viernes, 28 de julio de 2023

"El nadador".

Nunca olvidaré cuando uno de mis profesores de primer curso nos contó que a él le gustaba meterse en el mar con unas cuartillas y ponerse a escribir. Allí, con el vaivén de las olas, pensaba muy bien. Sus palabras se me quedaron grabadas y después lo he practicado yo muchas veces, en las playas de nudistas de Portbou, Villajoyosa, Sitges, Ibiza, Tenerife, Gran Canaria, etc. Y ayer hice lo mismo en esta piscina de mi acantilado sobre el mar. Ahora me tomo un café, observo la foto y "pienso" en Ned Merrill. Es verano y Ned está en casa de unos amigos todavía bajo los efectos de la borrachera del día anterior. Dice a sus amigos que va a volver nadando a su casa que está a varios kilómetros de allí. Aquel valle de Connecticut está lleno de urbanizaciones de clase alta con una piscina. En su casa le esperan su mujer y sus hijas, quizá jugando al tenis. Por el camino, y de piscina en piscina, se cruzará con algunas de las mujeres que formaron parte de su vida, una apasionada adolescente que está a punto ya de dejar de serlo, una ex amante despechada y la sensual esposa de un antiguo amigo. En realidad no estamos en verano ni a Ned le espera nadie en su casa. Esta historia se basa en un cuento de John Cheever que llevaron al cine Frank Perry y Sidney Pollack en una película de 1968 interpretada por Burt Lancaster, y que volví a ver ayer:

www.youtube.com/watch?v=ws75zerRos8

Este es el cuento de Cheever, por si lo queréis leer mis amigos. Es una gran historia con múltiples lecturas, y como relato cumple las máximas de los grandes cuentos, la circularidad, la intensidad y la tensión:

https://www.literatura.us/idiomas/jc_ador.html

 


 

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