viernes, 16 de febrero de 2024

"La memoria de un hombre está en sus besos".

Ayer me apetecía coger el Metro para ir a mi facultad -está cerca de la estación de Vicente Aleixandre- y, antes de salir, me paré como otras veces en el vestíbulo para leer el cartel con su poema "Quien hace vive".

"La memoria de un hombre está en sus besos.
Pero nunca es verdad memoria extinta.
Contar la vida por los besos dados
no es alegre. Pero más triste es darlos sin memoria.
Por lo que un hombre hizo cuenta el tiempo.
Hacer es vivir más, o haber vivido,
o ir a vivir. Quien muere vive, y dura".

Ya en la calle, y mientras daba vueltas a este significativo poema, me acordé de "Tiempo" y "Espacio" de Juan Ramón:

“Cuando besamos a nuestra mujer en la boca besamos en ella la boca de dios, todo el universo visible e invisible, y el amor es el único camino de la eternidad y de dios. Es realidad yo creo que no hay otra eternidad que el amor, y si sentimos la muerte como un defecto es porque nos quedamos sin acción de amor, porque nuestra boca ya no puede ponerse en contacto voluntario y dinámico con la boca del mundo”.

En su momento quise reflexionar sobre todo esto en un artículo que publiqué en la revista Tarántula. Lo dejo por aquí por si os apetece leerlo a mis amigos:

https://revistatarantula.com/la-sustancia-de-los-dioses-el-tiempo-de-juan-ramon/

Sí, la memoria de un hombre también está en sus textos.

 


 

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