viernes, 31 de enero de 2020

"¿Italiano o español?"

Ayer unas alumnas me dijeron durante una clase que parezco más italiano que español. Me lo han dicho tantas veces a lo largo de mi vida que voy a terminar creyéndolo. ¿Será por los trajes que llevo, me dije mientras bajaba las escaleras en dirección a la calle, o por el color de mi piel y de mi pelo? ¿Quizá por la atracción que siempre he sentido hacia la belleza, que es algo intrínsecamente italiano, como se observa en el trazado y la disposición de sus ciudades, la forma de ser de sus pintores y arquitectos, y la pasión de sus óperas? No sé el motivo, en realidad. En esa foto estoy en el Casino de Béjar, en Salamanca, antes de dar una charla sobre música y literatura, con mi foulard, claro. ¿Será por el foulard, quizá? Y ya que he hablado de ópera italiana, qué mejor que escuchar a Verdi con el brindis más seductor de la historia de la música.

¿Será, tal vez, porque me tomo a broma casi todo, me gusta vivir la vida y beber champán?

https://www.youtube.com/watch?v=FYqwUy6TXOY
 
 

jueves, 30 de enero de 2020

"El hombre masa y el hombre libre".

Ayer tenía un rato entre clase y clase y, como me quedaba casi al lado, me acerqué al edificio A de Filosofía de la Universidad Complutense y me metí en la Biblioteca de la 2ª planta para leer alguna cosa. Hace años estudié allí la asignatura de Lingüística.

Eché un rápido vistazo a varias revistas de Filosofía y leí algunos artículos de la que he fotografiado, la Revista de Estudios Orteguianos, nº 38 del año 2019. Hace poco se han cumplido los 90 años de la publicación de la obra más famosa de Ortega, "La rebelión de las masas", que recuerdo que leí a los 20 años (como casi toda su obra). Ortega escribió su libro en la época de ascensión del fascismo en Europa y analiza la idea del "hombre-masa", el hecho de que la mayoría estuviera suplantando a la minoría, lo que lleva al poder de la llamada "muchedumbre", del hombre masa. El año 1975 su discípulo Julián Marías (el padre del novelista actual) escribió un prólogo para el libro donde decía que 45 años después el estudio volvía a estar de actualidad. Y otros 45 años después yo estaba releyendo ideas sobre este tema durante un bonito y no tan frío día de invierno. Ortega también tendría razón en estos tiempos con el ascenso del "populismo" en todo el mundo y el poder de Internet.

En realidad el Ortega que aprecio es el de las enseñanzas antropológicas de Píndaro (aquel maravilloso poeta lírico de la Grecia de 500 años a. C.), que si no recuerdo mal viene a decirnos que todo ser humano debe cumplir su vocación y llegar a ser con toda libertad aquel que ya es. Cada persona debe realizar su biografía según su "libérrima" elección y bajo la única exigencia de la autenticidad de sus decisiones en el contexto vital que le ha tocado vivir.

Al salir saludé a un tipo que me cae muy bien, el poeta Omar Khayyam, que vivió hace casi 1000 años.

Chispeaba.

miércoles, 29 de enero de 2020

"Un viaje de hora y media al centro de la creación artística".

Esto fue, en definitiva, la tertulia de ayer por la tarde en el "Café Gijón" con la escritora y profesora de arte Amparo Serrano de Haro. Hablamos mucho del conocimiento y la preparación, del trabajo y el esfuerzo, de la claridad inherentes al proceso creativo, en este caso la construcción de una novela de poco más de 100 páginas donde por cada página la escritora rompía 10. Amparo cree, como me ocurre también a mí, en la búsqueda de la esencia. Es una mujer con clase, muy delicada y culta, con un padre diplomático que la llevó a nacer a Tetuán, en Marruecos, y en seguida a Madrid y después a Nueva York, y a recorrer medio mundo. Todo esto y su enorme preparación le han impulsado a acercarse al texto de la única forma en que deberíamos acercarnos a la literatura y al arte, con profundidad y conocimiento, y digo estas ideas hablando de la tarde en que murió Alberto Blecua, nuestro gran filólogo y experto en crítica textual. Hablamos de los personajes de la obra de Amparo, "Ciudades en las que un día naufragamos", de la relación de su novela con "Blow up" de Antonioni, y hasta del color de la ropa interior de las modelos que aparecen en su libro y podía fotografiar Michael o el propio Thomas de Antonioni, y la forma sonata de la estructura de la novela, en la línea de las Sonatas de Valle o una sonata de Beethoven y Schubert en tres movimientos.

La tertulia tuvo la forma de una espiral, como a mí me gustan y como me gusta también dar las clases en la Universidad, en busca del centro de la mente, del "vórtice" del que nos habló Ezra Pound, una de las mentes más luminosas de la creación poética y artística del siglo XX.




martes, 28 de enero de 2020

"Sobre lo infinito", de Roy Andersson.

He visto algunas de las películas que se proyectan estos días en los cines, como son "Jojo Rabbit", "La verdad" y "1917", y en general están bien, pero ninguna me ha llamado la atención para escribir algo sobre ellas. Ayer por la tarde, para despejarme, me metí en los Golem (dónde si no) y vi la última película del director sueco Roy Andersson. Y esto ya es otra cosa. Se llevó el premio al mejor director del último festival de Venecia, aunque es posible que se vea muy poco en España. Este es otro motivo por el que me apetece comentarla. En apenas una hora Roy Andersson nos cuenta la historia de la humanidad, sus miedos, amores, guerras, descuidos, aprecio y rechazo de lo demás, encadenando cuadros con una gran amplitud de campo como si estuviéramos en un museo de tonos grises y marrones, y fuéramos viendo cuadro tras cuadro desde una cierta distancia, siguiendo la idea de "Las mil y una noches". El leitmotiv lo constituye una pareja que flota más que vuela sobre una ciudad de Colonia que ha sido devastada por la guerra (en claro homenaje a los amantes de Marc Chagall), un padre se agacha para atar el cordón del zapato de su hija bajo la lluvia mientras van a un cumpleaños, un ejército derrotado se dirige a un campo de prisioneros, unas chicas bailan delante de un Café y al final todos las aplauden, un sacerdote ha perdido la fe, un muchacho nunca ha conocido el amor.

Y nieva.

(Este es un tráiler de la película: 

https://www.youtube.com/watch?v=4UCB8si15mk)

Como me gusta tanto el arte contemporáneo, mientras la veía pensé en el mundo del videoarte y el aforismo visual, y me dije que otra forma de mirar y de escribir es posible. Seguro que Edward Hooper pensaría lo mismo que yo.

lunes, 27 de enero de 2020

Amparo Serrano de Haro en la tertulia literaria del "Café Gijón".

"Me gusta la novela inglesa contemporánea. Me gusta su falta de énfasis, su sutileza, su humor, su distancia. Tan distinta en eso a la española, con su visceralidad, su feísmo y el ego de sus autores tan presente".

Mañana martes la invitada a la tertulia literaria del "Café Gijón" será Amparo Serrano de Haro, que nos vendrá a hablar de su última novela: "Ciudades en las que un día naufragamos" (Talentura). Amparo es doctora en Historia del Arte y profesora de la UNED. Ha estudiado en la Complutense y en la New York University. Ha escrito ensayos sobre arte, traducciones, relatos breves y novelas.

Le he pedido que me dijera algunas cosas sobre ella:

"Por el trabajo de mi padre en mi infancia viajé mucho y por mi físico débil estuve enferma a menudo: la literatura fue un refugio, una patria para mí y sigue siéndolo. Mi escritor favorito... son muchos, claro, pero en especial Virginia Woolf. Me gusta la novela inglesa contemporánea. Me gusta su falta de énfasis, su sutileza, su humor, su distancia. Tan distinta en eso a la española, con su visceralidad, su feísmo y el ego de sus autores tan presente. Doy mucha importancia a la estructura de una novela, me gusta que sea original, tanto como a su textura, su prosa. Cada una de mis cinco novelas tiene una estructura diferente y un tema distinto. Aunque no sé nunca exactamente cuál es mi tema. Me gusta introducir algo de arte en mis novelas, igual que a Hitchcock le gustaba estar dentro de sus films. El arte, la pintura, me fascinan".

Estas palabras de Amparo me han quitado de la boca (en este caso de las manos) lo que iba a decir sobre su novela que releí ayer durante las horas que duró un viaje en avión. A lo escrito por ella misma, yo añadiría que sus "ciudades (Nueva York, Fiesole, cerca de Florencia, y París) en las que un día naufragamos" conforman una novela estilizada, muy "british", con una estructura original y posmoderna, bien escrita, interesante, sutil, delicada, pensada a partir de un poderoso personaje principal y unos secundarios atractivos. 

¿Se nota que me ha gustado?

domingo, 26 de enero de 2020

"Me llama poderosamente la atención que alguien que recibe cada día tantos halagos pueda mantenerse tan cuerdo".

Esta es una frase que escribió por aquí no hace mucho la asturiana Marina H. Alvarez, una de mis amigas virtuales más antiguas desde que escribo en las redes sociales. Le dije que su comentario se merecía un post, y ahora lo escribo mientras amanece suavemente y me tomo el primer café del día. El comentario me ha recordado otro que hizo Fika Fakal Rodríguez-Souto, una amiga virtual también culta y elegante: "Justo, eres el doctor de la armonía de cada día". Esta frase resulta brillante, no cabe duda, y no lo digo porque tenga dos carreras, dos doctorados, sea catedrático o leer algo así vaya a afectar a mi ego, al que conozco de toda la vida y sé que algunas veces se le sube el Moët Chandon a la cabeza. Uno de los secretos de la existencia radica en el "mesotés" aristotélico, el punto medio donde vive la virtud, el equilibrio real, ese saber estar en cada sitio sin perder de vista el horizonte ni olvidarnos de quiénes somos. Situados en ese lugar, casi metafísico, no será necesario vender el alma para conseguir nada de este mundo, como el éxito, el poder, el dinero o el sexo.

Armonía, equilibrio, felicidad.

Ah, y sentido del humor para reírse de uno mismo. Como dijo Groucho Marx (uno de los tres o cuatro tipos que respeto intelectualmente), "pienso vivir para siempre o morir en el intento".

viernes, 24 de enero de 2020

"La música en Auschwitz", ya que el próximo lunes se conmemoran los 75 años de su liberación.

Siempre he pensado que la música es la máxima expresión de la belleza. Lo dijo Pitágoras mucho antes que yo. Y la belleza y la música pueden salvar al mundo. Escribo novelas y cuentos por eso, entre otras cosas, para estar cerca de la música y la belleza.

Antes de ayer un antiguo alumno y tertuliano, José María Lancho, me envió un Wasap para decirme que el domingo pasado había publicado un artículo en el "HuffingtonPost" donde me citaba. En el artículo habla del concierto que dieron los hermanos Rocío y Jorge Cabello -el dúo Metha- en el Centro Sefarad de Madrid el día 9 de este mes de enero, donde interpretaron una preciosa música que recojo al final de este post. Estos dos hermanos llevan años reinvindicando la memoria de las víctimas del holocausto y el papel de la música para hacernos más humanos y acercarnos al ideal de belleza. En las fábricas de muerte del III Reich hubo música, y ayudó a salvar vidas. Los prisioneros tocaban para sentirse humanos, para gritarlo o únicamente para susurrarlo cada noche exhaustos en sus barracones. José María escribe: "En Auschwitz llegaron a existir hasta 11 orquestas. Música para amortiguar la realidad en todos sus momentos. Uno de los aspectos menos conocidos de los límites de nuestra condición es la radical e instintiva búsqueda de la belleza. En los límites de la más extrema oscuridad seguimos recurriendo al arte como medio de liberación y lucha". En este sentido, mi antiguo alumno me cita más adelante debido a las sonatas para celo de Bach grabadas por Pablo Casals en 1937 en plena Guerra Civil de las que yo solía hablarles en la tertulia incidiendo en la búsqueda de la belleza incluso en un momento tan desastroso como aquel. La música es como la sangre y la belleza que respiro, y siempre hablo de ella a mis alumnos.

Este es el artículo completo:

https://www.huffingtonpost.es/entry/el-sonido-del-holocausto_es_5e23b2b1c5b632117614cc4d

Este es un video del año 2018 donde el dúo Metha interpretó en un teatro de Torrelodones, al principio y al final, la obra para violín y piano que he comentado antes, al igual que hicieron el otro día en Madrid, y que tanto me recuerda a la que escribió John Williams para "La lista de Schindler" de Steven Spielberg. Rocío se refiere también a la música en Auschwitz y de cómo salvó la vida a varias mujeres judías.

Es un video que me ha gustado muchísimo:

https://www.youtube.com/watch?v=g0XbYQmfNoI

Y aunque este post me quede demasiado largo, no puedo dejar de poner esta música, una de las cosas más hermosas y emocionantes que se han escrito para el cine:
 
https://www.youtube.com/watch?v=PD7M7j1OM8U

"Shalom", amigos, es decir, paz.



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"La vida es una película".

Ayer por la tarde estuve hablando de cine en el Club Cinema Librería Bravo de Fuenlabrada. Lo hice de la película "El nadador", interpretada por Burt Lancaster, pero en realidad lo hice de otra cosa, porque siempre hablo de otra cosa cuando hablo. Nací en el siglo del cine, lo comencé a ver en el televisor en blanco y negro de nuestros padres y nuestros primeros sueños, mientras Alfonso Sánchez nos enseñaba a distinguir entre Billy Wilder y William Wyler, viví películas subido a aquella bicicleta verde de los veranos de mi adolescencia que aún conservo, acudí año tras año al cine Alphaville para ver las películas de Rohmer, Yimou, Allen y Almodóvar. Y me enamoré, claro, y viví mi propia película que todavía continúo viviendo. Por todo eso me gusta hacerme fotografías como las que he puesto en este post, junto a otros enamorados del cine que viven en Fuenlabrada, como los casos de Rosalia Gutiérrez Valencia, la primera persona que me habló de este club durante una tertulia en el "Café Gijón", Preciosa Nogueira, la directora del club, con la que mantuve un divertido e interesante diálogo sobre el cine y sus personajes, como John Ford, Groucho Marx, Burt Lancaster y cualquier cosa que se nos ocurría, extendido a todos los participantes, los poetas Pilar S. Tarduchy y Oskar Rodrigañez, y un cariñoso grupo de personas que me cayeron muy bien y a los que, según me dijeron, yo también les caí muy bien.
Fue nuestra propia película durante una tarde de lluvia sobre la Comunidad de Madrid. Y solo le falta la espléndida música de una espléndida película, porque mi vida siempre ha tenido música, muchas músicas de película: https://www.youtube.com/watch?v=nou5v9f1FyA











miércoles, 22 de enero de 2020

"Almudena Mestre hablando de Madrid como espacio mítico y literario de mis novelas, ayer por la tarde en la tertulia del Café Gijón".

No me agradan los halagos gratuitos ni las exageraciones, pero su Trabajo de Fin de Máster (TFM) es espléndido y su exposición también lo fue. Ayer hablamos de Madrid, de una ciudad que quiero que sea mi Santa María de Onetti, mi Yoknapatawpha de Faulkner, mi Comala de Rulfo o mi Manhattan de Allen. Cada escritor y artista en general tiene un espacio simbólico en su cabeza y el mío es Madrid. No me ha hecho falta cambiarle el nombre. Es un lugar exterior, pero también interior y fronterizo, como explica muy bien Almudena Mestre. Es interesante volver a pasear por los lugares por donde se mueven los personajes de mis novelas, teniendo en cuenta que antes me había movido yo por ellos. Como he contado tantas veces, me gusta vivir la vida y después escribirla. Mi vida es más compleja y a la vez más divertida que mis novelas, que se convierten en un espejo de la propia realidad. Ayer hubo mucho cariño hacia el trabajo, el esfuerzo, la superación continua de Almudena, reflejados en la sonrisa y la presencia de su editora Charo Fierro y del resto de tertulianos. Como se observa en la primera fotografía estuvo bien flanqueada por dos personas de gran sensibilidad, Carmen Arroba y Matilde Tricarico. El día fue desapacible en Madrid y Javier, Zhivka y yo nos cogimos un taxi para volver a casa; nuestra poeta búlgara estaba un poco resfriada.

A pesar del frío y de la lluvia, la literatura sigue gozando de buena salud.




martes, 21 de enero de 2020

"La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visité la Estatua de la Libertad".

Es una frase de Woody Allen que aparece en el libro que Preciosa Nogueira tiene en la mano. Preciosa es la directora del Club Cinema Librería Bravo de Fuenlabrada, donde estaré mañana a las 18.30 h. para hablar de la película "El nadador" y mi pasión por el cine y la literatura. El libro sobre Woody Allen lo escribió Natalio Grueso cuando el director cumplió 80 años (ahora tiene 85, como se sabe). Allen se encuentra a la altura de Charles Chaplin y Groucho Marx, los tres grandes maestros de la comedia y de la inteligencia aplicada al séptimo arte. Grueso habla de la parte menos pública de Allen, con testimonios de las personas que lo han conocido más personalmente y han trabajado con él, desde su inicial pasión por la magia y el humor hasta sus filias y fobias sobre literatura, cine y música, y pasando por anécdotas inéditas de sus rodajes y sus viajes a España.

Otras frases de Woody Allen que aparecen en este libro son:

"Mi cerebro es mi segundo órgano favorito".

"En Beverly Hills no tiran la basura, la convierten en televisión".

"Odio la realidad, pero es el único sitio donde se puede comer un buen filete".

"Más que vivir en el corazón de la gente, me gustaría seguir viviendo en mi apartamento".

"Me interesa el futuro porque es el lugar donde voy a pasar el resto de mi vida".

lunes, 20 de enero de 2020

"Tertulia del 21 de enero de 2020 en el Café Gijón".

La charla en la tertulia de mañana del "Café Gijón" a las 18.30 nos la dará Almudena Mestre, sobre su Trabajo de Fin de Máster titulado "La topografía como lectura del espacio narrativo en la producción novelística de Justo Sotelo". 

Almudena se licenció en Psicología y diplomó en Magisterio. También ha realizado los cursos de doctorado en Psicología Evolutiva y de Educación. Es una de las estudiosas de mi obra literaria y le hace mucha ilusión contar su trabajo a los tertulianos. 

Por eso me ha enviado estas líneas previas:

"El entorno urbano se convirtió en centro de interés prioritario desde que empecé el Máster de Estudios Literarios en la Universidad Complutense de Madrid. En 2018, la editorial Huerga y Fierro me publicó un ensayo titulado “Lenguaje y ficcionalidad a ritmo de jazz. La obra literaria de Justo Sotelo”, en el que centré mi investigación principalmente en los pasadizos secretos y en las galerías por los que recorren, penetran y transitan los personajes de las novelas del autor para encontrar en ese recorrido los mitos que han marcado su escritura y modelado su pensamiento. En este TFM analizo el espacio literario de su narrativa, la ciudad de Madrid como espacio urbano, cargado de simbología y significado, sin olvidar otros lugares como París, Port Bou, Collioure, Montpellier, Samarcanda, Lisboa, Bagdad o La Habana que pertenecen a su imaginario narrativo. Sin embargo, es necesario acotar y delimitar las obras donde el espacio urbano es relevante. Por todo ello os propongo un viaje por los espacios literarios de las cinco novelas de Justo en una hora y media de tertulia. Un abrazo a todos y nos vemos en el Café Gijón de Madrid".

(La foto con ella es de la comida en octubre pasado en el comedor de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense tras asistir a la lectura de la comunicación de Patrick Toumba sobre "La muerte lenta", mi primera novela publicada).

domingo, 19 de enero de 2020

A veces me despierto escuchando a Paul Desmond.

Es uno de los saxofonistas más elegantes y exquisitos que he escuchado nunca. Se graduó en lengua inglesa, pero no quiso convertirse en escritor porque decía que solo era capaz de trabajar en la playa y allí no dejaba de entrarle arena en la máquina de escribir.

Hace frío, pero el frío solo está en los otros, es decir, en la calle:

sábado, 18 de enero de 2020

"Lavapiés, Proust y el centenario de Fellini".

Ayer acabé el día viendo "La dolce vita", de Federico Fellini, en el Ciné Doré, esa preciosidad de cine art déco que tenemos en Madrid y es la sede de la Filmoteca Nacional (tercera fotografía). Este lunes se cumple el centenario del nacimiento de Fellini.

Sin embargo, vayamos poco a poco.

Una de las cosas que más me gustan es pasear sin rumbo fijo, por el simple placer de hacerlo. Ayer me fui a dar una vuelta por las calles que van a dar a la plaza de Lavapiés, uno de los lugares más castizos de la ciudad, que se ha convertido en los últimos tiempos en un lugar con un curioso y atractivo mestizaje. Pues bien, en una esquina de la plaza (primera fotografía) vi una placa dedicada a Isaac Albéniz. Caminando por allí le vino la inspiración para componer su obra "Lavapiés", que pertenece al Cuaderno 3 de la "Suit Iberia". La busqué en Youtube y la estuve escuchando en el móvil sentado en un banco: https://www.youtube.com/watch?v=oxrsBkqNpBQ. Cerca de la esquina vivió Miguel Ángel Andés, uno de mis grandes amigos bohemios, que aparece en mis novelas "Vivir es ver pasar" y "Las mentiras inexactas". Todavía recuerdo cómo me leía páginas del "Ulises" de Joyce sentados en la terraza de su casa mientras tomábamos el sol. Caminando por aquellas calles estrechas llegué a un Cáfé de sabor proustiano, "La fugitiva", donde a veces me siento a leer (segunda foto). Marcel Proust fue un gran vividor, como Isaac Albéniz, Miguel Ángel Andés y el propio Justo Sotelo, que es un tipo que me suena bastante. Llegados a este sitio únicamente me quedaba pasarme por el Cine Doré, que está a unos pasos de allí, y encontrarme una programación dedicada al centenario de Federico Fellini. Decir que la vida es bella quizá sea decir muy poco, en realidad es "La dolce vita". Al salir del cine era tarde, pero para cenar me bebí una botella de vino blanco frío que me habían regalado por la mañana. Luego me dormí. Acabo de despertar y me he puesto a escribir este post mientras me tomo el primer café del día. Quizá todo lo haya soñado, aunque mi reseca y esta música son de verdad: https://www.youtube.com/watch?v=9oHzAQ-lJCM



"El tiempo y la memoria".

Durante la presentación de ayer por la tarde en la librería Rafael Alberti del poeta Alejandro Simón Partal y la novelista Florencia del Campo. Sus libros hablan del pasado a través del presente y sobre todo del lenguaje, aspecto crucial en la literatura de cualquier tiempo. Son dos miradas introspectivas que buscan el sentido último de los seres humanos en una época donde se escucha demasiado ruido y tantas veces olvidamos las cosas realmente importantes.

Aparte de darles un abrazo a cada uno, me encontré a otros escritores que buscan lo mismo que ellos, como el poeta Javier Lostalé y el profesor e investigador José Luis García Barrientos, una de las máximas autoridades del teatro en España.

Me parece que la literatura sigue viva.

"Cosas que te pasan cuando vas al cine".

Ayer por la tarde se produjeron una serie de casualidades para que acabara viendo la película "The Farewell", de la directora norteamericana de origen chino Lulu Wang. A pesar del frío polar, me acerqué a los cines Princesa de la Plaza de España a ver la última película de Sam Mendes, "1917", sobre la Primera Guerra Mundial, que todo el mundo está poniendo por las nubes. Mendes es un director inglés de cine y teatro con bastante mala uva que no cree en el sueño americano ni en la idea de pareja, como demostró con sus películas más conocidas, "American Beauty" y "Revolutionary Road". Había leído que su película está filmada a partir de un portentoso plano secuencia y se parecía a "Dunkerke", de Christopher Nolan, sobre la Segunda Guerra Mundial. El caso es que no caí en la cuenta de que era miércoles, con lo del Día del Espectador, y, aunque cada vez va menos gente a las salas de cine, todavía quedamos los de mi generación a los que nos gustan los cines de la Plaza de España con películas subtituladas. Digamos que somos los últimos románticos. Lamentablemente, en los cines Princesa había una cola enorme y me acerqué a los Golem (en ellos aprendí de joven lo que era el "cine de autor" cuando se llamaban Alphaville), donde sucedió lo mismo, y luego a los Renoir, donde también había mucha gente. Esperé a que todos entraran y pregunté a la taquillera si había algo interesante a esa hora. Me habló de una película, pero me equivoqué de sala y me metí en otra.
 
Hora y media después salí del cine dando las gracias por aquel cúmulo de circunstancias que solo habían sido, aparentemente, desfavorables. Dejo el trailer por si alguna persona quiere ver esta película intimista, emocionante y delicada, que cuenta la historia de despedida entre una abuela y su nieta, cuando esta se entera de que aquella tiene un cáncer terminal. Hace años que no se ven, pero hablan mucho por teléfono. La nieta está interpretada por Awkwafina, una espléndida actriz que es rapera, hija de un diplomático y vive en Nueva York, como su personaje y como la directora de la película, y decide regresar a China para despedir a la abuela. Sin embargo nadie de la familia va a decir a la abuela que se va a morir, como expresa la cultura tradicional china.



miércoles, 15 de enero de 2020

Tertulia en el Café Gijón sobre "El perseguidor" de Cortázar.

"Con ese Julio Cortázar era posible ser amigo, pero imposible intimar... Era un hombre eminentemente privado, con un mundo interior construido y preservado como una obra de arte al que probablemente solo Aurora tenía acceso".

Esto lo escribió Mario Vargas Llosa el año 1992 para el prólogo a la edición de Alfaguara de los "Cuentos completos" de Cortázar. Ayer hablamos en la tertulia del "Café Gijón" (en las fotografías) de uno de los grandes cuentos, "El perseguidor". Lo hicimos entre todos, Javier, Kati, Peter, Juana, Juan, Santiago, Victoria, Juan José, Andrés, Milagros, Eduardo, Mariwan, Holguín, Antonio Benicio y yo.

Y todo resultó apasionante. "Aquella noche de 1958 me sentaron junto a un muchacho muy alto y delgado, de cabellos cortísimos, lampiño, de grandes manos que movía al hablar... Solo al despedirnos me enteré -pasmado- que era el autor de "Bestiario" y de tantos textos leídos en la revista de Borges y Victoria Ocampo, "Sur", y el admirable traductor de las obras completas de Poe que yo había leído en dos voluminosos tomos publicados por la Universidad de Puerto Rico. Parecía mi contemporáneo y, en realidad, era veintidós años mayor que yo". Vargas Llosa habla desde el conocimento y la amistad que mantuvo en los sesenta, en París, con Cortázar y su primera mujer, Aurora, de la que pensaba que nunca se separaría. Ella fue la que lo cuidó en sus últimos días. A Cortázar se le conocen algunos romances, así como relaciones más bien platónicas, como con la alemana Edith Aron, que le inspiró a "La Maga", aquella caminante incansable por los callejones del París de "Rayuela". Fueron tres mujeres las que afectaron directamente a su vida y, en cierta medida, también a su obra, Aurora Bernárdez (6 años más joven), Ugné Karvelis (22 años más joven) y Carol Dunlop (32). Como suele suceder con los grandes escritores, su vida sentimental se mezcló con su obra literaria, pero en mi opinión lo importante es la obra, sus cuentos y, por encima de todo, "Rayuela", una novela inmortal. Y es que hablamos de tantas cosas en la tertulia, sobre Cortázar, "Rayuela", "El perseguidor", los distintos "perseguidores" del cuento, la mente del artista, el impulso para escribir, etc., que podríamos haber alargado la tertulia varias horas en vez de terminar a las 8.

Además, como la línea de Metro estaba cerrada por obras, a la vuelta Javier y yo nos subimos al autobús. En un determinado momento Javier mencionó al psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo Jean Piaget y su teoría referida al desarrollo de habilidades y de la inteligencia, y empezamos otra tertulia improvisada sobre lo que podía haber en la mente de los escritores y los artistas, antes de que le sonara el móvil.

Era Bach:

https://www.youtube.com/watch?v=ho9rZjlsyYY




martes, 14 de enero de 2020

"Cine y literatura".

El miércoles 22 de este mes me iré a Fuenlabrada, que es una localidad que está cerca de Madrid, a hablar de cine y de literatura.

Es verdad que las librerías están cerrando y es posible que dentro de unos años sean un recuerdo hermoso de un tiempo tan romántico como literario, pero aún quedan algunas que se empeñan en continuar llevando la cultura a los lectores y dedican las tardes a realizar charlas sobre libros, cine, etc. Cuando me invitan a hablar de cultura, y puedo acercarme, soy incapaz de decir que no, aunque esté lejos. Es lo que ocurrirá dentro de dos miércoles de 18.30 a 20 en la librería Bravo de la calle Buenos Aires de Fuenlabrada. Me lo han pedido, cariñosamente, mi amiga Rosalía Gutiérrez Valencia y la directora del Club Cinema Librería Bravo, Preciosa Nogueira, y tendremos un coloquio sobre una película de la que hablé la semana pasada por aquí, "El nadador", dirigida por Frank Perry y Sidney Pollack e interpretada por Burt Lancaster. Preciosa también me ha pedido que hable de mis novelas y en realidad de lo que quiera, algo en lo que no hace falta que me insistan demasiado. En esta librería tienen igualmente un taller de escritura y un día al mes dedicado a los Cuenta Cuentos.

Como este muro lo hacemos muchas veces entre todos, pongo por aquí la película que he mencionado, subtitulada, que otra amiga, Caperucita Roja, tuvo la amabilidad de compartir cuando hablé de ella, por si a algún lector le apetece verla. Es una genialidad que debería ser más conocida y que en definitiva habla de lo insignificantes que somos los seres humanos, aunque nos creamos los reyes del Universo:

https://zoowoman.website/wp/movies/el-nadador/?fbclid=IwAR0cLZAY6uUGfyNgrKZQP8zg3tYdUO_TAbkEAOTF-NJxunS8T2hU_em_2so

En fin, mientras haya cine y literatura habrá esperanza, y yo seguiré divirtiéndome.
 
 

lunes, 13 de enero de 2020

"En Madrid, a las ocho de la tarde, das una conferencia o te la dan".

Una cosa que nos gusta practicar a los madrileños es el divertido arte de la conversación. Admito que en mi ciudad hablamos casi siempre sin parar de cualquier asunto y en ocasiones incluso demasiado alto, pero qué le vamos a hacer, algún defecto tendríamos que tener los madrileños, digo yo, jeje. Es conocida la frase del escritor, periodista y crítico de arte Eugenio d´Ors con la que he encabezado este post.

Así, por ejemplo, me han invitado al pase previo de la película "Jojo Rabbit" del director, pintor, escritor y actor neozelandés Taika David Waititi. Será mañana martes, lo que coincide con mi tertulia del "Café Gijón", y no podré ir, al igual que me ocurre con la presentación del último libro de Adriana Davidova, amiga, vecina e hija de otra amiga, la poeta Zhivka Baltadzhieva (la invitación es la segunda foto que he puesto). La película está recibiendo buenas críticas, a pesar de su espinoso tema. Durante la Segunda Guerra Mundial, un niño que pertenece a las Juventudes Hitlerianas descubre que su madre (Scarlett Johansson) oculta en el ático a una niña judía. La idea del mundo que tienen el pequeño y su amigo imaginario, nada menos que el mismísimo Hitler (que interpreta el director), cambia por completo con la irrupción en sus vidas de esta muchacha. Además hoy presentará su última novela Juana Vázquez, "Personajes de invierno" en el Café Comercial. Ella también es tertuliana del "Café Gijón" y nos habló de esta novela. Florencia del Campo y Alejandro Simón Partal presentarán el jueves los libros con los que ganaron en 2019 los premios de poesía y narrativa del Ayuntamiento de Barbastro, "Una buena hora" y "La versión extranjera", respectivamente, en la Librería Rafael Alberti. Flor es una excelente narradora argentina que nos habló hace poco de su novela también en la tertulia. De Alejandro quiero decir que hicimos juntos el Máster de Literatura Española de la Universidad Complutense, vino a mi tertulia cuando vivía en Madrid y yo aún la hacía en el Café Ruiz, y formé parte de su tribunal de tesis doctoral, "Inquietud de la minoría virgiliana: belleza y deporte en la poesía de Juan Antonio González Iglesias". 

La comida de la tesis la tuvimos en el restaurante del Museo del Traje que está en Moncloa, donde antes estuvo el Museo de Arte Contemporáneo. En ese lugar vi, siendo muy joven, "Un perro andaluz" de Buñuel tras jugar al tenis en las instalaciones de la Universidad. Esas hormigas en esa mano y el ojo atravesado por la navaja, y yo con pantalón corto y una raqueta en la mano en vez de unas hormigas.






domingo, 12 de enero de 2020

"Paseando ayer por el TEA (Tenerife Espacio de las Artes)".

Me gusta pasear por todas partes, por las ciudades, por el campo y por la mente de los artistas. En este último caso necesito meterme en los museos de arte contemporáneo para recordar que vivo en el siglo XXI. Como la de todo el mundo, mi formación comienza en el inicio de los tiempos, pero me siento claramente del mío. Y así presto atención a la pintura, la escultura, la arquitectura, la música, el video, Internet y la imaginación de los artistas de mi tiempo. Es la forma que tengo de conversar con la alteridad, la fluidez y las posibilidades de transformación. Los artistas de mi tiempo se preguntan sobre la imposibilidad de conseguir la verdad de las cosas en una época de crisis política y ecológica, donde se repiten los casos de ansiedad entre las personas y muchos empiezan a cuestionar los propios derechos humanos. En las fotografías he recogido las obras de Anne Lislegaard, Noruega, 1962, "El Maelström" 2017-2019, Patricia Domínguez, Santiago de Chile, 1984, "Ojos de plantas" 2019, y Nicolas Malevé, "Echando un vistazo a ImageNet" 2019. Como soy incapaz de vivir sin música he buscado al joven compositor nacido en Dresde Philipp Hermann que en su álbum de 2019 "Words" tiene una canción que se llama "Maelström". Mientras me tomo el primer café de la mañana pienso en las dos primeras fotografías de Lislegaard y el famoso remolino de Noruega. Ese maelström forma parte de la mitología y por eso es tan actual.

https://www.youtube.com/watch?v=YUlkNAAHGEE

El arte contemporáneo sirve para suavizar las jerarquías rígidas y abrir los límites fijos, incluso por las matemáticas. Y desde luego para amueblar mi cabeza.





sábado, 11 de enero de 2020

"El perseguidor" de Julio Cortázar para reanudar las tertulias en el "Café Gijón".

El próximo martes 14 reanudaremos las tertulias literarias en el "Café Gijón" como siempre a las 18.30 h., hablando del relato "El perseguidor", un claro antecedente de "Rayuela", es decir, una de las novelas esenciales del siglo XX, y desde luego de mi vida. Siempre he dicho que conocía París antes de haber ido por primera vez gracias a "Rayuela", lo que cuento en mi segunda novela, "Vivir es ver pasar". "El perseguidor" se publicó dentro del libro "Las armas secretas" (1959), junto a los relatos "Las babas del diablo" "Cartas de mamá", "Los buenos servicios" y el que da título al libro (al final pongo el link con el cuento). Estamos ante un homenaje a Charlie Parker, el jazz y la mismísima literatura a través de la deconstrucción del tiempo y el lenguaje. Su protagonista es Johnny Carter y "persigue" la armonía total y eterna (un estado del alma) a través de su saxo y las drogas. De esta manera intenta rebelarse contra las falsas apariencias y las máscaras del mundo cotidiano. Su amigo y biógrafo Bruno le "persigue" a él o al mito que él significa. Para intentar entender lo que Cortázar podía tener en la cabeza cuando escribió "El perseguidor" y "Rayuela" quizá lo mejor sea que escuchemos esta "Jam Session" del año 1952 que reunió a tres de los mayores saxos altos de la historia, Charly Parker, Johnny Hodges y Benny Carter, junto a Ben Webster y Flip Phillips como saxo tenor:

https://www.youtube.com/watch?v=KXP84ijiLbg

Este es el cuento:

https://www.ucm.es/data/cont/docs/119-2014-02-19-Cortazar.ElPerseguidor.pdf

Siempre he sabido quién era la Maga, quizá porque me gustan mucho el jazz, la literatura y París. Y la inmensa luna que estoy viendo ahora mismo sobre el mar.