"La paz de febrero" me ha refrescado la
memoria de esos días pasados, que tan rápidamente olvidamos en los que
España entera gritaba NO a la guerra de Irak...
Como en todas tus
novelas, alimentas el espíritu del que te lee con esas pinceladas de
historia y de arte (por eso a mí me gustan tanto) y amores, amores
desesperados y a flor de piel como los protagonistas de esta bella
historia, que increíblemente existen y reconocemos en algunas
situaciones de vidas ajenas o propias.
La felicidad, a veces, cuesta muy cara...y dura muy poco.
Que te voy a decir Sr. Sotelo, pues que me ha encantado!.
Saludos!!
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