martes, 7 de enero de 2020

"Sadeness, Kandinsky y el canto gregoriano".

Ayer me pasé parte de la mañana en un museo de arte contemporáneo leyendo a Kandinsky. En la cafetería del museo un DJ cambiaba los discos; la música subía de intensidad poco a poco. En cierto momento en mi mente se mezclaron unas palabras de Kandinsky sobre el arte con la enigmática y sensual música que "Enigma" dedicó al Marqués de Sade envuelto en canto gregoriano. El insecto que se mueve en todas las direcciones bajo un cristal cree gozar de una libertad ilimitada. Pero pronto choca contra ese cristal. El movimiento del cristal hacia adelante le permite recorrer un nuevo espacio; su desplazamiento está determinado por la mano que mueve el cristal. Esta época que se cree completamente libre choca siempre contra sus límites, que se volverán a desplazar pronto. La libertad y la intervención del espíritu se deben a que empezamos a percibir la resonancia interior en cada cosa. "Enigma" es un proyecto musical de un artista rumano, Michael Cretu, que vivió en París de niño y luego en Alemania. Experimenta con sintetizadores y computadores, como en la música contemporánea, y es aficionado a la música religiosa. En 1990 salió al mercado su primer disco que fusionaba varias épocas y estilos musicales. "Sadeness" es en realidad un juego de palabras entre la expresión inglesa "sadness", que significa tristeza, y el apellido del Marqués de Sade. Los coros gregorianos son de los siglos VI y VII.

Miré alrededor. La cafetería estaba llena de gente.

Dejo la mente en blanco. ¿Mi mente? La colaboración entre la libertad y el espíritu se reflejan en todas partes a través de mi mente. Supongo que la percepción y la intuición artísticas son algo así.

https://www.youtube.com/watch?v=x4maoo4A3x4



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