martes, 31 de octubre de 2023

"Bolaño, Audrey y yo".

Ayer me encontré este texto en el muro del escritor Dan White, que vive en Chile:

"Esta mañana leía un artículo en el diario "La Tercera" sobre Bolaño y sobre su vida y obra, más concretamente sobre la que dicen es su trabajo culmen, "Los Detectives Salvajes". Dicen que lo innovador, lo disruptivo de la novela es que está escrita a partir de múltiples voces, no sólo de una voz. Dicen que Bolaño estuvo por dejar tirada su escritura en varias ocasiones, que no se sentía seguro de cómo acabarla porque lo que le gustaba, en verdad, era ser cuentista (...) ¿Qué elementos son necesarios para escribir la novela que además sea exitosa? Según mi experiencia como lector podría decir que la trama debe ser interesante. Amigos escritores como Justo Sotelo (me acordé de él estos días por el premio Princesa de Asturias que le dieron a Murakami) afirmarán que lo importante es el "lenguaje", otros que hay tener una dedicación casi religiosa a la novela o como José Carlos Rodrigo Breto que es fundamental que la duración de la novela reúna características que la hagan comercial. Otros buenos amigos, todavía vírgenes en el género, como Iván Quezada que hay que tener un público "genuino" que no esté tan solo interesado por acudir a presentaciones literarias en busca de pan, juego y vinos. Quizás debiera preguntar a otro amigo escritor, Peter Redwhite, o a amigas expertas en literaturas australes, como Magda Sepúlveda Eriz o imperdibles editores como Máximo González Sáez, que son referentes en la narrativa austral en el país que gestó y expurgó a Bolaño hacia México, luego hacia España y de ahí al infinito. Hago estas reflexiones mientras me tomo el primer café de una semana más de trabajo y producción desde Santiago y sigo aferrándome al libro como una tabla de salvación, como un humilde ladrillo de la civilización. Quizás los escritores somos como "detectives salvajes" que transitamos por una existencia darwinista en la que dejar un poso de luz con las palabras".
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Hasta aquí su texto, que me recordó algo que escribí en su día acompañado de esas fotos:
 
"Una amiga me dice que solo escribo para las mujeres, otra que soy un don Juan, otra más que soy un librepensador. Otra me pide que hable de Bolaño. Así que me pongo a escribir por aquí mientras me tomo el primer café de la mañana. Bolaño es un buen escritor que me ha hecho pasar unos ratos estupendos. Es como Cortázar, pero más de andar por casa, más ingenuo, menos intelectual. La fluidez de su escritora es evidente, la ausencia de barroquismo formal de sus novelas y cuentos y las ganas de jugar con el lenguaje y con la vida. Bolaño es como aquel amigo que todos hemos tenido en la juventud que a fuerza de hablar de literatura acaba convirtiéndose en la mismísima literatura. Seguramente le encantaría que dijeran de él que es un librepensador y que solo escribe para las mujeres. Y que era un don Juan. Alguna vez me han dicho que me parezco a él físicamente; los dos somos igual de feos".
 
A Bolaño le gustaba mucho esta canción, y a mí también, así que la escucho mientras acabo este post y antes de irme a clase:
 
No sé si tiene mucho que ver el uso que hago del lenguaje (como diría Dan White) para seguir escribiendo la novela de mi vida, pero esta mañana en la que hay una fiesta en las Cortes prefiero irme con Audrey a desayunar a Tiffany. Y luego le diría que me cantara esta canción en la ventana:
 

lunes, 30 de octubre de 2023

"El escritor Pedro Costa Morata en la tertulia de mañana en Casa Manolo, Princesa 83, a las 18.30".

Al que le apetezca puede pasarse por este Café que está al final de la calle Princesa y a un paso de Moncloa (con aquel palacio donde tanta gente quiere vivir, y nunca he sabido bien porqué, teniendo en cuenta que no me apetece ser ni Presidente de la junta de vecinos, como he dicho a mis alumnos hace un rato). Esta mañana pasé por delante de Manolo, caminando y en dirección a mi facultad para dar clase. Y lo hice escuchando con los cascos la Sinfonía "Leningrado" de Shostakovich en la versión del jovencísimo finlandés Klaus Mäkelä:
 
Si a alguien le apetece puede escucharla conmigo. No he olvidado una versión que escuché en el Teatro Real siendo muy joven. Años después conocí a Pedro, y escribimos juntos un libro sobre Medio Ambiente, con dos colaboradores del equipo de investigación que yo dirigía entonces, y que nos financió uno de los laboratorios más importantes del mundo. Pedro Costa (Águilas, 1947) es ingeniero, periodista, sociólogo y politólogo, se hizo famoso en su día por su lucha contra la corrupción, el deterioro del Medio Ambiente y las centrales nucleares. Es premio Nacional de Medio Ambiente e Hijo predilecto de Águilas por sus denodados esfuerzos para salvar el Mediterráneo.
Vendrá para hablarnos de su último libro: "¡Rusia es culpable!" (El viejo topo, 2023).
 
Es interesante leer el subtítulo.
 
(Por cierto, esta mañana chispeaba un poco camino de clase; ahora ya ha salido el sol, aunque hace fresco. Es como la vida misma).
 


 

domingo, 29 de octubre de 2023

"Cuando sales del cine queriendo ser director de orquesta".

Estamos en el año 1995 y Zahia Ziouani sueña con ser directora de orquesta a sus diecisiete años. Su hermana gemela, Fettouma, es violonchelista profesional. Arrulladas por la música clásica sinfónica desde la infancia, a las dos jóvenes les gustaría que esta música fuera accesible a todos y en todas partes. ¿Cómo realizar un sueño tan ambicioso en los años 90, siendo mujer, de origen argelino y viviendo en Seine-Saint-Denis, a las afueras de París? 
 
Al final terminan creando su propia orquesta:
 
Aquí está la directora en la realidad hace unos meses:
 
Dos horas de música clásica sin parar: Ravel, Dvorak, Beethoven. Para mí esto es la felicidad.
 
(Cines Renoir, Plaza de España de Madrid, 18.30).
 

 

"Algunas lectoras se acuestan conmigo y otras se levantan".

Ayer por la mañana la profesora de Literatura y dramaturga Cristina Fernández Martínez subió esta foto a su Instagram y comentó que, aunque estamos en otoño, ella ya estaba en la primavera de mi libro (formado por cuatro partes, verano, primavera, invierno y otoño, en ese orden). Y lo hizo escuchando una canción de Chet Baker, como fondo del post, "Time After Time", supongo que porque cito a este delicado y maravilloso trompetista en uno de los relatos de mi libro. Yo admiro a esta malagueña, profesora en un instituto de Madrid, actriz, escenógrafa y escritora de teatro, de la que vi representada en Madrid, antes del verano, su obra "Los hombres buitre" junto a su hija Violeta Linde, una reflexión sobre el amor, la culpa, el deseo, las infidelidades y las ilusiones perdidas, y se puede englobar en lo que hoy se llama "teatro de la autoficción", del que hablamos hace poco en la tertulia en Casa Manolo con José Luis García Barrientos, así como del "pacto de mentira" y del hecho autobiográfico, teatro donde destacan Juan Mayorga, Sergio Blanco o María Velasco.
 
Cuando digo que por mis venas no corre la sangre, sino la música, no estoy mintiendo a nadie, sobre todo a mí mismo, que es con el que tengo que estar de acuerdo cuando escribo.
 
Me gusta ver la mirada de una dramaturga sobre mi literatura, y me gusta escuchar a Chet:
 

sábado, 28 de octubre de 2023

"Con Carmen Alcaide, mi primera jefa".

    Nunca sabes a quién te vas a encontrar o a conocer paseando por la calle; por eso me gusta tanto caminar sin rumbo fijo, sin quedar con nadie. La inteligencia artificial te mete en casa, en un móvil, una TV o un ordenador; la inteligencia emocional te saca de todo ello, y se toma un café contigo en cualquier parte.
     
    Hacía más de 30 años que no nos veíamos y ayer nos encontramos por la calle. Me acababa de licenciar como economista y entré en el Servicio de Estudios del Banco de Bilbao, el lugar más prestigioso de este país en el mundo financiero. Estuve unos pocos años, en la planta 22 del edificio que levantó Sáenz de Oiza en Castellana 81. De Carmen aprendí muchas cosas, por ejemplo, a valorar lo que es trabajar "brillantemente", a hacer tu trabajo, no meterte con nadie y mirar siempre a los ojos a la persona que tienes delante. A pesar de tener veintipocos años ya vestía trajes extravagantes y mi forma de ser extrañaba a algunos. Carmen valoró mis informes y siempre me respetó. He contado en alguna ocasión que allá arriba, cuando me quedaba por la tarde y veía el anochecer sobre Madrid, me sentía como DiCaprio en "Titanic", el rey del mundo:
     
    Conocimos el mundo financiero y el poder, a gente que luego sería ministro, a los grandes banqueros. Carmen continuó más tiempo y después fue la Presidenta del ICO, el banco público de este país, y del INE, el Instituto Nacional de Estadística. Mi problema era de otro tipo, ya que me repetían continuamente que lo había logrado todo, con apenas 26 años, pues era doctor en economía y jefe en lo más alto del Sistema Financiero. En aquella época estaba escribiendo mi primera novela, aunque tardé bastante tiempo en publicarla. ¿Cómo era posible haberlo logrado todo tan joven, me preguntaba, con lo aburrido que sonaba esto? No tardé en empezar a "deconstruirme", como diría Derrida. Como también he dicho tantas veces nunca me han interesado el poder ni el dinero, o aparecer en TV y el "Hola", a pesar de que los he conocido a casi todos. Me marché a dar clase a los alumnos del sur de Madrid en la Universidad Carlos III de Getafe e incluso di clase gratis en la iglesia de San Carlos Borromeo (aquí radica uno de los gérmenes de mi novela "Entrevías mon amour"), y luego a otras universidades que me parecían divertidas. Y continué estudiando a pesar de ser catedrático, como Literatura Comparada, y me hice doctor en literatura, comenté a Carmen antes de hacer esta selfie como recuerdo de aquellos cinco o seis años en los que trabajamos juntos, y también sé que estudiaré hasta que me quede un segundo de vida.
     
    En fin, siempre he considerado que ser el "rey del mundo" no tiene nada que ver con lo que a veces 
    nos dicen.
     
    Volar es otra cosa:

viernes, 27 de octubre de 2023

"Siempre estaré del lado de las víctimas".

Antes de ayer el poeta y mi fisio ocasional (además de tertuliano) Óskar Rodrigáñez Flores recordaba un texto que escribí hace dos años para no olvidar a las víctimas del aceite de colza, entre las que se encuentra su mujer, Pilar S. Tarduchy, poeta, amiga y tertuliana. Óskar dijo: "Las víctimas del aceite de colza de 1981 no se olvidan. Les dejo el post que el escritor Justo Sotelo escribió hace dos años, profesor comprometido con la causa". 
 
De vez en cuando hablo de este asunto a mis alumnos, para que lo conozcan.
 
"Pilar y su pareja, Oskar Rodrigañez Flores, aparecieron en mi vida hace varios años y, como entre otras muchas cosas son poetas, se integraron en la tertulia presencial del Café Gijón. En la primera foto que he compartido, ella se encuentra en el centro durante la visita a la tertulia de la joven novelista argentina Florencia del Campo, a la que conocí en una fiesta de fin de curso en la casa de la escritora Clara Obligado. Los dos están en la segunda foto, a mi lado, cuando una tarde, antes de que empezara la pandemia, me fui a la Librería Bravo de Fuenlabrada para hablar en su Cinefórum de una película que me gusta mucho, "El nadador", interpretada por Burt Lancaster, según el cuento de John Cheever. La directora de aquel grupo es Preciosa Nogueira, también víctima de ese aceite, amiga de ellos y de mi amiga RosaLia Val, que me la presentó. La tercera fotografía se refiere a una "plaquete" de poesía y que ellos publican y para la que me pidieron que escribiera un prólogo, que también publiqué en el Diario Progresista dirigido por mi amigo Antonio Carmona (a ver si ahora que es vicepresidente de Iberdrola nos baja un poco la luz). Este es el prólogo, que me resistí a escribir porque yo no soy poeta y no me quiero meter donde no me llaman. Pilar y Oskar me tuvieron que "sobornar" una mañana del 2019 en el Café Comercial con un café con leche y unos churros para que lo hiciera:
 
Este martes pasado seis componentes de la plataforma "Síndrome Tóxico-Seguimos Viviendo", en la que se reúnen los afectados por esta enfermedad de la colza, se encerraron en el Museo del Prado durante una hora con el fin de que el Gobierno los reciba y sobre todo los escuche. "Hemos llamado, mandado cartas, correos, y no hay forma. Somos víctimas de segunda", dijo una de las afectadas. Hace años cobraron una indemnización que utilizaron para adaptar sus viviendas y para poder vivir y pagar parte del tratamiento que necesitan, pero no es suficiente. "Queremos que se nos reconozca como víctimas", sentencian.
 
Solo quería decirlo".
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Comparto solo la primera foto que saqué en la tertulia, Carmona ya no está en Iberdrola, no hago las tertulias en el Café Gijón de Iván, mi ex alumno de la Universidad, Juan Bautista, el camarero que se ve en la foto, un tipo majísimo, tampoco trabaja allí tras la pandemia y en el mundo se siguen cometiendo injusticias, lo que no significa que no me guste. Me encanta la vida, por eso siempre la defiendo y la defenderé. Por cierto, después de la tertulia Florencia y yo nos fuimos a tomar algo a un Café de la calle Barquillo. Al salir le dejé mi paraguas de corazones rojos porque llovía mucho, se lo llevó y no lo volví a ver.
 
Llovía, como ayer:
 



jueves, 26 de octubre de 2023

"La consagración de un novelista posmoderno".

No pienso llevar la contraria a Almudena Mestre en este magnífico artículo. Ha leído con detalle el libro que el doctor Patrick Toumba dedica a mis novelas y ha escrito una reseña en la revista "Zenda" de literatura que se publicó ayer. 
 
Entre otras cosas dice del libro editado por Bartleby:
 
"Justo Sotelo es “un autor creíble y coherente” (p.126), expresa en sus conclusiones el autor para reafirmar esa narrativa equilibrada que le caracteriza en cuanto a forma y contenido. Por un lado, las dos primeras novelas de Sotelo, "La muerte lenta" (1995) y "Vivir es ver pasar" (1997), forman según Patrick Toumba Haman un dúo perfecto en el que estudiar una época concreta, en este caso, la situación de España tras la muerte del dictador, es decir, lo acontecido a finales del S. XX. Sin embargo, la trayectoria literaria a partir de 2006 cambia cuando Sotelo publica su tercera novela, "La paz de febrero", ya que adopta su punto de vista diferente ante los hechos históricos. Arrancar con la manifestación en Madrid de febrero de 2003 contra la Guerra de Irak como sucede en esta novela supone abrir el abanico ante lo universal y centrar su atención, posteriormente, en el protagonista y sus relaciones sociales".
 
Y ya que alude a "La paz de febrero", me tomo un café mientras escucho las canciones de un disco que conforman la banda sonora de esa novela:
 
La otra música de esa novela es la primera ópera inglesa de la historia, "Dido y Eneas", de Purcell. De alguna forma el protagonista tiene mucho de Eneas. Esto es para mí la literatura, como dije en la última tertulia, una manera de beber continuamente en las fuentes (en este caso de Virgilio) para seguir avanzando.
 

miércoles, 25 de octubre de 2023

"En la novela de la tertulia de ayer también aparece un tal Justo Sotelo como personaje".

Gracias a la literatura puedes irte un martes por la tarde, sobre las 18.30, desde el Café de Casa Manolo en Madrid a Málaga pasando por Tetuán, Berlín y Badajoz hablando de Hitler y la Alemania nazi, en busca del wolframio que necesitaban los nazis para "blindar las balas y los carros de combate" que China dejó de suministrarles. Y hacer una videoconferencia a un pueblo de Extremadura para que mi amiga María Rodríguez Velasco, escritora, actriz y psicóloga nos hable a través del móvil de la quinta novela de la malagueña Presina Pereiro, "Larga será la noche", de la que escribió una reseña. Antes y después Almudena Mestre analizó con su profundidad y agudeza acostumbradas (como diría Boscán) la novela, y preguntamos a la autora un montón de cosas, por ejemplo, por qué se levantaba cada día a las 6 para escribir en la buhardilla de su casa de Málaga y se fue a todos esos lugares para saber cómo respiran sus personajes, entre los que aparece un médico que se llama como yo. Javier Del Prado la había leído y la analizó igualmente con detalle. Y hablaron Mariwan Shall, Santiago Martínez, Eduardo Larrocha, Carmen Sogo, Antonio Banus, Peter Redwhite, el marido y la hermana de Presina y los amigos que quisieron acompañarnos una tarde de lluvia sobre Madrid, Francisco Caro, María Victoria Huertas, Susana Fraile, José Antonio Sánchez-cid, Carmen Hernando, Begoña Garcia e incluso Ángela Piedras, que estudió Literatura Comparada conmigo y hacía un siglo que no veía. En fin, los "letraheridos" a los que les gusta perder el tiempo hablando de literatura, esa cosa que no sirve para nada, tan solo para ser feliz, y mejor delante de la mesa de un Café mirándonos a los ojos.
 
En cierto momento dije que la utilización del wolframio en la novela me recordó la necesidad de uranio por parte de los nazis a la hora de hacer la bomba atómica y que Hitchcock convirtió en uno de sus clásicos MacGuffins en "Encadenados" (1946), una de las grandes películas de la historia. Y me referí al famoso beso de tres minutos que se dan Cary Grant e Ingrid Bergman, y que Hitchcock tuvo que rodar en varios momentos separados ya que lo impedía la censura, pero en realidad todo es el mismo beso.
 
¿Nos vamos al Brasil de los años 40, casi en la época de la novela de Pereiro y vivimos una "historia de espías y de amor" gracias a Hitchcock o nos quedamos en la época de la Segunda República española? 
 
Se puede elegir entre besar a Cary o a Ingrid:
 

martes, 24 de octubre de 2023

"Este libro y tu primera novela son mis preferidos".

Este profesor de filosofía es una de las personas más inteligentes que conozco, y además de las más buenas. Le quiero por muchas razones y una de las más importantes es por lo bien que se portó con mi madre en su momento. El otro día estuvimos comiendo y me dijo que había leído "Un hombre que se parecía a Al Pacino" (2023), publicado por Pagés editors. Se lo había comprado unos días antes en Terán, una librería de Argüelles, y no tardó en terminar con sus trescientas y pico páginas. Después de comer estuvimos paseando y me contó algunas cosas del Club de Roma, del que es miembro, y también que se va a dedicar al voluntariado en Cáritas. "La muerte lenta" es la primera novela que publiqué en 1995 (Libertarias) y que el ensayo del profesor Patrick Toumba analiza con detalle en el libro recién publicado "Del amor líquido en las novelas de Justo Sotelo" (2023), de Bartleby. Cuando escuchaba a Patricio Herráez analizar el libro de Pacino me pareció curioso que relacionara dos libros con casi treinta años de diferencia, nada menos. Entre otras cosas me dijo que en contadas ocasiones había visto tan sincero a un escritor como en mi último libro, considerando el hecho de que sea una especie de autobiografía ficticia según pequeños relatos que son instantes de la vida.
 
Cuando digo que me importan un "comino" la fama y el dinero no lo digo por decir, y por eso mismo digo que me interesan otras cosas, las importantes. 
 
No odio ni envidio a nadie; después de todo solo tengo envidia del pañuelo que una vez secó tu llanto:
 

lunes, 23 de octubre de 2023

"Una vida fashion", hablando de la próxima tertulia.

Presina Pereiro es una malagueña que estudió Filosofía y Letras, y que "vive" apasionada con la historia. Hace unos cuantos años me envió varios de sus libros, los leí, me gustaron y nos hicimos amigos virtuales. Después se integró en nuestra tertulia literaria a través de Zoom, y en junio del año pasado vino a Madrid para que presentara uno de sus libros de poemas en la librería Antonio Machado que está en el Círculo de Bellas Artes, una de mis casas en este mundo. El martes se cogerá el AVE desde Málaga para estar en la tertulia de Casa Manolo para hablarnos de su última novela, "Larga será la noche", que le presentará Almudena Mestre y que ha reseñado otra de nuestras tertulianas, María Rodríguez Velasco:
 
Y no me resisto a poner la segunda foto en la terracita del Círculo, en la presentación a la que he aludido antes, de finales de junio de 2022. Ya me había sentado con ella y con el actor y cantante Toni Zenet, que también iba a hablar del libro, cuando se acercaron dos jóvenes argentinas con unas cámaras y dijeron si podían sacarnos fotografías. Y nos pidieron nuestros nombres y nos hicieron muchas fotos, vamos, como si fuéramos unas celebridades, jeje. Por lo visto les habíamos parecido muy "fashion". Nos dijeron que se llamaban Mariana y Delfina, y se encuentran a la izquierda en la foto que nos sacó un camarero, con Presina en el centro. El otro día encontré en Movistar un programa de entrevistas de Emilio Aragón y nada más ponerlo apareció Zenet cantando "Corazón partío". Es un tipo muy majo que canta muy bien:
 
¿Es o no divertida esta vida, aunque te dejen el corazón partío?
 


 

 

"Un día alguien escribirá un libro cuyo título será "El actor que se parecía a Justo Sotelo".

Escribió por aquí el otro día mi amiga Encarna Cantalejo, por eso de "Un hombre que se parecía a Al Pacino" que acabo de publicar. Y la verdad es que me hizo gracia. Para celebrarlo ayer me fui a dar una vuelta por Valladolid, la bella ciudad donde esta semana se celebra su mítica semana de cine, la Seminci. Ya he contado que hace años formé parte de un tribunal de una tesis doctoral que analizaba este festival que cuenta ya con 68 años de antigüedad. Comí en el Café del Norte, con sus más de 160 años, me tomé un batido de yogourt que me gusta mucho al lado de la Plaza Mayor y después me saqué esta fotografía delante del Teatro Calderón, donde se proyectan las películas.

Dejo la programación por si alguien le apetece conocerla:

https://www.seminci.com/revista-seminci/programacion-2023/

Y, bueno, puestos a ser un actor que se parece a Justo Sotelo, a este madrileño de Chamberí no le importaría interpretar el final de esta película, que volví a ver antes de ayer:

https://www.youtube.com/watch?v=OFKaAThtML0




 

 

 

 

sábado, 21 de octubre de 2023

"Tres poetas o el lugar donde habita la poesía".

El lunes no estábamos en un tren, como en la película de Hitchcock, sino en la puerta del Café Comercial, donde la poeta extremeña Efi Cubero iba a presentar el libro de poemas "Rizoma" (2023), de la editorial Mahalta, que más que una antología de todos sus libros es una travesía por su "esencialidad". Sus libros se encuentran llenos de pintores y música, de inmanencia y miradas, como dije hace año y pico cuando presenté su libro anterior en la librería Rafael Alberti de Madrid. El lunes sus presentadores fueron Javier del Prado y Álvaro Hernando, y yo estuve sentado a una mesa con mis amigas Concha Galán, Almudena Mestre, Silvia Ramos y María José Muñoz Spínola, entre otras personas. Como Efi y Javier me aludieron en varias ocasiones, al final me levanté y dije alguna cosa en relación al poema del libro que Efi me ha dedicado: "Extrañeza" y que, con pequeños cambios, forma parte de su libro de 2013 "Condición del extraño":

"Sin prisas el extraño no desea
la exactitud perdida en el camino.
De vector a vector vive el presente,
transporta la memoria fragmentada
y aplaza siempre todo: el encuentro,
el abrazo, la amistad perdurable o pasajera.
Carga al hombro su mundo, su lenguaje,
ese fuego solar sobre los ojos
con que impregna la vida.
A veces lo sorprende una palabra
que llega desde dentro sin buscar
ni explicar. Así, como el rasar
tan silencioso que producen los remos
sobre el mar interior de la conciencia.
Un cielo de baldosas
lo mira desde abajo sorprendido
de la profundidad de su mirada".

El jueves me pasé por la librería Juan Rulfo de Moncloa, en Madrid, pero acompañar a la poeta Silvia Ramos en una nueva presentación de su segundo libro de poemas "Ceniza y luz" (2023), de la editorial Polibea, un tránsito de la oscuridad a la vida, desde el tú poético de "tu silencio":

"Tu silencio es el sonido de un arpa.
Tu silencio es río que brota de la piedra
insospechada.
Tu silencio sostiene la caricia
y da nombre propio al gesto.
Tu silencio es el lugar donde quiero habitarme, ese paisaje onírico.
del que nunca quisiera irme".

Estoy convencido de que la continua lluvia que cayó sobre Madrid y sobre toda España desterró todo vestigio de ceniza sobre el asfalto.

Por último ayer viernes me encontré a la poeta Cecilia Quílez en esta red social. La entrevistaban en Radio Nacional para hablar del significado que pueden tener las redes sociales para los poetas, y me quedé un rato con ella. No la veo desde 2017 cuando nos visitó en la tertulia que entonces hacíamos en el Café Gijón (de uno de mis ex alumnos) para hablarnos de su libro "Caligrafía de la necesidad"(Bartleby), y en esta entrevista se refiere a ese libro y a otras muchas cosas interesantes porque Cecilia es una estupenda poeta:

https://www.rtve.es/play/audios/poesia-exterior/comportamiento-poetas-redes-sociales/6991173/

Por cierto, el poeta Javier del Prado está en los tres casos (en la foto con Silvia, su móvil es el que me acerca a la poeta). Como diría el escritor francés de origen egipcio Edmond Jabès, el poeta es el extranjero por excelencia. Por ejemplo la extrañeza de las manos de Glenn Gould cuando toca el alegretto de la Séptima de Beethoven en la transcripción de Liszt:

https://www.youtube.com/watch?v=AnS1i9bVGHU

Yo no soy poeta, pero vivo rodeado de poesía porque sé dónde está.

 




 

viernes, 20 de octubre de 2023

"Haruki Murakami y Justo Sotelo, dos referentes literarios en los Premios Princesa de Asturias de las Letras 2023", por Almudena Mestre.


 

Después de reunirse en Oviedo, el jurado acordó conceder por unanimidad el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023 al escritor japonés Haruki Murakami. Consideró “la singularidad de su literatura, su alcance universal, su capacidad para conciliar la tradición japonesa y el legado de la cultura occidental en una narrativa ambiciosa e innovadora, que ha sabido expresar algunos de los grandes temas y conflictos de nuestro tiempo: la soledad, la incertidumbre existencial, la deshumanización en las grandes ciudades, el terrorismo, pero también el cuidado del cuerpo o la propia reflexión sobre el quehacer creativo. Su voz, expresada en diferentes géneros, ha llegado a generaciones muy distintas. Haruki Murakami es un gran corredor de fondo de la literatura contemporánea” tal como expresaron en su página web el 24 de mayo de 2023. 
 
Víspera de la ceremonia de entrega de estos premios, Sus Majestades los Reyes acompañados por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, presidirán el XXXI Concierto Premios Princesa de Asturias. Con anterioridad al acto de entrega de los Premios, por la mañana, los Reyes recibirán en audiencia a los galardonados con las “Medallas de Asturias 2023”; a los ganadores de los premios “Fin de Carrera 2022 de la Universidad de Oviedo; así como a los presidentes de los jurados de los Premios, a los miembros de los patronatos Princesa de Asturias y Fundación Princesa de Asturias, y a los Premios Princesa de Asturias 2023.
 
En 2011 Justo Sotelo leyó su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid cuyo título fue “La semántica ficcional de los mundos posibles en la novela de Haruki Murakami”, dirigida por los profesores Antonio Garrido Domínguez y Fernando Rodríguez Lafuente. La tesis se ha descargado 13935 veces en todo el mundo a día de hoy, sobre todo en España, Estados Unidos, Colombia, Perú, Argentina, Alemania, Rusia, Francia y China. El complemento perfecto para acercarse al escritor japonés es acercarse e indagar en el ensayo que Justo Sotelo publicó en 2013 en la editorial Izana, “Los mundos de Haruki Murakami”, el primero en español que analiza el corpus narrativo de Murakami de modo exhaustivo y minucioso, tanto en extensión como en profundidad, desde la concepción teórica de los mundos posibles inspirada en el libro "Heterocósmica", de uno de los grandes teóricos de la ficción literaria. En el ensayo, la ficcionalidad aparece como un eje central de las novelas de Murakami rodeado de imágenes, metáforas y una gran plasticidad literaria. 
 
Justo Sotelo recurre a Haruki Murakami como un excelente escritor posmoderno en el que ve claramente en toda su producción literaria un sinfín de signos de carácter histórico, literario, cinematográfico, musical, culinario o sexual. Al lector de sus novelas se le sitúa frente a textos con multitud de enigmas, viajes iniciáticos, desdoblamientos de personalidad y pasadizos interiores al estilo de Julio Cortazar, en los que abordan, de una u otra forma, el difícil mundo de los sentimientos, de la seducción, del papel que posee la mente ya que, puede modificar la percepción que se tiene de la realidad. Ambos Justo Sotelo y Haruki Murakami son dos referentes literarios que a partir de la teoría del conocimiento llegan a la plasticidad en sus respectivas narrativas y sus transgresiones espacio-temporales. Las dos narrativas invitan a las imágenes eróticas o sexuales y están inmersas en el mito, los canales semióticos, los pasadizos, los mundos paralelos donde los personajes se diluyen y se funden con otros seres por medio de los pozos.
 
Murakami es un escritor y traductor japonés con un gran éxito en nuestro país y quizá el más leído y traducido en el mundo, que lógicamente rompe y traspasa las fronteras en una época de globalización, de Internet, redes sociales y avances tecnológicos. Es un autor universal, muy japonés, pero también muy occidental, sin duda a la altura de los grandes escritores japoneses de la historia, como Ȏe, Mishima, Kawabata, Tanizaki o Ishiguro. Hace tiempo que Murakami dejó de ser un escritor únicamente para los amantes de Japón o simplemente para los intelectuales. Estudió literatura y teatro griegos en la Universidad de Waseda (Soudai), en donde conoció a su esposa, Yoko, y en su obra se observa gran influencia de los autores que ha traducido, como Raymond Carver, F. Scott Fitzgerald o John Irving. Convertido en autor de culto y traducido a más de cuarenta idiomas, Murakami es, según los especialistas, un escritor inquietante, con una prosa en la que se aprecian influencias de autores como Dostoievski, Dickens, Capote o Vargas Llosa (Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986).
 
Justo Sotelo es Licenciado y Doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Universidad Complutense. Máster en Estudios Literarios y Máster en Literatura Española. Universidad Complutense. Licenciado y Doctor en Economía. Universidad Complutense. Catedrático de Economía en el CUNEF (Colegio Universitario de Estudios Financieros), UCM y en ICADE (Universidad Pontificia de Comillas). Es profesor de economía y literatura en distintas universidades. En este sentido posee el Premio “Ángel Herrera” a la mejor labor docente. Imparte conferencias, colabora en coloquios y participa en congresos relacionados sus labores docentes y actividades literarias. Escribe artículos científicos y literarios en revistas especializadas. Desde hace más de veinticinco años coordina y dirige unas tertulias literarias, primero en las famosas “Cuevas de Sésamo”, después en el café “Puro Teatro” en el barrio de Malasaña, más tarde en el Café Gijón y actualmente en Casa Manolo en el barrio de Argüelles de Madrid. Hasta la fecha ha publicado seis novelas, tres libros de cuentos y dos ensayos.
 
Desde la literatura comparada, uno se puede preguntar, ¿cuáles son las características que definen a estos dos escritores, Haruki Murakami en Japón y Justo Sotelo en España? Uno escribe en japonés y sus obras se traducen a múltiples idiomas. Justo escribe en español y posiblemente sus obras también se empiecen a traducir en breve al inglés. En diferentes continentes, dos intelectuales maestros de la palabra y expertos en el lenguaje se acercan a los lectores con temas de nuestro tiempo. Ambos escritores posmodernos tienen un público definido y concreto.
 
A pesar de que Justo Sotelo es más innovador y transgresor en la narrativa posmoderna en cuanto a forma, contenido y lenguaje, me sumerjo de lleno en el libro de relatos publicado por el japonés, “Primera persona del singular” (Tusquets, 2021) y me entrego a su lectura. Conscientemente voy subrayando y redondeando con un lápiz lo que me parece un punto de coincidencia con los relatos y la escritura en general del madrileño Justo Sotelo. Leo, reflexiono y pienso en el libro que tengo entre mis manos. Superpongo las imágenes de los dos escritores en mi mente y analizo el texto. Lo primero que siento es el placer de la lectura del que hablaba Roland Barthes y me deslizo a través del texto, recorriéndolo, no atravesándolo. Como diría Roland Barthes, los objetos tienen un uso, una utilidad y una función. No existe en el mundo ningún objeto que no tenga una función; esas funciones que adquieren los objetos se convierten en “signos” insertados en una coordenada profunda y de tipo simbólico (remite a un significante que posee un significado) y otra extensa, de clasificación o taxonómica. Por tanto, el objeto es un signo definido por dos coordenadas. Existen desplazamiento de los signos por metáfora y por metonimia o deslizamiento del sentido del objeto. Cada objeto es polisémico ya que ofrece muchas lecturas y ese objeto se puede descomponer desde el punto de vista funcional y en un segundo momento se puede ver cómo la función del objeto sustenta el sentido. Los significados de los objetos dependen no del emisor del mensaje sino del receptor, es decir, del lector del objeto. El objeto es polisémico, ofrece muchas lecturas de sentido y no solo de un lector a otro sino en el mismo hombre existen varios léxicos según el número de saberes de los que dispone. El objeto presenta un útil funcional, la función sustenta su sentido. Al significante Roland Barthes lo entiende como multiplicidad del Texto, como Placer de la lectura. Incide en un proyecto narratológico de un análisis estructural del Texto y siempre pone una mirada estructural del de la obra literaria como tú Justo la pones en los textos escritos y musicales. Avanzo en mi lectura incluso con la luz del móvil en medio de la noche para no hacer ruido ni despertar a los que duermen y pienso que los relatos que me muestran Haruki Murakami son excelentes como siempre lo es su escritura pero no me asombran como yo pensaba. El japonés es redundante y previsible en forma y temática, en finales y estructura de su narrativa. Sin embargo, el penúltimo libro de Justo Sotelo “Poeta en Madrid” (Huso, 2021) es rompedor, transgresor e innovador aunque sea una novela o una ópera posmoderna y no un libro de relatos como el del primero. 
 
¿Cuáles son las convergencias y divergencias en los relatos publicados últimamente por Justo Sotelo y Haruki Murakami? Si nos fijamos en dos libros de cuentos publicados por Justo Sotelo “Cuentos de los viernes” (Bartleby, 2015) y “Cuentos de los Otros” (Bartleby, 2017) y en el presente libro “Primera persona del singular” de Haruki Murakami, ambos inciden en la metaliteratura (lectura, edición, publicación de textos), se centran en la idea de belleza, resaltan las sinfonías de Mahler, en el asombroso mundo cognitivo de las ideas, expresan la lógica del lenguaje y sus limitaciones aludiendo a Wittgenstein, comparten el gusto por la música, el jazz y los conciertos de música clásica, el placer por la degustación de una copa de vino en sus relatos, la inclusión de los pozos, pasadizos y gatos.
 
El "Carnaval" de Robert Schumann es una de las obras más importantes del Romanticismo. Para Sotelo, nos dijo – “es una de las músicas que más habré escuchado en mi vida, y estaba presente en mi cerebro cuando escribí las anteriores escenas de la novela” (23/2/20) y para Murakami también forma parte de su acervo cultural, los dos reflexionan en su narrativa sobre la música y poseen amplios conocimientos sobre ella. 
 
Los dos escritores expresan sus fantasmas o miedos a través de sus personajes, de las máscaras y los rostros. Los viajes como “experiencias de vida” y viajes al pasado se reflejan en ambas escrituras, así como la incidencia en los medios de transporte. Surgen el cruce de caminos, los espacios, los lugares de tránsito en las ciudades, el concepto “romántico” de los rincones, los amantes y el amor vertido en la oscuridad y el silencio. Los dos escritores hablan del concepto relativo de felicidad, reflejan las bifurcaciones de senderos semejantes a lo que aparece en el cuento escrito por «El jardín de senderos que se bifurcan» en 1941 por el escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges. El amor es el motor para ambos escritores para seguir escribiendo y la fuente de energía más valiosa. En la escritura del japonés y del madrileño, ambos escritores posmodernos enclavados en el S.XXI se desborda pensamiento, conocimiento, razonamiento, posibilidades en sus relatos a través de la 7ª Sinfonía de Bruckner y en medio de sucesos extraños. El escritor japonés mezcla elementos con habilidad y sutileza de los mundos orientales y occidentales al igual que sigue tanto unas coordenadas como las otras del mismo modo que lo hace Justo Sotelo su narrativa.
 
Me pregunto si el sentido del lenguaje, de la utopía al que se refiere Roland Barthes como resorte del signo será mediado por la interpretación del lector según su realidad social ya que el significado del lenguaje está creado socialmente e influenciado por el pensamiento y la construcción del mundo de los individuos pertenecientes a una sociedad. Por lo tanto, la interpretación de los textos literarios puede variar en función de las interpretaciones sociales discursivas según un momento histórico en las que cambiarán los símbolos y las coordenadas espacio-temporales. Esos símbolos que se desvelan en un texto reflejan una realidad social por un lado y una representación colectiva mítica por otro. Las interpretaciones de la narrativa de ambos escritores posmodernos dependerán de las habilidades y competencias lingüísticas de cada lector. Lo que está claro es que los relatos de ambos escritores se centran en los tres temas de la posmodernidad: el tiempo, el espacio y el Otro y están inmersos en la circularidad y esfericidad de planos, dualidad de espejos y máscaras dentro de un mundo ficcional alrededor de pocos personajes que gravitan al unísono en sus respectivos universos narrativos.
 
Tanto Sotelo como Murakami son dos referentes literarios que llegan a la plasticidad en sus respectivas narrativas por medio de ciertas trasgresiones espacio-temporales. Estas narrativas invitan a las imágenes eróticas o sexuales y están inmersas en el mito, los canales semióticos, los pasadizos, los mundos paralelos donde los personajes se diluyen y se funden con otros seres por medio de los pozos. No me extraña en absoluto que ambos escritores sean punteros en la literatura actual tanto en la española como en la japonesa ya que ambos, parten de la teoría del conocimiento para llegar al pensamiento y las estructuras lógico/mentales. Es importante determinar la medida en que las aportaciones de Sotelo y Murakami contribuyen a la difusión y al desarrollo de la literatura actual. 
 



jueves, 19 de octubre de 2023

"Pacino ha viajado a París".

"De mi mano ´Un hombre que se parecía a Al Pacino´ ha llegado a París. Estamos en el quartier des Gobelins, muy cerca de la rue d'Ulm, del Panteón y la Sorbonne. Voy a leer ese libro en mi rincón des Gobelins y seguramente lo dejaré allí para que la presencia de Justo Sotelo impregne a ese Paris que tanto amo".

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La catedrática de literatura francesa Angels Santa Bañeres es la principal causante y "mecenas" de que escribiera el libro. Hace un par de años acepté su sugerencia para escribirlo (como todos mis libros lo llevaba escribiendo toda mi vida); me parecía interesante dar mi opinión sobre por dónde creo que debería ir la literatura, al menos en alguno de sus caminos. Y siempre que he querido decir algo he "escrito" un libro, ya fuera sobre el sistema capitalista, los intelectuales tras la transición política, la guerra de Irak y todas las guerras, los mundos posibles, las librerías y la situación del arte y la literatura, por referirme a las seis novelas que he publicado hasta el momento, dejando fuera los libros científicos que siempre me ha interesado escribir también. Ángels había leído el texto en PDF, pero todavía no lo tenía en papel, y el otro día me regaló este post en su muro de Facebook, en cuanto le llegó el libro a París. Dijo que lo iba a leer con tranquilidad, a la sombra de los árboles de la Avenue des Gobelins, y añadió que estos días pensaba mucho en mí ya que se movía por un París que me gusta mucho, cuya belleza y encanto compartimos.
Bajo el cielo de París todo es posible, como sabe Angels, y como también sabía Yves Montand. 
 
Va por ti, querida mecenas:
 
 
Me gusta encontrarme a gente interesante por la vida; después de todo en esto consiste la vida, creo.