miércoles, 30 de junio de 2021

"Presencia ausente o ausencia presente de Dios en La muerte lenta de Justo Sotelo".

"La muerte lenta" (1995) es la primera novela que publiqué, y lo que me apetece señalar mientras me tomo el primer café de la mañana, es que desde que se publicó el artículo en diciembre de 2020 en la revista por pares "Actio Nova" de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Autónoma de Madrid, ya se ha descargado en 124 ocasiones, incluidos estos últimos meses de pandemia. En esta foto se encuentra el autor del artículo, el profesor Patrick Toumba, en un acto en su Universidad de Maroua en Camerún. Como señala en la introducción, en esta época de la posmodernidad literaria abundan personajes en crisis de valores y en disonancia con los espacios en los que se mueven. Por eso se refugian en sí mismos o buscan una realidad externa a la que poder aferrarse, como el doctor Toumba observa en mi novela. La presencia del número tres, símbolo de la Trinidad, y la narración efectuada en segunda persona, son hechos que pueden entenderse como las huellas de la presencia de Dios. El método semiótico es el que aplica en su estudio.
 
Esta es la revista y la bibliografía que ha utilizado:
 
Este es el espléndido artículo:
 
Y esta es una de las músicas de la novela. El protagonista no tiene nombre, pero empieza la historia diciendo que hay tres cadáveres en su vida, su juventud, Van Gogh y Enrique Espejo. En realidad él quiere ser su amigo, "su espejo", un sujeto que escribe sonatas de flauta. Ahora me tomo el primer café del día y escucho la música que escuchaba mientras escribía la novela. Ya que el artículo se ha publicado en una revista universitaria, nos podemos ir al Paraninfo de la Universitat de Barcelona para escuchar a la Jove Orquestra Simfònica de esta ciudad.
 
Después de todo decir Mozart es decir paz y felicidad:
 
 

 

martes, 29 de junio de 2021

"Cuando la escritora Patricia José Álvarez vino al Gijón".

Aunque hoy es martes, la tertulia del Café Gijón está de veraneo, lo que no ha impedido que el otro día me bebiera una horchata en su terraza del Paseo de Recoletos. 
 
Mientras me tomo el primer café de una bonita mañana de verano, esta red social me recuerda que Patricia José nos visitó hace tres años en la tertulia del Café Gijón para hablarnos de "Las reglas del juego", su primera y espléndida novela, de la que hablé en mi blog. Nos habíamos conocido un año antes cuando presenté en el Casino de la Puerta del Sol un libro del escritor Fausto Guerra, aunque nos presentaron un par de horas más tarde en la terraza de uno de los hoteles de la Gran Vía de Madrid, donde se sirvió el cocktail. Desde el principio me pareció una escritora que cree en la literatura y a la vez en la vida, o en la mezcla de ambas. Además es una mujer que tiene mucha clase, lo que he podido constatar porque nos hemos hecho muy amigos. Aunque vive en Madrid desde hace años, tiene un sentido del humor muy asturiano, ya que nació en Luarca, con un sonrisa limpia y cariñosa, como se observa en la fotografía con una graciosa Almudena Mestre, Javier del Prado (y su perfil de patricio romano) y conmigo.
 
El palacete de la calle Alcalá fue fundado en 1836. Nada más subir las escaleras de la entrada te trasladas por arte de magia a uno de los palacios de Viena o de los salones de los castillos del rey Luis II de Baviera, aquel rey loco enamorado de las óperas de Wagner que le construyó a este su teatro y era primo de Sisí o Romy Schneider. Por la escalera principal llegas hasta una biblioteca bellísima y a una terraza desde donde puede tocarse el cielo azul de Madrid con los dedos. 
 
Allí suelo imaginarme siempre a Patricia José, bajando las escaleras mientras suena un vals de Johann Strauss. La verdad es que no se me ocurre un mejor amanecer que escuchando esta música:
 

lunes, 28 de junio de 2021

"Espejos en el espejo".

Se mezcla el arte con la botánica y los tejidos, me sitúo junto a una escultura que sigue el ritmo de mi voz, que sube y baja si digo algo, me meto en un espejo durante unos instantes, me desdoblo en un tempo lento, minimalista, meditativo, como si siguiera las tres notas ascendentes del piano y el desplazamiento por la escala diatónica de forma escalonada del cello. Cada línea melódica ascendente es continuada por una "frase espejo" descendente. Es una mañana de domingo en "La casa encendida", respirando el arte de mi tiempo, la música de mi época a veces pura e inocente que me hace pensar, que me acompaña en la creación perpetua que siempre ha sido mi vida, dentro y fuera del espejo. Y pienso en los placeres y dolores aparejados a la convivencia, la autonomía, la soledad y el ansia de pertenencia. Escucho a Arvo Pärt mientras sigo dentro del espejo, estoy a la vez, observo alrededor y soy las propias obras que veo y pienso, estoy en mi tiempo de una forma determinada, es mi forma de estar en las salas de arte que visito, en la música que escucho, soy simultáneo a lo que ocurre en este instante y a lo que sucedió hace miles de años, testigo de las sombras y las ausencias, soy lo que aún no ha sido:
 
Soy contemporáneo a mí mismo.
 




 

domingo, 27 de junio de 2021

"When I Fall in Love".

 Amanece un domingo de verano en Madrid.

¿Bailamos juntos mientras abrimos los ojos o prefieres escuchar a Miles Davis?, te pregunto con la taza de café en la mano. Me dices que prefieres bailar, y te agarras a mí. Sonrío, paso una mano por tu frente, te subo ligeramene el pelo y te estrecho aún más contra mi pecho. Los dos sabemos que la madre de Davis tocaba el violín y su hermana Dorothy el piano; su abuelo tocaba el órgano, y en su casa se escuchaban las canciones de los esclavos de las plantaciones de algodón (góspel, blues y worksong). Miles no dejaba de escuchar música en la radio, vender periódicos y ahorrar algo de dinero para comprarse discos de jazz, que ya escuchaba desde los ocho años, sobre todo de Louis Armstrong, Duke Ellington, Count Basie, Bobby Hackett, Bessie Smith y Harry James, hasta que un día un médico amigo de su padre le regaló una trompeta, y él se animó a estudiar música. Luego se fue a París, mucho antes que nosotros, pero eso no nos importa. Años después lo encontramos en un club de jazz porque el tiempo es circular para el amor, el arte y la belleza.
 
Y ahora toca la trompeta para nosotros, en esta mañana de verano, en este domingo de verano mientras amanece en Madrid, para ti y para mí, aunque decir tú y yo sea redundante:
 
 

 
 
 

sábado, 26 de junio de 2021

"Himno al amor".

"Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
 
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
 
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
 
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
 
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
 
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
 
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
 
Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
 
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor".
 
Hoy me he despertado con deseos de leer la 1ª Carta de San Pablo a los Corintios, y observar cómo la introduce Krzysztof Kieślowski en su película "Azul" a partir de la música de Zbigniew Preisner. La escucho y me viene a la cabeza un detalle del "Tristán e Isolda" del pintor santanderino Rogelio de Egusquiza (1910, Museo de Bellas Artes de Bilbao), que vivió casi toda su vida en París y fue amigo de Wagner.
 
Es la "Canción para la unificación de Europa".
 
Es un himno al amor:
 


viernes, 25 de junio de 2021

"Mis conversaciones con Virginia Woolf".

Ayer escribí un post sobre Electra y la complejidad de las mujeres y ahora, mientras me tomo el primer café de la mañana, pienso en el complicado papel que han tenido las mujeres para ser consideradas tan buenas escritoras como los hombres. Recuerdo una tertulia (en la fotografía con Mercedes de Vega, José Manuel y Cefe), en la que hablé de lo mucho que he leído y me ha interesado siempre Virginia Woolf, sobre todo desde que Paqui me hablara de su libro favorito, "Al faro", y después de conocer a Ana María Navales y sus "Cuentos de Bloomsbury", uno de los mejores libros de cuentos españoles de la segunda mitad del siglo XX. 
 
Para Woolf la mujer "contada" por la literatura es un ser interesante: bueno y malo, dulce y trágico. Clitemnestra, Medea, Desdémona, y no solo en el teatro, sino en las novelas de Balzac o de Proust. Pero, ¿cómo ha sido tratada como escritora?, se pregunta. Si lo gatos sin cola no van al cielo, me dijo una tarde mientras paseábamos por la Gran Vía, las mujeres tampoco podrán escribir como Shakespeare. ¿Si Shakespeare hubiera tenido una hermana llamada Judith, habría sido capaz de escribir todas las obras de su hermano? Él aprendió latín en la escuela secundaria, donde leyó a Ovidio, Virgilio, Horacio, así como gramática y lógica. Vivió una juventud aventurera y se fue a Londres en busca de fortuna después de tener un hijo. Le gustaba el teatro, eso estaba claro. Fue actor, autor, tuvo éxito y el amo del mundo en su tiempo. ¿Y su hermana, qué habría podido hacer ella? Sus padres la querrían, claro, pero hubieran pensado en casarla con el hijo de un rico comerciante de la localidad. Y como Judith estaría enamorada de la musicalidad de las palabras, huiría de casa (pudo haberlo hecho, sin duda), se iría también a Londres, querría trabajar en el teatro, pero nadie la contrataría. Acabaría preñada de un autor o actor o director. Moriría sin pena ni gloria, se llamara Judith o no. Cualquier mujer “artista” en el siglo XVI se hubiera vuelto loca por vivir algo parecido, o incluso se habría suicidado, aunque es posible que también les ocurriera a muchos hombres. 
 
En su opinión, escribir una obra genial era una proeza. Todo estaba en contra de la mujer que quería ser escritora: los perros ladraban, la gente gritaba, había que conseguir dinero, la salud fallaba cuando menos se esperaba. El mundo no le pedía que escribiera una obra, y tampoco una obra maestra. Si salía era casi un milagro. En el caso de la mujer (no en el de Carlyle, Keats o Flaubert, me asegura tras pedir una horchata en la terraza del Círculo de Bellas Artes) será un doble milagro. Ya no sería eso de escribe si quieres, que a mí me da igual, dirigido al hombre, sino ¿escribir, para qué?, en el caso de las mujeres. Virginia mira hacia el cielo de Madrid, y me habla de Jane Austen, las hermanas Brontë y George Eliot, mujeres que abrieron el camino a otras muchas mujeres, algo similar a lo que ocurrió siglos atrás con los hombres que se dedicaban al arte. Austen escribió sin odio, sin amargura, sin temor, sin protestas, sin sermones, y algo similar le ocurrió a Charlotte Brontë. A través de este razonamiento, Virginia Woolf llega a una primera conclusión, las mujeres escriben como escriben las mujeres, no como lo hacen los hombres. Y pasa a hablarme de los autores vivos. En su época, las mujeres escriben de todo, y usan la literatura como un arte (casi autobiográfico) que terminará convirtiéndose en un medio de expresión. Ahora hay que ser más severo con las propias escritoras que empiezan a dominar el terreno intelectual. ¿Por qué las escritoras creaban heroínas tan simples, alejadas de complejidades sentimentales? Es evidente que Virginia no pretende caer en la “tonta” y gratuita alabanza de su sexo.
 
Me dice que nos demos un paseo por el Retiro y entonces saca una segunda conclusión para las mujeres escritoras. Tienen que escribir olvidándose de que son mujeres y llenar las páginas de la cualidad sexual que solo se logra cuando el sexo se ha convertido ya en algo inconsciente de sí mismo. Y mientras pisamos la hierba se refiere a aquel tiempo en que las mujeres no podían pisar la hierba o entrar en una biblioteca salvo que la acompañara un "felow”" o "scholard". Es el 26 de octubre de 1928, un día en el que Londres no piensa en escribir novelas, ya sean de hombres o mujeres, ni en Shakespeare. Mi amiga reconoce el esfuerzo para separar un sexo de otro, con su influencia sobre la "unidad de la mente". Porque lo ideal es que los sexos cooperen. ¿La mente tiene también dos sexos, se pregunta, que se corresponden con los dos sexos del cuerpo que necesitan estar unidos para lograr la satisfacción y la felicidad? Quizá lo ideal es que existan escritores "andróginos". Coleridge argumentó que las grandes mentes son andróginas, como ocurre con los escritores que la apasionan: Shakespeare, Sterne, Keats, el propio Coleridge. La mujer es ser mujer con algo de hombre, y el hombre es hombre con algo de mujer.
 
Me vuelvo a casa escuchando música con los cascos. A veces las horas pasan sin que me dé cuenta, me dice la señora Dalloway al principio de la calle Princesa:
 

jueves, 24 de junio de 2021

"Electra o la complejidad de las mujeres".

Ayer leí el último libro de poemas de la escritora mallorquina Lluisa Lladó (1971), publicado por Torremozas en 2020 y que se presentó virtualmente esta misma semana, pero del año pasado. Es un libro que aborda, de manera inteligente y culta, el maltrato en la familia, sus efectos sobre la personalidad femenina y esa delicada línea que separa el bien del mal. El mes de marzo de 2020 leí su anterior libro de poemas, "El arca de Wislawa", que se inspira en la poeta y nobel polaca Wislawa Szymborska, y escribí esto en mi blog:
 
 https://sotelojusto.blogspot.com/2020/03/la-poesia-se-salva-por-los-pequenos.html 
 
Leer ahora este libro que gravita sobre el personaje de Eurípides y Sófocles, con aquella venganza de Electra y Orestes hacia la madre Clitemnestra, que ha asesinado con la ayuda de Egisto a su marido Agamenón, es un placer intelectual, como ya he dicho. Todo viene del comportamiento de Agamenón con la hija mayor, Ifigenia, a la que sacrifica antes de la guerra de Troya. Este es un asunto de una enorme fuerza dramática que siempre me ha interesado mucho (el personaje de Judith de mi novela "Entrevías mon amour" se inspira en Ifigenia y las dos óperas de Gluck sobre el personaje). Con esto quiero decir que me apetece leer textos sinceros que todavía tienen cosas interesantes que decirme, como esta Electra que comienza con la carta que Louise Colet envía a su amante Gustave Flaubert para decirle que lo continúa amando a pesar de que él ya no quiera seguir con ella. En la carta se observa la pasión sexual que no deja de consumir a Colet, una poeta que también fue amante de Victor Cousin, un filósofo francés que realizó una síntesis del pensamiento de Descartes, Kant y la escuela escocesa. 
 
ME LLAMO ELECTRA Y SOY TU HIJA. 
 
"Mi padre con sus manos de panadero 
amasaba el pan, fruto para la lengua humana. 
Sus manos, alburas bíblicas de harina. 
Esponjosas, tiernas ramificaciones del obrero. 
Dedos que construían puentes entre los edificios de azúcar 
para la boca de los niños. 
 
Sus manos destructoras, demoliendo a la madre, 
machacando al ente. 
La guerra. 
Mi madre con un paño blanco detrás de la trinchera. 
Ángel exterminador 
intentando malear a la escultura. 
El buen hombre que horneaba el pan al vecindario. 
El demonio que me enseñó a sobrevivir". 
 
A PALOS. 
 
Este poema se lo dejo recitar a ella:  
https://www.youtube.com/watch?v=cTz_MxU84G4 
 
RETRATO DE UNA DAMA. 
 
"No prometo nada de lo que pueda ofrecer 
pero es la hora de enterrar al padre, 
de exorcizar su figura de palo a palos. 
 
Todos mis actos son consecuencia de mi voluntad,
 y es de cobardes admitir la derrota por el fallo externo. 
 
Me eximo de la sentencia, porque hemos nacido libres 
con demasiados influjos de estrellas: La fe, la familia /
 y la dictadura agónica.
 Amar más de lo estipulado. ¿Qué delito puede ser?
 Si la naturaleza no priva
 a los duraznos de su hermosura con conservantes artificiales
 La trampa de lo que el ojo poético oberva y el paladar acata.
 No tuve una niñez al uso. 
Me formaron para la lucha con el martillo,
 con el padre que en mis decisivos años de vida 
/fue un cincel constante.
 ¿Se puede vanagloriar al ogro maltratador que te dio la vida?
 Tengo miedo al sentimiento, sigo asociándolo al pecado 
/y a lo endeble. 
Es la hora de matar al padre como escribió Rosa Silverio. 
Lanzando un puñado de tierra en su nombre encima 
/de mi cabeza. 
Descansemos en paz". 
 
Además, el hecho de leer el libro (por cierto, la poeta dominicana Rosa Silverio estuvo invitada en su día en la tertulia para hablarnos de su libro "Matar al padre", 2014) me hizo volver a ver anoche la ópera de Richard Strauss en un acto sobre Electra, con su libretista preferido, el escritor Hugo von Hofmannsthal. Y eso también se lo agradezco a Lluisa Lladó. Tiene una de las músicas más brutales de la historia de la ópera, y esta versión me parece excelente:  
 
https://www.youtube.com/watch?v=jq1qfG0r4LE
 

 

miércoles, 23 de junio de 2021

"Filosofía, poesía y mito".

En el principio fue el verbo, el logos, nos recuerda María Zambrano, la palabra creadora y ordenada que pone en movimiento y legisla. Y de él se sirve la filosofía para dotar de estabilidad al universo que el ser humano siempre ha visto caótico. En ese sentido la poesía duda entre lo que afirma y lo que niega, y parte de la incertidumbre para tratar de encontrar un camino. El mito intenta entender lo sagrado, relacionar lo inmanente con lo trascendente.
 
Ayer dediqué una parte de la tarde a leer un artículo con ese título publicado en la revista mexicana "La Colmena" en la que colaboro a veces como revisor, del profesor de la Universidad Autónoma de México José Mariano Iturbe-Sanchez, y que comienza así: "Las reflexiones que se han suscitado en Occidente sobre las diferencias y convergencias entre poesía, filosofía y mito son múltiples, ya que las tres tratan de dar una respuesta a las distintas problemáticas del ser humano. La poesía mantiene abierta una senda ante las dificultades que enfrenta el individuo al encontrarse en un universo en el que debe hallar los estatutos que revelen las características primordiales que fundamentan el cosmos, como afirma Parménides de Elea al señalar el Ser configurador de la realidad. La filosofía, por su parte, mantiene una dialéctica desde la cual intenta manifestar la Verdad; la tradición platónica sirve como ejemplo de esto. A su vez, el mito sostiene cada uno de los aspectos individuales y sociales de la persona, como demuestra Gilbert Durand". 
 
Este es el artículo:
 
Ya me resulta atractivo el leer tan solo el nombre de Gilbert Durand (Chambéry, 1921-2012), el antropólogo y crítico francés creador de la "Mitocrítica", y no porque yo naciera en otro Chamberí, aunque el suyo es de la Saboya francesa y el mío está en el centro de Madrid. Después de hacer la carrera de Teoría de la Literatura y Literatura comparada asistí como oyente a la asignatura de Mitocrítica, que no pude cursar por el horario (ya era catedrático de economía cuando hice esta carrera y dirigía un grupo de investigacón sobre el Welfare State). Además de aprovechar para leer el libro más importante de Gilbert Durand, "Las estructuras antropológicas del imaginario", con el estudio del régimen nocturno (la mujer), el diurno (el hombre) y la síntesis de ambos (la cópula), en aquella clase conocí a bastantes personas amantes de la literatura (en realidad todos los alumnos eran mujeres, que son las que de verdad leen en este país) y alguna se incorporó a la tertulia cuando la hacíamos en el Café Ruiz. Cierto día una de ellas nos sorprendió tras lanzarse a cantar un aria de Haendel en medio de la clase. Después me dijo que era soprano y que me la dedicaba a mí, el único hombre de la clase.
 
El mito se hizo poesía:
 
 

 

martes, 22 de junio de 2021

"Las tertulias del Café Gijón en el curso 2020/21".

La escritora Almudena Mestre resume las tertulias on line del Café Gijón de los martes del curso 20/21. 

"Acaba de comenzar el verano, al menos en España y empiezan para muchos un período más que merecido de descanso y vacaciones. Hoy 22 de junio ya no habrá tertulias artístico-literarias en el Café Gijón y seguramente muchos las echaremos de menos. Quiero agradecer a nuestro gran amigo y escritor Justo Sotelo su trabajo, su esfuerzo, su excelente organización, su intelectualidad y su sonrisa constante en cada una de ellas. Sin su generosidad y sin la ayuda técnica cada martes de nuestro amigo, escritor y tertuliano Peter Redwhite, estos encuentros nunca hubieran tenido lugar, de forma virtual desde el año 2020. Del mismo modo deseo agradecer a cada una de las personas que se han unido a ellas por su presencia, sus aportaciones, sus comentarios y sus reflexiones ya que han servido para que durante este año período 2020-21 (octubre-junio) crezcamos desde todos los puntos de vista (intelectual, emocional, espiritual). Hagamos un poco de historia y retrocedamos en el tiempo para recordar el ayer a lo largo de tantas tertulias con cientos de personas que nos hemos conectado desde diferentes lugares del mundo. 
 
El 6 de octubre del pasado 2020 reanudamos las tertulias del Café Gijón con el artífice, creador, amigo y escritor Justo Sotelo. Comenzamos con la presencia de German Gullon y su obra ensayística sobre una biografía “Galdós. Maestro de las letras modernas” (Valnera, 2020) en la que nos habló sobre su visión “en color” sobre una las figuras de la cúspide en la cultural española. Recordad que en 2021 se celebró el centenario de Benito Pérez Galdós (Las Palmas 1843 - Madrid 1920) novelista, dramaturgo, cronista y político español. Galdós, multifacético de la mano de los comisarios Germán Gullón Palacio y Marta Sanz Pastor se pudo apreciar la Exposición sobre "Benito Pérez Galdós. La verdad humana" en la Biblioteca Nacional a comienzos de año en aquella exposición sobre Galdós y en la actual, en la ciudad de Las Palmas, ayer quedó patente la polifacética personalidad del escritor canario que, con sus obras y aportaciones públicas, penetró en la realidad moderna. Un paseo de la mano de Germán Gullón por el Café Universal y los contertulios canarios, el ‘café de los espejos’ situado al inicio de la calle de Alcalá en la mitad del siglo XIX se mantuvo hasta 1974. Entre los contertulios de Galdós, cabe mencionar a Fernando León y Castillo y Agustín Espinosa. La vida de Galdós transcurrió no solo por el Café Universal sino por varios cafés más (Café Gijón, Café Iberia, la Cervecería inglesa, Los Galayos), siendo estos “puntos de encuentro de la democracia” como apuntó Germán Gullón. Tanto Justo como Germán Gullón, dos enamorados de la ciudad de Madrid a través de la figura de Galdós, nos hablan sobre la personalidad humanista del mismo en el XIX. Un hombre de razón y corazón, mente y emociones, espíritu y cuerpo que alcanzó la cima de la literatura moderna. Contribuyó y ofreció en sus obras literarias un ejemplo de ser humano real, verdadero, con una herencia literaria del siglo de Oro mediante don Quijote de la Mancha, e indagó en otros personajes decimonónicos (abogados, empleados, médicos, comerciantes, maestros, mujeres). Gullón nos acerca a la idea de la crítica española ya que como nos explicó que para que crezca la popularidad de una novela es necesario que aumente la crítica en un país lo que supone, la superación y el crecimiento de los propios escritores del mismo.
 
Con una sonrisa y una gran dosis de generosidad el día 13 de octubre nos adentrarnos en el último libro “En busca de la felicidad: el Sistema Proust” publicado por la Universidad de Salamanca en 2020 del escritor Fernando Gil Villa. Nos introdujimos en apenas veinte minutos en su ensayo en el que despliega por un lado, su yo filosófico-social y por otro, su yo poético, utilizando un método científico para aproximarse al tema de Proust. El autor sin ser ni considerarse biógrafo profesional, no idealiza ni tampoco penetra en el fetichismo, simplemente busca e indaga en la obra de Proust sin ser – como nos recuerda - una causa personal. A Proust no le considera vividor ni hedonista ni puritano ni tampoco un hombre egocéntrico sino más bien un ser humano muy trabajador, un poeta de lo social que apuesta por el desafío ético siguiendo el pensamiento del sociólogo Levinas. Se puede considerar este ensayo como un manual de resistencia y supervivencia en el que refleja el perfil humanista de Proust, triangulado como nos comenta Fernando, por Emmanuel Levinas, por el humanismo del Otro. Esa humanización que Proust permite limpiar las impurezas del ser humano, filtrarlas y realzar lo humano. Un libro que invita a los lectores a penetrar en el ser humano, ponerse en el lugar del otro y ahondar en la vulnerabilidad del propio ser humano. Lévinas define el humanismo altruista de Proust como ese “yo soy el rehén insustituible del Otro” y por tanto, es necesario escuchar y acercarse a ese Otro.
 
El 20 de octubre con una sonrisa, su simpatía, su buen humor y una mirada profunda que le caracterizan, Rafael Soler nos presentó su último libro "Necesito una isla grande" (Contrabando, 2020). Las conexiones aumentan vertiginosamente y en cuestión de quince minutos nos unimos para escucharle casi 50 personas desde diferentes partes del mundo. Escritor valenciano, ingeniero y sociólogo nos conduce a través de sus palabras a penetrar en su historia personal y académica, en su amplia trayectoria literaria (poesía y narrativa) y su colaboración continua y participativa en la ACE (Asociación Colegial de Escritores) como Vicepresidente. El autor es un visionario del momento, una novela que anticipaba nuestra situación del COVID-19. Al autor le impactó cuando escuchó por primera vez lo que sucedía en las residencias de ancianos. Él acierta, atina y anticipa el presente con el fondo de su novela. La tercera edad nos dice - es transparente, con un espíritu bárbaro en una historia y con un final que les sorpresa “haciendo planes”. El microcosmos de las residencias o los asilos es un tema difícil de resolver y queda mucho camino. Es una fuga que se articula como homenaje a los mayores y demuestra la vulnerabilidad y la fragilidad aparente de ellos.
 
El 27 de octubre a través de su última novela “Insurrección” (2019), José Ovejero nos introduce en varias reflexiones que nos acercan al significado de su escritura. Nos adentramos como si del hilo de Ariadna se tratara, en su laberinto narrativo para entresacar su proceso creativo. Ovejero, como escritor de brújula que es, parte de la situación actual sin grandes planteamientos. Crea y recrea a partir de una serie de situaciones, personajes y conflictos con trasfondo social. A partir de un diálogo crea una historia y da estructura a su novela. Él posee un sustrato biográfico que proyecta en su escritura la cual – nos dice – “es la voz de nuestra sombra”. En ella plasma su huella o esfera cultural en el texto a pesar de ser una novela de ficción. Es imposible borrarlas. Cuando escribe le interesa la relación del cómo influye en el qué. Su novela Insurrección indaga y penetra en el trasfondo social del XXI, en las dificultades existentes dentro de las relaciones humanas y principalmente en las familiares, en el binomio o simbiosis padre e hija, en la situación económica actual, en la radio, los Centros Sociales Okupa dentro del famoso barrio de Lavapiés, fruto del multiculturalismo y fusión culturas y etnias. Nos conduce a través de la polifonía narrativa a las tres voces importantes que laten en el hilo conductor. Ovejero crea un artificio narrativo jugando con las tres primeras personas y nos explica que utiliza la primera y la segunda persona porque le permiten acercarse al lector y la tercera sin embargo, le aleja de él en el discurso narrativo.
 
El 3 de noviembre, Javier Morales (escritor, licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, profesor de escritura creativa) nos presentó su libro de cuentos “La Moneda de Carver” (Reino de Cordelia, 2020). El lector cuando cierra el libro tiene una sensación agradable, de unión y simbiosis total con la literatura, el arte y la creación literaria. Se trata de ocho narraciones cortas que homenajean a la literatura, a los escritores, una mezcla de ficción y realidad en estas historias. Encontramos muchas referencias artísticas (Degas, Sorolla, Hopper, Exposición Thyssen), cinematográficas (William Hurt), literarias (Borges, Ángel Campos Pámpano, Chéjov, Carver, Cheever, Neruda) y filosóficas (Camus, Sartre, Nietzsche) y referencias al imaginario de los cuentos con temas sociales y preocupaciones existenciales. En estos cuentos se refleja una incisiva mirada del autor sobre los aspectos de la literatura, el amor, la familia y la figura del padre, el paso del tiempo, la escritura, la lectura de novelas, la publicación de libro de poemas, el endiosamiento de los escritores, la verdad del artista.
 
El 10 de noviembre nos habló el escritor argentino Antonio Tello Argüello (Villa Dolores, Córdoba, 1945),de su vida y su apasionante vida ( con su exilio en Barcelona, tras ser amenazado de muerte por la Triple A, Alianza Anticomunista Argentina, lo que le llevó primero a París y luego a España). Actualmente Antonio es coordinador del Área de Literatura y Pensamiento en la Casa de la Cultura de Río Cuarto y Director de El Corredor Mediterráneo.
 
 
El 17 de noviembre tuvimos como invitada a la psicóloga-psicoanalista, poeta y narradora Silvia Ramos y nos habló de los guionistas de la película "Broken poet", interpretada por Elliot Murphy en 2019, Emilio J. Ruiz y del propio Murphy.
 
El 24 de noviembre nos habló de pintura la artista de Alcalá de Henares Johana Roldán Lorente nos explicó su proceso creativo, su percepción del arte del XXI y el significado de la belleza en su pintura, plasmados en la exposición MusArañas que inauguró a principios de mes en una sala de Guadalajara. "Se nos ha dicho que ya no somos musas, sino creadoras. Así ha sido en realidad a lo largo del tiempo, aunque no fuera tan manifiesto. Sea como fuere, desde que pude pronunciar "dame un lápiz" siempre tuve muy claro cuál era mi posición en esta doble posibilidad de la mujer en la historia del arte: la de que teje la red creadora.
 
El 1 de diciembre tuvimos como invitada protagonista a Silvia Ramos que nos habló de sus poemas. Silvia Ramos es psicóloga-psicoanalista, poeta y narradora. Nacida en Huelva y afincada en Madrid desde hace más de una década. Aunque con vocación de periodista, su curiosidad por el ser humano le lleva a estudiar psicología. Se licenció en Barcelona por la Universidad Ramón Llull. Es máster en teoría psicoanalítica por la Universidad Complutense de Madrid y en Dirección de Recursos humanos y Organización por la escuela de marketing y negocios ESIC y especialista en psicoterapia psicoanalítica de adultos. Ha trabajado como psicóloga de empresa y ha ejercido la psicología clínica en diversos centros sanitarios. En la actualidad desarrolla su labor profesional como psicóloga en Madrid. Muestra su inclinación por la escritura desde niña, con sus primeros poemas. En la adolescencia escribe diversos diarios de reflexión filosófica y existencial. Durante la etapa de estudiante universitaria se inicia en la escritura de microrrelato y relato, siendo la narrativa junto a la poesía los géneros que ha cultivado hasta el presente, aunque la poesía con mayor intensidad. En octubre de 2018 presentí su libro Poemas de la Medianoche en el Café Comercial de Madrid con la editorial Editorial Los Libros del Mississippi. Ha participado como poeta invitada en radio, festivales, presentaciones y recitales en Madrid, Barcelona y Huelva, y como psicóloga y poeta invitada en la presentación de libros de varios autores. Participó como autora en la Feria del libro de Madrid de 2019. Actualmente se encuentra escribiendo su segundo poemario. Sus poemas han sido publicados en diferentes medios.
 
El 15 de noviembre Daniel Monedero (Valladolid, 1977) es guionista, escritor y profesor de relatos en Billar de Letras. Su labor como guionista de televisión y cine (ha sido guionista en múltiples series como Siete vidas) la compagina con la literatura para adultos y para público infantil y juvenil. Su anterior publicación fue "Manual de jardinería (para gente sin jardín)" presentó su último libro de relatos “Volar a casa” de Daniel Monedero (Editorial Páginas de Espuma, 2020). En estas páginas, el lector descubrirá que la escritura es el hilo conductor que vertebra el texto. Nos habla de palabras, de lo que es el ser humano y lo que hace la literatura con nosotros. Yo diría que está lleno de fogonazos que oscilan entre lo real y lo imaginario donde se refleja el fondo y la forma, la realidad y los sueños de una serie de personajes que se pasean por el infinito a través de un conjunto interminable de imágenes y se perfilan mediante la circularidad del proceso creativo. ¿Un cuento dentro de otro cuento? ¿Existe el cuento perfecto? El autor intenta relacionar todo, utiliza y maneja las relaciones entre la sopa y la literatura e incita al lector como diría Tzvetan Todorov, a la vacilación y a la duda continua del texto en el que sea difícil distinguir con claridad qué es lo real y qué es lo soñado. Quizá el lector lea los sucesos que nos ha relatado como si estuviera en el interior de la conciencia de uno de los personajes y vacile primero como lector y después como personaje.
 
Y pasamos ya al 2021. 
 
El 12 de enero un cuarteto de escritoras y psicólogas de la tertulia formado por María Rodríguez Velasco, Gayan Elena, Silvia Ramos y Almudena Mestre hablamos sobre la relación que existe entre literatura y psicología (teatro, poesía, novela y psicología social), sus efectos y de todo lo que puede afectar al autor y al lector desde este punto de vista. Elena Gayán habló sobre “Madame Bovary o el deseo insatisfecho de la hysteria”; Silvia Ramos expuso el tema “El proceso creador y el psiquismo: interrelaciones”; María Rodríguez explicó “Las relaciones existente entre el teatro y la psicología” y Almudena Mestre detalló la influencia de la psicología social en la literatura.
El 19 de enero se presentó el primer libro de poemas de Angelina Gatell (1926-2017), "Poema del soldado" (1954), con el que obtuvo el premio Ciudad de Valencia en su día. A Angelina le habría gustado ser una gran actriz de teatro, pero se convirtió en una gran poeta, con más de quince libros publicados. Fue la primera biógrafa en español de Pablo Neruda, tradujo en torno a un centenar de libros y adaptó, dobló y dirigió cientos de películas y series. Bartleby Editores ha reeditado su "Poema del soldado". El libro estaba listo para la imprenta en el otoño de 2010, fecha en la que Angelina Gatell les hizo llegar su introducción; diversas circunstancias retrasaron su publicación. Unos meses más tarde vio la luz en la colección Bartleby Poesía el libro "Cenizas en los labios" (2011), finalista del Premio Nacional de Poesía de aquel año. Cuatro años después se distribuyó "La oscura voz del cisne", su último libro de poemas publicado en vida. Nos dejó el 7 de enero de 2017. Con este libro Bartleby viene a restañar esa deuda poética con su memoria, más viva que nunca. Contamos con la participación del poeta y novelista Manuel Rico (que es el director de la colección de poesía), el escritor Miguel Sánchez Gatell y la profesora de la Universidad de La Laguna Sandra Santana, autora de un espléndido epílogo.
 
El 26 de enero Andrés Ortiz Tafur (Sierra del Segura, 1972) nos presentó su último libro de relatos “El agua del buitre” (Baile del Sol, 2020) Dieciocho piezas breves conforman este libro de cuentos que orbitan en torno a las relaciones humanas dibujando los perfiles de la soledad, la incomunicación, los miedos, las angustias y la muerte. El autor introduce pinceladas impresionistas que vibran a lo largo de sus páginas marcadas por episodios de la vida diaria, monótona y rutinaria de la existencia. El corpus textual está precedido por el peritexto con citas de Rubén Darío y Oliverio Girondo. Unos relatos que versan sobre los tres temas de la posmodernidad, el espacio, el tiempo y el Otro aportando de ese modo, coherencia y armazón al libro. Los rasgos que definen la narrativa de Andrés Ortiz Tafur en El agua del buitre invitan a la vacilación del lector que según Tzvetan Todorov, nos incitan a la perplejidad y extrañeza ante lo insólito. A pesar de las explicaciones que demos a los relatos de El agua del buitre existe una mezcla de ensoñación y fantasía según las leyes de la razón. Los hechos que acontecen a todos los personajes implican una serie de conductas repetitivas y cíclicas. Un género breve que invita al lector a sumergirse en un laberinto temporal transitado por la esfericidad y la circularidad que detienen el paso del tiempo en los relatos de Andrés Ortiz Tafur. En El agua del buitre, los relatos gravitan sobre la misma historia cíclica con idénticos mecanismos de representación que le llevan a indagar en la sintaxis discursiva, repetitiva y circular de sus relatos. Los trazos discursivos nos transmiten ciertas sensaciones fantasmales que rozan lo fantástico, lo extraño, lo mágico con lo cual, roza el autor roza los límites de la irrealidad. El autor sitúa sus personajes en un mundo real rodeado de aparente irrealidad en el cual, traspasan puertas, paredes y ventanas y deambulan por un mundo irónico donde a la vez conviven la risa y la tristeza. Modela sus relatos con experiencias cotidianas del ser humano y mezcla fantasías, ensoñaciones, sueños y angustias para reflejar el nihilismo, la nada, la náusea, prototipos de la estética de Nietzsche. La dicotomía de los términos (la existencia/inexistencia, la presencia/la ausencia, la vida/la muerte) y sus juegos ficcionales aportan la estética de los relatos dentro de un acto de fingimiento.
 
El 2 de febrero Emma Prieto Rubio (Licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad de Salamanca, profesora de Educación Especial, escritora, con dos libros de relatos, “Extravíos" (Caligrama, 2017) y “"Escamas en la piel" (Eitorial Adeshoras, 2018) y uno de poemas, “Radiografía de ausencias" (Editorial Indie, 2020) del cual, nos habló en la tertulia. En él reúne 36 poemas que nos hablan de la pérdida, la ausencia, el hueco y el vacío. Nos muestra sus versos con nostalgia y un profundo sentimiento, una emoción palpable ante lo inesperable, lo indeseable, lo efímero. Su expresión es siempre serena y su escritura cuidadosa nos describe una mujer que mira la realidad y no puede dejar de exteriorizar sus sentimientos. Retrata y fotografía su realidad a través del verso y encierra un secreto en cada uno de sus poemas que posiblemente sea el lector el que debe averiguar y descifrar. Lo hace con una lírica, un ritmo y lógicamente, una música generada por la contemplación de la naturaleza, evocada en cada poema. Sus poemas crean una unidad en medio de la Naturaleza en la que medita, piensa, diseña y crea mientras la admira y pasea. Quizás a través del espacio natural construye esas ausencias a través de su escritura para generar las presencias. Una hoja de otoño, la figura de su padre, la emoción a través de su palabra nos sumerge en su proceso creativo. Ante él los tertulianos se preguntan cómo y dónde se genera por un lado y por otros, si los mecanismos de creación de un poema es el mismo que de libros de relatos o de una novela. ¿Se escribe solo a través de la inspiración o es necesario además mostrar en la escritura inteligencia, técnicas, destrezas y competencias lingüísticas?
 
El día 9 de febrero Valeria Correa Fiz (Rosario, Argentina), abogada, escritora y exiliada económica, se afincó en Madrid después de sus viajes por Miami y Milán. Su obra literaria editada incluye un libro de relatos La condición animal (Editorial Páginas de Espuma, 2016), que fue seleccionado para el IV Premio Hispanoamericano de Cuento «Gabriel García Márquez» y finalista del Premio Setenil 2017, y tres poemarios, “El álbum oscuro”, distinguido con el I Premio de Poesía «Manuel del Cabral» 2016, El invierno a deshoras (Ediciones Hiperión, 2017), merecedor del XI Premio Internacional de Poesía «Claudio Rodríguez» y el último, “Museo de pérdidas” (Ediciones La Palma, 2020). Sus relatos han sido recogidos en diversas antologías y traducidos al inglés, francés, rumano y hebreo. Una cita de Javier Núñez antecede al texto del libro “Museo de pérdidas” y reúne los poemas seleccionados por Valeria que giran alrededor de las pérdidas, las cicatrices y las heridas que contiene su “yo poético”. Su obra está dividida en tres partes cuya recopilación se dispone por afinidad temática. La primera parte se refiere a las perdidas personales, la segunda a las históricas principalmente de tipo animal y la última, es una celebración de la vida en todo su misterio, es decir, “hacer lo que uno es” mediante la voz poética. En un prólogo breve, encabezado por una cita de Juana Bignozzi, la autora rescata Ecce Homo de Nietzsche y también al poeta Hölderlin para explicar el significado de la poesía en contra de la fugacidad del mundo en el cual buscar lo cotidiano para desnaturalizarlo. El libro contiene citas de Elisabeth Bishop sobre el arte, José Lezama Lima, José Manuel Caballero Bonald, Hugo Múgica, José Ángel Valente, Juan Vicente Piqueras, Alberto Szpunberg en los poemas y citas a pie de página de Raymond Carver, Sir Arthur Conan Doyle, Safo, Friedrich Hölderlin, Píndaro.
 
El 16 de febrero Mercedes Juliá (catedrática de literatura, discípula de Ricardo Gullón y experta en Juan Ramón Jiménez) nos habló del exilio del poeta en Nueva York y de otros escritores imprescindibles como Rosa Chacel y Francisco Ayala. Mercedes Juliá nos impartió una verdadera conferencia sobre el poeta y creo su discurso no pudo ser mejor a pesar de los problemas que tuvo debido al fallo de internet. Juan Ramón realizó viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se casa en 1916 con Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil española ante la amenaza continua se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1956. Entre 1939 y 1942 se establecen en Miami, Florida, donde compone los Romances de Coral Gables; en 1940 es hospitalizado unos meses en el Hospital universitario de Miami por depresión, de la cual sale con los proyectos de dos ambiciosos poemas: Espacio y Tiempo; solo llegará a concluir el primero, culmen de la lírica española del siglo XX. Mercedes Juliá nos puso un vídeo sobre Juan Ramón y su llegada a Nueva York del cual pongo fotos a continuación para que veáis el panorama de desolación que encontró en el segundo viaje que hizo a Nueva York, muy diferente a como lo encontró la primera vez. Un lugar repleto de construcciones, de fábricas donde millones de personas habitan en las ciudades, decadencia, progreso y una trashumancia de pesadillas. Los límites del propio progreso no le permiten concentrarse en su escritura. Su compañera Zenobia Camprubí le ayuda de forma discreta y le proporciona una situación emocional adecuada para almacenar sus recuerdos, sus artículos y sus dibujos de forma lógica y ordenada. A través del instinto y de la razón Juan Ramón Jiménez es capaz de conocer los mecanismos de su interior y la realidad que le rodea. Es un poeta tremendamente humano que habla de su depresión igual que de su obra. Un poeta que siente arraigo a la vida a través de la naturaleza y el cosmos ya que ambos le ayudan a potenciar en él la forma de entendimiento. 
 
El día 23 de febrero se presentó la novela “Poeta en Madrid” (Huso, 2021) de Justo Sotelo. Ello supuso homenajear a la literatura en pleno siglo XXI de forma virtual. Adentrarse en esta “novela de boutique” como se expresa en la portada del libro es indagar y ahondar en la poética que subyace en la figura de un intelectual, uno de los grandes narradores españoles actuales, Justo Sotelo. Muchas veces es mejor mantener la distancia de los acontecimientos que te marcan en la vida y escribir sobre ellos pasado un tiempo y recordar de ese modo los momentos especiales que existen para expresarlos de forma objetiva. Hay momentos en la vida de una persona que se graban en blanco y negro y quedan sellados para siempre en la memoria a largo plazo y este es uno de ellos. “Poeta en Madrid” de Justo Sotelo es ya una realidad, no una mera imaginación del autor sino un hecho palpable, presentado de forma virtual en la gran pantalla ante más de setenta personas localizadas por todo el mundo. El libro ya viaja, deambula y se habla de él por todo el planeta. Hay que resaltar las primeras palabras emotivas que dedicó la editora Mayda Bustamante a Justo Sotelo primero como persona y segundo como escritor. Destacó su curiosidad, su encanto como ser humano y el prestigio intelectual que suponía conocer y después publicar una novela de esta categoría a Justo Sotelo.Pero como era de esperar surgió después la intervención de un presentador de lujo, Germán Gullón (Catedrático de literatura y miembro del AmsterdamSchoolfor Cultural Análisis de la Universidad de Amsterdam) con un discurso inteligente que descifró las claves de la novela. Como él dijo, es una obra para elegidos, para lectores que se acerquen a la novela sigan recorridos y caminos diferentes para indagar en el mundo de la creatividad, de la creación artística, en la propia literatura, hecho que el autor siempre convierte en una fiesta. La novela como nos explicó Gullón – es una declaración de intenciones sobre la literatura y la novela. Posee un argumento sencillo y fácil de seguir en principio que a modo de anzuelo, Sotelo nos coloca para ahondar y penetrar en el origen de la creación artístico-literaria a través del protagonista Gabriel Relham autor con poco éxito en el teatro que vive en una buhardilla de una vieja buhardilla de la calle de Atocha de Madrid. Alrededor girarán una serie de personajes que armonizan y amueblan la novela. En definitiva, es una hibridación genérica, una mezcla de música, textos literarios y diferentes aspectos culturales que reúnen a la literatura, la música, la fotografía, el cine y el arte. Destacó por encima la idea del creador, del genio, del artista como destacó Sotelo, el origen de su novela y a partir de ahí invitó a todos los que no hayan leído todavía la obra, lo hagan. Cada uno sin duda realizará un recorrido de la obra, elegirá lo que quiera de ella y pondrá la atención en diferentes aspectos (musicales, artísticos, poéticos, técnicos y estructurales) y llenará los “huecos” y “espacios” que el autor, de forma inteligente, ha ido dejando para que el lector los complete. Solo me falta felicitar al autor y darle las gracias por esta novela, innovadora y transgresora, al mismo tiempo que agradecerle por cada una de sus tertulias que desde hace muchos años lleva haciendo. Todas y cada una de ellas, forman parte de la literatura, del arte, de la música; nos enriquecen, nos ayudan a percibir el mundo de la cultura y nos aportan una visión general de ella. 
 
El 2 de marzo nos fuimos a Tenerife de la mano de Javier De la Rosa (La Laguna, 1949) para hablar de su última novela publicada, "El emperador en Santa Elena" (Editorial Los Libros del Mississippi, 2020), que es una hermosa historia introspectiva sobre los últimos días de Napoleón, recreados con un lenguaje muy cercano a la prosa poética. Javier se licenció en Artes escénicas y dramáticas, así como en Teología, y es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Westbroock, Estados Unidos. 
 
El 9 de marzo nos fuimos a León de la mano de Marta Muñiz Rueda nació en Gijón (Asturias) en 1970, aunque reside en León, la ciudad natal de su madre, desde 1993. Es licenciada en Filología Hispánica-Literatura por la Universidad de Oviedo y titulada profesional de Piano por los Conservatorios de Asturias y León. En 2015, la editorial Csed publica su primer libro de poemas, El otoño es nuestro, en la colección “Tres voces, tres mundos”. Posteriormente publicará un conjunto de relatos, 13 cuentos dementes para mentes insomnes (Piediciones 2016), la novela Tiempo de cerezas (Ediciones Camelot, 2017), el cuento infantil Vicente, Papá Noel (Ediciones Camelot 2018), más poesía en Libro de la delicadeza (Eolas Ediciones 2019) y la colección de cuentos Anna y las estrellas (Ediciones Camelot 2020). Obviamente hablamos con la autora sobre su último libro publicado. Una nota musical se salió del pentagrama y apareció Marta Muñiz Rueda. Una mujer inteligente, dulce y cariñosa que nos mostró su calidad de artista tanto en la música como en la literatura. Una profesional que intenta ayudar a los Otros a través de su escritura aportando amor y esperanza. Aúna en su obra literaria todas las artes y los géneros, rompe las barreras espacio-temporales y apuesta por la creación literaria a partir de la música. Su simpatía la define como personaje de una novela, su idea se plasma a través del pensamiento y conocimiento, sus reflexiones tanto en sus libros de relatos como en las novelas indagan en el mundo y la realidad. Una estructura mental arbórea, rizomática, equilibrada, organizada propia de una artista del XXI. Amante de la vida, del amor y del lenguaje (musical, artístico y escritural). Gracias por el relato que nos dedicas en tu "Anna y las estrellas" a Justo Sotelo y a mí querida escritora.
 
El día 16 de marzo se presentó “El precio que pagas” (Editorial Berenice, 2021), el título del último libro de Peter Redwhite (Moguer, 1987) seudónimo de Pablo Sánchez García, Ingeniero Superior en Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid, recoge la fusión los tres contenidos esenciales de la posmodernidad - el espacio, el tiempo y el Otro mediante la reflexión e indagación sobre el proceso de creación a través de la música, la literatura y el cine - realizando un itinerario poliédrico en el que verter su yo narrativo, un viaje en tren desde Huelva a Madrid con una parada en La Palma del Condado. Una dedicatoria a sus padres y un prólogo del cantante Elliot Murphy resaltando la fluidez del pensamiento del autor, las conexiones que se producen en su intelecto y la luz que emana de ellas, anteceden al tejido argumental de la obra. Este libro de relatos estructurado en tres partes nos ofrece un testimonio de primera mano sobre el autor de la obra, su aprendizaje, su aportación literaria, musical y cinematográfica. En El precio que pagas cuyo título referencia una canción de Bruce Springsteen, un texto preciso que contiene cantidad de fuentes cinematográficas y musicales introduce al lector en el mundo de personajes que han articulado a lo largo de su vida la mirada del autor y han marcado su existencia. Existen referencias y alusiones al origen de las comunicaciones y a las conexiones que fluyen con otras personas en todo el mundo. Errores, aciertos, mediciones, aulas, teorías que envuelven al mundo narrativo de Peter Redwhite y nos acercan a sus recuerdos atravesados por una asociación de ideas y la memoria bergsoniana que rodea a cada relato.
 
El 23 de marzo, Manuel Rico (poeta, narrador, periodista, crítico español y presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE)) nos habló de su libro de poemas “Cuaderno de historia” (Editorial Pre-Textos, 2021). Su obra literaria editada incluye libros de poemas, narrativa y obra crítica así como artículos publicados en revistas y periódicos. Dirige, desde 1998, la colección de poesía de Bartleby Editores. El libro de poemas "Cuaderno de historia" contiene versos escritos por Manuel Rico entre 2009 y 2018. Comenzó su cuaderno con un poema inacabado hasta que al cabo de los diez años lo dio por concluido. Se añade un poema redactado en 2020 nacido en plena pandemia titulado “Encierro y soledad” que refleja una situación distópica del momento de la escritura del poeta. Desde el primer poema ya se perfilan las características de una escritura reflexiva, observadora ante la realidad y con gran nitidez expresiva. Manuel Rico penetra en sus raíces y retrata una visión de su vida a lo largo de la historia. Indaga y profundiza en la memoria a través de los detalles de la vida cotidiana que le ha rodeado desde su infancia. 
 
El día 6 de abril nuestro invitado fue el escritor José María Paz Gago (catedrático de literatura comparada, poeta y ensayista), que nos habló de su última novela “Desventuras de un seductor" (Amazon, 2020). Su título ya avanza la esencia del argumento y el autor nos presenta a un poeta donjuán, romántico empedernido y amante impenitente, proclive al fracaso. Le presentó el escritor y diplomático José Antonio de Or.
 
El 13 de abril German Gullon nos habló con gran admiración sobre su padre Ricardo Gullón. Sus recuerdos se desvelan en color sepia y nos adentran en la figura de un humanista que su propio hijo le recuerda todo el día leyendo y escribiendo sobre Pereda, Juan Ramón Jiménez, las novelas contemporáneas, Ricardo Gullón, cosmopolita leonés del siglo XX, abogado y fiscal del Estado (1933), un reconocido crítico literario, novelista. Estableció contactos con los principales intelectuales de su época, fue invitado entre otros por José Ortega y Gasset a contribuir en Revista de Occidente, fundó una editorial con quien sería a lo largo de la vida uno de sus mejores amigos, Ildefonso Manuel Gil, el poeta y novelista maño. Fundador de una editorial con uno de sus mejores amigos, Ildefonso Manuel Gil, el poeta y novelista Gil y la revista Literatura (1933). Cofundador de la Escuela de Altamira, una asociación de críticos y pintores que dio vida un enorme impulso a la vida cultural del Santander de posguerra. Como profesor en Estados Unidos se acercaba a la corriente de Roman Jakobson, lingüista, fonólogo y teórico literario ruso, renovador del plano lingüístico.
 
El 20 de abril Javier Del Prado Biezma (filólogo y poeta, Catedrático de Literatura francesa, doctor "Honoris Causa" de la U. Michel de Montaigne de Bordeaux y profesor Honorífico de la Autónoma, crítico e investigador, filólogo por excelencia y traductor), una gran persona, excelente ser humano y amigo fiel de sus amigos, nos presentó, radiante y reflexivo a pesar de estar bajo los efectos de la vacuna su discurso coherente e inteligente para introducirnos en su poética. Hablamos de sus últimas publicaciones hasta entonces, la novela “Le lavoir au lézard bleu” (L’Harmattan, 2018) y una plaquette “Elegía por la muerte de Julienne Danielle” (Buho Búcaro, 2020) nos conducen a una especie de juegos literarios a partir de los cuales podemos entresacar sus rasgos de la escritura.
 
El 27 de abril se presentó “Creación y vacío” (HUERGA y FIERRO Editores, 2020) el último libro de poemas en castellano de Idoia Arbillaga una gran aportación desde el estudio de la Cábala y el mundo hebreo. Su autora logra de forma clarificadora, concisa y muy detallada ahondar a través de su palabra en la Cábala y en la creatividad en la tradición judía. Con una introducción crítica de Francisco Javier Fernández Vallina y un prólogo de Esther Bendahan, el libro logra hacerse un hueco en la colección Rayo Azul de Poesía, dirigida por Enrique Vilagrasa y Óscar Ayala, directores de la colección. Idoia Arbillaga, mujer y poeta con doble sensibilidad capta la esencia de la cábala y creatividad en la tradición judía y nos trae a la tertulia una explicación poética diferente a lo que los libros de investigación nos muestran sobre el judaísmo. Se nos muestra segura, expresiva y fiel a su palabra ante un público que escucha atento su discurso sobre creación y recreación, mística profunda y creación en el S.XXI, respeto a la memoria de la recepción y a la memoria de la recepción de la Cábala. La inmersión amplia y abierta de Idioa se fusiona con la palabra del lector y del oyente que ante su palabra se sumerge en las tradiciones, los problemas y la mística de la Cábala. Su editora Charo Fierro se muestra agradecida y orgullosa por la inclusión del libro “Creación y vacío” en una colección de poesía con autores de peso y renombre.
 
El 4 de mayo se presentó el ensayo “Anatomía del drama. Una teoría fuerte del teatro” (Punto de Vista Editores, 2020) del escritor José Luis García Barrientos donde se exponen sus aportaciones al teatro tras cuatro décadas de trabajo e investigación. El texto se estructura en dos partes. En la primera, el autor ahonda y disecciona los principios de la dramatología de forma teórica y especulativa y en la segunda, analiza de forma práctica la propuesta anteriormente expuesta. Se centra en el enfoque de Genette basado en la narratología para representar los mundos imaginarios y ficticios aplicados al mundo dramático. Como especialista en teoría teatral y escritor de más de trescientas publicaciones, Barrientos (Doctor en filología por la UCM, profesor del CSIC, profesor de posgrado en la UCM y en la Universidad Carlos III, investigador por el proyecto del Plan Nacional de Investigación y Desarrollo “Análisis de la dramaturgia actual en español) comienza con un prólogo en el que él mismo explica las razones e intenciones que le condujeron a publicar este ensayo. Un encargo editorial por parte de Punto de Vista Editores con las características físicas y estructurales que este libro posee, le permitieron a José Luis García Barrientos centrar su ensayo en la más estricta teoría en ambas partes de las que consta sin olvidar que la segunda supone una aplicación práctica de la primera. El autor entiende que una teoría del teatro debe formar parte de la estética general y de la teoría literaria o subordinarse a ellas.
 
El día 11 de mayo la tertulia tuvo como referente a cuatro relatos cortos de Peter Redwhite que forman parte de ese libro "Cortos americanos", al que Justo escribió su prólogo, analizando las principales claves de un cuento. Cortos americanos fue el centro de atención de la tertulia de ayer. Entre todos los tertulianos pudimos descifrar las claves de estas narraciones cortas en las que Peter (Moguer, 1987) seudónimo de Pablo Sánchez García, Ingeniero Superior en Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid) recoge la fusión los tres contenidos esenciales de la posmodernidad - el espacio, el tiempo y el Otro mostrando las vidas de unos personajes cuyo destino seguirá discurriendo en la imaginación del lector de forma ajena a su voluntad. A estos relatos antecede un prólogo de Justo Sotelo en el que se explica en una primera parte, cómo se cuenta un cuento y los rasgos básicos que debían mostrar según Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Chéjov, Ribeyro o Quiroga y en la segunda, el modo y la forma en que lo hace Peter en sus relatos.
El 27 de mayo nos fuimos a Chile de la mano del escritor David.
 
Blanco que nos presentó a Maximo Gonzalez Saez escritor y director de la Editorial Mago, de Santiago de Chile, una de las principales de poesía en aquel país. La publicación de su libro "Antología de poesía chilena" (2016) reunió a todos los autores en la Sociedad de Escritores de Chile. Máximo G. Sáez nació en Santiago de Chile (1966). Es Licenciado en Literatura y Educación, Profesor de Castellano, Magíster en Literatura Chilena e Hispanoamericana. Tiene estudios de Doctorado en Pensamiento y Cultura, ha sido Académico de Literatura y Comunicación en diferentes Universidades.
 
El 1 de junio la escritora Patricia Martinez de Vicente nos habló de su último libro “El té de la libertad" (Editorial Kolima, 2021) en el cual, vemos cómo los cafés distintos de su función primaria en la narrativa se suelen asociar a códigos intelectuales donde el foco de atención es una tertulia, un debate, un diálogo, una reunión. Esos lugares de ocio y diversión como espacios cerrados evocan la propia vida personal o grupal de la ciudad de Madrid como modelo cultural urbano. En ellos se reunían por un lado, la parte intelectual y por otro, la de ocio y diversión. El discurso fue tan ameno por parte de nuestra amiga, tertuliana y escritora que de alguna forma nos introdujimos en la historia, la sociología, los misterios y secretos que acontecían durante la época franquista y Segunda Guerra Mundial. Su última novela estás basada en hechos reales contrastados a partir de documentación extraída de diferentes archivos españoles -británicos y verificada por medio de múltiples entrevistas. El texto se podría considerar clasificar dentro del género de novela histórica donde la visión de la autora intenta aportar verosimilitud y autenticidad al discurso por medio de la literatura. Aporta su verdad, su idea de los hechos históricos según sus vivencias familiares y ambientes sociales. Embassy fue el antiguo café de tertulia y salón de té de Madrid, situado en el Paseo de la Castellana número 12, esquina con a la calle de Ayala. Fue inaugurado en 1931 por Margarita Kearney Taylor, al estilo inglés orientado a la clientela de las embajadas existentes en la zona. Sin embargo, era un lugar de encuentros donde se tejían relaciones misteriosas, sociales y de ayuda a los refugiados políticos. Quizás esta novela sea una buena lectura para los alumnos de bachillerato y gracias a ella se acerquen a los hechos históricos que sucedieron entre 1939-45. "El té de la libertad" (Editorial Kolima, 2021) habrá que leerla y descifrar todos los códigos narratológicos para desvelar la autenticidad, la veracidad y la ficcionalidad de los hechos que están inmersos en el texto que en definitiva, es lo más le interesa al crítico literario. Es posible que el libro sea un híbrido de lo histórico, lo ficcional y la crónica y se fusionen en la historia y la literatura durante estas 400 páginas de lectura. En pleno siglo XXI, ¿existe una única verdad de lo que sucedió o diferentes versiones de lo acontecido? El texto literario es lo que nos importa y cómo la autora lo convierte en metaficción.
 
El 8 de junio nos habló nuestra querida arquitecta y gran lectora María José Muñoz Spínola sobre las relaciones entre la literatura y la arquitectura y preparó varios textos y fotos. Ella partió de su propio proceso creativo. Nos explicó María José una armonía en uno mismo para generar la idea origen del proceso creativo sin saber realmente si es la inspiración o exactamente qué es. Destacó el lado espiritual e intelectual del arquitecto y el escritor en la que uno se construye a sí mismo y todos los aprendizajes están conectados para generar y crear así como para “humanizar el espacio para los demás” nos explicó. Lo que es obvio es que para la creación artística o literaria es imprescindible la razón, el conocimiento, el pensamiento y el espíritu crítico. Esa voluntad de saber, de conocer y de ahondar en los espacios es lo que lleva hoy en día a María José o Jose Felix Saenz-Marrero, ambos arquitectos, a sobrevolar el terreno antes de construir y visualizar lo escondido, indagar en lo misterioso y preguntarse por el lenguaje simbólico que subyace detrás de la arquitectura y puebla los espacios. Esos códigos primarios y secundarios del lenguaje simbólico son los que unifican el arte y la literatura como destacó Walter Benjamin. La belleza que se desvela en Martin Heidegger aporta historicidad a la arquitectura y potencia la relación con la literatura a través de los símbolos y las imágenes para narrar historias. En la fusión de ambas disciplinas arquitectura y literatura existe una labor creadora que a través de la precisión de la colocación de los elementos, la concatenación de ideas, la memoria, la perspectiva, la luz, el espacio y el tiempo. Es imprescindible una idea generadora y una amplitud de conocimientos y aprendizajes que desarrollen el germen de la misma. La precisión como aliento poético es lo que une la arquitectura y la poesía. La indagación en la poética es el fin último de ambas lo cual exige una reflexión sobre la forma en que la imagen actúa en ellas. La ficción es lo que vincula arte y literatura y da el soporte necesario para su existencia. La arquitectura no es solo una construcción, pero al menos hasta hoy, debe ser construida. La arquitectura ocurre físicamente en un espacio determinado, durante un tiempo también determinado. Esa dependencia de lo material es una de las causas que explican que la imagen arquitectónica tenga las alas más cortas que la poética. Como expresó María José en todo proyecto arquitectónico existe un componente material que condiciona muchas veces al arquitecto. Es necesario encontrar la forma adecuada para una obra y olvidarse en un principio de la parte económica. Del mismo modo es imprescindible encontrar - nos recordó - el componente utilitario de un proyecto e indagar en los porqués del mismo para hacer los espacios lo más hermosos que podamos y hacer felices a las gentes. Realmente la labor del arquitecto sería buscar denodadamente la belleza y fusionar la creación artística con la literaria. Ese proceso desde un principio hasta el final implica buscar e indagar en la belleza fusionando lo funcional y lo estético. Cualquier labor creadora debe renunciar a lo individual para llegar a ser universal y relacionar diversa disciplinas en el mismo proceso.
 
Y colofón de las tertulias del Café Gijón, el último día 15 de junio 2021 se presentó el libro “Voluntad de horizonte y añoranza de morada. Identidad y alteridad en el viaje existencial literario” (El Fil d’Ariadna, 2021) de nuestro querido amigo y catedrático Javier Del Prado Biezma. La verdad es que podía haber mejor momento para disfrutar del discurso de nuestro querido catedrático, amigo y tertuliano desde 2014 que el final de esta temporadas que cada año digo, todas y cada una de las tertulias son puro placer para lo sensible, lo intelectual y lo espiritual. En el discurso de Javier quedó reflejado lo que era su libro, un ensayo no estrictamente académico con carácter muy personal, sin llegar a ser un tratado ni tampoco una poética. Es de tipo fragmentario en el que se analizan los problemas ontológicos del viaje. En el pensamiento de Javier laten una herencia religiosa desde niño que le sumergió en el mundo laico y literario, uno literario formado principalmente por el cuarteto simbolista (Mallarmé, Rimbaud, Baudelaire y Verlaine) y la compañía de Juan Ramón Jiménez a lo largo de toda su vida y un tercero, la insuficiencia de patrias. A lo largo de la tertulia, Javier expresó uno de sus objetivos que se fijó después un principio al diseñar su ensayo. A él le interesó la dimensión ontológica del viaje para lo cual estableció varios conceptos fundamentales en su análisis. Las aporías del yo como estructuradas como un juego de oposiciones entre la identidad y la alteridad; la materia y función de morada: exige una conciencia inmanente, el viaje como necesidad ontológica, la existencia, la voluntad de horizonte, la añoranza de nido, el exilio y destierro, el concepto de patria material y espiritual con la exclusión, la errancia y la expulsión. A lo largo del libro, Javier hace referencia a numerosos autores principalmente del Romanticismo francés: Senancour, Chateaubriand, Lamartine, Victor Hugo, algunos ya ya modernos, como Dino Buzatti y Julien Gracq, y termina su texto con un amplio apartado dedicado a Juan Ramón Jiménez. A lo largo del libro aparecen citas y referencias en tres lenguas con sus correspondientes traducciones. Establece varios niveles que nos conducen como ayer por la tarde se vio en la tertulia de Justo Sotelo, al estudio de los componentes del viaje, como trayecto que nos lleva de la identidad del yo a la alteridad. 
 
Gracias a todos y Feliz Verano".