lunes, 31 de octubre de 2022

"Hombre sobre fondo verde en otoño".

Ayer olía a otoño en el campo y en el alma. Llovió por la mañana, se mojó el asfalto y se mojaron las montañas y los campos que todavía andaban embriagados tras la cosecha. El río corría feliz a través del puente románico a mis pies. A la vuelta me acordé del romance de Curro el Palmo:
 
"Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor, que me desvela la verdad.
Que entre tú y yo la soledad
Y un manojillo de escarcha".
 
Entonces, en aquellos noviembres, un niño buscaba níscalos con su padre en ese paisaje verde y se imaginaba historias que había visto en las películas y los primeros libros, lugares llenos de letras que le decían tantas cosas al oído, como si hubieran sido escritas tan solo para él. El niño se hizo mayor y escribió cuentos y novelas en busca de la vida hundida en la tierra verde y mojada, embriagada del vino de otoño. Curro, como ya expresaría Quevedo, sigue amando "más allá de la muerte, como polvo enamorado".
 
Ay, mi amor:

domingo, 30 de octubre de 2022

"El puente o el viaje de Julieta".

El otro día mis alumnos me preguntaron si íbamos a hacer puente el lunes y yo les dije que no pensaba hacerlo. Después de un forcejeo dialéctico entre risas, un chico comentó que lo que me pasaba es que me gusta dar clase. Anoche recordé esta conversación viendo un documental sobre la actriz Julieta Serrano (Barcelona, 1933), de Pancho García Matienzo, que se acaba de estrenar en la Seminci de Valladolid. Un profesor o un escritor es algo parecido a un actor de teatro, tal vez más que de cine. La palabra "jubilación" es absurda, no entra en su diccionario o no debería entrar.

‘El viaje de Julieta’ nos introduce en el universo de una artista que ha sobrevivido y formado parte de la historia de la escena teatral y cinematográfica española y mundial de la mano de los directores y artistas más significativos. Hace más de 65 años que comenzó su carrera sobre los escenarios, según ella misma confiesa: "Llegué al teatro por insatisfacción, por represión, el teatro era mi isla, mi País de Nunca Jamás". Este documental nos da una visión de la vida de la persona y de la artista y su compromiso como actriz, sinónimo de rigor, versatilidad y oficio, y la pasión arrolladora por la profesión a la que le ha dedicado toda su vida.
 
Este es el tráiler:
 
Y esta es la ópera de Miguel Ortega sobre la obra de Lorca "La casa de Bernarda Alba" (2018) con la que termina el documental y donde Julieta interpreta a Josefa con casi 80 años:
 
Escribir es vivir, dijo Sampedro, y añado que tanto como dar clase y actuar sobre un escenario.
 

 

sábado, 29 de octubre de 2022

"En busca de Ana o la aventura de presentar un libro".

Cada vez que un escritor o una escritora me pide amablemente que presente su libro o le escriba un prólogo, me siento un afortunado. Leer un libro es una "fiesta" y presentarlo lo es todavía más. Incluso es divertido ir caminando hacia el barrio de Chueca, como antes de ayer, para encontrarme en el "Café Valentina" de la calle Pelayo con Reyes Garcia-Doncel y un montón de personas para hablar de "En el río trenzado", su última y excelente novela. La segunda fotografía la saqué frente al escaparate de una galería de arte, que está cerca, como si esa chica fuera Ana, las cuatro Anas de la novela, y el "yo" que se refleja en el cristal el lector que la está buscando. Como es una novela muy "femenina" aludí a los tres "regímenes" de los que habla Gilbert Durand en la esencial "Las estructuras antropológicas de lo imaginario", el diurno o masculino, el nocturno o femenino y la cópula o unión de ambos. Observo la tercera fotografía mientras me tomo el primer café de la mañana y veo "todo" lo que fui apuntando en la primera página del libro. Ese instante en que la primera Ana se convierte en mujer, las conversaciones con su madre, María, y con Sabina, la abuela, que es un poco bruja, en la ciudad de Gápalis (la unión etimológica de Cádiz y Sevilla, las ciudades de la autora), en medio de una marisma, con el río del femenino título que se separa en canales y me recordaba a "Ágata ojo de gato" y "El mismo mar de todos los veranos". Las cuatro Anas pudieron ser quizá la misma o todas las posibilidades que puede ser una mujer. Aquel "yo" de la fotografía seguía entrando y saliendo de la novela en busca de sus claves. Hablé casi media hora y Reyes hizo otro tanto, y nos reímos mucho. Al final di la palabra a dos de las Anas de la novela que nos acompañaban, amigas de Reyes de toda la vida. En esta ocasión no me subí al mostrador, como he hecho otras veces, para presentar el libro, y me dediqué a mirar a derecha e izquierda ya que Reyes y yo estábamos sentados en el centro del Café, como se observa en la quinta fotografía.
 
Una hora después de empezada la presentación, terminé el Nestea que había pedido en la barra y mencioné a la reina de la noche de "La flauta mágica", una de las músicas favoritas de Ana, pensando en el "régimen nocturno" de Durand, en la copa, el cáliz, el carácter telúrico de una mujer. A lo mejor Reyes, Mozart y yo encontramos a Ana al final:
 
Nada más salir a la calle, a la vuelta de la esquina, me encontré con Nadia y María, que trabajan en la óptica que está al lado y que me han hecho las gafas que me entregaron, precisamente, esa misma mañana.
Es la vida, la literatura de la vida.
 





 
 

viernes, 28 de octubre de 2022

"Nietzsche y yo".

 

Nietzsche entró en mi vida en torno a los 18 años y ya no se fue de ella. Es de esos escritores que ha conformado mi idea del progreso, de la evolución de la humanidad y un gran sentido ético de la vida. Recuerdo 2º de carrera, durante el cual me leí "Humano, demasiado humano", "Aurora", "La gaya ciencia", "Así habló Zaratustra", "Más allá del bien y del mal", "La genealogía de la moral", "El Anticristo" y algunos libros más que, ahora, no me vienen a la cabeza, mientras me tomo el primer café de esta hermosa mañana de otoño.

El otro día tenía dos horas libres entre clase y clase, y me acerqué al paraninfo de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense para escuchar la conferencia inaugural del Congreso llamado: "Nietzsche y la comunidad. Modernidad, poder y nuevas subjetividades", desarrollado también en el Instituto Goethe y en el Círculo de Bellas Artes. La impartió por videoconferencia desde la Universidad de Salento (sur de Italia) Marco Brusotti, profesor de Historia de la Filosofía Contemporánea, al que presentó la alemana Vanessa Lemm, que es la decana de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad de Flinders. También es la editora de la revista "Nietzsche Studien" (ambos están en la foto que saqué). Terminada la conferencia me percaté de que ya estaba subida en Youtube. Entre las ideas que iba anotando, mentalmente, está la "frase" de Nietzsche de que "escribir mejor significa pensar mejor", y esto nos convierte en ciudadanos libres. Después de todo la cultura no es más que la transformación de las convicciones. Así Nietzsche pedía ser un buen alemán mediante la desalemanización del pueblo alemán y ser "super europeos" superando la propia idea de Europa. 
 
Esta es la conferencia de Brusotti, en la que, por cierto, se me ve abrir la puerta al principio e irme al final:
 
El libro que más me ha influido de Nietzsche es "El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música", que escribió desde la profunda admiración a Wagner, otro de los artistas que me acompaña desde que tengo uso de razón. Incluso Nietzsche compuso varias obras desde esa admiración como esta "Eine Sylvesternacht" (una víspera de año nuevo):
 

jueves, 27 de octubre de 2022

"El crítico".

Tengo la sensación de que las redes sociales, e Internet en general, están acabando con la influencia de los críticos y de la mayor parte de los medios de comunicación "tradicionales". Había leído que el documental de Zabala y Morales sobre la figura del crítico de cine Carlos Boyero (se dio a conocer en el periódico El Mundo y después en El País, dos de los medios tradicionales a los que me he referido) se había estrenado en el festival de San Sebastián, y anoche lo vi en Movistar. La polémica persigue a Boyero desde la publicación de su primer artículo hace cuarenta años. Aunque tal vez el documental sea demasiado condescenciente, estamos ante uno de los últimos representantes de una época que se acaba, lo que se puede aplicar al cine, la literatura, la pintura y la mayoría de los géneros artísticos que han dominado el mundo en los dos últimos siglos. Mis alumnos viven en otro mundo y ven la vida de otra manera. Si me considero una persona inteligente debo admitirlo. Esta es una de las razones por las que me gusta dar clase, porque quiero seguir aprendiendo de los jóvenes.
 
Este es un tráiler sobre la película:
 
Y este es el concierto de violín de un joven compositor de música clásica al que estoy escuchando los últimos meses:
 
El mundo no se detiene y yo tampoco me quiero detener.
 

 

miércoles, 26 de octubre de 2022

"Y seguimos soñando la tertulia del Café Gijón".

Como hicimos con la presencia del novelista, poeta y profesor de la Universidad Complutense Ángel García Galiano y su editora de Vaso Roto. Y fui feliz escuchando a María José Muñoz Spínola, Javier Del Prado Biezma y Almudena Mestre analizar en profundidad su último libro de poemas, "Geofanías", que nos transportó por los espacios de medio mundo y su propio mundo interior de la mano de Juan de la Cruz. Y como vi que José Sacristán estaba sentado a una mesa, le dije que se acercara y nos acompañara. En este instante volví a recordar algunas de las principales escenas de "La colmena", y un soneto de Juan Ramón Jiménez que recita su personaje de Martín Marco. "Pensarán que somos novios", dice el personaje de Concha Velasco. "No sabía que en Madrid hubiera tantos árboles", añade. Y es cuando Martín dice:

"Sueño".
 
"Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
 
Igual que el tallo de la flor del cielo,
tu alteza se perdía en su belleza...
Cuando hacia mí volviste la cabeza,
creí que me elevaban de este suelo.
 
Ahora, en el alba casta de tus brazos,
acogido a tu pecho transparente,
¡cuán claras a mí toman mis prisiones!
¡Cómo mi corazón hecho pedazos
 
agradece el dolor, al beso ardiente
con que tú, sonriendo, lo compones!"
Son los cafés de las tertulias literarias:
 
"Dame un beso", dice ella.
 
¿Qué es la literatura si no darnos un beso?
 





 




lunes, 24 de octubre de 2022

Casi parecemos dos escritores escapados de "El club de los poetas muertos" y aparecidos en el Café Gijó

Mañana martes nos acompañará en el Paseo de Recoletos 21, a las 18.45 h., uno de los mejores profesores que he tenido de "Teoría de la Literatura" y de "Lenguaje Literario", Ángel García Galiano. Poeta y novelista, nos vendrá a hablar de su libro de poemas "Geofanías" (Vaso Roto Poesía, 2022). Lo presentará María José Muñoz Spínola, que luego dará la palabra a Javier Del Prado y Almudena Mestre. Y haremos un debate. Ángel ya nos ha acompañado otras veces en la tertulia. Es experto en el Renacimiento italiano (sobre esto hizo su tesis) y en Dante, entre otras muchísimas cosas.

Sobre el libro:
 
"Algunos de los lugares que aparecen en él son el monasterio de San Juan de la Cruz, en Segovia, el Monte Carmelo en Haifa (Israel) o el santuario de Eremo delle Caceri en Asís (Italia). Estamos ante un viaje interior hacia esos espacios en los que el poeta encuentra una significación más allá de la belleza: acantilados, monasterios, santuarios, montañas sagradas, puentes, cuevas. Galiano recupera la experiencia a través del lenguaje para que el lector participe de ese encuentro con lo sagrado, epifanía geográfica cuyos vislumbres y reflejos forman una doble lectura: la más expositiva y salmódica y la que se esboza apenas desnuda y sobria".
 
(El martes siguiente no haremos tertulia ya que es fiesta, el 1 de noviembre, el día de Todos los Santos, o sea, mi santo. Es broma, claro, pues no soy ningún santo).
 
Y ya que he mencionado una de las películas de mi vida -tanto a Ángel como a mí no nos importaría subirnos a una mesa para dar clase-, me tomo un café viendo una de los finales más inolvidables de la historia del cine:
 

domingo, 23 de octubre de 2022

"Las personas con parálisis cerebral (u otros problemas) también tienen deseos y necesitan placer".

Comiendo un día en la facultad (yo le daba de comer y él bebía con una pajita) me pidió un favor, que escribiera en su nombre una carta de amor a una chica de clase que le gustaba. Me dijo que todas las chicas se fijaban en mí, pero que nadie lo hacía en él, y necesitaba ayuda. A pesar de su parálisis cerebral, a él le gustaban las mismas chicas guapas que a mí.
 
Hasta aquí un episodio concreto de mi vida. 
 
Ayer vi en los Renoir "La consagración de la primavera", el segundo largometraje de Fernando Franco, con Valéria Sorolla (que se come la pantalla durante dos horas), Telmo Irureta y Emma Suárez. "Laura es de Mallorca y se viene a vivir a un Colegio Mayor de Madrid para estudiar Químicas en la Complutense. Sola y casi sin dinero, intenta adaptarse a la Universidad sin poder evitar las típicas inseguridades de la edad, tanto en la amistad como en el sexo. Cierto día conoce a David por casualidad, un joven con parálisis cerebral que vive con su madre. David le explicará que a menudo pide asistencia sexual, por lo que Valeria se interesará por este mundo y decidirá ofrecerse para ello a cambio de una remuneración económica. David necesita experimentar el placer igual que la propia Laura o los chicos que va conociendo en Madrid y que deben utilizar redes sociales de citas, como Tinder, y beber y drogarse para sentirse más seguros y poder ligar".
 
Este es el tráiler:
 
Y esta la música de Stravinsky, obviamente, a pesar de que solo se escucha unos instantes:
 
Como dice Laura a David en un momento de la película, las lágrimas de alegría saben más dulce que las de tristeza. Por eso me parecen tan necesarias este tipo de películas que superan los tabúes de una sociedad todavía demasiado moralista, y que no toman partido ni se muestran sensibleras. 
 
Simplemente hablan de seres humanos.
 

 

sábado, 22 de octubre de 2022

"Junior".

En esta fotografía de finales de agosto miro a mi hijo, Justo Junior, que habla, al otro lado de la cámara, de la educación de los niños, pues ya es maestro. Llevo puesta una camiseta llena de agujeros. Anoche me la vio Isabel, la mujer de mi querido Javier del Prado, y me dijo que soy tan provocador como su hijo psiquiatra. Estoy en una entrevista en una radio del norte de Tenerife, en el bello valle de la Orotava que asombró a Humboldt en el siglo XVIII, y a mí me sigue asombrando en el XXI, al pie del Teide y el mar de nubes. Y también le miran Kemy e Isidro Pérez Brito, mis entrevistadores en esta radio que se puede seguir en directo en Youtube y Facebook. Justo se ha puesto a estudiar otra carrera, Filología Hispánica, así que pronto va a saber más literatura que su madre y que yo (ella es filóloga inglesa). Y en esto se parece mucho al muchacho que sacó la nota más alta de la Selectividad de este año en Madrid, que va a estudiar una filología (Justo también sacó Matrícula de Honor en el Bachillerato, igual que yo). Todo esto viene a cuento porque fui su héroe hasta que Indiana Jones se cruzó en su camino y ya no tuve nada que hacer, jeje. Indi es otro Junior y un profesor universitario como yo, pero él además es aventurero y seductor y tiene el rostro de Harrison Ford, y en todo eso me gana. Además su música resulta inconfundible:

Esta fue la divertida entrevista que me hicieron en Tenerife, porque para qué voy a hacer entrevistas si no me divierto, digo yo: 
 




viernes, 21 de octubre de 2022

"El semáforo en rojo bajo la lluvia".

"El 56,2% de las mujeres ha cedido a tener relaciones sexuales con sus parejas sin deseo".

Ayer iba en el coche a media tarde escuchando música y llovía. Me detuve en un semáforo de la Castellana y en ese momento saltó el CD y se puso sola la radio. Entonces escuché la voz inconfundible de Manuela Carmena, abogada, jueza y alcaldesa de Madrid entre 2015 y 2019, que tiene un programa en Radio 5 que yo desconocía llamado "Máster en justicia", en el que resuelve dudas a los oyentes sobre el mundo de la justicia. Carmena, que siempre me ha caído bien, aludía a un estudio del Centro "Miintimidad" para exponer la cifra que he escrito más arriba. Dijo que una de las razones que las mujeres explicaban en aquel estudio era que preferían "ceder" para evitar peleas, aunque luego se sentían peor consigo mismas. Junto a la ausencia de deseo y de placer, sentían cansancio. 
 
El semáforo se puso verde.
 
Serrat seguía cantando. 
 
Llovía:
 

jueves, 20 de octubre de 2022

"Buscamos chico malo".

Paseando un miércoles por la mañana por el viejo Madrid se pueden encontrar lugares con encanto, como esta escondida peluquería en la que buscan a un "chico malo". Mientras sacaba la fotografía me preguntaba si las chicas de hoy continúan fijándose en los "chicos malos" y enamorándose de ellos, pero terminan quedándose con los "chicos buenos", como ocurría en mis tiempos. Se lo preguntaré a mis alumnas, ya que me paso el día entre los jóvenes. Y ahora me tomo un café, observo mejor la fotografía y me vienen a la cabeza los arlequines de Picasso. Siendo adolescente, Picasso sucumbió al encanto de Rosita del Oro, amazonas del Circo Tívoli de Barcelona, que le abrió las puertas del circo y sobre todo de la vida cotidiana de los payasos y saltimbanquis. En París se encontró con artistas y bohemios y descubrió la Commedia dell´Arte. Ahora los dibujos de saltimbanquis y amazonas surgirán de la penumbra, realzados por las paredes azul oscuro de unos montajes que evocan el ambiente circense con luces que parecen cuerdas de tramoyas o látigos para los caballos.
 
Como siempre me han comparado con Pacino, uno de los "chicos malos" del cine de Hollywood, me tomo el primer café de la mañana escuchando "Brucia la terra":
 

miércoles, 19 de octubre de 2022

"Por qué hay que leer a Murakami".

Se podrían dar muchos motivos, y ayer, en la tertulia virtual del Café Gijón, expusimos algunos, a propósito de su cuento "Drive My Car", que debatimos entre todos los tertulianos. En su literatura se ponen de manifiesto la mayoría de esas señales de la posmodernidad que estudié en mi tesis doctoral "La semántica ficcional de los mundos posibles en la novela de Haruki Murakami", y leí en la Complutense en 2012. Ayer volví argumentar que su literatura es universal, en el sentido de Goethe o Mann, con elementos de autentificación como el coche, el teatro o la música. Igualmente, observo el "aislamiento" de los individuos, pues sus personajes suelen estar o sentirse solos, como sucede en cualquier lugar del mundo. Y el papel del lector es esencial y debe rellenar los huecos que deja el texto (es la "textura cero"). Con este autor casi nada es lo que parece (como también intento con mis novelas y cuentos). Las historias tienen además un final abierto. Observo el carácter especular del discurso narrativo, con la metaficción y transtextualidad. Es el dominio de lo ecléctico, la nueva hiperrealidad que aglutina todas las artes.
 
Murakami es un escritor que construye ficciones, no autoficciones. 
 
Y sobre ello fueron las intervenciones de los tertulianos, tanto con relación al cuento como a la película que Ryūsuke Hamaguchi filmó sobre él, en torno también a "Tío Vania" de Chéjov. Me refiero a las palabras de María Rodríguez Velasco, María José Muñoz Spínola, la escenógrafa, dramaturga y profesora de Lengua Cristina Fernández Martínez (es una nueva incorporación), Eduardo Larrocha, Begoña García, Mariwan Shall, Emma Prieto, José Ramón Sampayo, Mariola Satorre, Peter Redwhite, María José Beltrán, Carmen Sogo y otra nueva incorporación como Francoise Mascaraque, en fin, todos, y hasta los que no pudieron estar como Almudena Mestre, Javier del Prado, Ruth González y más amigos.
 
En cierto momento mencioné una deliciosa obertura de Rossini con la que comienza una de las novelas del escritor japonés, así que la escucho mientras me tomo el primer café de una bonita mañana de otoño:
 

martes, 18 de octubre de 2022

"Sobre las listas de libros".

Ayer un alumno me dijo en clase que si le recomendaba una novela para leer en los ratos libres, y yo le dije que a su edad leí "El árbol de la ciencia", y aún no la he olvidado. Después me preguntó lo que opinaba como escritor sobre las listas de los mejores libros que se publicaban con tanta frecuencia. Le respondí con una anécdota que ocurrió entre el filósofo griego Diógenes y Alejandro Magno. Estaba Diógenes en Corinto y dormía en una tinaja. Al llegar Alejandro a la ciudad con su ejército, toda la población salió para recibirlo, salvo Diógenes, que se mantuvo indiferente. Entonces el emperador, que conocía su fama, lo buscó y dijo: "Quería mostrarte mi admiración. Pídeme lo que quieras; puedo darte cualquier cosa que desees", y Diógenes le respondió: "No seré yo quien te impida demostrar tu afecto hacia mí, pero únicamente querría pedirte que te apartaras del sol".

Y así estoy en esta foto de la Feria del Libro del Retiro, mirando hacia el sol.
 
Mientras me tomo el primer café de la mañana me viene a la cabeza una canción que nos cantó en clase una profesora que tuve al hacer la carrera de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Ya le había dicho que me gustaba mucho la ópera y ella había educado la voz en Italia, donde había vivido varios años antes de instalarse en Madrid.
 
"Deja la espina y toma la rosa", no creo que la vida consista en otra cosa, ni siquiera la de un escritor:
 

lunes, 17 de octubre de 2022

El cuento "Drive My Car" de Murakami en la tertulia del Café Gijón.

Mañana los tertulianos nos reuniremos por Zoom para charlar con los miembros de la tertulia que viven fuera de Madrid y no pueden asistir presencialmente al Café del Paseo de Recoletos. La excusa es debatir sobre un cuento de Haruki Murakami incluido en el libro "Hombres sin mujeres" (2014), que dio lugar a una bella película de Ryūsuke Hamaguchi que ganó el Óscar este año a la mejor película en lengua extranjera, y cuyo título está sacado de una canción de los Beatles, algo que resulta habitual en el escritor japonés. En la película también se utilizan otros dos relatos del libro de Murakami, "Sheherezade" y "Kino". En el primero un hombre que vive recluido se cita con frecuencia con una mujer que, además de arreglarle la casa, practica el sexo con él de una manera un tanto mecánica y desapasionada, mientras ella le cuenta historias que no concluye. El erotismo y el fetichismo que subyacen en el relato son un prodigio. En "Kino" Murakami narra la historia de un hombre que se separa de su mujer cuando la sorprende en su propia casa con un amante y monta como negocio un bar.

Este es el cuento:

https://lecturia.org/cuentos-y-relatos/haruki-murakami-drive-my-car/

Esta es la canción:

https://youtu.be/y8uD4EDALhQ

Y este es el tráiler de la película:

https://www.youtube.com/watch?v=-ofCqXmgx0E

Además la obra maestra de Chéjov, "Tio Vania" está en el fondo de la historia, ya que el protagonista está montando la obra, después de actuar en "Esperando a Godot", de Beckett, y asistimos a los ensayos.

 


 

domingo, 16 de octubre de 2022

"Quien habla solo espera hablar a Dios un día".

Ayer fue el día de Santa Teresa de Jesús, esencial para Ávila. Me lo recordó por la mañana en un Wasap uno de mis íntimos amigos, el filósofo y profesor Patricio Herráez. Por la tarde me subí al coche y me fui a pasear por una de las ciudades españolas más hermosas, por donde llevo paseando toda la vida, casi desde que nací. La foto es en "Los cuatro postes" fuera de las murallas, donde la santa y su hermano fueron recogidos por su padre cuando se escapaban de la casa. Y allí "miré" al cielo y recordé un poema de Antonio Machado. Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido, dice Machado en su "Retrato" que inmortalizó Serrat, y a mí me sucede lo mismo, ya que nunca he sido capaz de seducir a nadie. Soy lo que he amado y lo que he vivido, los libros que he leído y la música que he escuchado, como esta canción de un disco de vinilo por el que nunca pasarán los años.

Mirar al cielo para mirar adentro:
 
RETRATO
 
"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
 
Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-;
mas recibí la flecha que me asignó Cupido
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
 
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
 
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
 
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
 
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
 
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
 
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
 
Y cuando llegue el día del último viaje
y esté a partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar".
 
("Campos de Castilla", 1912).