, maravillosa y profundamente, en la última novela, "Baumgartner" (2024) (Almudena Mestre no pudo acompañarnos, pero también la ha leído estos días), durante una tertulia en la que estuvieron Peter Redwhite, Chema Menendez, Goyi Alguacil, Elena Gayan, Mercedes, Isabel Fernández Bernaldo de Quirós, Javier Pérez Bazo, Presina Pereiro, Milagros García Fernández, Pilar S. Tarduchy, José Antonio Sánchez-Cid, Francoise Mascaraque, MJ Funes Lara, Rosa Vidal y mi hijo, que aunque estaba estudiando para un examen, se conectó sin cámara para "seguir aprendiendo", me dijo. 
 
En esta entrevista Auster nos cuenta cómo se convirtió en escritor por la necesidad de llevar un bolígrafo en el bolsillo (como siempre me ha ocurrido a mí y me sigue ocurriendo) para que le firmara un autógrafo su héroe de béisbol cuando era pequeño:
 

 

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