domingo, 6 de julio de 2025

"¿Romántico o sexy?"


 
El otro día paseaba tan tranquilo por la calle de la fotografía cuando me encontré a tres ex alumnas a las que di clase hace tiempo, creo que antes de la pandemia. Nos contamos un poco nuestra vida (las tres trabajaban ya) y al irme me dijeron a la vez que siempre sería un escritor y profesor sexy. Al escucharlas me eché a reír y les dije, con una sonrisa de incredulidad, que debían graduarse la vista. Ahora me tomo el primer café de la mañana y pienso en ello, como otras veces que me lo han dicho. Lo sexy nace en la sugerencia y la posibilidad. Aquello que nos atrae física y sexualmente crece más en la ausencia parcial, en lo que no se ve, pero se intuye que está en alguna parte. El problema es que lo que cada uno entiende que es "seductor" para los demás a menudo es irreal, una fantasía motivada por la época en la que vivimos. A uno le hace o no sexy su propia autoestima, el que te importe un comino lo que los demás piensen de ti. Me parece que es algo más psicológico que físico, y no tiene que ver con la edad ni con la ropa que te pongas. La moda cambia continuamente, pero no sucede lo mismo con la valoración que cada cual realiza de sí mismo. Nunca he sido sexy, solo un romántico empedernido que con catorce o quince años leía a Lamartine, Hugo y Bécquer, y que con su primer sueldo como profesor particular de matemáticas se compró por esas mismas fechas la obra más romántica que existe y existirá, y que no he dejado de escuchar.
 
El amor, la inteligencia y la belleza son verdaderamente inmortales y sexis:
 

sábado, 5 de julio de 2025

"Y mi obra literaria se sigue estudiando por el mundo".


Este próximo lunes 7 de julio el estudiante camerunés Daniel Domwa leerá su tesis doctoral "Memoria y alteridad en unos cuentos breves de Justo Sotelo, Jorge Ávila y Juan Ramón Santos", en la Universidad de Maroua de Camerún, y bajo la dirección del catedrático Michel-Yves Essissima (en la tercera fotografía). Es una noticia bonita que me contó antes de ayer Richard Vandou (en la segunda fotografía), profesor de literaturas hispanoafroamericanas en español en aquella Universidad, lo que me suscita varias reflexiones. La primera es que África se mueve y los jóvenes estudian cada vez más; la segunda es que soy afortunado. Y la tercera que merece la pena dedicar tantas horas de la vida para crear alguna cosa, la que sea, aunque sepamos que la pequeña aportación acabará formando parte de la inmensidad del mar como esa gota que mueven las olas camino de la infinitud y por sí sola no es nada y a la vez lo es todo. Lo expresa con belleza el poema de William Wordsworth, "Oda a la inmortalidad", que tanto me gusta y citó ayer por la tarde Gracia, la hija de mi amigo José Luis en su despedida de este mundo:
 
Daniel Domwa ya había hecho en 2020 su tesina sobre mis "Cuentos de los viernes" y mis "Cuentos de los otros", ambos editados por Bartleby, para obtener el diploma de Máster en Estudios Hispánicos en la misma Universidad. 
 
Como el amor y el deseo dan sentido a la vida, un sentido humano y eterno, uno de mis relatos, "Desayuno en París", gira alrededor de "La canción de los viejos amantes" de Brel, una de sus historias más hermosas:
 

viernes, 4 de julio de 2025

"Al final de este viaje en la vida"

 

 
Esta foto nos la hizo el camarero de un restaurante de Argüelles, en Madrid. A mi izquierda está Pepe y a mi derecha José Luis. Hemos comido todas las semanas durante más de treinta años, aunque por mi manera de ser, siempre libre e independiente, me he perdido por ahí tantas veces. De todas formas, al final, siempre vuelvo. Hace solo dos años nos dejó Pepe, y ayer lo hizo José Luis, también demasiado joven. José Luis ha estado a mi lado desde los veinticinco años. Era un hombre muy discreto y no le gustaba que se hablara de él, y no lo he hecho. Además siempre digo que no hablo de mi vida privada, y si alguien quiere conocerme lo mejor es que se lea mis libros. José Luis era un progresista convencido y un amante de la Naturaleza y todos los fines de semana se iba a recorrer montañas. Ha sido uno de los primeros lectores de mis libros, hasta el punto de que le convertí en personaje en mi novela "La paz de febrero" y alguna otra historia. Su hija mayor se llama Gracia, como su madre (fueron un tiempo a mi tertulia literaria cuando la hacíamos en Puro Teatro, en Malasaña, y luego en el Café Gijón), y es actriz, estudió en la RESAD y sé que lee siempre mis posts, aunque no diga nada. En realidad sabíamos que esto iba a ocurrir desde hace meses (en Navidad me empeñé en que todos cantáramos un villancico en su casa), y por eso él siempre nos decía que no quería lágrimas y recordáramos los buenos momentos juntos.
 
Esta vida es demasiado corta, y por eso hay que vivirla rodeados de amor y amistad.
 
Gracia, te dejo esta canción de Silvio Rodríguez para tu padre:
 

jueves, 3 de julio de 2025

"Soñadores".


 
A los seres humanos nos gusta contarnos la vida, la nuestra y las de los demás. Y a mí me gusta sentarme en una terracita para que los escritores me escriban esa vida mientras la leo y suena un solo de trompeta.
 
La escritora y profesora Montserrat Abumalham (Nuria Condor) nació en Marruecos, tiene orígenes catalanes y libaneses, fue profesora de estudios árabes e Islam en la facultad de Filología de la Complutense y además escribe novelas y cuentos. Este curso pasado estuvo en la tertulia presencial, y desde entonces me ha dado por leer algunos de sus libros, como son "Cuando el cielo era azul" (2024, Avant) y "Una comuna en Caltanissetta" (2025, La Moderna) y he observado que escribe bien y además lo que escribe me interesa, algo que valoro de verdad, el sentir curiosidad por el nuevo libro que cae en mis manos. La historia de amor entre Marta y Juan de la primera novela podría ser la de la propia autora, y, aunque está escrita en tercera persona, bien podría haber sido ella la narradora que nos va contando la vida de una saga familiar que se extiende a lo largo del siglo XX. De una forma inteligente la autora se convierte en autora implícita y luego en narradora. De esta forma logra una distancia con la historia que a mí me lleva a pensar incluso en el inicio de La Regenta, observando la pequeña ciudad de provincias desde lo alto del campanario o de sus propios recuerdos. La historia se inició con "Todos extraños" (2019), siguió con "Trapos sucios" (2022) y termina con ese "cielo azul" casi de la mano del Concilio Vaticano II y el deseo de libertad de aquellos universitarios que quisieron cambiar el mundo sin lograrlo (salvando las distancias algunas páginas me recuerdan la penúltima película de Bernardo Bertolucci, "Soñadores" (2003), con el mayo del 68). Y se prolonga en "Una comuna en Caltanissetta", cuando los personajes principales, Amparo, Mini, Sonsoles y Victoria, nos llevan con sus vidas hasta la pandemia de la Covid 19 y, puesto que no han podido cambiar el mundo, sueñan con vivir en una especie de comuna de la edad madura, tal y como la imaginó Leonardo Sciacia, el escritor siciliano que decía que El Quijote había que leerlo al menos dos veces en la vida. Si el mundo de Montserrat nace en una ciudad como Ceuta (más que en Tetuán) y pasa por Madrid -universitariamente hablando- termina en Murcia, donde vive la propia autora una vez retirada de sus clases y del ruido del mundo.
 
Y ahora me tomo el primer café de la mañana y me doy una vuelta por Sicilia, en concreto por Caltanissetta, y escucho la trompeta de la que hablaba al principio:
 
Hay algo noble y profundo en la literatura de Montserrat Abumalham.

miércoles, 2 de julio de 2025

"Un pequeño homenaje a uno de los últimos humanistas".


 
He esperado unos días para asimilar su muerte. Admiraba a Germán Gullón por su continua defensa del humanismo, la buena literatura y el equilibrio vital y esencial. Y agradezco a su prima Charo Alonso Panero que me lo presentara, de la misma manera que agradezco a Germán sus ensayos y artículos publicados sobre crítica literaria y sus libros "Galdós, maestro de las letras modernas" (2020) y "Emilia Pardo Bazán o el tiempo de la mujer", (2021). Ya he comentado en varias ocasiones que aprendí a escribir leyendo a Galdós, y esto me hizo mirar con cariño a Germán. Su último libro fue "España, juguete del oportunismo. El desgaste nacional tras las elecciones del 23J. 2023" (2024), donde se mostraba crítico con la pérdida del valor de las humanidades, el hábito de la lectura y el pensamiento y también con la situación política de autocracia, en España, Estados Unidos, etc.
 
En marzo del 21 Germán subió a su canal de Youtube una charla con su mujer, la pintora Heilet van Ree, relativa a las ideas del semiólogo Umberto Eco expuestas en "The Role of the Reader" (1979) y la conocida dualidad entre novela "cerrada" y novela "abierta". Y para ilustrar esta oposición puso como ejemplo dos novelas que acababa de leer. Una novela cerrada sería "Independencia" (2021), de Javier Cercas, publicada por Tusquets, y una novela abierta la mía, "Poeta en Madrid", publicada por Huso el mismo año, un debate significativo en estos tiempos de cambio de paradigma literario o lo que a mí me gustaría que ocurriera. Cercas ha publicado, recientemente, un libro sobre el Papa Francisco, y este lunes ha escrito un artículo en El País sobre el final del gobierno de Pedro Sánchez que ha tenido cierta repercusión. Estoy seguro de que Germán hubiera estado de acuerdo con él.
 
De todas formas, la política me aburre, y continúo con la literatura, que es mucho más interesante e intemporal. Todo va muy deprisa y no me da tiempo a asimilar tantos cambios. Todo se queda viejo en seguida, pero permanecen algunas cosas, como los libros y la voz de Germán:
 

martes, 1 de julio de 2025

"El flâneur en color".


 

Toda la vida me han dicho que soy un excéntrico, un extravagante, por ejemplo en mi forma habitual de vestir. Rodeado de hombres con corbatas y de mujeres con traje de chaqueta, yo me ponía pajaritas y vaqueros. Si todo el mundo llevaba vaqueros, entonces vestía trajes. Supongo que es esa necesidad que tengo de ver la vida tanto en color como en blanco y negro.

"Es como si la sinfonía de la calle se integrara en la mente de quien fotografía en color", dijo el fotógrafo Joel Meyerowitz (Nueva York, 1938), que ha recibido el premio PHotoESPAÑA 2025. El otro día, antes de ver en el teatro Fernán Gómez "Casa de muñecas", estuve viendo una exposición de su obra en el mismo teatro. Inspirado por el fotógrafo suizo Robert Frank, Joel Meyerowitz dejó su trabajo en una agencia de publicidad en 1962 y comenzó a fotografiar las calles de Nueva York. La mayoría de los fotógrafos disparaban en blanco y negro, pero él optó por usar película a color. Fue uno de los primeros artistas en hacerlo, lo que posteriormente condujo a la aceptación de la fotografía a color como medio artístico. Siguiendo la tradición del flâneur (aquel observador callejero que deambula sin un propósito específico), Meyerowitz fotografió el mundo que lo rodeaba con una cámara de 35 mm prestada. Al encontrarse limitaciones al capturar los detalles, en 1976 comenzó a usar una cámara Deardorff de gran formato.
 
Lo explica en este pequeño video grabado en la sala de exposiciones del teatro Fernán Gómez:
 
Trabajando de esta forma, combinó la espontaneidad de la fotografía callejera con un enfoque más pausado y meditativo, y dijo que era como "pasar del jazz a la música clásica", lo que me recuerda la irresistible "Rhapsody in Blue":
 
Y pienso que también tengo bastante de flâneur, como les ocurrió a Gershwin y Bernstein.
 
(Este post se lo dedico a Isabel Sifre, que ayer me escribió, con su gran amabilidad, para decirme que no había publicado ningún post y me echaba de menos).