martes, 31 de enero de 2023
"Hablando de Murakami en TV".
lunes, 30 de enero de 2023
"Justo, ¿sabes a quién me recuerdas?"
sábado, 28 de enero de 2023
"El pasado no es pasado porque nunca muere".
viernes, 27 de enero de 2023
"La poeta".
jueves, 26 de enero de 2023
"Chéjov y el perrito".
miércoles, 25 de enero de 2023
"Unos instantes de inmortalidad hablando de Borges".
"¿Soportaríamos ser inmortales?
"Desayunando un día de invierno en Casa Manolo, con María José Muñoz Spínola y Javier Del Prado, hace justo un año".
domingo, 22 de enero de 2023
"Decisión de irse, una película sobre la percepción".
Otra vez los cines Princesa, otra vez una película coreana, otra vez una obra maestra.
Amar es un verbo, y decir “te amo” es o puede ser fácil, pero quizá no sea tanto la práctica del amor, es decir, la decisión de hacer algo por quien amas. De esto va "Decision to leave", una película de cine negro que se ha estrenado este fin de semana en España, la última película del coreano Park Chan-Wook que ganó el premio al mejor director en el pasado festival de Cannes, una mezcla de Hitchcock, Bergman y Kar-wai. Un detective de policía (Park Hae-il), insomne y meticuloso, investiga un caso de posible asesinato y se enamora de la principal sospechosa (Tang Wei), la viuda de la víctima. El amor surge en sus noches en vela con la atracción cohibida del estilo de "Deseando amar" (2000) y el irrefrenable atractivo de forjar en la distancia lingüística (ella es china y su coreano es básico) el idioma común de la "seducción". Lo que más me gusta de esta película es que se basa en el lenguaje (me ocurre lo mismo con la literatura de calidad), entre las personas y las imágenes, de la puesta en escena, los ángulos de cámara, el montaje milimétrico (las luces del techo parpadean en una imagen y el cielo en la anterior), el movimiento interno de cada plano y su relación con el precedente y el posterior, la coordinación rítmica de los sonidos diegéticos con la partitura de cuerdas y castañuelas de Jo Yeong-wook. La veo y después de dos horas y media salgo de una sala llena pensando dos cosas. Que el cine debe verse a oscuras en una sala de cine, como Dios manda, aunque en la calle haga mucho frío, y que la belleza, el "amor loco", la muerte, la sensibilidad y el buen gusto aún pueden formar parte de una película. La relación entre la pareja se construye a través de rimas, "raccords" y conexiones del espacio /tiempo. Es normal tener escenas donde Hae-joon fantasea con estar del lado de Seo-rae, y el director lo transporta a su lado, o bien, a través del montaje, hace que los dos se enfrenten, aunque estén en lugares diferentes. Los escenarios a menudo también reflejan aspectos de los personajes. La casa en la que vive el detective con su esposa parece abrumarlo por momentos, o simplemente es sencilla, con sus paredes de color blanco, mientras que en la que se queda con Seo-rae, los espacios son abiertos, las paredes de un azul profundo. acogedor.
Este es el tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=DvIyto42Ur4
Esta es la música de la película:
https://www.youtube.com/watch?v=5W9qAnGHj24&list=PL4Wt9Tdj2iBbXiWOWcuQWv6uLZ9PZpdj0&index=3
Quizá sea la mayor historia de amor que he visto en el cine el último año, entre la exaltación y la fiebre, profundamente libre.
sábado, 21 de enero de 2023
"¿Otra vez Borges, papá?"
En la pasada tertulia por Zoom comenté que cuando mi hijo me vio escribiendo a los tertulianos que el próximo martes 24 hablaríamos del relato "El inmortal", el primer cuento de "El Aleph", me dijo, ¿otra vez váis a hablar de Borges?
Sonreí, y le dije que es posible que Borges sea el mayor escritor en castellano del siglo XX.
Este próximo martes nos juntaremos en el Café de Casa Manolo, en Princesa 83, como siempre a las 18.30, para hablar de la búsqueda de una ciudad perdida en el desierto por el tribuno Marco Flaminio Rufo. El descubrimiento será doble, el de una ciudad alejada de la imagen que se había formado de ella Rufo, en forma de un laberinto atroz que desafía toda racionalidad; y la inesperada revelación de sus arquitectos, una extraña casta de inmortales que, retirados del mundo físico y el uso de la palabra, languidecen en el eterno sopor de sus curiosas y metafísicas especulaciones. En realidad, yo creo que todo se resume en el epígrafe, con unas palabras de Bacon, ya que no hay nada nuevo sobre la tierra. Si como nos aseguró Platón, todo conocimiento no es sino un recuerdo, Salomón sentencia que toda novedad no es más que el olvido.
Este es el cuento:
https://www.actors-studio.org/web/images/pdf/jorge_luis_borges_el_inmortal.pdf
Y como siempre me tomo el primer café con música, me viene a la cabeza el día en que se encontraron en el Palace de Madrid Borges, Kodama y Jagger. El líder de los Rolling vio a Borges y se arrodilló ante él. El escritor, ya casi ciego, preguntó quién era. Kodama se lo dijo y Borges también se mostró admirado; le gustaba porque ella los admiraba. Este disco es casi tan alucinógeno como el cuento de Borges:
https://www.youtube.com/watch?v=V_lvFGhVVNU
El dibujo es el encuentro ilustrado por Fernando Vicente para el libro "De Madrid al Palace" (2012). Y siguiendo con la literatura y el mundo posmoderno que tanto me gusta, en el Palace hacen un batido de vainilla que está muy rico.
"¿Nos pasamos la vida imitando a los demás?"
jueves, 19 de enero de 2023
"Jugando al críquet".
miércoles, 18 de enero de 2023
"El Grupo de Bloomsbury y el de Justo Sotelo".
martes, 17 de enero de 2023
"Tuesday: Ana María Navales y Virginia Woolf".
Como hoy dedicaremos la tertulia a Virginia Woolf, ayer releí, entre clase y clase, tres relatos de uno de los libros contemporáneos que aprecio, los "Cuentos de Bloomsbury" (1999) de Ana María Navales, escritora muy atraída por el mundo artístico e intelectual de Virginia Woolf y John M. Keynes, lo mismo que me sucede a mí, lo que nos unió un tiempo, hasta su muerte. Siempre que venía a Madrid desde Zaragoza nos tomábamos un café. Me contaba un montón de cosas del mundillo literario y hablábamos de algo que me interesaba más, de aquella gente bohemia e intelectual del barrio de Bloomsbury, al lado del Museo Británico. Lo más parecido que hubo en España fue la Residencia de Estudiantes donde estuvieron Lorca, Buñuel, Dalí y que casi desapareció con la Dictadura. Ayer me percaté de que los cuentos tienen muchas páginas subrayadas. Lo que más valoro de Ana María son los consejos que me daba. Tan solo debes escribir y publicar, Justo, si verdaderamente tienes algo que decir, me decía. No escribas por escribir o presumir de que eres escritor, añadía. No dejes de leer ni de estudiar para que merezca la pena leerle. Y sé humilde, acepta los consejos de los viejos escritores, que saben más que tú, y corrige todo lo que tengas que corregir. Solo así se producirá el pacto con el lector y este te seguirá, te admirará y te querrá.
Estoy segura de que me estoy volviendo loca de nuevo. Siento que no podemos pasar por otra de estas espantosas temporadas. Y esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido, en todos los aspectos posibles, todo lo que alguien puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás, ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que – todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas hayan sido más felices que lo que fuimos nosotros.
V.
Esta es la obra musical:
https://www.youtube.com/watch?v=U5ywofzN4xA&list=PLiN-7mukU_RGKZTh_YAb8D335VZU6YtOM&index=1
Las
dolorosas palabras de Virginia a Leonard (despedida generosa de su
amado y también de la escritura) conservan una belleza que,
paradójicamente, es testigo del amor de la artista por la vida en su
expresión más plena, que para ella implicaba, necesariamente, la lectura
y la escritura.