sábado, 8 de junio de 2024

"Firmar libros en la Feria del Retiro".


 
Firmar libros a mano o escribir un texto, un ensayo, un cuento o una novela en el ordenador es como tocar el piano, como abarcar todas las teclas que existen en la vida, las blancas y las negras, las luces y las sombras que definen nuestra propia vida, como abarcar todo el amor, el único sentido que de verdad tiene la vida, el de amar y ser amado, como sabía muy bien Chopin y ahora lo saben los dedos estilizados de Olga Scheps:
 
Ayer llegué un poco antes de las 5 de la tarde y estuve hasta las 7. No paré de reír, hablar con Belkis, ayudante de Mayda Bustamante, la editora de Huso, que estaba fuera, de firmar "Poeta en Madrid" y "Un hombre que se parecía a Al Pacino", y de dar besos y abrazos. Algunas personas que solo conocía por la Universidad o las redes sociales se acercaron a saludarme, y ex alumnas (es evidente que las mujeres leen más que los hombres o yo gusto más a las mujeres que a los hombres; es algo que siempre me he preguntado, como cuando bailando con una alumna cuando era joven me preguntó que yo tenía que ser gay o estar casado, lo que dio lugar a uno de los relatos de mi Pacino). Se acercaron algunas de mis amigas de la tertulia, claro, grabé un pequeño video que me pidió Mayda para la organización de la Feria (que compartiré otro día) hablando de los niños y los cuentos y me fui rodeado de casetas y de libros con el sabor en los labios de los helados de verano.
 
Firmar un libro es como amar el cuerpo de ella desde la cabeza a los pies, desde el cuerpo hasta el alma, desde la sensibilidad a los sentidos.
 
 












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