sábado, 31 de marzo de 2018

El tenis.

¿La vida es un juego?

Siempre que he jugado al tenis, algo que he hecho toda mi vida, como ayer en la cancha de la fotografía, me he planteado las mismas cosas.

Es ese instante en el que la pelota está a punto de pasar por encima de la red. ¿Y si no pasara?, me digo. ¿Y si cayera en mi campo? ¿Por qué nos enseñan a ganar, qué sentido tiene? 

¿En algún momento la pelota se podría quedar quieta, ensimismada, sobre el borde de la red y negarse a caer?

viernes, 30 de marzo de 2018

"Solenoide", de Mircea Cantarescu.

"Solenoide" (lmpedimenta, 2017), del escritor rumano Mircea Cartarescu, es la novela que he estado leyendo las dos últimas semanas. Cartarescu (1956) es profesor de la Universidad de Bucarest, doctor en literatura rumana con una tesis sobre el Posmodernismo y en su país tiene mucho éxito, tanto como en las redes sociales.

Después de aprenderme casi de memoria a Homero, Dante, Shakespeare, Cervantes, Sterne, Sthendal, Galdós (hice un máster en la Complutense solo porque una asignatura era sobre él), Joyce, Woolf, Rilke, Eliot, Jiménez, Proust, Faulkner, Borges, Pynchon o DeLillo, siempre creo que ya lo he leído todo, incluido lo que yo pueda escribir.

Sin embargo, a veces aparecen autores como este que escriben libros como "Solenoide" (no sé si es casualidad que en los últimos años haya visto varias películas rumanas estupendas en los Golem/ Alphaville y Renoir, empezando por la imprescindible "4 meses, 3 semanas, 2 días", de Cristian Mungiu, de 2007, y terminando por "Sieranevada", de Cristi Puiu, de 2016).

Estos son unos fragmentos de sus casi 800 páginas:

"En la adolescencia quise escribir literatura. No sé siquiera ahora si fracasé en el intento porque no era un verdadero escritor o por pura desgracia. En el instituto escribía poemas, conservo aún unos cuantos cuadernos y, gracias a algunos sueños, sé que escribí también prosa (...) En aquella época mi soledad era total. Vivía con mis padres en Stefan cel Mare. Leía ocho horas al día, daba vueltas y más vueltas en la cama, bajo una sábana empadada de sudor. Las páginas de los libros reflejaban el color siempre cambiante de los vastos cielos de Bucarest, del dorado de medio día en verano al rojo oscuro, plomizo, de las tardes nevadas en la profundidad del invierno. No me daba cuenta de cuándo oscurecía por completo. Mi madre me encontraba leyendo en una habitación sumergida en la oscuridad, cuando la página y la letra tenían prácticamente el mismo color y ya no leía, sino que soñaba que seguía avanzando en el relato, lo deformaba según las leyes del sueño(...)

"La caída" no era un poema, era el Poema. Era "ese solo objeto nobleza de la Nada". Era el producto último de diez años sin parar leyendo literatura. Durante diez años se me había olvidado respirar, toser, vomitar, estornudar, eyacular, ver, oír, respirar, amar, reír, producir leucocitos, protegerme con antincuerpos, se me había olvidado que mi cabello tenía que crecer y que mi lengua, con sus papilas, tenía que saborear la comida. Se me había olvidado pensar sobre mi Destino en la tierra y buscar mujer. Tirado en la cama como una estatua etrusca en su sarcófago, amarilleando las sábanas con mi sudor, había leído hasta casi la ceguera y la esquizofrenia. En mi mente no había espacio para los cielos azules reflejados en las charcas en primavera, tampoco para la melancolía delicada de los copos de nieve que se pegan a la esquina de un edificio enfoscado con repello rústico. Cuando abría la boca, hablaba con citas de mis autores preferidos. Cuando levantaba los ojos de la página, en la habitación sumergida en el ocre-rojizo de los atardeceres de Stefan cel Mare, veía claramente las letras tatuadas en las paredes: había poemas en el techo, en el espejo, en las hojas de los geranios traslúcidos que vegetaban en los tiestos. Tenía versos escritos en los dedos y en la palma de la mano, poemas escritos con tinta en el pijama y en las sábanas. Asustado, me dirigía al espejo del baño, donde podía verme de cuerpo entero: tenía poemas escritos con una aguja en lo blanco del ojo y poemas escritos en la frente".

Pues sí, Kafka, Borges, Pynchon y casi toda la literatura que he citado al principio.

(No soy un especialista, pero tengo la sensación de que la traducción del rumano de Marian Ochoa de Eribe es espléndida. El posfacio de Marius Chivu me gusta menos).

jueves, 29 de marzo de 2018

"El rostro de Jesús".

El "Domingo de Ramos" escribí un post en Facebook hablando de "El Evangelio según San Mateo", una de las películas más personales e inmensas de Pasolini, a pesar de su extrema sencillez. El papel de Jesús lo interpretó un actor que no era profesional, el barcelonés Enrique Irazoqui.

Hasta aquí todo normal.

Por la noche entré en Facebook y observé que, entre las personas que habían compartido el post, había una que se refería a Enrique Irazoqui como su amigo. Así que envié un mensaje al actor (algo bastante inusual en mí, ya que apenas utilizo Messenger) hablándole del post tras leer lo siguiente en su Wikipedia:

"Enrique Irazoqui (Barcelona, 5 de julio de 1944) es un actor, ajedrecista, economista y profesor de literatura español radicado en Cadaqués, Gerona.

Miembro de una familia de la burguesía, hijo de padre español, psiquiatra, y de madre italiana, empresaria. Irazoqui alcanzó la fama en 1964 con el papel de Jesús en la película "El Evangelio según San Mateo", de Pier Paolo Pasolini.

Tras estudiar economía en Barcelona, se trasladó a USA donde cursó estudios de literatura española, dado el hastío que le producía el mundo de la empresa; el hastío lo soportaba leyendo a Kafka y a los surrealistas cada noche.

El año 2011 recibió la Ciudadanía Honoraria de la ciudad de Matera, Italia. En octubre de 2011 participó en el homenaje que la Filmoteca de Valencia realizó al director con una retrospectiva completa de su filmografía.

En septiembre de 2014 recibió un homenaje por parte de la Mostra de Venezia".

Y, lo que es la vida, el otro día lo he encontrado yo en Facebook. A ninguno de los dos nos extrañaría que nos viéramos alguna vez por Cadaqués -uno de mis lugares favoritos de España-, con esa iglesia gótica, blanca, majestuosa, en lo alto, rodeada de pintores y bohemios, dominando el verde y el azul del Mediterráneo, casi creando la historia de amor de ese mar. A Pasolini me lo encuentro a veces entre las páginas de una de mis novelas, "Las mentiras inexactas", en la plaza Santa Ana, en pleno centro de Madrid, pero me gustaría que Enrique Irazoqui me hablara del Pasolini más personal paseando por el Mediterráneo.


miércoles, 28 de marzo de 2018

Ayer fue el día del teatro.

Ayer fue el día del teatro y por la noche asistí a una representación teatral en la plaza perdida de un pueblo perdido.

El teatro me gusta tanto que, para mí, de alguna forma, todos los días son los días del teatro. Desde que de pequeño me subía a un pequeño escenario del colegio, hasta que después lo hice a una tarima para dar clase (en realidad, suelo pasearme entre los bancos de mis alumnos y las personas que acuden a mis conferencias), sé que tengo alma de actor de teatro. Soy un cinéfilo empedernido, pero, como me gusta tanto la vida en directo y mirar a los ojos a la gente, nunca podría haber sido un actor de cine.

Ser escritor quizá no haya estado mal, me he dicho en muchas ocasiones, ya que me sale gratis. No tengo que ir a ninguna escuela a aprender. Solo debo leer, vivir y mirar a la gente a los ojos, como en el teatro.

Siempre he sabido que la literatura tiene que servir para buscar a los seres perdidos del planeta, aunque sea en el último pueblo perdido en medio de una plaza habitada por fantasmas.
 
 

martes, 27 de marzo de 2018

Es martes de Semana Santa, así que hoy no hay tertulia.

Este martes no hay tertulia. Desde siempre las tertulias se han adaptado a mi calendario académico. Aun así me parece curioso recoger unas palabras que escribió por aquí el otro día la poeta toledana María José Vidal Prado, a la que he conocido, físicamente, en una de las últimas tertulias del Café Gijón. Más que para mí, son palabras dirigidas a mis amigos tertulianos y, de alguna forma, a los amigos de la tertulia virtual de esta red social.

"Yo quería explorar Madrid. Me parecía que en todas partes iba a encontrar a los nuevos genios de la Literatura. Fui a un montón de bares de recitales y me encontré malos poetas y política de tres al cuarto. Poses bohemias y encefalogramas planos. Pero esta tarde fui al Café Gijón, a la tertulia de Justo Sotelo, y he visto un espacio en el que sobrevuela el alma de Paco Umbral y de tantos poetas de entonces o de ahora o de después, con fraternidad, sabiduría, sin manipulación. Es un oasis para quien ama la poesía. Hoy estaba Javier Lostalé, hablando de la belleza de lo que no existe".

(Y ya que estamos en días festivos, he puesto una fotos de pasadas tertulias, las primeras que me han salido al meterme en mi blog. Una primera con mis alumnas; otra que hicimos en el Teatro Buero Vallejo de Guadalajara, cuando la pintora Johana Roldán inauguró una de sus exposiciones, y algunas más con motivo de la visita de escritores como César Antonio Molina, Luis Alberto de Cuenca, Román Reyes, Pepo Paz o Cecilia Quílez).












lunes, 26 de marzo de 2018

¿Quién no tiene un jardín secreto?

 
A veces es una simple melodía, esa ansiedad de amor, la lágrima que ya no se deslizará por el rostro para perderse en el pasado. Es la primera caricia de una madre. Es un viaje interminable para ver el mar. El jardín secreto es una película de la que nos habían hablado antes de nacer. Son los versos que por fin nos atrevimos a escribir. Es una novela donde cada capítulo persigue la resonancia del futuro en un instante. El jardín secreto es saber amar a alguien que nos ama. Y entonces se produce el milagro, porque en su interior somos capaces de comprender el paso del tiempo.

El jardín secreto es nuestro lugar en el mundo.

Siempre me ha gustado el mensaje revolucionario e intelectual de Jesús, a través de la palabra.

Ya que hace unos días he hablado por aquí de una película sobre Karl Marx, quiero añadir hoy que la interpretación antropológica (1964) que realiza Pasolini -marxista, ateo y homosexual- resulta inteligente y apasionada. Lo hizo a través de "El evangelio según san Mateo", del que no cambió ni una palabra: 

Y luego está Bach, por supuesto:

https://www.youtube.com/watch?v=BBeXF_lnj_M

El otro día me bajé del autobús y me encontré de frente con este anuncio en la marquesina.

¿Por qué habrá gente siempre enfadada por todas partes, me pregunté, en el metro, en los aeropuertos, conduciendo, caminando, trabajando? Es como si el mundo les debiera algo y no les pagara.

Mientras pensaba en estas cosas, pasó junto a mí un niño de la mano de su madre. Le saqué la lengua, él me la sacó a mí, me alargó la mano y me ofreció un caramelo.

Luego sonreímos.

viernes, 23 de marzo de 2018

"Si este ser humano existe, ese es Justo Sotelo, a quien -a veces- confundo con un protagonista de ficción".

Esta es una de las últimas críticas de mi novela "Entrevías mon amour", por parte de la escritora y periodista argentina, afincada en París, Mónica Ivulich. Se me había olvidado compartirla por aquí, aunque es de finales de enero, pero, claro, solo soy un personaje de ficción y a veces me quedo encerrado entre las páginas de un libro.
Dice tantas cosas que no deja de sorprenderme que alguien dedique tanto tiempo a hablar de mí y de mi obra.

http://creacionytalentos.blogspot.com.es/2018/01/entrevias-mon-amour-de-justo-sotelo.html




 

jueves, 22 de marzo de 2018

"El joven Karl Marx".

“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Es uno de los puntos esenciales escritos por Karl Marx de la "Tesis sobre Feuerbach" del año 1845. Fue publicada por primera vez por Friedrich Engels en 1888 como apéndice a la edición aparte de su "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana". 

He tardado un poco en ver en el cine la película franco belga "El joven Karl Marx", del director haitiano Raoul Peck, porque esperaba la típica biografía. Sin embargo, lo que he encontrado es una película inteligente, basada en el diálogo y las ideas, nada partidista y donde tanto los hombres como las mujeres tienen un papel igualitario.

El inicio de la amistad entre Marx y Engels, que les llevó a la redacción de "El manifiesto comunista". Las intervenciones de Proudon, Bakunin y el pintor Courbet (el del famoso origen del mundo), las lecturas de Smith y Bentham, las conversaciones de las dos mujeres de los protagonistas, Jenny von Wesphalen y Mary Burns, la naturalidad de las interpretaciones y la sencillez con la que todo está contado hacen que sea una película estimable. Casi me ha parecido una obra de arte teniendo en cuenta que la anterior película que he visto en el cine ha sido "La forma del agua" y estuve a punto de dirigirme a la taquilla para que me devolvieran el dinero. 

Está claro que la inteligencia siempre triunfará, aunque a veces vivamos rodeados de infantilismo. 

Este es un trailer de la película que, en su versión original, está hablada en francés, alemán e inglés:

https://www.youtube.com/watch?v=94vcuZZUbpA

(Por cierto, una sorpresa ha sido encontrarme como protagonista a la actriz luxemburguesa Vicky Krieps, después de haberla visto en "El hilo invisible", donde está maravillosa).

En fin, Marx, Darwin, Nietzsche, Freud, Einstein, algo así como una parte esencial del siglo XX.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Ayer también llegó la primavera al "Café Gijón" de Madrid.

Lo hizo gracias a la poesía desnuda, abstracta, tan celestial como carnal, del poeta madrileño Javier Lostalé y su último libro, "Cielo", escrito en la estela de Altolaguirre, de Rilke, de Aleixandre, de Guillén, de Valéry.

Mientras Lostalé sintetizaba su libro en dos versos de Altolaguirre: "cielo interior en que guardo / astros de un mundo completo", me vino a la cabeza el delicioso "Dúo de las flores" de la ópera "Lakmé", de Leo Delibes. Algo así tiene que ser la primavera mística de la carne:

https://www.youtube.com/watch?v=Vf42IP__ipw

Por eso dos pequeños videos realizados por la poeta María José Vidal Prado durante la tertulia en los que Lostalé recita dos de sus poemas con esa voz maravillosa que nos hizo tan felices en "El ojo crítico" de RNE.





martes, 20 de marzo de 2018

¿Nos detenemos a mirar el silencio?

Es lo que hace el poeta Javier Lostalé en su último libro, "Cielo" (Fundación José Manuel Lara, 2018), gracias a su calidad y profundidad habituales, y por eso nos visitará esta tarde en la tertulia del Café Gijón, para hablarnos de ese silencio, así como de Aleixandre, su maestro, y de Rilke, al que no deja de releer.

Javier es amigo desde hace años y ha venido a la tertulia a presentar siempre sus libros, y alguno de los míos. Ahora que vuelve a visitarnos (18.30 en la cripta del Gijón) he recordado una foto de hace dos o tres años en la que estamos los dos con la poeta Angelina Gatell, una de las grandes damas de la poesía española, fallecida en 2017.

"Niebla" es un poema del "Cielo" de Lostalé (p. 23):

"Sin reino ni esperanza
descalzo te adentras
en tu propia niebla,
dispuesto a amar una vez más
el alba triste
de cuando tu corazón desnace.
Hay todavía en tus lágrimas
un muerto resplandor que respira,
y un perfume al que te rindes
en todo lo que no alcanzas.
Eres el que desnudo y sin nombre
pasa por la vida
como un secreto
nunca pronunciado".


La primavera en tus ojos.

Ayer la nieve lo cubría todo y tenía que conducir despacio. De pronto empezó a sonar el dúo de amor de "Madame Butterfly" y la nieve empezó a derretirse.


Ahora sí se apagó la luz. Cuando despertamos habían pasado dos noches.

sábado, 17 de marzo de 2018

Este es el video de mi intervención del jueves 15 de marzo de 2018 en el Campus de Aranjuez de la Universidad Rey Juan Carlos.

Lo más divertido y curioso de ir a dar una conferencia a alguna parte es no darla e improvisar un coloquio con otros conferenciantes. A Aranjuez fueron varios amigos desde Madrid, Patricio Herráez, Luis Pérez Montero, Almudena Mestre, Pepe Villacís, Antonio Franco, Raquel Ibar, Aurora da Cruz, Miguel Martínez y Carolina Cosculluela, y también se acercaron otros que viven en Aranjuez, como Ruth González, Inmaculada López y Jesús Cogolludo. A la mesa nos sentamos Pabló Alcalá (al que dirigí la tesis en su día), Francisco Rabadán (en cuyo tribunal de tesis formé parte) y yo. 

Teniendo en cuenta que acababa de comer en "El rana verde" un estupendo potaje de esos de Semana Santa, un pescado que estaba bien y unas fresas con nata como Dios manda, lo de menos era lo que después podía decir en esa mesa. Aun así, espero que os guste a mis amigos si decidís verlo y escucharlo (el video también es improvisado, por parte de Almudena Mestre, y a partir del minuto 10 solo se escucha porque dejó el móvil en el suelo para tomar notas. Acaba de subirlo a Youtube con su gentileza habitual. Como desconocía que me estaba grabando, no dejo de hacer gestos y aspavientos. Decididamente tenía que haberme dedicado al teatro).).

https://www.youtube.com/watch?v=bZDmAF9CvFc

viernes, 16 de marzo de 2018

En recuerdo del director de orquesta Jesús López Cobos.

Jesús López Cobos se encuentra entre los grandes directores de orquesta que ha habido en España. Murió hace unos días con 78 años. Hoy quiero recordarle porque asistí a muchos de sus conciertos, tanto en las óperas del Teatro Real como en el Auditorio de Madrid. "Un réquiem alemán" era una de sus obras preferidas; a mí también me gusta mucho. Además, Borges puso ese nombre a uno de sus cuentos de "El Aleph".

Esta es la obra: https://www.youtube.com/watch?v=pHMXoLIfPP4

López Cobos nació en Toro (Zamora) en 1940. Se licenció en Filosofía y Letras en la Complutense, pero se volcó en la música. Fue director titular de orquestas en Berlín, Cincinatti, Lausana y Madrid. Tenía un carácter fuerte y no se llevó bien con los burócratas españoles, pero su técnica y preparación eran envidiables. Se le conocía como el director filósofo.

Brahms pensó en esta música tras la muerte de Robert Schumann, como una meditación sobre la vida y la muerte a partir de textos bíblicos. Que se llame "alemán" obedece a que el texto está tomado de la traducción que hizo Lutero de la Biblia al alemán, en vez del texto canónico de la misa de difuntos de la liturgia católica en el que se reza por el eterno descanso de las almas de los difuntos. Por el contrario, Brahms –declarado agnóstico- seleccionó entre las páginas de la Biblia luterana los pasajes con los que compuso un canto de dolor, pero sobre todo de consuelo, misericordia y esperanza para todos los que sufren. 

Borges admiraba a Brahms y uno de sus cuentos de "El Aleph" lleva el nombre de esta obra. Estamos en Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial. El protagonista de la historia es Otto Dietrich Linde, ex subdirector de un campo de concentración condenado a muerte. En la primera parte, el lector se entera del pasado militarista de los parientes de Linde y de las numerosas influencias de su juventud, incluyendo a Brahms y Schopenhauer. En la segunda, el lector sabe que Linde se convirtió en subdirector de un campo de concentración tras resultar herido de bala en Tilsit. Entonces confiesa haber torturado a David Jerusalem, un poeta judío de quien casi tenía piedad. La última parte describe la visión apocalíptica por la que Linde justifica tanto sus acciones como las del Tercer Reich.

Las partes del réquiem alemán son estas:

I.-
Bienaventurados los que padecen,
pues ellos serán consolados.
(Mateo 5.4)

Los que siembran con lágrimas,
recogerán con alegría.
Se han ido y lloran,
y portan la noble simiente,
y retornan con júbilo,
y traen sus gavillas.
(Salmo 125, 5 y 6)


II.-
Entonces toda la carne,
es como la hierba
y todo el esplendor del hombre
es como la flor de los prados.
La hierba está seca
y la flor está marchita.
(Primera epístola de S. Pedro 1, 24)

Así, amados hermanos, sed pacientes
y esperad la venida del Señor.
Mirad al campesino que aguarda
el fruto precioso de la tierra
y espera paciente
la llegada de la lluvia
del otoño y la primavera.
Así, sed pacientes.
(Epístola de Santiago 5, 7)

Entonces toda la carne,
es como la hierba
y todo el esplendor del hombre
es como la flor de los prados.
La hierba está seca
y la flor está marchita.
Pero la palabra del Señor
perdura eternamente.
(Primera epístola S. Pedro 1,24,25)

Los que han de ser salvados
por el Señor retornarán
y vendrán jubilosos hacia Sión;
La alegría, la alegría eterna,
reinará sobre ellos.
La alegría y el gozo
se apoderarán de ellos,
y el dolor y el llanto
desaparecerán.
(Isaias 35, 10)


III.-
Revélame, por tanto, Señor,
que mis días deben tener un final,
que mi vida tiene un destino
y que me debo a él.
¡Mira!, en tu presencia, mis días son
como la palma de tu mano,
y mi vida, ante ti,
no es nada.

¡Ah!,
todos los hombres son apenas nada
y, sin embargo,
viven tan seguros.
Desaparecen como una sombra
y en vano se agitan;
Acumulan riquezas sin saber
a quién aprovecharán.
Y ahora Señor,
¿qué podrá consolarme?
En ti deposito mi esperanza.
(Salmo 38, 5-8)

Las almas de los justos
están en las manos del Señor
y ninguna pena podrá perturbarlas.
(Sabiduría 3, 1)


IV.-
Qué dulces son tus moradas,
¡Señor de los ejércitos!.
Mi alma se desespera
y suspira
por las cortes celestiales;
Mi cuerpo y mi alma
se alegran del Dios vivo.
Bienaventurados
los que habitan tus moradas,
que te alaban por siempre.
(Salmo 83, 2, 3 y 5)


V.-
Ahora estáis afligidos;
Pero yo os volveré a ver,
vuestro corazón se regocijará
y nada podrá privaros
de vuestro gozo.
(San Juan 16, 22-23a)

Os consolaré,
como una madre consuela a su hijo.
(Isaias 66, 13)

Mírame:
Qué escaso tiempo de fatigas
y trabajos he vivido
y he hallado un gran consuelo.
(Siracide o Eclesiástico 51, 27)


VI.-
Pues no tenemos en la tierra
una morada permanente,
por ello buscamos la del porvenir.
(Epístola a los hebreos 13, 14)

Mirad, que os revelo un secreto:
ciertamente, no moriremos todos,
pero todos seremos transformados;
En un instante,
en un abrir y cerrar de ojos,
a los acordes de la última trompeta.
Puesto que se escuchará la trompeta
y los muertos
resucitarán incorruptos;
Y nosotros seremos transformados.
Entonces se cumplirá lo escrito:
la muerte quedará cautiva
en la victoria.
Muerte,
¿dónde está tu espina?
Infiernos,
¿dónde está vuestra victoria?
(Primera epístola a los Corintios
15, 51 y 52, 54 y 55)

Señor, Tú eres digno
de recibir alabanza, honor y poder,
porque Tú eres el creador
de todas las cosas,
y por tu voluntad
son y han sido creadas.
(Apocalipsis 4, 11)


VII.-
Bienaventurados los muertos
que mueren en el Señor.
Sí,
el espíritu dice
que reposa de sus fatigas,
porque sus obras van tras él.
(Apocalipsis 14, 13)

Traducido por Jaime Goyena (1998).

jueves, 15 de marzo de 2018

"El río que nos lleva".

Hoy comeré en "El rana verde", junto al río Tajo, antes de dar una charla en el Campus de Aranjuez de la Universidad Rey Juan Carlos. A veces he comido en ese restaurante cuando he ido a Aranjuez, una de mis ciudades favoritas de este país. Aquellos paseos por el Palacio Real y sus jardines, por la Casa del Labrador, por los Jardines del Príncipe.

Podría escribir bastantes páginas en Facebook sobre las vivencias que he tenido en Aranjuez (incluida alguna fiesta en el palacete de uno de los miembros más conocidos de la "jet set" madrileña), pero solo comentaré la primera vez que me encontré con José Luis Sampedro, precisamente en "El rana verde". Ambos comíamos allí y nos presentó un amigo común. Le dije que a veces nos comparaban (los dos economistas, él catedrático y yo a punto de serlo, y los dos escritores, pero él mucho más alto y mayor que yo). También le hablé de las que consideraba sus obras maestras, "Octubre, octubre" y "La sonrisa etrusca" y él lo hizo de una novela anterior, "El río que nos lleva", publicada en 1961, y donde se refiere a los gancheros del río Tajo en su trabajo de transportar la madera​ río abajo, desde la Serranía Ibérica, en Guadalajara, hacia los barrancos y parameras de La Alcarria, y desembocar en la vega de Aranjuez.

Un tiempo después le invité a mi tertulia y lo convertí en personaje de mi novela "Las mentiras inexactas".

El río que nos lleva, como la propia vida.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Dos momentos de la tertulia de ayer con la escritora Cecilia Quílez en el Café Gijón.

En la primera foto firma su último libro, "Caligrafía de la necesidad", (Bartleby Editores, 2017) y en la segunda mira a la cámara para que la poeta Teresa Pacheco nos saque una foto a Pilar Rivera, a mi querido Javier Del Prado y a mí.

Hay otros dos fotos que no hicimos a Cecilia, pero que fueron emocionantes a lo largo de la tarde, cuando leyó una carta a su padre, que forma parte de su libro "La hija del capitán Nemo", y cuando leyó el último poema del libro de Caligrafía, donde habla tanto de la crisis económica como de la crisis interior de cualquier sujeto:

"Tengo un ordenador regalado Una casa a medias Una tarjeta de crédito Una impresa rota Un jardín en el olvido Una habitación sin vistas Un teléfono para la esperanza No pruebo apenas la carne Ni el pescado fresco No voy al peluquero Mi piel es una ong sin fondos Soy una marca blanca sin blanca Un poema no sé si es un poema Omito los signos ortográficos Debería escribirme pero tampoco tengo dinero para pagarme No consumo drogas pero mi ángel está todo el día colocado Tuve nómina Firmé 19 años de inquietud hasta fin de mes No di las gracias No me dieron las gracias He tenido un chófer Le he contado mi vida Pagué para que limpiaran mis miserias He tenido un hombre He callado para que limpien las suyas Hoy rezan por mí gratis unos pocos a los que pude ayudar Encienden velas por mí No entienden de poesía Algunos poetas dicen que de esto no se vive mientras comen He pasado hambre No me han invitado a comer Yo no entiendo nada Nací en el siglo XX Creo que voy a morir escribiendo Y soy feliz".

Tardes de tertulia literaria en el centro de Madrid mientras cae el invierno sobre la ciudad.


martes, 13 de marzo de 2018

Cecilia Quílez es una de las poetas españolas con más clase que conozco. Hoy nos visitará en la tertulia del Café Gijón.

Nació en Algeciras, aunque vive en Madrid desde pequeña. Ha publicado "La posada del dragón", "El cuarto día", "Vísteme de largo" y "La hija del capitán Nemo", sobre el que creó el año 2015 "Memoria salina", un poema cinematográfico presentado en la Fundación José Hierro. Este es un video poema recitado por ella de ese libro: https://vimeo.com/117676158

A finales del año pasado la editorial Bartleby publicó su último libro, "Caligrafía de la necesidad". Esta es una reseña del mismo por parte de la también escritora Violeta Serrano en la "Revista de Letras".
http://revistadeletras.net/renacimiento-de-cecilia-quilez/

También dejo una entrevista de Youtube, en el espacio "Con versando", que le hizo la poeta Paloma Corrales -a la que conocí hace un tiempo cerca del pueblo más bonito de Alicante- y que sirve para conocerla un poco más: https://www.youtube.com/watch?v=XFDo9vH302Q

Hoy será como siempre a las 18.30 en la cripta del Café, Paseo de Recoletos 21 de Madrid. (La fotografía es en el claustro de la catedral de León por Santos Perandones).

lunes, 12 de marzo de 2018

El próximo jueves 15 volveré a ir a la Universidad Rey Juan Carlos para dictar una conferencia sobre las cosas que me gustan y divierten, como hace dos años.

Será a las 16,45 h. en su Campus de Aranjuez y esta vez hablaré de "Estética y Economía". Es curioso que, para el cartel de las jornadas, los organizadores hayan elegido esa foto que me hice mirando hacia arriba en un espejo que está en una de las calles de Madrid. Supongo que tendrá algo que ver con el título de las conferencias: "Paradigma económico emergente" (entre el 14 y 16 de este mes):

https://paraecom.org/sotelo-navalpotro-j-estetica-economia/

Es difícil definir el concepto de estética y a veces se recurre a la clasificación de sus diferentes facetas: artes plásticas, música, literatura o cine. Quizá también se podría incorporar la economía, ya que como ciencia intenta basarse en la perfección de sus teorías y modelos, tanto en el modelo clásico, como el keynesiano y el de síntesis. Incluso la forma de vestir de algunos economistas, por ejemplo en universidades de París y americanas, sigue un planteamiento estético. La estética y la economía necesitan de una Filosofía que esté detrás.

De estas cosas pienso hablar el próximo jueves.

"La historia de Melody Gardot y unos zapatos de tacón de cristal".

Me despierto escuchando "Our Love is easy" entre las olas. Melody Gardot (Nueva Jersey, 1985), es una de las cantantes de jazz más admiradas de la actualidad. Con 19 años iba en bicicleta por una calle de Filadelfia y fue atropellada por un coche que se saltó un semáforo en rojo.

Quedó en el suelo con la pelvis fracturada e infinidad de traumatismos. Hasta entonces pintaba y soñaba con trabajar en el mundo de la moda. Tardó varios meses en volver a hablar y caminar -su cerebro funcionaba, pero las palabras no salían de su boca-. Un neurólogo le animó a usar la música como terapia. Al principio lo hacía porque le fallaba la memoria a corto plazo. En una entrevista para EL PAÍS dijo: “Cuando regresé a casa había un par de zapatos de tacón de aguja al pie de la cama y no dejaba de mirarlos pensando que algún día me los pondría. Conocí a una osteópata muy especial a la que no le importaba el negocio de las aseguradoras médicas o el número de pacientes que debía atender cada día, y le pregunté si creía que podría volver a caminar algún día. Y ella me contestó: "Nena, yo te voy a ver bailando”.

Hoy sigue siendo hipersensible al sonido y la luz -de ahí sus gafas oscuras, tanto en su vida cotidiana como en los conciertos- y a veces camina con un bastón. Su última visita a España fue hace dos años para un concierto en Barcelona, donde se dirigió al auditorio en castellano con acento portugués. Por algún lado he leído que le preguntaron dónde había aprendido esos idiomas y ella contestó que los aprendía en la cama (había tenido un novio argentino y otro portugués).

"Our Love is easy" es una canción deliciosa que compuso en 2009 junto a Jessi Harris y dentro del álbum: "My One and Only Thrill".

https://www.youtube.com/watch?v=SkBuxeIsXDo

La letra habla de esos amores irremediables, marcados por un destino que ha “condenado” a dos corazones a no estar completos hasta que se funden con su amante en cuerpo y alma. Son relaciones en las que no hace falta hablar mucho; no se necesitan anillos y se puede convivir sin exigir nada y con la emoción de que cada beso es como el primero. La música comienza con la sección de cuerda que llevará todo el peso del inicio de la canción. Después aparecen la batería tocada con escobillas, el bajo, el piano, la trompeta y el saxo, arropando a esa voz suave en busca de la emoción.

En fin, me tomo un café mientras las olas siguen mezclándose con la voz de Melody Gardot. 

Cómo no voy a ser escritor ante la belleza de este mundo. 

Cómo no voy a amar la música.

Un libro, un café, el mar y un vals de Satie.


"Querido Justo, lo terminé. La frase de la izquierda es genial y el libro en sí una maravilla que permite soñar con cosas que yo hubiese deseado sentir. Un abrazo. Ahora a por el próximo. Ya me siento feliz de haber leído un libro tuyo y saber y comprender de qué hablan los otros".

Son palabras que escribió el otro día por aquí mi amiga virtual sevillana, de Camas, Angeles Vazquez Martinez. Ese día había recibido mis "Cuentos de los viernes" y esa misma tarde leyó el libro.

Lo demás lo susurran la música y el mar que estoy viendo y escuchando ahora mismo.

viernes, 9 de marzo de 2018

"Un paseo por los estudios de RTVE".

He puesto más abajo el audio de la entrevista que me hicieron el otro día en RNE-Radio Exterior de España sobre mi novela "Entrevías mon amour". El programa se llama "Sexto continente", está dirigido por Miguel Ángel de Rus y dedicado a "Tenerife Noir".

Siempre que puedo me apetece ir en persona a los estudios de Prado del Rey para que me entrevisten, y caminar por los pasillos de RTVE. No sé por qué, pero cuando lo hago recuerdo a Iñaki Gabilondo retransmitiendo desde allí los acontecimientos del histórico golpe de estado del 23F. También es recurrente en mis recuerdos en blanco y negro la imagen de Mariano Medina contándonos el tiempo que "tal vez" hiciera en España ese día. Y lo mejor es que a veces acertaba. Era aquella televisión en blanco y negro, junto a la cadena del UHF, donde empecé a ver películas que entonces se llamaban de arte y ensayo. Allí estaban los coloquios de "La Clave" de Balbín y los libros de "Encuentros con las letras", y las películas de Ford, Hitchcock, Hawks, Wilder, Visconti, Bergman.

En fin, los recuerdos que nos hicieron. La foto está sacada en el estudio de la entrevista, que se escucha a partir del minuto 30.35 aprox.

http://www.rtve.es/alacarta/audios/sexto-continente/sexto-continente-mejor-novela-negra-espanola-calienta-motores-para-tenerife-noir-03-03-18/4500542/


jueves, 8 de marzo de 2018

En el Día Internacional de la Mujer, mis alumnas y alumnos entre libros.

Este día se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Dinamarca, Alemania, Austria y Suiza, y después se fue extendiendo por otros países. Al principio se llamó Día de la Mujer trabajadora. La ONU lo institucionalizó en 1975.

Estoy convencido de que la cultura y la educación nos hacen libres e iguales, aunque seamos tan distintos.

(Las fotos están tomadas en dos Ferias del Libro en el Retiro. La generación de estos chicos es la menos xenófoba, homófoba, machista y violenta de la historia de España. Y la más inteligente).


El futuro de la literatura y de la propia vida.

En la tertulia de ayer en el Café Gijón constaté dos cosas interesantes para poder afirmar que la literatura tiene futuro. Y no hablo de la forma en que esta se manifieste en los próximos años, sobre un papel, un ordenador o de manera oral.

A los tertulianos habituales se les sumaron varios alumnos míos de este año. Se sentaron cerca de mí y de Pepo Paz, nuestro escritor invitado, y durante hora y media escucharon atentamente las explicaciones sobre sus libros de viajes, sobre los destinos arqueológicos de este país que nos remontaban a la prehistoria, los cielos estrellados, la guía de Soria y los hermosos rincones de Madrid pintados con acuarela.

Cuando pregunté a Pepo por la causa real que le motivaba a publicar un libro de relatos que había escrito durante media vida, dijo que lo hacía para que algún día lo leyeran sus hijos.

Después de todo, él siempre quiso ser físico y mirar las estrellas.