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viernes, 10 de enero de 2025

"El juglar de las ideas".




Esta mañana pensaba escribir sobre otra cosa mientras me tomaba el primer café y escuchaba a Rachmaninov, pero acabo de leer este comentario que escribió ayer por la noche, por aquí, el poeta Héctor Berenguer, un gran escritor argentino, y me he quedado pensando un rato en ello. 
 
Dijo:
 
"¿Esto es una cuestión literaria o un concurso de belleza masculino?
 
No sería mala idea.
 
Sé que juegas y eres el juglar de las ideas, Justo Sotelo.
 
La literatura tiene que traer también un poco de alegría".
 
Siempre me he tomado la vida como una oportunidad para ser feliz cada día, y desde luego la literatura (como la música, el cine, el arte en general) son oportunidades que tenemos a nuestra disposición para "traer alegría" a este mundo, como dice Héctor. Apuro el café y pienso en un Café de Tenerife que me gusta y que se llama "Ébano", el de la fotografía. Ahí he leído mucho y escrito mucho. Tiene algo de los Cafés que le gustaban a Paul Bowles en aquel Tánger literario e internacional, como el que aparece en la adaptación al cine que hizo Bertolucci de "El cielo protector":
 
¿Los escritores podemos ser felices?

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