jueves, 31 de mayo de 2012

Firma en la Feria del Libro del Retiro

El viernes 8 estaré en la caseta 270 de Tribuna Libros, de 18,30 a 21,30, firmando ejemplares de "Las mentiras inexactas".

viernes, 25 de mayo de 2012

Economía y Literatura (VIII)

En "La de Bringas", Rosalía no tiene excesivas posibilidades económicas, pero aun así presta dinero a la marquesa. Las convenciones sociales poseen más importancia que los problemas económicos de cada día.

En la página 191 de la edición de Hernando (1975) se puede leer que: “No hay felicidad que no tenga su pero, y el de la felicidad de la marquesa era que para completar la suma hacían falta unos cinco mil… Porque sí, estaba pendiente una cuentecilla…” Y esto pudo hacerlo porque había estado registrando en la “caja fuerte” de su marido. Así, en la página 188 el narrador expone que  Rosalía “revolvió, contó y recontó todo lo que había en el doble fondo, pasmándose del caudal allí guardado. Su marido tenía mucho más de lo que ella sospechaba; era un capitalista. Había cinco billetes de cuatro mil reales, que componían mil duros, y después un pico en billetes pequeños que sumaban más de tres mil setecientos”.

Francisco Bringas es denominado “capitalista”, un término que se había puesto de moda en esa época -como se ha comentado en anteriores artículos, y por eso, unos párrafos más adelante se otorga sentido al significado real del capitalismo clásico, cuando el narrador se introduce en el pensamiento de Rosalía y afirma que “guardar dinero de aquel modo, sin obtener de él ningún producto, ¿no era una tontería? ¡Si al menos lo diera a interés o lo emplease en cualquiera de las sociedades que reparten dividendos…!

También es cierto que el destino ayuda a Rosalía para convertirse en prestamista y entrar, de alguna forma, en el engranaje del sistema capitalista. Francisco pierde la vista temporalmente y ella será, desde entonces, la “capitalista” de la familia, un hecho que influirá en la paulatina transformación de su carácter, y que Galdós describe con maestría.

Ese tipo de asuntos abundan en Lo prohibido, una novela que profundiza más en ellos, como ya se ha comentado.

Para empezar, en el capítulo II el protagonista se refiere a las “indispensables noticias de mi fortuna, con algunas particularidades acerca de la familia de mi tío y de las cuatro paredes de Eloísa”. Este es el título del capítulo, lo que otorga evidente importancia a los aspectos económicos. José María da cuenta de su capital, y con ello se sitúa a la misma altura que las grandes fortunas de la época, es decir, Larios, de Málaga, López, de Barcelona, Misas, de Jerez, y Céspedes, Murgas y Urquijos, de Madrid.

En seguida expone con complacencia (página 68 de la edición de Castalia, 1971): “Al desaparecer del mundo comercial la casa que giraba con mi firma, celebré un convenio con los “Hijos de Nefas”, que se hicieron cargo de todos mis negocios mercantiles, para unirlos a los de su casa, quedando, además, encargados de liquidar los asuntos pendientes. Según mi cuenta, la liquidación arrojaría unos cuarenta mil duros a mi favor… Las viñas arrendadas podían capitalizarse en otros cuarenta mil duros. Lo que obtuve de las vendidas, de las existencias cedidas a diferentes casas y de créditos realizados, subía a más de cien mil, que iría recibiendo en Madrid, según convenció, en los plazos trimestrales y en letras sobre Londres. Pensaba emplear este dinero, conforme lo fuera cobrando, en valores públicos o en inmuebles urbanos.”

(Publicado en el Diario Progresista el 25 de Myo dse 2012)

domingo, 20 de mayo de 2012

Tras esta crítica ya puedo retirarme a una isla

"LAS MENTIRAS INEXACTAS", UNA DE LAS MEJORES NOVELAS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, PROBABLEMENTE

DIARIO PROGRESISTA
DOMINGO 20 DE MAYO DE 2012
Antonio Fernández


"Las mentiras inexactas", de Justo Sotelo, es una novela que ofrece una respuesta positiva a la actual crisis económica y espiritual, y para ello mima al lector desde la primera a la última página. Es una obra inteligente, interesante y bien construida, que juega con los códigos de la metaficción. En ella se habla de la salvación de la literatura, pero también del alma.

"Las mentiras inexactas", una de las mejores novelas de los últimos tiempos, probablementeEs su quinta novela publicada, y la constatación de que su autor ha alcanzado la excelencia literaria. Sotelo impuso un elevado rigor formal desde la primera novela, “La muerte lenta”, de 1995. Tanto en esta como en la siguiente “Vivir es ver pasar” (1997) ya se manifestaban las constantes estilísticas que llenan su obra: el rigor formal, un estilo que bebe de las fuentes de los grandes escritores modernistas: Proust, Joyce, Faulkner o Woolf, unos personajes que adquieren su significado cuando están juntos, de forma que, aunque existan personajes principales y secundarios, los protagonistas son todos, pues cada uno aporta algo esencial al resto, y, por encima de todo, la búsqueda de un estilo propio buscando siempre que el género no se quede estancado. Alguien dijo que la literatura es la expresión artística más conservadora, y Sotelo quiere terminar con esa idea.

Sus dos novelas siguientes: “La paz de febrero” (2006) y “Entrevías mon amour” (2009), supusieron un valor añadido a los anteriores aspectos. El rigor seguía siendo el mismo, pero los personajes poseían una vitalidad que traspasaba las páginas y los hacía aún más auténticos. Las buenas novelas sirven para reflejar la historia mejor, incluso, que la propia realidad. El escritor que trasciende su mundo también logra reflejar lo que todavía no está resuelto en la mentalidad de su época, y se lo entrega a los demás para que lo transformen en el estilo de su tiempo. El espíritu de una época no son sólo las ideas científicas y filosóficas, sino también lo sentimental y lo ético, la imaginación y la fantasía.

Ahora estamos viviendo un tiempo donde se ha arrumbado la idea de frontera, ya sea política, económica, social o cultural, y triunfan las narraciones auto-anulantes y auto-reveladoras (la metaficción en general) y las novelas llenas de mundos imposibles no autentificables. Además, no se cree en dioses que dirigen los destinos desde su mundo sobrenatural, aunque muchas personas los necesiten para continuar viviendo. En ese sentido, Sotelo busca interpretar el proceso histórico, el tránsito del tiempo que “fue” al tiempo que “es”, y se acerca a la realidad para desenmascarar sus contradicciones. Su propósito es utilizar la literatura para estudiar algunos de los dilemas morales de esta época.

“Las mentiras inexactas” -que acaba de ser primorosamente publicada por la editorial Izana- se desarrolla entre las paredes de una librería del centro de Madrid, en la plaza Santa Ana, aunque podría hacerlo en cualquier ciudad española, o incluso del mundo. Allí van todos los amigos de Sergio Barrios, el joven librero, como también ocurría con el Café de Rick en “Casablanca”, la película clásica por excelencia. Miguel Ángel Andés, Pepe Utrera, María José Castillo, Albertina Duarte y el resto de personajes entran y salen continuamente de la librería porque necesitan escuchar el latido de sus amigos para respirar. Y no dejan de hablar de literatura, pero también de la vida, de su soledad, alegrías y tristezas. Todos echan en falta a Daniel, el padre de Sergio, que se supone que ha muerto en el Malecón de La Habana, algo que se convertirá en uno de los hilos argumentales de la novela.

En ese mundo entra Nora Barrios, una profesora de literatura que está haciendo un estudio científico sobre el futuro de la novela. A partir de ese instante aprenderá (o recordará) que lo único que tiene sentido en la vida es el amor y la amistad. Y la necesidad de contar historias. En esa librería del centro de Madrid se celebran fiestas casi diariamente y todos se sienten felices porque están rodeados de las personas que aman. También pasan por la librería personas reales, como las viudas de tres célebres escritores: Borges, Saramago y Alberti, como también lo hicieron Aldous Huxley, Passolini o Lucas Brücke, personajes mitad reales y mitad ficticios, que también tienen cabida en el mundo de la literatura, algo que incluso se extenderá a la presencia del escritor y economista José Luis Sampedro.

Lean esta novela si quieren encontrarse con un soplo de aire fresco dentro de un mundo dominado por el pesimismo y la crisis. Lean esta novela para volver a constatar que los hombres y mujeres todavía pueden ser felices. Lean esta novela para recordar que la literatura nunca desaparecerá, al menos mientras exista un niño que pida a sus padres y maestros que le cuenten un cuento.
Justo Sotelo (2012), “Las mentiras inexactas”, Madrid, Izana Editores, 232 páginas

viernes, 18 de mayo de 2012

El final de una pasión.

Esta tarde participo en la presentación de la novela póstuma de Ana María Navales: "El final de una pasión", de la Editorial Bartleby, en la Librería Alberti a las 19 h. Una buena novela en el mundo de Virginia Woolf.

http://www.libreriaalberti.com/libros/encuentros/el-final-de-una-pasion-de-ana-maria-navales/253/

Economía y Literatura (VII)

Ya se ha comentado el trasfondo económico que subyace a muchas de las actuaciones de los personajes de Galdós, y que se pone claramente de manifiesto en las dos novelas tomadas como referencia en este estudio. A lo largo de sus páginas, se ve cómo los personajes se mueven alrededor de otros personajes que, a su vez, persiguen un lucro personal que termina marcando sus vidas.

Todo ello dentro de una sociedad en transición que evoluciona desde el mundo agrario al urbano, con la actividad comercial como aspecto clave del crecimiento económico, y que en el caso de “La de Bringas” queda patente con la importancia que se concede a “estar” e “ir” a la moda, y en “Lo prohibido” con la compraventa de acciones, actuaciones de los bancos industriales y creación de empresas.

 “Lo prohibido” es una obra más extensa y de mayor calado analítico. José María Bueno de Guzmán habla de dinero casi desde el comienzo de la novela, y termina refiriéndose al mismo asunto en medio de su triste desenlace. Los ejemplos son numerosos, casi agobiantes, y se apoderan en muchas ocasiones de la trama. Aparentemente es la historia de la seducción por parte del protagonista a sus tres primas: Eloísa, María Juana y Camila (o al menos los intentos de seducción, ya que en el último caso resultan infructuosos), pero, como casi siempre en Galdós, las cosas son más complejas. Lo fascinante es cómo se relaciona el fondo de la historia con la forma, con el “dinero” y la idea de riqueza como verdaderos motores de la acción.

La novela comienza el año 1880, es decir, doce años después de la Gloriosa, momento en que termina “La de Bringas”, cuando llega a Madrid su protagonista, rico y libre, con una fortuna que le permite vivir la vida sin agobios, todo lo contrario. Siempre que José María describa a los personajes (es de los pocos casos en que Galdós escribe en primera persona), aludirá a su situación económica. Los rasgos físicos son completados, continuamente, por la mayor o menos existencia de dinero a su alrededor. Y por eso tiene una presencia relevante la Bolsa de valores, un escenario recurrente a lo largo de las páginas.

En lugar de reunirse en cafés o restaurantes, en muchas ocasiones lo hacen dentro de las paredes de la Bolsa. La derrota final del protagonista, une, de forma perfecta, su fracaso sexual con el económico. José María dejará de ser un triunfador donjuán en el mismo instante en que se acerca a la ruina por diversos motivos, casi siempre por culpa de las mujeres, algo que también relaciona la novela con “La de Bringas”.

(Publicado en el Diario Progresista el 18 de Mayo de 2012)

jueves, 17 de mayo de 2012

Cultural de El Mundo. Agenda de 16 de Mayo



El Cultural
19/05/2012
El Mundo

Hoy en Madrid
LETRAS

Justo Sotelo presenta Las mentiras inexactas

19:30 h: Acompañarán al autor la profesora y escritora Fanny Rubio, el escritor y profesor Fernando Rodríguez Lafuente y el editor de Izana, Javier Gil.

Lugar: Cuevas de Sésamo
Dirección: Príncipe, 7
Localidad: Madrid




martes, 15 de mayo de 2012

Entrevista en el Periodista Digital (cuyo director es Alfonso Rojo) sobre "Las mentiras inexactas", el día 14 de Mayo de 2012.

 http://www.youtube.com/watch?v=H1QEU5s_TsI









domingo, 13 de mayo de 2012

PRESENTACIÓN DE MI NOVELA "LAS MENTIRAS INEXACTAS".

Miércoles 16 de Mayo a las 19,30 en las Cuevas de Sésamo, calle Príncipe 7 de Madrid.

Con Fanny Rubio y Fernando Rodríguez Lafuente.

viernes, 11 de mayo de 2012

Economía y Literatura (VI)

¿Tiene sentido, entonces, que el sistema capitalista se haya convertido en la única ideología dominante en la actualidad? Si buscáramos contrastar las hipótesis de la escuela de la economía clásica siguiendo, por ejemplo, la metodología de Karl Popper se llegaría a la conclusión de que, con la ayuda de la evidencia empírica, podrían ser claramente falsadas.

El progreso técnico suavizó, durante el siglo XIX, la consistencia de la ley de los rendimientos decrecientes. De la misma forma, si se considera el incremento de las rentas de la agricultura como otra hipótesis falsable, en el contexto de la renta nacional, se llega a la falsación de la hipótesis a partir de las observaciones realizadas.

Dentro del enfoque de Stuart Mill, si los economistas modernos analizan la validez de las teorías según las predicciones que consignen con ellas, será mejor utilizar el papel de los supuestos, lo que no significa que tal línea de pensamiento no quiera establecer predicciones, sino que pone en tela de juicio su precisión a la hora de realizarse la anticipación al futuro. Es decir, una vez que se acepta que los supuestos que son verdaderos generan conclusiones que también lo son, lo que resulta más lógico es tener en cuenta que los supuestos significativos conducen, necesariamente, a predicciones de la misma manera muy simplificadas.

La conclusión es patente: tales predicciones nunca podrán transmitir con fidelidad cuáles con los acontecimientos que van a producirse en la realidad.

Stuart Mill no es el auténtico impulsor inicial de las nuevas tendencias históricas e institucionalistas que comienzan a surgir a mitad de siglo, sino que el auge del institucionalismo se produce en el continente, y no en Inglaterra, más en concreto en Alemania en la década de los cuarenta del siglo XIX con la escuela histórica, al amparo del idealismo de Hegel y en contra de las ideas de la escuela clásica.

En esta corriente de pensamiento se considera una estrecha interrelación entre las actividades económicas y no económicas, imponiendo un carácter histórico a sus fundamentos metodológicos. Otorga un importante papel a la actuación del estado y al desarrollo de la política económica en forma de medidas proteccionistas. El revisionismo establecido por esta escuela fue criticado, con posterioridad, por los llamados neoclásicos (marginalistas o subjetivistas), claros confirmadores del pensamiento clásico y seguidores del positivismo.
De los fundamentos de este último (doctrina malthusiana de la población, la teoría del fondo de salarios, la teoría de la renta de la tierra y la teoría del valor del trabajo, de la que se derivaba la teoría del coste de la producción), tan sólo fue aceptada la relativa a la teoría de la renta de la tierra, entre cuyas bases se encuentran los conceptos de productividad marginal y de maximización individual. Por su parte, la teoría del valor del trabajo fue sustituida por la teoría del valor basada en la utilidad marginal.

En líneas generales, puede afirmarse que la escuela clásica se convirtió en la “carta declarativa” del desarrollo de las relaciones capitalistas. Por su parte los principales neoclásicos -Jevons, Menger, Walras o Marshall- serán los creadores del nuevo orden económico, con nuevas formas de conocimiento (con la teoría de la utilidad marginal como concepto neurálgico). Su concepción de la economía hunde sus raíces en el individualismo metodológico, convertido más tarde en hegemónico gracias a Robbins, al amparo de su conocidísima definición ya reseñada.

(Publicado en el Diario Progresista el 11 de Mayo de 2011)

sábado, 5 de mayo de 2012

Publicación de "Las mentiras inexactas"

El Diario Progresista publicó este artículo sobre mi novela el 2 de Mayo de 2012

Justo Sotelo, profesor, escritor y colaborador habitual de este diario, ha publicado recientemente una nueva obra en su ya dilatada trayectoria literaria. Se trata de "Las mentiras inexactas" una reflexión sobre el papel de la literatura en tiempos de crisis, no sólo económica, sino también espiritual.

 Justo Sotelo publica "Las mentiras inexactas"
En Las mentiras inexactas el autor juega con multitud de espejos, desde la relación Nora Acosta / Norah Lange (el gran amor de Borges y Girondo), y la última poeta viva de la generación del 27, hasta los pasadizos interiores utilizados por Murakami y Cortázar en sus novelas y cuentos. Pasando por el significado de la Nora de Ibsen y su casa de muñecas, y llegando hasta la prepotencia de la juventud que siempre quiere llevarse la vida por delante, como escribió Gil de Biedma.

La banda musical de la novela es la de Jethro Tull, con Aqualung y Thick as a brick.
Sinopsis de “las mentiras inexactas”.

Nora Acosta, una profesora universitaria de literatura, que está escribiendo un ensayo sobre el futuro de la novela, entra una mañana en una librería del centro de Madrid, en la plaza Santa Ana, y, a partir de ese instante, su vida cambia radicalmente. Allí conoce a Sergio Barrios, el joven librero, del que le separan casi treinta años, y en seguida se enamora de él. Luego aparecen los amigos de Sergio, que contribuyen a convertir la vida de Nora en una especie de película de Woody Allen, ya que no dejan de contar historias que acercan la novela al terreno de la oralidad.
La trama sigue, entonces, el camino de la recuperación del padre de Sergio, que todos piensan que ha muerto violentamente en La Habana, en el Malecón, así como del verdadero sentido del amor para Nora. Si para el amor no hay edad, tampoco debe existir para la literatura.

Una amplia trayectoria

Justo Sotelo nació en Madrid. Este profesor universitario, catedrático de Política Económica, es licenciado y doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y máster en Estudios Literarios, con la única tesis escrita en español sobre Haruki Murakami. En 1995 publicó su primera novela, La muerte lenta, y dos años después Vivir es ver pasar, que fue finalista en los premios Sésamo y Ateneo de Sevilla. En 2006 vería la luz La paz de febrero, una novela que en palabras de Juan Ángel Juristo “deja una impresión similar a la que nos asaltó en su día cuando nos topamos con narraciones como El extranjero y Retrato del artista adolescente, o con muchas que tenían las buenas cualidades de la literatura norteamericana de preguerra, tiempo de invención de antihéroes modernos difíciles de olvidar y que han condicionado el modo de mirar y tratar los antiguos modelos narrativos”.

Su cuarta novela publicada fue Entrevías mon amour, en 2009, que cosechó críticas excelentes. Para Santos Alonso, por ejemplo, “el tratamiento de los personajes recuerda, en el mejor sentido de los términos, al que Faulkner ofrecía en novelas como Pylon”, para añadir que “nunca hasta ahora en sus novelas había logrado Justo Sotelo un lenguaje tan equilibrado y tan ajustado entre el contenido y la forma, y ello sin ceder a la excelencia del estilo”. A Marta Sanz la lectura de la novela le llevó a escribir que “tras cerrar la última página nos vibra en el cerebro, en el fondo del tímpano y en la punta de la lengua, ese grito que nunca deberíamos olvidar: no a la guerra”, y a Ignacio F. Garmendia que “es una novela emocionante y bien escrita, ideológica pero nada sectaria y de impecable discurso pacifista, que plantea la necesidad de luchar y seguir adelante”. En opinión de Pilar Castro “la hace entrañable la imperceptible sutura entre personajes, entre escenas crudas y tiernas. La enriquece su acertado manejo de la elipsis. Y la humaniza el que trata de quienes se dejan la vida buscando su memoria, derrotar el monstruo de la guerra. De cualquier guerra. Y todavía más: es una novela de las que siguen, a pesar de terminar”. Pues bien, la obra que sigue es Las mentiras inexactas la quinta novela de Justo Sotelo, la primera publicada por Izana Editores.

Economía y Literatura (V)

La escuela de la economía clásica posee tres pilares esenciales, que han demostrado ser muy resistentes con el paso del tiempo, pues de alguna forma siguen estando de moda en unos momentos de crisis tan particulares como los que estamos viviendo en estos momentos.

En primer lugar hay que hablar del racionalismo mecanicista que lo impregna todo, con un orden natural estable y armónico. A imitación de la física, la economía funciona gracias al intercambio que llevan a cabo los individuos en el mercado, y que posibilita el equilibrio según la idea de la “mano invisible”.

El segundo pilar es la asunción de los rasgos básicos de una filosofía psicológico-moral, basada en los análisis de Mandeville en su “Fábula de las abejas”, de 1729, y Hobbes, con su “Leviatán”, de 1751. Aquí están las ideas del “apetito del placer” y la “aversión al dolor” como impulsoras del individuo. Esos rasgos los enseñaba Smith como profesor de Lógica y Filosofía de la Moral en Glasgow, y también los tuvo en cuenta Bentham en su teoría del utilitarismo, de 1780. Una premisa fundamental para esta “Economía Política” que estaba naciendo sería que el comportamiento del individuo da sentido al análisis económico de la sociedad (esta no es más que la mera agregación cuantitativa de la suma de individuos que la integran), A ello habría que unir el hecho de que el individuo contribuye al bienestar de la sociedad cuando actúa por criterios personales en busca de su propio beneficio.

El tercer pilar de la economía clásica es la adopción de planteamientos fisiócratas, al centrarse en la producción manufacturada fabril como origen del excedente económico. Ahora la Economía Política ya no será estática como con los fisiócratas, sino dinámica, con la preocupación del crecimiento económico y la distribución del excedente. Además constituirá una visión epistemológica que trata de comprender el funcionamiento de la economía.

Tal construcción intelectual, con el mayor desarrollo por parte de David Ricardo, no tuvo gran relación con los científicos naturales, ni con el método de Kant, aunque fue seguidora de Descartes. Ni Smith ni Ricardo reclamaron su vinculación con la actividad científica de su época y tampoco mostraran interés por buscar analogías con los debates metodológicos de su tiempo.

El método de Ricardo es opuesto al de Smith, pues la materialidad de los hechos económicos no aparece en aquel, el proceso de desarrollo histórico no es contexto de descubrimiento de las leyes económicas, ni tampoco los hechos son los refutadores de esas leyes, que no van a ser contrastadas. La verdad de las hipótesis de Ricardo queda al margen de su eventual verdad.

(Publicado en el Diario Progresista el 4 de Mayo de 2012).

martes, 1 de mayo de 2012

Tertulia "Este Oeste"

Ana Contreras, nuestra tertuliana y profesora de la Resad, me envía esta información. Es para una representación de teatro muy particular para el Miércoles 2 de Mayo.

(Por cierto, al final presentaré mi novela el Miércoles 16 en las Cuevas de Sésamo. Os lo comentaré mejor en la próxima tertulia, cuando tenga las invitaciones).
Abrazos y besos
Justo

FESTIVAL DE TEATRO DE LA UAM

LA MERIENDA ENGORDA

EVENTO DE TEATRO RELACIONAL
-Para participar es preciso traer comida y/o bebida. No podrá acceder al evento ninguna persona que no cumpla este requisito.
-En el espacio habrá dos mesas con reglas de juego específicas. Los participantes deberán situarse en una de las mesas.
-No se podrá comer hasta que se dé la señal.
-Todos los participantes deben aceptar las reglas del juego.
-Puede abanonarse el evento en cualquier momento.
  2 de mayo a las  19.00
Debido a las lluvias, el evento tendrá lugar en el Centro Cultural La Corrala. C/ Carlos Arniches 3 y 5. Madrid.
La entrada es libre y gratuita (hasta completar aforo).