viernes, 28 de abril de 2023

"Te pareces a Antonio Banderas".

Me dijeron unos alumnos esta semana cuando, después de comer con mis amigos profesores de toda la vida, les dije que siempre me están comparando con actores. Cada vez que Pepe Villacís me ve aparecer -el papá de la guapísima vicealcaldesa que tenemos en mi ciudad- comenta que acabo de salir de una película de Scorsese o Coppola. Como es natural, dije a mis alumnos que Banderas es más guapo, pero ellos insistieron, así que me callé y les seguí explicando los "derivados", es decir, las "Opciones y Futuros financieros" que surgieron en España a finales de los 80 y con los que trabajé en mi temprana época de broker. Todo esto sucedió el miércoles. Ayer me volví a encontrar a Pepe por la calle (yo iba a desayunar a un Café del barrio donde suelen rodar películas de vez en cuando y hacen unas ricas hamburguesas) y desde lejos empezó a gritar, "el actor, el actor". Nos dimos un abrazo e insistió en que tenía que haberme dedicado al cine. Por la tarde, ya con mis alumnos del máster que imparto este mes, surgió el asunto de si los españoles continuamos siendo algo racistas y homófobos, y aquellos chicos inteligentes de alrededor de los 25 años me dijeron que sí, que aún se ven muchos casos desagradables en la sociedad. Al acabar la clase me acerqué a saludar al catedrático de la Universidad de Murcia Pepe Carrión y a su mujer, la doctora Gabriela Amorós Seller, una buena amiga, que presentaban en Madrid un gigantesco trabajo de investigación que nos dice bastantes cosas sobre nuestro origen como primates y la evolución posterior. Como dicen en el prólogo, se trata de estudiar los cambios de la diversidad biológica a lo largo del tiempo en la Península y Baleares.
 
Y ahora me tomo el primer café de una bonita mañana y me viene a la cabeza la película que introdujo a Banderas en Hollywood. Dentro de su típica comercialidad a la americana, me parece interesante, Denzel Washington y Tom Hawks están estupendos (como siempre) y el guion defiende la diversidad entre los seres humanos y yo diría que incluso la biodiversidad en el mundo. Y tiene una escena difícil de olvidar:
 
¿De verdad aún hay personas que piensan que las personas somos distintas porque tengamos otro color de piel o ser de otro género o amemos a quien nos diga el corazón?
 

 

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