domingo, 31 de diciembre de 2023

"La vida era esto".


 
 
Sentarte en un banco y ver pasar a la gente, que una chica te cante por detrás sentada en el suelo, vivir en armonía y equilibrio contigo mismo, junto a las personas que quieres y que te quieren, leyendo, escribiendo, estudiando, paseando.
 
Los hindúes creen que a Dios se llega por tres caminos. Uno es el camino de la fe y la oración; otro el de las buenas obras inspiradas por el Amor a Dios; y el tercero el que conduce a la Sabiduría a través del conocimiento. Pero al final descubriremos, piensan, que los tres no son sino uno.
 
Son frases de la película "El filo de la navaja", uno de los leitmotiv de "Un hombre que se parecía a Al Pacino". Como Larry Darrell, el protagonista, yo elegí el tercer camino. Siempre he sabido que sería profesor y escritor. Por eso soy los miles de alumnos a los que he dado clase en mi vida y los libros que he escrito.
 
Sí, mi vida era esto.
 
¿Y la tuya?
 
 


 

 
 
 
 

sábado, 30 de diciembre de 2023

"Eres un aristócrata de la cultura".

Me dijo ayer Mayte García de la Fuente una de las lectoras modelo o ideales (como diría Umberto Eco) que todo escritor querría tener. Vive en Peñafiel, Valladolid, tiene un "Club de Lectura" y ha escrito la lista de los 65 libros que ha leído este 2023. "Un hombre que se parecía a Al Pacino" ha sido el último del año, después del "Elogio de la infelicidad" de Emilio Lledó y de "El coronel no tiene quien le escriba", de García Márquez. Ahí veo a algunos escritores amigos y a otros que no me hubiera importado conocer, como Proust, Dante, Plath, Zambrano, Rulfo y Oé. Escribí a Mayte para agradecérselo y entonces me dijo: "He disfrutado muchísimo con tu libro. Eres un aristócrata de la cultura".
 
Ayer estuve comiendo en un restaurante que está en la 8ª planta de un edificio; el ascensor llega hasta la 7ª y a partir de ahí se sube por una escalera de caracol, que es donde me saqué la fotografía con Pacino en la mano (me acordé de que no tenía ninguna foto con el libro). Y ya que soy un "aristócrata", mientras subía las escaleras recordé los versos del Tenorio de Zorrilla: "Por donde quiera que fui, / la razón atropellé, /la virtud escarnecí, /a la justicia burlé, /y a las mujeres vendí. / Yo a las cabañas bajé, / yo a los palacios subí, /yo los claustros escalé, /y en todas partes dejé / memoria amarga de mí".
 
Hoy, mirando el mar, me quedo con aquello de subir a los palacios y me dan ganas de ponerme a bailar un vals, que solo puede ser este, por lo de aristócrata y por lo del concierto de Año Nuevo, y además dirigido por Barenboim: 
 

viernes, 29 de diciembre de 2023

"El segundo círculo de Dante".

Hacia este lugar señalé el otro día con la mano derecha, al círculo de los amantes Tristán e Isolda, Paolo y Francesca. Donde también se encuentran Semíramis, Dido, Cleopatra, Helena, Aquiles, Paris. Francesca de Rímini le cuenta a Dante cómo ella y su cuñado Paolo se enamoraron locamente, y después murieron de manera violenta, en el nombre del Amor, a manos de su esposo Gianciotto Malatesta. Ella añade que este acto de amor fue "inspirado" por la apasionada historia entre Lancelot y Ginebra (episodio esculpido por Auguste Rodin en El Beso). 
 
Para Dante el amor es una fuerza pura, y yo siempre he pensado lo mismo. Cada vez que voy a París me siento durante un par de horas en el jardín del Museo Rodin. Y sé que no tardaré en encontrarme con "el beso". Me tomo un café au lait y observo las esculturas de Rodin. Un hombre y una mujer se besan; a la actitud mesurada de él, cuya espalda está casi paralizada y cuya mano izquierda apenas se atreve a atraer a la amada, responde un compromiso abierto de ella, que se acerca y lo abraza sin dudarlo. La obra llevó durante un tiempo el título de "Francesca de Rimini", pero la desnudez de las figuras y la ausencia de cualquier detalle la ha convertido en una alegoría del Beso, título que le atribuyen definitivamente el público y la crítica. Sin ningún contexto histórico, esta obra es ya un símbolo universal del amor.
 
¿Cuántas veces habré escuchado esta música?
 
Está claro que sé dónde está el Grial.
 

 


"Las olas".

"A veces iban a aquella playa apartada, un lugar que no recogían los mapas, sin caminos de entrada y salida.
 
Se tumbaban sobre los cantos rodados y contaban el tiempo en que la Tierra tardaba en girar sobre sí misma. Leían libros perpetuos y se amaban entre sus páginas con la seguridad de que esos instantes no volverían a repetirse. El río de los sentimientos corría por sus venas mientras el agua salada acariciaba su piel. Cuando llegaban al final volvían a empezar, otra vez desde la primera frase, desde la primera página, a través de los mismos sentidos desbordados por el filo de la hoja y la piel, como si ellos también fueran personajes de la novela o el poema que escribían al acariciarse.
 
Siempre que las olas llegaban a la playa los dos sabían que cada uno nacía en el otro".
 
("Las olas", "Cuentos de los viernes", 2015, Bartleby, p. 19).
 
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Hace años cada viernes escribía un cuento, y poco a poco escribí un libro de cuentos que publiqué con Bartleby en 2015. El otro día su editor y amigo Pepo Paz Saz me envió esta foto de la biblioteca pública de Cerceda en la sierra de Madrid en una curiosa compañía, el clásico "Asesinato en el Orient Express" de Agatha Christie, y "La bibloteca de los libros perdidos", de Stuart Kelly, que dio lugar a una bonita película.
 
Por eso ahora me tomo un café mirando el mar desde mi acantilado, tomo el libro, con la preciosa portada de mi querida amiga Gabriela Amorós, y leo "Las olas".
 
La música para estos dos enamorados podría ser esta, aunque en el Sena haya pocas olas, salvo las que originan los suspiros de las parejas del Bateau mouche:
 

miércoles, 27 de diciembre de 2023

"Los lugares románticos de mi vida".

Papá Noel sabe que soy muy bueno y me regala muchas cosas, como luego harán los Reyes. Entre ellas me ha traído la voz de mi amigo de toda la vida José Ramón Cano recitando un relato de mi último libro, "Wagner y los veranos de mi adolescencia".
 
Algunas navidades adolescentes las pasé en La Adrada, en el Valle del Tiétar, al pie de la Sierra de Gredos (las fotografías son del otro día paseando por allí). A veces me iba a leer al castillo en ruinas de tiempos de la Reconquista (segunda foto), y me imaginaba historias de rimas y de leyendas como las de Bécquer, algunas de las cuales conté en mi primera novela, "La muerte lenta" (1995), y han servido para varios relatos de mi último libro, como el que lee José Ramón. A veces me subía con la bicicleta hasta lo alto de la sierra (tercera foto) y me lanzaba desde allí hacia abajo, físicamente y al interior de mí mismo. 
 
El castillo se reconstruyó hace un tiempo y terminaron mis lecturas medievales, pero la música se quedó en mi alma:
 
Es lo que tiene ser un romántico.
 

 



martes, 26 de diciembre de 2023

"Hagamos el amor y no la guerra".

Mientras ayer tomaba el sol en una playita de cantos rodados, en el día de Navidad del 2023 que se nos escurre entre los dedos, pensé que me hubiera gustado ser un jipi de los 60. Aquellos jóvenes que se iban a amar a Ibiza y a Tenerife, a Marruecos y la India. Aquellos que quisieron cambiar el mundo con las revueltas universitarias de Berkeley, París y Praga. Y de paso no me hubiera importado escribir "La insoportable levedad del ser" para ti.
 
Ya me entiendes.
 
Soy de los que todavía se narran la vida y se cuentan historias, es cierto, te lo aseguro, casi como se cuenta el Génesis, un Mito o una Religión. Ya sabes que soy antimilitarista, como he contado en mis novelas 'La paz de febrero' y 'Entrevías mon amour'. Y que siempre he elegido hacer el amor, pasarme media vida haciéndolo, y la otra escribiendo, estudiando, viajando y dando clase, como he contado en las otras novelas y libros de cuentos (también en los científicos). Ya te he contado alguna vez, tal vez en "nuestra" cabaña, que todo comenzó en la Universidad de California en Berkeley, donde di clase una primavera con mi amigo Carmona y algunos otros amigos de la Universidad.
 
En esa época las chicas llevaban flores en el pelo y Scott McKenzie cantaba el himno jipi por excelencia:
 

lunes, 25 de diciembre de 2023

"Amar es un verbo de cuatro letras".


El otro día estuve cantando "Maitechu mía" con Javier. Ahí está con sus casi 89 años a cuestas mi cura vasco favorito, con su pipa y su diabetes.
 
Este disco que anda por casa también le gustaba a mis padres, con los que aprendí a amar la Navidad, esté donde esté y viaje adonde viaje:
 
Cuando quiero celebrar algo especial me pongo un sombrero y amo a las personas.
 

 
 
 

domingo, 24 de diciembre de 2023

"Pacino y el mar".

Esta es la entrevista de esta semana en Radio Nacional que me hizo el director de "Sexto Continente" Miguel Ángel de Rus en la Casa de la Radio. Fue divertida porque a los dos nos gusta tanto la literatura como bromear y reírnos, incluso de nosotros mismos:

https://rtve-mediavod-lote3.rtve.es/resources/TE_SSEXTOC/mp3/2/6/1703228906362.mp3?idasset=7042540

En cambio, en esta foto del otro día he salido pensativo. Supongo que tampoco puedo dejar de ser un romántico empedernido como Alfonsina y el mar:

https://www.youtube.com/watch?v=cNMhgC1yg_U

 


 

sábado, 23 de diciembre de 2023

"Leo la reseña de Almudena Mestre sobre mi último libro mirando el mar".

La publicó ayer la revista literaria Zenda y más que una reseña es un estudio inteligente y en profundidad sobre mi libro de cuentos o un "ensayo fragmentario y posmoderno", como lo ha calificado la propia editorial. Almudena ha leído el libro varias veces, y lo lleva estudiando desde agosto, y ha escrito lo siguiente. Seguro que su padre sería feliz si lo leyera y se sentiría orgulloso de ella. Además de agradecido, yo también me siento así pues ha utilizado muchas de las herramientas críticas que me gustan a la hora de analizar un libro:

 
https://www.zendalibros.com/la-realidad-fragmentada-de-la-literatura-del-siglo-xxi/


Amanece, y escucho una música que le gustaba mucho a su padre y también a mí, ya que alude a uno de mis lugares de este mundo:

 
https://www.youtube.com/watch?v=UbISmV2A6s8

 


 

jueves, 21 de diciembre de 2023

"Por fin he estado cerca de Al Pacino".

Dijo ayer por la tarde con mucha gracia el escritor Rafael Guerrero después de que me entrevistara en los estudios de Radio Nacional Miguel Angel de Rus, el director del programa de literatura "Sexto Continente" que emitirá Radio Exterior de España este próximo fin de semana (ya pondré el link de la entrevista cuando esté editado el programa). Rafael está leyendo mi libro en las fotografías que he compartido, en las que también aparece el escritor Javier Velasco Oliaga, director de la revista "Todo Literatura". Como en mi libro se habla mucho de cine, en cierto momento contesté a una pregunta diciendo que mis actrices favoritas de joven habían sido Audrey Hepburn, Jane Simmons y Gene Tiernay, la protagonista de "Laura" y "El filo de la navaja" (esta última es esencial en "Un hombre que se parecía a Al Pacino").
 
La entrevista fue divertidísima y no dejé de reír desde que entré en los estudios Prado del Rey. Miguel Ángel y yo nos tomamos mucho el pelo, leí un cuento, les hablé de la estructura teórica del libro, les dije que me había perdido antes de llegar (aparecí en el Zoo de la Casa de Campo) y también me perdí dentro de la radio, un edificio inmenso. Una joven productora me acompañó hasta el estudio. Por el camino me dijo que había estudiado el grado de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense. También me encontré por las escaleras con Laura Barrachina, directora de "El ojo crítico", donde he estado muchas veces.
 
Y ahora me tomo un café escuchando la música de "El secreto de sus ojos", ya que en el cuento que leí se menciona la despedida en el tren:
 
Lo que más me gusta de ser escritor no es eso en sí mismo, sino saber que mi vida es pura literatura.
 



 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

"La última tertulia on line del año 23 con mis amigos y el escritor que inventó la Navidad".

Ayer por la tarde comencé la tertulia leyendo este breve texto que escribí hace un tiempo. Ya sabemos que Dickens atravesaba apuros económicos cuando concibió su obra más famosa, un homenaje a las tradiciones de su infancia que coincidió con el redescubrimiento victoriano de la Navidad.

"Ayer paseaba por la calle Fuencarral de Madrid y vi este cartel que anuncia una nueva adaptación al teatro del cuento de Dickens. En ese momento recordé la primera vez que me llevaron a verlo mis padres, creo que en un teatro de Felanitx, en Mallorca, donde viví un año cuando era pequeño.
 
Scrooge es un hombre avaro y solitario. Una Navidad recibe la visita del fantasma de su socio muerto años atrás y le dice que su maldad se ha convertido en una pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad. La última oportunidad de cambiar será cuando reciba la visita de los tres espíritus de la Navidad. Él no se asusta y desafía esa predicción, pero aparecen esa noche. El del Pasado le recuerda su infancia dichosa antes de la adicción por el dinero y el trabajo. El del Presente muestra la situación de la familia de su empleado Bob, que, a pesar de su pobreza y la enfermedad de su hijo Tim, celebra la Navidad, como su sobrino Fred, que lo hace de una forma irónica, pero alegre, ya que nadie quiere estar con el avaro. Justo antes de desaparecer muestra a dos niños con origen trágicamente humano, la "Ignorancia" y la "Necesidad". El espíritu del Futuro le muestra el destino de los avaros, su casa saqueada por los pobres, el recuerdo oscuro de sus amigos de la Bolsa, la muerte del pequeño Tim. Y lo más espantoso, su propia tumba, ante la cual Scrooge se horroriza de tal forma que suplica una nueva oportunidad para cambiar. Es el momento en el que despierta de su pesadilla, y se convierte en un hombre generoso y amable, dispuesto ya a celebrar la Navidad y a ayudar a quienes le rodean.
 
En aquella puerta roñosa de un local que se alquila desde hace un tiempo volví a encontrarme con el recuerdo de esos fantasmas y el año que viví en Mallorca cuando era pequeño".
 
Había pedido a mis amigos que reinventaran el cuento de Dickens, que lo trajeran a la actualidad. Y es lo que hicimos a lo largo de dos horas, hasta las 20.30, cuando les dije que ya era la hora de cenar porque tenía mucha hambre. Fueron dos horas de intenso debate, de discusión, literatura y risas, por supuesto. Si no nos reímos no hay Navidad que valga. Mariwan empezó a hablar y al final Susana nos leyó uno de sus textos, y luego siguieron Concepción, Mariola. Javier, que escribió un villancico para la ocasión, Presina, que nos leyó un precioso cuento de Navidad que acaba de escribir, José, que nos habló del género humano a partir de su experiencia como médico, sobre todo durante la pandemia. Peter improvisó sobre la marcha cómo sería hoy el cuento de Dickens, y continuaron Jose Felix, Nicolás, Chema, Françoise, Francisca y mi ex alumna Leyre, que abrió un debate interesante sobre cómo leen los jóvenes, ¿o lo abrí yo? Igualmente estuvieron Pilar, Oskar, María Victoria y nos faltaron Almudena, María, Silvia y otros amigos, que saben dónde tienen su casa porque la casa de la literatura y esta tertulia es de todos.
 
¿He dicho que me gustan mis amigos y que me gusta la Navidad?
 
Y hoy la música que voy a estar escuchando todo el día solo puede ser esta:
 

martes, 19 de diciembre de 2023

"Cuento de Navidad en la tertulia y en la radio".

Mañana me iré a los estudios de Radio Nacional en Prado del Rey para grabar una entrevista sobre "Un hombre que se parecía a Al Pacino", dentro del programa cultural "Sexto continente", de Radio Exterior (la fotografía es de antes de la pandemia en los estudios de Tenerife donde me grabaron otra entrevista para el mismo espacio). Me han dicho que debo leer alguno de los cuentos. Ya compartiré la entrevista cuando la emitan, si es que llego a Pozuelo, jeje, porque suelo perderme por la carretera, algo apasionante para mí, lo de perderme, digo.

Y esta tarde, para despedirnos de la tertulia on line, he pedido a mis amigos que hablemos a las 18.30 del famosísimo cuento de Charles Dickens. El otro día me hice esta pregunta. ¿Dickens escribiría igual que en 1843 su historia del avaro y egoísta Scrooge si viviera 180 años después, en este apasionante 2023 de Inteligencia Artificial, Internet y redes sociales?

¿Nos contamos otra vez el cuento en este martes tan fresquito y soleado?

https://www.youtube.com/watch?v=TyTeK7EokCY

¿Qué motivos tienes para ser feliz?, pregunta Scrooge a su sobrino, si eres pobre. 

 


 

lunes, 18 de diciembre de 2023

"El creador y el parásito".

El creador piensa, el parásito copia. El creador produce, el parásito saquea. El creador es independiente, ni sirve ni gobierna, el parásito busca poder.

Hace unos días Radio Nacional se hizo eco de "Un hombre que se parecía a Al Pacino", en la madrugada del viernes pasado por parte de Yolanda Flores, la directora del programa de cine "De película" (al final de la primera hora):

https://www.rtve.es/play/audios/de-pelicula-rne/viajamos-frio-sociedad-nieve/7037110/

Ya que mi vida es "De película" anoche me dormí pensando en dos escenas de "El manantial" (1949), de King Vidor, con Cary Cooper y Patricia Neal (su historia de amor y atracción física es pura pasión y fue un escándalo en su época), que definen en cierto sentido parte de mi manera de ser, a la que aludo al principio de mi último libro, en el relato dedicado a "La clave" de Balbín. Lo curioso es que no me diera por estudiar Arquitectura, aunque mi profesor de Física y Química del colegio, que aparece como un personaje de mi primera novela, "La muerte lenta" (1995), quería que me hiciera ingeniero. Creo que ya he contado alguna vez que, después de ser Premio Nacional de Bachillero, me metí en la facultad de Caminos que está enfrente del Palacio de la Moncloa, pero mi clase estaba al lado de la cafetería, olía demasiado a salchichas y yo soy muy delicado. Aguanté un mes, y cada tarde me perdía en la Filmoteca Nacional de López de Hoyos. Por esa época vi todo el cine de Hitchcook, tanto inglés como norteamericano. Las dos cualidades básicas del director, el movimiento de cámara y el montaje, son esenciales en mi manera de escribir. Así aprendí que escribir cualquier cosa que pretenda ser interesante y perdurable no es nada fácil. Lo esencial es hacer fácil lo complejo.

Estas son las dos escenas. Yo debía de tener 16 años cuando las vi por primera vez y aún no se me han olvidado:

https://www.youtube.com/watch?v=krl3BO89dbo

https://www.youtube.com/watch?v=nty9JFnrybc

Dice Cary Cooper o Howard Roak en esta película o Frank Lloyd Wright en la realidad, en un guion escrito por la propia autora de la novela en la que se basa la película, Ayn Rand, filósofa y escritora rusa, judía y nacionalizada norteamericana:

"Es la naturaleza de la creatividad, el hombre no puede sobrevivir si no es a través de su mente. Llega al mundo desarmado, su cerebro es su única arma (...)

"El creador se mantiene firme en sus convicciones, el parásito sigue las opiniones de los demás. El creador piensa, el parásito copia. El creador produce, el parásito saquea. El interés del creador es la conquista de la naturaleza, el interés del parásito es la conquista del hombre. El creador requiere independencia, ni sirve ni gobierna, trata a los hombres con intercambio libre y elección voluntaria; el parásito busca poder".

 


 

domingo, 17 de diciembre de 2023

"Sobre lo bello y lo sublime".

El otro día mi amiga Gabriela Amoros, abogada, poeta, doctora en Historia y profesora de Bellas Artes en la Universidad de Murcia me envió la portada del último libro que está leyendo. Y nada más verlo me vinieron un montón de imágenes a la cabeza.
 
El tratado sobre Estética que publicó Edmund Burke en 1757 influyó en muchos filósofos, como Kant. Lo bello, según Burke, es aquello bien formado y placentero estéticamente, mientras que lo sublime es aquello que tiene el poder de hacernos evocar y destruirnos. La preferencia de lo sublime sobre lo bello marcó la transición entre lo Neoclásico y el Romanticismo. Según Aristóteles, la causalidad de la belleza se divide en formal, material, eficiente y final. La formal es la pasión del amor, la material se relaciona con aspectos de algunos objetos como la suavidad o la delicadeza, la eficiente es el calmante de nuestros nerviosismos y la final la providencia divina. Lo que es más original y peculiar en la visión de Burke respecto a la belleza es que no puede ser entendida bajo los viejos cánones de proporción o de la perfección. Lo sublime a su vez tiene una estructura causal que no responde a la de la belleza. Su causa formal es la pasión del miedo, sobre todo a la muerte; la material alude a algunos objetos como la vastedad, lo infinito, la magnificencia; su causa eficiente es la tensión de nuestros nervios y la final es Dios habiendo creado y luchado contra Satán, como se observa en "El paraíso perdido" de Milton. 
 
Antoni Amaro es profesor de la Pompeu Fabra, de Barcelona, una de las grandes universidades españolas, y ha escrito un libro sobre este asunto hablando de los cuadros de Friedrich y Turner. Se titula: "El paisaje sublime como arquetipo de la imaginación romántica: C.D. Friedrich y J.M. Turner" (2019) y lo presentó en una librería de Girona donde he comprado varios libros a lo largo de mi vida, tras tomarme una horchata en la Rambla (Girona es uno de mis lugares de este mundo, donde he sido muy feliz):
 
La segunda fotografía la saqué ayer en la Sierra de Gredos, otro de mis lugares románticos por donde me gusta perderme a menudo escuchando las grandes sinfonías de la historia de la música y del arte, y la tercera y la cuarta son el "Caminante sobre un mar de nubes" de Friedrich y un Autorretrato de Turner.
 
Ayer se unieron en mi mente Aristóteles, Longino, Burke, Kant, Jung y Gabriela.
 




 

sábado, 16 de diciembre de 2023

"Un otoño jipi".

Ayer ya era de noche cuando terminé de examinar a un grupo de alumnos y me fui a pasear en coche por las calles de colores de Madrid. Otros cuarenta y tantos alumnos que pasan a formar parte de los recuerdos de mi vida, y por tanto de mi propia vida, pues los recuerdos son los instantes que me hacen, como las ciudades que he recorrido, los ríos que he atravesado, los mares donde me he bañado y las personas que he amado.
 
Eso de ser feliz es una actitud, una manera como otra cualquiera de enfrentarse a la realidad. Me lo recuerda la voz de Mercury (el otro día se cumplieron 32 años de su muerte) y una canción ideal para viajar a la velocidad de la luz mientras se desafía la ley de gravedad, como si mi mirada bohemia ante el sentido de la vida coqueteara con la eternidad y el otoño jipi, ya casi de invierno, se hiciera visible en el cerebro de cada ser humano. En cierto momento detuve el coche y me quedé dormido en doble fila mientras sonaba la canción más alegre del siglo XX:
 
Y así soñé con la ley de la gravedad o de la felicidad mientras mis alumnos me preguntaban si les iba a volver a dar clase, como los ríos, el mar y el amor.
 

 
 
 

viernes, 15 de diciembre de 2023

"Hoy me he despertado romántico".

Me tomo un café y escucho a Phil Collins mientras me pregunto que ¿a quién no le gustaría que alguien le enviara esta canción alguna vez? La letra de la canción es triste (creo que Collins la escribió tras separarse de su mujer), pero a la vez es inmensamente humana y vital. Siempre he pensado que es más importante sentir amor por alguien, aunque la cosa no funcione, que no llegar a sentir nunca ese amor. ¿Hay algo más triste que el hecho de que la vida se vaya consumiendo sin "morirse" por otra persona, sin sentir alguna vez que te tiemblan las piernas cuando te mira esa persona o no perder el apetito mientras la otra persona dice cualquier tontería mirándote a los ojos sentados a la mesa de un restaurante al anochecer, antes de cerrar los ojos en sus brazos?
 
Supongo que soy muy superficial, un simple novelista, pero sé que todo, absolutamente todo, está contenido en una mirada:
 

jueves, 14 de diciembre de 2023

"Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor".

Es una de las frases que más me gustan de San Juan de la Cruz, y hoy es su día. Me gustan las cosas hermosas y profundas, con un significado poético y espiritual. En su "Cántico espiritual" dice la esposa (la escultura es en Ávila):
 
"¿Adónde te escondiste,
Amado y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
Habiéndome herido:
salí tras ti clamando y eras ido..."
 
Esta versión de Amancio Prada es uno de mis discos preferidos:
 
Hablando ayer, después de comer, sobre San Juan de la Cruz con el filósofo Patricio Herráez, uno de amigos íntimos, paseando por Moncloa (por cierto, me encontré por el camino con Nuria Cubero, antigua y asidua tertuliana, a la que no veía desde hacía mucho tiempo) mi amigo y yo llegamos a una misma conclusión: uno de los secretos de la felicidad tiene que ver con no sentir envidia por nada, ni celos ni rencor. Porque seremos examinados en el amor.
 
"Apártalos, Amado,
Que voy de vuelo..."