miércoles, 14 de marzo de 2018

Dos momentos de la tertulia de ayer con la escritora Cecilia Quílez en el Café Gijón.

En la primera foto firma su último libro, "Caligrafía de la necesidad", (Bartleby Editores, 2017) y en la segunda mira a la cámara para que la poeta Teresa Pacheco nos saque una foto a Pilar Rivera, a mi querido Javier Del Prado y a mí.

Hay otros dos fotos que no hicimos a Cecilia, pero que fueron emocionantes a lo largo de la tarde, cuando leyó una carta a su padre, que forma parte de su libro "La hija del capitán Nemo", y cuando leyó el último poema del libro de Caligrafía, donde habla tanto de la crisis económica como de la crisis interior de cualquier sujeto:

"Tengo un ordenador regalado Una casa a medias Una tarjeta de crédito Una impresa rota Un jardín en el olvido Una habitación sin vistas Un teléfono para la esperanza No pruebo apenas la carne Ni el pescado fresco No voy al peluquero Mi piel es una ong sin fondos Soy una marca blanca sin blanca Un poema no sé si es un poema Omito los signos ortográficos Debería escribirme pero tampoco tengo dinero para pagarme No consumo drogas pero mi ángel está todo el día colocado Tuve nómina Firmé 19 años de inquietud hasta fin de mes No di las gracias No me dieron las gracias He tenido un chófer Le he contado mi vida Pagué para que limpiaran mis miserias He tenido un hombre He callado para que limpien las suyas Hoy rezan por mí gratis unos pocos a los que pude ayudar Encienden velas por mí No entienden de poesía Algunos poetas dicen que de esto no se vive mientras comen He pasado hambre No me han invitado a comer Yo no entiendo nada Nací en el siglo XX Creo que voy a morir escribiendo Y soy feliz".

Tardes de tertulia literaria en el centro de Madrid mientras cae el invierno sobre la ciudad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario