lunes, 11 de noviembre de 2024

"Ayer fui el príncipe azul toda la tarde".


 
Durante un paseo solitario junto al lago, la joven princesa Odette se encuentra con el malvado Von Rothbart. Abrumada por el miedo, se da vuelta y corre con la esperanza de escapar de su poder maligno. Sin embargo, no es lo suficientemente rápida y Von Rothbart lanza un hechizo sobre Odette, transformándola en un cisne.
 
Y luego llega el héroe. 
 
El príncipe Siegfried cumple 21 años y los cortesanos y campesinos se han reunido para celebrar su mayoría de edad. Se hacen brindis y se baila un pas de trois. Llega la reina madre y le regala a su hijo una ballesta, y le dice que ha llegado el momento de casarse. Y por eso le anuncia que dará un baile con las jóvenes princesas de toda Europa. Siegfried está abrumado y perturbado. La idea de tener que elegir una novia entre las elegidas por su madre le entristece. Acaba la fiesta y una bandada de cisnes que sobrevuelan llama la atención del príncipe. Coge su ballesta y se adentra en la noche.
 
Lo demás es el cuento de hadas más romántico (y trágico) de todos los tiempos. 
 
Este viernes se estrenó en España una película sobre esta historia, filmada en IMAX en la Ópera de París, y me enteré de ello en un reportaje por la noche de Días de Cine de la 2 de TVE:
 
Así que salí de la ciudad, y me fui a buscar un cine inmenso que la proyectara. Lo encontré en las Rozas, un pueblo que está por los alrededores. Me perdí a la ida y a la vuelta, como siempre, pero lo recompensé escuchando dos horas y media de música puramente romántica de Chaikovski. 
 
Esta es una preciosa versión de la BBC con el teatro Mariinski:
 
Conocer a Odette, la princesa cisne, siempre valdrá la pena, aunque tenga que convertirme en un príncipe azul.
 



 

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