El otro día mis alumnos me preguntaron si íbamos a hacer puente el lunes y yo les dije que no pensaba hacerlo. Después de un forcejeo dialéctico entre risas, un chico comentó que lo que me pasaba es que me gusta dar clase. Anoche recordé esta conversación viendo un documental sobre la actriz Julieta Serrano (Barcelona, 1933), de Pancho García Matienzo, que se acaba de estrenar en la Seminci de Valladolid. Un profesor o un escritor es algo parecido a un actor de teatro, tal vez más que de cine. La palabra "jubilación" es absurda, no entra en su diccionario o no debería entrar.
‘El viaje de Julieta’ nos introduce en el universo de una artista que ha sobrevivido y formado parte de la historia de la escena teatral y cinematográfica española y mundial de la mano de los directores y artistas más significativos. Hace más de 65 años que comenzó su carrera sobre los escenarios, según ella misma confiesa: "Llegué al teatro por insatisfacción, por represión, el teatro era mi isla, mi País de Nunca Jamás". Este documental nos da una visión de la vida de la persona y de la artista y su compromiso como actriz, sinónimo de rigor, versatilidad y oficio, y la pasión arrolladora por la profesión a la que le ha dedicado toda su vida.
Este es el tráiler:
Y esta es la ópera de Miguel Ortega sobre la obra de Lorca "La casa de Bernarda Alba" (2018) con la que termina el documental y donde Julieta interpreta a Josefa con casi 80 años:
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