sábado, 13 de mayo de 2023

"Leyendo por la calle".

Ayer iba por en medio de la calle leyendo la novela de la que quiero hablar en la próxima tertulia. Suelo hacerlo a menudo. He estudiado muchas asignaturas en mi vida caminando por ahí. Me siento en un banco, en la terraza de un bar, en el interior de un Café. Y así leo y estudio y repaso y hablo en alto para que Dios me escuche (decía Machado que quien habla solo espera hablar a Dios un día). Ayer no pasaban coches, pero algunas personas me miraban sorprendidas y se giraban para observarme de arriba abajo. Tal vez pensaran que había perdido la cabeza, y seguramente tuvieran razón. El espejo reflejaba mi libro y yo me veía dentro de una ficción que parecía la realidad de un país africano o de cualquier país del mundo. Aun así no presté atención a la gente que me miraba. Seguro que lo hacían porque nunca han sabido lo que es el amor:
 
"No sabes lo que es el amor
hasta que hayas aprendido el significado del blues.
Hasta que hayas amado un amor que tuviste que perder
no sabes lo que es el amor.
 
No sabes cómo duelen los labios
hasta que hayas besado y pagado su coste.
Hasta que hayas volteado tu corazón y hayas perdido
no sabes lo que es el amor.
 
¿Sabes cómo se siente un corazón perdido?
La idea de recordar
y cómo los labios que saben a lágrimas
pierden el gusto por besarse.
 
No sabes cómo arden los corazones
por el amor que no puede vivir pero nunca muere.
Hasta que hayas enfrentado cada amanecer con ojos insomnes
no sabes lo que es el amor".
.......................
 
¿Nos besamos? 
 
Aunque la verdad es que mis labios ahora saben a café, a regaliz, al último beso que acabo de dar pensando en el siguiente cuento que tengo que escribir.
 
Hubo una época que el viernes era todos los días, incluso los sábados.




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