miércoles, 18 de junio de 2025

"Y luego me quejo de que engordo, jeje".


 
Porque de vez en cuando desayuno un chocolate con churros en la cafetería Valor de Callao, en el centro de Madrid. Y me acuerdo de la playa de nudistas de L'Esparrelló, en Villajoyosa, en Alicante, donde he tomado el fresco alguna vez. Villajoyosa y el chocolate se unieron ya desde el siglo XVII. La tradición marinera que tiene esta localidad alicantina con la rutas y travesías pesqueras con América facilitaron la llegada de cacao, salazones, almendras y más productos exóticos. No es extraño que el primer chocolatero de Villajoyosa se registrara en 1810 con la creación de una fábrica de chocolate que se llamó "La Perfección". Por otro lado, no sé si Pacino tendrá unas piernas como las mías, pero esta mañana de verano, aun en primavera, me apetece bailar un tango, pero con la voz de Leonard Cohen. Estoy de acuerdo con él en que hay que bailar hasta el final del amor, aunque siempre he creído en el primer principio de la termodinámica. 
 
El segundo es otra cosa:
 
En el video corren los caballos por la playa, en libertad. Así he visto siempre la vida, desde la libertad. Toda mi vida me he metido en multitud de historias, profesionales, académicas, culturales, políticas, y siempre me he acabado marchando, eso sí, con una sonrisa en los labios.
 
Al final, te quedas desnudo, en una playa, viendo amanecer.

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