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jueves, 20 de noviembre de 2025

"En dirección contraria".


 


A veces me levanto temprano, me subo en el coche y me voy hacia donde sale el sol. Tengo que atravesar la Plaza de Colón (segunda fotografía), pero en cuanto paso O´Donnell y RTVE, la carretera se queda sin coches. Todos vienen hacia Madrid, hacia sus trabajos, a hacer las compras, a pasear por mi ciudad. Entonces es cuando yo me voy. Mientras lo hago me pregunto por lo que estarán pensando los conductores y sus acompañantes, en sus amores y desamores, en sus tristezas y alegrías. Cada persona con la que me cruzo lleva una novela clavada en la frente, y seguramente merece que alguien se la escriba. ¿Cómo sería el escritor que me gusta para escribir una novela? El otro día decía a mis alumnos que un escritor debe llevar la contraria al poder, tanto al gobierno de turno como a los medios de comunicación que se empeñan en lo que debemos pensar y creer, a los editores que publican libros únicamente para ganar dinero, a los empresarios que se inventan necesidades de consumo y de deseo que no necesitamos para nada, y menos aún para ser felices. Llevar por supuesto la contraria al pensamiento políticamente correcto de cada momento, ya sea "woke" o lo contrario. Me aburre la gente que solo tiene poder y dinero y también la que solo quiere tener poder y dinero. Nunca me ha gustado mandar ni obedecer.
 
Ir hacia el sol, hacia el nacimiento. Es entonces cuando una música romántica y envolvente se apodera del interior del coche y yo me siento en armonía con el Universo:
 
Ayer el coche marcaba un grado. Los campos estaban ateridos, y de pronto la niebla se apoderó de todo, de mi respiración y de mis pensamientos. Era como si regresara al pasado, pero al pasado de la humanidad.
 
Supongo que la soledad es uno de los tributos de la libertad.

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