Un viernes soleado de octubre, en Madrid, puedes dar un agradable paseo por la mañana y tirarte una hora hablando por teléfono con tu amigo y editor Pepo Paz Saz, después de dar un par de vueltas a la Plaza Mayor mientras recuerdas esos lugares por donde se movían los personajes de los "Episodios Nacionales" de Galdós, y varias de sus novelas contemporáneas (ya he comentado alguna vez que las novelas de Galdós sirvieron para enamorarme de Madrid, junto a los paseos de niño de la mano de mi madre). Ayer todo estaba lleno de extranjeros sacando fotos con una sonrisa de oreja a oreja. Y Pepo me pregunta por el pésimo comportamiento de aquellos jóvenes de un colegio mayor y por lo que me parece la reciente Premio Nobel de literatura, la francesa Annie Ernaux, y por los derroteros que está tomando la literatura. Terminamos hablando de la novela que Pepo lleva escribiendo los últimos años, y ese asunto tan interesante de "meterse" dentro de la cabeza de uno de los personajes, aunque no tenga mucho que ver con el autor. Escribir una novela es una de las cosas más divertidas que existen, le dije, con todos los ingredientes en manos del autor, la trama, los personajes, el tiempo, el espacio y el discurso. Poco después, en la plaza de Benavente casi me pilla la pelea entre dos tipos borrachos mal encarados y barba descuidada que se liaron a botellazos hasta que llegó la policía. Al pasar junto al Café Central en mi camino al Paseo del Prado recordé de pronto un concierto del año 1988 en el que escuché a George Adams (saxo), Don Pullen (piano), Cameron Brow (contrabajo) y Dannie Richmond (batería), que se quedó plasmado en un disco de vinilo que todavía conservo. Ese concierto, esa banda y esa noche moviendo los pies en el centro de Madrid inspiraron la banda de jazz que creé en París para mi novela "Vivir es ver pasar" (1997). En el Central he escrito algunas de las páginas de otras novelas y por eso lo incluí en "Las mentiras inexactas" (2012), que es la novela de mi vida bohemia e intelectual.
Así es mi Madrid de día y de noche, de ahora y de entonces, puro jazz:
No hay comentarios:
Publicar un comentario