jueves, 28 de junio de 2018

"Una reflexión en el día del orgullo gay"

Esta es una frase que me dirigió hace un par de días por aquí May Redondo, una amiga de León. Cuando leo estas cosas lo primero que me pregunto es si me las dicen a mí o se han equivocado de persona. Me quedo pensativo durante un rato y sigo corrigiendo exámenes y escuchando la música de una película interesante, "A single man", (2009), la primera película de Tom Ford, el modisto de Gucci, que vi cuando se estrenó en los cines Renoir de la Plaza de España, de Madrid. 

https://www.youtube.com/watch?v=mOmdNNJ_64Q

Es la adaptación de la obra de Christopher Isherwood "Un hombre soltero", que resultó innovadora cuando se publicó el año 1964 por presentar la vida cotidiana de un homosexual, hasta el punto de considerarse un hito en el movimiento de liberación gay. Estamos en Los Ángeles en 1962, y, a la vez que se produce la crisis de los misiles, George Falconer (Colin Firth), un maduro profesor universitario británico y homosexual, lucha por hallar sentido a la vida tras la muerte de Jim (Matthew Goode), su compañero sentimental. 

Esta mañana vuelvo a escuchar la música que compuso Abel Korzeniowski para la película mientras me tomo el primer café. A veces la vida puede llegar a ser cruel. A veces las personas están muy solas, aunque vivan acompañadas. Hay veces en que las personas querrían desaparecer de este mundo, que les resulta insoportable. Entonces pienso que es posible que May tenga razón, y solo quien es feliz realmente encuentre motivos para hacer felices a los demás.

"Ser profesor".

Con mis alumnos, ahora que se acaba el curso. Y mejor si es rodeado de libros, como en la última Feria del Libro del Retiro.

¿He dicho alguna vez que ser profesor es la profesión más bella que existe? Dar clase no es trabajar. Dar clase es estar siempre aprendiendo, pensando, hablando, discutiendo, investigando, mirando, recibiendo, admirando.

Dar clase es con-vivir.

La tertulia del "Café Gijón" se despide por este curso.

Como siempre desde hace más de 20 años, por ella han pasado algunos de los mejores escritores de este país.

Un personaje de una de mis novelas dice que la literatura es como el sabor de la manzana. Quizá por eso los martes, a las 18.30, comemos manzanas, metafóricamente, en el número 21 del Paseo de Recoletos de Madrid. En realidad yo siempre me tomo una manzanilla, algo que se escribe parecido y es una de mis bebidas preferidas.

Esta despedida de la tertulia me recuerda uno de mis "Cuentos de los viernes" (Bartleby, 2015).

"El bambú".
"Se cuenta que el maestro del paisajismo Wo Tao Tzu salió un día por encargo del Emperador a pintar unos bambúes junto al río. Permaneció allí todo el día y regresó sin haber dado una sola pincelada.
Lo tengo todo aquí, dijo señalando su corazón".
En fin, las tertulias sobre la literatura, es decir, sobre el sabor de la manzana o del corazón.

lunes, 25 de junio de 2018

"El lector modelo".

Umberto Eco escribió las "Apostillas a El nombre de la rosa" tras el enorme éxito de su novela. En ellas explica algunas cosas interesantes de teoría literaria y menciona la figura del "lector ideal o modelo", aunque no es de su invención, por supuesto. Este pequeño tratado lo hemos leído varias veces en la tertulia porque no tiene desperdicio.


Hace apenas unos meses no conocía, ni real ni virtualmente, a la profesora manchega Azucena López-Cano. En este tiempo ella ha leído cuatro de mis libros y está leyendo el ensayo que hizo Almudena Mestre. Hace un par de semanas puso en su muro la foto de más abajo.

En la página 22 de sus "Apostillas", Eco dice: "¿Qué lector modelo quería yo mientras escribía? Un cómplice, sin duda, que entrase en mi juego. Lo que yo quería era volverme totalmente medieval y vivir en el Medioevo como si fuese mi época (y viceversa). Pero al mismo tiempo quería, con todas mis fuerzas, que se perfilase una figura de lector que, superada la iniciación, se convirtiera en mi presa, o sea en la presa del texto, y pensase que solo podía querer lo que el texto le ofrecía. Un texto quiere ser una experiencia de transformación para su lector".

Azucena es una de las lectoras de las que habla Eco. Como seguimos sin conocernos "realmente", voy a tener que ir un día a tomarme un café a algún lugar de La Mancha. De paso quizá me encuentre con Don Quijote en el mesón de Puerto Lápice, donde siempre me tomo un café cuando voy al sur.

domingo, 24 de junio de 2018

"Noche de San Juan".

El lenguaje es como un sueño con el que se intenta decir algo diferente de lo que se dice, y permite buscar la figura representada para dar sentido a la real.

Por eso la ficción comparte la estructura del sueño, pero supera la analogía con él.

(La foto la hice anoche en algún lugar del Atlántico).

En esta foto del año pasado estoy en el Campus de la Universidad Rey Juan Carlos tras impartir una conferencia sobre Amartya Sen, John M. Keynes y la economía de la solidaridad y el bien común. Y llevo traje y pajarita, como Dios manda.

Desde hace años vengo estudiando este tema. He encontrado en Google un artículo que publiqué en la Universidad Complutense sobre el impacto de las externalidades negativas de la economía de mercado sobre el medio ambiente. Aplico algo de matemáticas -que me gustan mucho-, por si a mis amigos os apetece echarle un vistazo:

"Cien años de soledad" y el vallenato colombiano.

Como dijo alguien, llega un momento en el que ya no se lee, solamente se relee. Releer esta novela es uno de mis mayores placeres: "En pocos años Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por sus 300 habitantes. Era en verdad una aldea feliz (...) Venían del otro lado de la ciénaga, a solo dos días de viaje, donde había pueblos que recibían el correo todos los meses y conocían las máquinas del bienestar".

Un músico callejero empieza a tocar el acordeón junto a la terraza del Café. Me giro, levanto la mirada y cierro la novela instintivamente. La canción me recuerda a un vallenato. Gabriel García Márquez (1927-2014) siempre decía que su libro era un vallenato de 400 páginas. Junto a otros ritmos caribes, en su pueblo natal de Aracataca, escuchaba cuando era niño una forma de vallenato primitivo interpretado por juglares de acordeón que relataban historias cotidianas y llevaban mensajes por los pueblos, como lo hicieron los campesinos de cultivos y vaquería. Ese era el tipo de gente que habitó Macondo en sus inicios y que podía cantar esta música. Como Alejo Durán (1919-1989), llamado el "negro" Alejo, el mítico cantante colombiano de vallenatos.

Me imagino a Gabo de pequeño, sentado en la plaza junto a sus abuelos, el patriarca familiar y la "mamá grande", escuchando esta música. Así nace la literatura, como nace el amor:

https://www.youtube.com/watch?v=sHTXPSP0TOU

"Esa sensación de libertad".

El otro día estaba comiendo con mis amigos profesores en una Escuela donde suelen ir los diplomáticos de este país. Mis amigos vestían sus trajes y corbatas de rigor y yo aparecí con el aspecto de esa foto (aunque ahí estoy en otro lugar). Siempre me toman el pelo por vestir de esa manera, y yo me divierto y me río mucho con sus bromas, quizá porque siempre he hecho lo que me da la gana.

El caso es que decidimos tomar el café en el precioso jardín de la Escuela. Al ir a salir nos cruzamos con unas señoras mayores que celebraban una comida de parejas de diplomáticos. Dos de ellas me miraron de arriba abajo y sonrieron sin disimulo. Mis amigos se apercibieron de ello y salieron al jardín rápidamente, también entre risas. Yo me quedé y me puse a charlar con las señoras. Me preguntaron si no tenía un poco de fresco vestido de esa forma, y acto seguido una de ellas comentó, sin dejar de sonreír, que mi aspecto le recordaba una anécdota que le contó uno de sus amigos, responsable de la Expo de Sevilla. Se había acercado al Vaticano para pedir apoyo a la exposición y en una dependencia aneja se cruzó con alguien en ropa interior. Entonces comentó que siempre había oído decir que allí solían vestir sin mucha ropa (por aquello de llevar la sotana), pero no con tan poca, dicho con todo respeto.

Me acerqué a la señora y le di un par de besos en la mejilla. Ella me los devolvió cariñosamente. Mira que hay gente maja por el mundo, me dije mientras salía al jardín.

¡Buenos días, princesa!

"Me olvidaba decirte que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie, sobre todo a ti (...) Haría el amor contigo toda la vida (...) He soñado toda la noche contigo, íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti, princesa, pienso siempre en ti!"

¿La vida es un estado de ánimo? Siempre he pensado que sí. Viajando en bicicleta al ritmo de la tierna barcarola de los "Cuentos de Hoffmann", tomando un helado de chocolate en cualquier banco de la calle, abriendo una librería enfrente de donde vive ella y así poder escribir aquella novela mirándola a los ojos, haciendo reír a un niño mientras lo llevas en carretilla desde el primer día de su vida.

Y escuchando esta música:

https://www.youtube.com/watch?v=8zmuloVrdgs

martes, 19 de junio de 2018

Entrevista en la radio a Almudena Mestre sobre el ensayo que ha escrito de mi obra literaria.

Fue en "La colmena" de Radio Castilla La Mancha, programa dirigido por la periodista Vega Hernández, dentro del "Rincón de Jante" de Johana Roldán, y a mí me parece una pequeña clase sobre literatura, posmodernidad, arte y esas cosas tan divertidas de ser personaje y escritor a la vez. 

Todo ello a partir del minuto 32.20:

(La foto es en la última Feria del Libro en Madrid, en el parque del Retiro, con Almudena Mestre, Yolanda Brown e incluso el editor Pepo Paz al fondo. Otra curiosidad de esta foto es que Yolanda Brown está haciendo una tesis también sobre mi obra en la Universidad Autónoma de Madrid. Pensándolo bien no sé si hablaban sobre mí en la radio o un tipo que dice que soy yo se metió en esa foto y además en las hermosas palabras de Almudena en la radio).

lunes, 18 de junio de 2018

Qué mejor que reunirse con amigos para hacer literatura a favor de la paz.

Además en Vallecas, un sitio entrañable y peculiar, donde se juntaron tantos emigrantes tras la Guerra Civil y que hoy es un crisol de culturas, ahora con emigrantes extranjeros que buscan lo mismo que las personas de bien, la paz. Y cerca de la iglesia donde transcurre parte de mi novela "Entrevías mon amour".

Literatura, amistad y paz.

Esta también podría ser una "triada mágica", como diría Ortega, que nos ayudaría a todos a lograr un mundo mejor. Y, hablando de un mundo mejor, siempre me viene a la cabeza la música más libre, alegre, emocionante y solidaria de la historia:

https://www.youtube.com/watch?v=yCOiLQbGQy8

"La puerta".

Quizá un día él la cogiera a ella en brazos para cruzarla. Seguro que juntos vivieron una historia de amor. Cada día sonaba el reloj de la iglesia para ellos, como ha hecho ahora mismo.

¿Quiere un vaso de agua?, me dice una mujer con la sombra encorvada, aunque aún no ha salido el sol. Antes todos venían a beber agua de nuestro pozo. Era el más profundo de estas montañas, pero hace mucho que se ha secado. 

Me acerca un vaso vacío. Hago como que bebo y atravieso la puerta. Después de todo, como diría Nabokov, la forma de la cosa precede a la cosa.
 

viernes, 15 de junio de 2018

"Una reflexión sobre el poder".

Yo estaré siempre en contra del poder, del color que sea. Es la única forma que conozco de ser libre e independiente, y no deber favores a nadie. (A propósito de que Pozo Geles, una amiga sevillana, dijera el otro día por aquí que le recordaba a Thoreau).

El escritor y filósofo norteamericano Henry David Thoreau nació y murió en Massachusetts (1817-1862), y escribió "Walden" y "Desobediencia civil", y en la actualidad es un referente del medioambientalismo y de la libertad en todos sus aspectos. Sus obras influyeron en gente como Gandhi o Martin Luther King. A pesar de que él estuvo más influido por Rousseau, seguro que si ahora apareciera por aquí se pondría a leer, como estoy haciendo yo, "El señor de las moscas", del inglés William Golding, una novela que sigue la estela de Thomas Hobbes, llena de compañerismo, democracia y armonía, hasta que desemboca en disputas y celos por el poder. Estaría bien discutir con Thoreau las conexiones y discrepancias entre Hobbes y Rousseau, y, ya que explico matemáticas en clase y soy miembro de Greenpeace desde hace muchos años, le hablaría del matemático rumano Georgescu-Roegen y su aplicación a la vida real de la "ley de la entropía", algo que podría concretarse en la pérdida de la inocencia de los niños de la novela, lo que les lleva a sentir y observar temor, maldad, bondad, belleza, fealdad, etc., como si fueran adultos.

Mientras leo a Golding el sol sale perezosamente y el compositor suizo Robert Miles interpreta "Children", una música que escribió en recuerdo de los niños que murieron en la guerra de la antigua Yugoslavia:

https://www.youtube.com/watch?v=CC5ca6Hsb2Q

(La foto de Silvia López es del otro día con la artista Angela Guzmán, en el Gijón, mientras interpretaba el monólogo de Lady Macbeth, un personaje que ejemplifica la ambición y los deseos de poder. ¿De verdad se puede estar con el poder?)

jueves, 14 de junio de 2018

"Las pequeñas cosas de la vida".

Ya sé que el mundo está lleno de cosas importantísimas, como los cambios de ministros, de los seleccionadores de fútbol, de las reuniones en Singapur o esas operaciones financieras en lujosos despachos que cambiarán el rumbo de los mercados financieros. 

Pero también sé que la vida está llena de pequeñas cosas, insignificantes para muchos. Una de ellas es irse entre semana a Segovia, una de las ciudades más hermosas de España, a comer cordero en "Casa Cándido". Y terminar con un ponche segoviano, claro, aunque engorde. Luego toca subir despacio, muy despacio por la calle Real, echar un vistazo al lugar donde se proclamó reina a Isabel la Católica, tomarse un cortado en una terraza de la Plaza Mayor (¿cómo se puede vivir sin un cortado después de comer, mientras se charla de cualquier banalidad?), detenerse frente a la catedral, visitar la casa de Machado cuando vivió en esta ciudad como profesor de instituto, rodear el Alcázar que inspiró el palacio de "La bella durmiente" de Disney y pasear junto a la iglesia de la Fuencisla y su entorno de cuento medieval.

¿Quién dijo aquello de comer, beber (o era rezar) y amar?

A este post ya solo le falta música: https://www.youtube.com/watch?v=Y9BeD-lQeJ0

miércoles, 13 de junio de 2018

"En un mundo tan competitivo, a veces aparece la magia".

Vivimos en un mundo extremadamente competitivo, dominado por la ley de la oferta y la demanda, y donde se cobra por todo. Antes de hacer cualquier cosa, lo primero que se dice es "cuánto me vas a pagar" o "cuánto voy a llevarme con esta operación", ya sea laboral, financiera, artística o literaria. El arte y la literatura, por ejemplo, no se valoran por su calidad, sino por las ventas y la recaudación, aunque la mediocridad sea de dominio público, como ocurre con los "best sellers" y los premios. Esta competitividad lo único que hace es disminuir la autoestima de la gente y aumentar la riqueza y el bienestar de los psiquiatras y de los laboratorios que fabrican pastillas antiestrés y medicamentos parecidos.

Sin embargo, hay personas que hacen cosas por "amor al arte", como ocurrió ayer por la tarde con la actriz Ángela Guzmán en la tertulia del "Café Gijón".

Ángela nos regaló su tiempo y no nos pidió nada a cambio. Actuó de forma gratuita porque lo lleva en la sangre. Ahí están los monólogos de "Doña Rosita la Soltera", la Nora de "Casa de Muñecas", la mujer de "Macbeth", Doña Inés del "Tenorio" y la protagonista de "Ay, Carmela".

Hay personas que merecen la pena, y a mí me encanta encontrármelas por el camino. Además, tengo la sensación de que no necesitan pastillas ni psicólogos o meterse en un gimnasio para quererse.










martes, 12 de junio de 2018

Hoy tendremos a la actriz Ángela Guzmán en la tertulia del "Café Gijón".

En la tertulia de esta tarde en el "Café Gijón" tendremos como invitada a la actriz Ángela Guzmán, que nos hará una lectura dramatizada de un texto que ha preparado, especialmente, para la reunión.

Ella misma se define como "casi actriz, casi cantante, casi bailarina, casi clown, casi animal y casi persona, pero sobre todo mujer". Además durante un tiempo trabajó en el circo y tampoco le importa actuar en el Metro. La foto que he puesto de Ángela pertenece al "III Madrid Spoken Word" del año pasado.

Y como a ella le gusta mucho actuar y trabajar con los niños, con esa nariz roja de plástico que abre todas las puertas, esta música va por todos los niños que mueren sin casa, sin patria, a bordo de barcos sin destino. Por sus padres, muchos ex patriados y refugiados, que no saben dónde ir para que los quieran:

https://www.youtube.com/watch?v=NRTWLQ4nI6Q

(La tertulia será como siempre a las 18.30 h. en la cripta del café, Paseo de Recoletos 21 de Madrid).

"Yo es otro", dijo Rimbaud en una célebre carta.

Esa es la sensación que tuve anoche observando las fotografías de la Feria del Libro de Madrid, que terminó este domingo pasado en su 77 edición, y donde el viernes último Almudena Mestre firmó ejemplares del ensayo que ha escrito sobre mi obra literaria, bien acompañada por su editora Charo Fierro.

Observo los rostros de la gente, las risas y las sonrisas, la atmósfera de una tarde lluviosa en Madrid, mi propia ausencia sustituida por la foto de portada de un libro en la que aparece un tal Justo Sotelo que dicen que se da un aire a Al Pacino o Andy García, e imagino que esta vida es una enorme, divertida e irónica ficción. Supongo que es el sueño de cualquier escritor, estar sin estar.

Así que me tomo un café y escucho la música de una de mis películas favoritas de los últimos años. 

Porque yo soy otro y la vida es una película:

https://www.youtube.com/watch?v=Tk_h-6cCQy0












lunes, 11 de junio de 2018

"José Ángel".

Iba a venir a una de las tertulias de este mes en el "Café Gijón" para hablar de sus obras de teatro, pero lleva una temporada pachucho. Aun así, hoy me apetece hablar de él (en la foto está con el creador de "Podemos", su amigo Juan Carlos Monedero).

Conocí a José Ángel en la Complutense mientras estudiábamos "Teoría de la Literatura y Literatura Comparada" y nos hicimos muy amigos. Por su parálisis cerebral, siempre ha tenido que ir en silla de ruedas, además utilizando solo las piernas para moverse. Eso no le ha impedido viajar durante años a Madrid para estudiar tres carreras y dictar varios obras de teatro a su padre.

Hace un tiempo los tertulianos de entonces viajamos hasta Quintanar de la Orden, el pueblo de Toledo donde vive, para participar en un coloquio sobre la película "Mi pie izquierdo", de Jim Sheridan, con la que José Ángel siempre se ha sentido identificado. "Mi pie izquierdo" es el relato autobiográfico del pintor y escritor irlandés Christy Brown (1932-1981). Aquejado también de parálisis cerebral, gracias a su tenacidad y al incondicional apoyo de su madre, logró derribar las barreras que impedían su integración en la sociedad. Esa película convirtió en una estrella a Daniel Day -Lewis, uno de los mejores actores de su generación.

A pesar de los problemas que puedan existir, a veces enormes y terribles, esta vida es hermosa y lo que no conseguimos es porque no queremos. Sobre todo vivir con alegría y ser felices.

Sé que, pese a todo, José Ángel es un hombre feliz, y la próxima vez que comamos paga él.



"Más que un poeta, eres un poema".

Me paso el día diciendo que no soy poeta, así que voy a aceptar la categoría de poema, algo que me han llamado muchas veces. La última, la escritora Teresa Pacheco, el otro día por aquí. Antes lo había hecho M Jesús Egmont, también por aquí.

El último poema donde he estado dentro es el "Monte de las Mercedes", situado en el Noroeste de Tenerife. Esta isla es un paraíso por muchas razones y una de ellas es este lugar. Muy cerca está Taganana, mi pueblo favorito de la isla. Hace años escribí un largo poema dedicado a Taganana, pero lo perdí también hace tiempo; por eso no soy poeta, entre otras cosas. En el "Monte de las Mercedes" se encuentra un bosque de laurisilva de la época terciaria, con una vegetación que se empapa del mar de nubes que reposa en ella casi todo el año.

El poema está dentro de estas fotos, en los senderos del Cenozoico, que es como se llama ahora a la era Terciaria. Por aquel entonces la India colisionó con Asia, se cerró el mar de Tetis y se formaron los Pirineos, los Alpes y el Himalaya.

Pura poesía.





jueves, 7 de junio de 2018

"La vanidad".

¿Qué tendrán en la cabeza todos aquellos que quieren ser presidentes de gobierno, ministros o cargos de ese estilo en empresas públicas y privadas, convencidos de que son imprescindibles y pueden salvar el mundo. Me refiero a los que viven pensando en el poder y el dinero, como una forma de prosperar, en hacerse famosos y que los reconozcan por la calle, en ganar premios, dentro del deporte, el cine, la literatura o actividades similares. Saben que tienen que utilizar intermediarios para lograrlo (es decir, pagar un precio) y llegar a un lugar que, por otra parte, no tiene mayor interés, si lo piensan bien.

¿Qué pensarán por la noche, me pregunto a veces, cuando se quedan a solas y se miran en el espejo real de sus vidas? Los políticos, los banqueros, los futbolistas, los escritores son intercambiables. Supongo que también lo saben. Entonces, ¿por qué ese afán por vivir una vida artificial? Quizá la explicación se encuentre en una simple palabra.

Recuerdo cuando un profesor del colegio nos dijo en clase que la esperanza no es lo último que se pierde, sino la vanidad. Añadió que hay dos cosas que la vanidad nunca podrá entender ni conseguir, la admiración y la sonrisa de un niño. 

(La foto es de hace un par de años en la entrega de diplomas en un colegio de Barajas, en Madrid, bajo la mirada sonriente de Carmen Arroba y con mi jersey deshilachado).

martes, 5 de junio de 2018

Juan Ramón Jiménez en la tertulia de hoy del "Café Gijón".

En la tertulia de esta tarde del "Café Gijón" hablaremos de Juan Ramón Jiménez, el mayor poeta español del siglo XX y uno de los más importantes de la historia de la literatura.

Nos visitará el profesor y escritor José Luis Morante, que acaba de editar un libro sobre el poeta de Moguer: "Aforismos e ideas líricas" (editorial La isla de Siltolá). Se presentó, oficialmente, hace unos días en Madrid, en la Librería Rafael Alberti.

A lo largo de mi vida he estudiado bastante a Juan Ramón, y he escrito cosas sobre él, como este artículo. Espero que os guste a mis amigos, por si os apetece leerlo:

http://revistatarantula.com/la-sustancia-de-los-dioses-el-…/

(La tertulia será a las 18.30 h en la cripta del café, Paseo de Recoletos 21 de Madrid, como cada martes).

lunes, 4 de junio de 2018

Sobre el futuro de la literatura.

Pienso en la "circularidad temporal", tan amada por Borges, mientras me tomo un café. Esa circularidad es un rasgo esencial en la literatura posmoderna.
 
Hay una música que me la recuerda. Es el "Intro" de The XX, una banda de indie pop del sureste de Inglaterra formada en 2005. Arrasaron con su primer disco, y sobre todo con esa canción de 6 minutos que se convirtió en un bucle interminable gracias a Youtube. 

Esta es la canción: https://www.youtube.com/watch?v=AZ1pHmWhIuY

Y esta una de sus versiones extendidas: https://www.youtube.com/watch?v=H4UtBYUMVJk

Los innumerables seguidores de ese grupo se dedicaron a hacer versiones cada vez más largas en Youtube. Nos guste o no, la comunicación actual se produce en torno a Internet y las redes sociales. Los periódicos españoles apenas venden ya en papel, y lo mismo ocurre en el resto del mundo (observo desde hace años que los alumnos ni siquiera cogen los periódicos que se reparten gratis en la puerta de la Facultad, y ahora ya ocurre en los aviones). Este es el mundo que nos ha tocado vivir y yo soy lógicamente darwiniano (no podía ser de otra forma; leo y estudio desde que tengo uso de razón).

Apuro la taza de café y miro esta fotografía de hace poco en Nueva York. Sigue sonando "Intro" (6 minutos, una y dos horas, 10 horas). Me parece que el arte y la literatura contemporáneos van por ahí.

domingo, 3 de junio de 2018

"El libro subrayado".

"Cuando un lector subraya el libro que está leyendo, en realidad está hablando en voz baja con el escritor.

Umberto Eco investigó la idea de ficción durante buena parte de su vida y relacionó el texto narrativo con un bosque cuyos senderos se bifurcan, en alusión a Borges, para volver a encontrarse en el territorio onírico del duermevela.

La experiencia humana toma sentido en la literatura a través del tiempo y el espacio, como diría Ricoeur. El lector llena los huecos que deja el escritor de manera consciente, todo eso que no se dice ni se escribe, algo que yo defiendo en la literatura contemporánea.

Considero que es más importante lo que no se dice que lo que se dice.

Por eso resulta esencial que el escritor y el lector “hablen” continuamente, por ejemplo, a la luz de la lámpara de la mesilla de noche, mientras todo el mundo duerme en casa y solo ellos están despiertos. De esa forma la literatura sería la verdadera causa de la infidelidad de las parejas. Las demás causas son necesidad de poder, de sexo, de protección, de dinero, es decir, poca cosa".

(Este es el último de mis "Cuentos de los otros" antes del epílogo. La foto la hizo la poeta María José Vidal Prado, que se pasó por la Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid para comprarlo y luego la puso en Facebook).

sábado, 2 de junio de 2018

"La expansión de la libertad es, por un lado, el fin primordial y, por otro, el medio principal del desarrollo".

En estos días en los que se habla tanto de política, en España, Italia y otras partes, Google me avisa de que varias frases de uno de mis libros corren por Internet: 

http://www.alfdurancorner.com/…/la-expansion-de-la-libertad…

En lugar de dar una opinión rápida y apasionada sobre lo que ocurre a mi alrededor (por ejemplo, en las redes sociales o en otros foros), prefiero estudiar y escribir libros. Mi intención siempre ha sido conseguir que los hechos simplemente coyunturales no me impidan ver las cosas que valen la pena de verdad.

Las frases recogidas en el blog citado son las siguientes:

"La expansión de la libertad es, por un lado, el fin primordial y, por otro, el medio principal del desarrollo. En el primer caso estamos ante el “papel constitutivo” de la libertad en el desarrollo, y en el segundo ante el “papel instrumental”. La perspectiva constituida de la libertad deviene en el enriquecimiento de la vida humana. Estamos ante las libertades que permiten evitar, de una parte, la inanición, la desnutrición, la mortalidad evitable y la mortalidad prematura, y, de otra, las libertades relacionadas con la capacidad de leer, escribir y calcular, la participación política, la libertad de expresión, etc. La perspectiva instrumental afecta a la política económica y social mediante otra serie de libertades: las libertades políticas, los servicios económicos, las oportunidades sociales, las garantías de transparencia y la seguridad protectora.

Las consideraciones de Amartya Sen sobre estas cinco libertades son las siguientes (Sen, 1999):

1. Las libertades políticas, donde también se incluyen los derechos humanos, son las oportunidades de los individuos para decidir quién nos debe gobernar y con qué principios, y comprenden los derechos que acompañan a la democracia en el sentido más amplio de la palabra.

2. Los servicios económicos, que son las oportunidades de los individuos de utilizar los recursos económicos para consumir, producir o realizar intercambios. En la relación entre la renta nacional y la riqueza, por una parte, y los derechos económicos de los individuos, por otra, son importantes no sólo las consideraciones agregadas sino también las distributivas, tanto como la forma en que se distribuyen las rentas nacionales.

3. Las oportunidades sociales, que hacen referencia a los sistemas educativos, la sanidad, etc., e influyen positivamente en la vida privada, como es lógico, pero también en las actividades económicas y políticas.

4. Las garantías de transparencia hacen referencia al mínimo grado de confianza que pueden esperar los individuos: la libertad para interrelacionarse con la garantía de divulgación de información y claridad. Estas garantías inciden de forma patente en el sentido ético de las actividades de los individuos, pues sirven para prevenir la corrupción, la irresponsabilidad financiera y los tratos poco limpios.

5. La seguridad protectora es vital para proporcionar una red de protección social que impida que la población más vulnerable, ante los cambios materiales que afectan negativamente a su vida, caiga en la mayor de las miserias y, en ciertos casos, incluso en la inanición y la muerte. Aquí entramos de lleno en la política social, al tener en cuenta los mecanismos institucionales “fijos”, como las prestaciones por desempleo y las ayudas económicas fijadas por ley para los indigentes, así como los mecanismos ad hoc, como las ayudas para aliviar las hambrunas o el empleo público de emergencia para proporcionar unos ingresos a los pobres.

La idea de las libertades fundamentales está por encima, por supuesto, de la utilidad (según los partidarios del enfoque del bienestar), e incluso de los bienes sociales primarios de Rawls. Considerando como prioritarias las oportunidades reales de los individuos para alcanzar sus objetivos, como diría Rawls, habría que tener en cuenta no sólo los bienes sociales primarios que posean las personas, sino también las características personales relevantes que determinan la “conversión” de los bienes primarios en la capacidad de las personas para alcanzar sus fines".

Fuente: Ética, crecimiento económico y desarrollo humano. Jaime Marchesi y Justo Sotelo. Editorial Trotta. Madrid. 2002.

(Amartya Sen y John Rawls son dos de los intelectuales que admiro y he estudiado con cierto detalle, el primero indio y Nobel de economía, y el segundo norteamericano y uno de los impulsores de la Filosofía Política y Moral contemporánea. La fotografía la hice en Delhi).

viernes, 1 de junio de 2018

Carver.

Tras una simpática charla en un instituto de Secundaria donde hablé de mis lecturas de juventud que me llevaron a convertirme en escritor, una alumna me preguntó el otro día por qué había decidido ser escritor, si la mayoría de los escritores que salían en los libros de texto y tenían que estudiar para el examen eran vanidosos, antipáticos, pedantes y egocéntricos, sobre todo los poetas o los que se dicen poetas, con alguna excepción como Machado o Lorca. 

Y además no habían tenido un euro en su vida.

La profesora que me había invitado clavó la mirada en su alumna, después en mí, sonrió ligeramente y esperó a ver lo que se me ocurría responder. Pasaron unos segundos. No suelo tardar en responder a cualquier pregunta que me hagan, pero aquel comentario me había resultado curioso y, desde luego, divertido.
En realidad más que escribir literatura, dije con una sonrisa, lo que siempre me había gustado era vivir dentro de ella. 

Un rato después la profesora y yo nos fuimos a la cafetería del instituto con algunos alumnos. Allí estos me preguntaron por cosas de mi vida privada, que, por supuesto, no contesté. Fue entonces cuando la chica de la pregunta en clase dijo que a ella también le gustaría vivir algún día dentro de la literatura. Esa noche me envió un mail con un cuento que quería que leyera. 

Su estilo me recordó a Carver. 

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? ¿Lo hacemos de las cosas importantes, es decir, de la pareja, los divorcios, las infidelidades, las peleas por la tenencia de los hijos, la fuerza bruta de los hechos o el esplendor perdido de la juventud? De eso hablan los cuentos de Raymond Carver (Oregón, 1938-Washington, 1988), sobre todo los primeros, cortos, duros y directos al corazón.

Como el cuento de aquella alumna que quería vivir dentro de la literatura.