lunes, 10 de octubre de 2022

"El lunes quemamos a Miller, el martes a Tólstoi, el miércoles a Walt Whitman, el viernes a Faulkner y el sábado y el domingo a Sartre y Schopenhauer" (Farenheit, 451).

En la "tertulia del Café Gijón" de mañana martes hablaremos de la novela "Hefestia", de la escritora Carmen Sogo. 
 
María José Muñoz y yo nos hemos leído esta historia distópica, que técnicamente me parece una buena novela.
 
La vida en Hefestia es difícil debido un desastre del pasado. Poco a poco han desaparecido las materias primas, y no tienen alimentos. Sus habitantes piensan que es la "única" ciudad que queda en el planeta y cada uno afronta la supervivencia de una forma diferente. Las mujeres del "Centro Administrativo", el barrio más próspero, no son fértiles mientras que sí lo son las que habitan en "los Barrios", las zonas pobres que, en el pasado, se dedicaban a la producción. Los jóvenes de uno de aquellos Barrios, "La Gloria", se organizan en bandas que persiguen a los niños con la idea de sobrevivir. Por ese motivo las mujeres pobres optan casi siempre por abortar si quedan embarazadas.
 
María José Muñoz y yo nos hemos leído esta historia distópica, que técnicamente me parece una buena novela.
 
Carmen estudió en la Complutense, y se especializó en el Diagnóstico y Educación de Alumnos con Altas Capacidades. Ha compaginado su profesión con la escritura. Autora de la novela "Los Owen: Lola y Carl" (Casa del Libro, 2015, y Amazon, 2020) y del libro de cuentos "Una piscina en la bodega" (Clara Obligado, 2020), relatos suyos han sido incluidos en antologías y las revistas El Asombrario, Letralia y Almiar. 
 
Esta distopía me recuerda la literatura de Ray Bradbury, y quizá por eso me viene a la cabeza una escena inolvidable de una película de Truffaut:
 

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