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miércoles, 10 de septiembre de 2025

"El escritor y los cristales rotos".


 

 
Ayer por la tarde iba a clase y me encontré un espejo roto en el suelo apoyado en una farola. Me detuve y saqué un par de fotos. Un rato después conté a mis alumnos la diferencia entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático. Einstein diferenció entre ver el mundo de manera amigable o de forma hostil. Si pensamos que el universo es hostil activamos el llamado sistema nervioso simpático, lo que reduce el riego en determinadas áreas del cerebro y pensamos con menos claridad y nos ponemos siempre a la defensiva. Este sistema es "ergotrópico", es decir, consume energía y al final del día estamos agotados, por las cosas que nos han pasado, por supuesto, pero sobre todo por cómo nos hemos relacionado con ellas. Si pensamos que el universo es amigable, entonces tenemos más capacidad para resolver los problemas y disponemos de más energía y vitalidad. Así nuestro día va a transcurrir de otra manera. 
 
Hoy tengo que dar muchísimas horas seguidas en un máster. ¿Cómo creéis que veo el mundo mientras me tomo un café, me pinto, me depilo y me peino? También estoy escuchando a Philippe Jaroussky cantando el Polifemo. Estrenada en el King's Theatre de Londres en 1735, la ópera de Nicola Porpora combina dos historias mitológicas que involucran al cíclope Polifemo, la muerte de Acis y su ceguera a manos de Ulises. 
 
En su día tuve que examinarme del Polifemo de Góngora en la clase de la profesora Isabel Colón. El examen fue oral, en su despacho de la Complutense. En la calle hacía un poco de fresco.

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