domingo, 18 de noviembre de 2018

"Salinger, Pynchon, Lago, Sotelo y una entrevista en RNE".

Me tomo el primer café del día, miro el mar, escucho el violento choque de las olas contra el acantilado y leo una entrevista en Zenda al escritor madrileño Eduardo Lago, que vive en Nueva York desde hace treinta años, donde dirigió el Instituto Cervantes. Ha publicado recientemente un libro de ensayos sobre literatura norteamericana con el título de "Walt Whitman ya no vive aquí".

En la entrevista dice cosas como que los grandes escritores nunca van a morir, a diferencia de toda la literatura banal que se publica en estos tiempos. Los grandes nombres de hoy son el 90 por ciento prescindibles, y caerán en el más absoluto olvido, para que sobreviva lo que de verdad vale la pena.

Apuro el café y me viene a la cabeza la primera vez que hablé con Eduardo Lago, de una manera curiosa, a través de un programa de RNE en el que me estaban entrevistando. Ahí Lago dijo alguna cosa parecida a lo que acabo de escribir. Era el programa "El Ojo Crítico" de Radio 1 y hablábamos de mi novela "Entrevías mon amour", que acababa de publicar Bartleby. Estando en directo se conoció la noticia de la muerte de Salinger, el mítico creador de "El guardián entre el centeno", con 91 años, por una noticia que acababa de dar el Washington Post. Unos segundos antes yo estaba hablando de Thomas Pynchon, otro de los escritores de enorme calidad, pero esquivo y solitario como Salinger. En ese momento se produjo el diálogo entre Lago y yo.

Todo esto puede escucharse en la entrevista de RNE (mi intervención va al principio del programa). La gente de RNE es tan buena que lo primero que hicieron fue poner música de una ópera de Gluck, uno de los leitmotiv de mi novela:

http://www.rtve.es/…/ojo-critico-muerto-jd-salinge…/679996/…

Y esta es la entrevista de 18 de octubre pasado a Eduardo Lago por parte de Miguel Munárriz: 

https://www.zendalibros.com/eduardo-lago-la-buena-literat…/…

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