Dijo una vez por aquí un viejo amigo, Colin Prats, cuando escuchó una entrevista que me hicieron en una radio. Durante unos minutos me puse a cantar interiormente "a mi manera". Entonces me vino a la mente la imagen de un lugar de París, el "Caveau de la Huchette", que significa literalmente nicho o cueva. Hace un tiempo estuve allí con ella, por última vez, e hice esta fotografía. Es uno de mis sitios favoritos de jazz del Barrio Latino, en la Rive Gauche, además de un escenario importante en mi novela "Vivir es ver pasar". Me enamoré de ese lugar desde la primera vez que fui en tren a París y me bajé en la estación de Metro del Museo de Orsay.
Jazz, amor, literatura, viajes, Cortázar, siempre Cortázar.
Ayer tuve una junta de evaluación en la Universidad. Me encontré a unas compañeras que no veía desde hacía mucho tiempo. Además de decirme que estaba hecho un pincel con mi traje de lino blanco y mis gafas negras de sol (es curioso que las mujeres digan tantos piropos como los hombres, lo que siempre termina por ruborizarme, porque soy muy tímido, ¿soy muy tímido?, jeje) me comentaron que parecía un escritor romántico sentado en una hamaca en el Lido de Venecia, como en la película de Visconti. En ese momento me volvió a venir la voz de Sinatra a la cabeza:
Cómo no voy a divertirme en esta vida, si cada día me ocurre algo divertido.
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