martes, 23 de mayo de 2023

"Vivir con glamour o la gran belleza".

Ayer quedé con la filóloga italiana Mirta Amanda Barbonetti a tomar un café en el lugar donde Fernando Trueba rodó su primera película en 1980, "Ópera prima". Es lo primero que comenté a Mirta cuando nos sentamos en la terracita de esta fotografía. También le dije que en el Teatro Real de enfrente están representando ahora una ópera de Gioachino Rossini, "El turco en Italia", y que en julio se escuchará "Turandot", la ópera póstuma de Puccini. Mierta es miembro de mi tertulia por Zoom, pero no nos conocíamos personalmente, así que me propuso que nos viéramos antes de volver a Belluno, su ciudad, en el Véneto, cerca de Venecia. Mirta se incorporó a nuestra tertulia cuando empezamos a hacerla por Zoom tras el confinamiento y me contó, emocionada, que había sido una especie de medicina. No lo estaba pasando bien y cuando llegaba el fin de semana pensaba en la tertulia del martes. Buscaba los "cuentos" de Borges, Cortázar o Murakami que yo les proponía, e incluso los libros de los escritores invitados. Mirta también nos ofreció una tertulia, analizando a uno de los directores que más nos interesan a los dos, Peter Greenaway, algo que aparecerá como un cuento en el libro que publicaré este año. 
 
Yo me tenía que ir a la Universidad y Mirta se acercó a la exposición cercana de Sorolla en el Palacio Real. Como siempre me han dicho que me parezco a un italiano y estuve casi una hora con una italiana (la pareja de señores mayores que nos sacaron la foto se pusieron a hablar por considerarnos italianos a los dos), mientras caminaba a mi Facultad pensaba que acabábamos de interpretar una escena de "La gran belleza". Seguro que a su protagonista solo le gustarían los Juegos Olímpicos si se los contara Píndaro. Flaubert se empeñó en escribir un libro sobre la nada, pero no pudo, y él intentaba imitarlo. Es Jep Gambardella o Tony Servillo, como pudo haber sido Marcelo Mastroianni en el caso de que Paolo Sorrentino hubiera sido Fellini y "La gran belleza" la "Doce Vita". Tiene 65 años y hace cuarenta que escribió su única novela. Aun así es recordado por ella, y le invitan a fiestas a las que asiste con esos trajes impecables que le sientan de maravilla. Todo es exceso en aquel verano cálido de 2013 (ahora es 2023 mientras me tomo el primer café de la mañana y llueve), y la pantalla se llena de arte y música, de los amaneceres por las calles de Roma recién regadas, como las calles de Madrid. Y él sueña con escribir el libro que le permita encontrar la belleza, la gran belleza. La única belleza de verdad que ha conocido en su vida es el cuerpo desnudo de la primera chica que amó. Y yo pienso en ti cuando te desnudaste por primera vez para mí. ¿Te acuerdas? Siempre acaba con la muerte, pero primero estuvo la vida:
 
Se puede vivir de muchas maneras, es obvio.
 

 

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