Hay amores que nunca se olvidan del todo, lo que puede explicar el hecho de que tantas parejas no se quieran de verdad. No es que no sean más o menos felices, no me refiero a eso, sino a que alguno de sus miembros siguen amando a otras personas que han formado parte de sus vidas en algún momento. Ayer vi una película francesa (son de las pocas que me parecen inteligentes) que me recordó unos versos de José María Fonollosa (Barcelona, 1922-1991), uno de esos poetas "secretos" que tenemos en este país y me gusta rescatar pues me dicen cosas.
"Las mujeres que quiero van con otros.
Cuando pasan prendidas de otros brazos
miro a la que se apoya en mí y compruebo
que yo me he equivocado de mujer (…)
Yo sé que lo que anhelo no anda lejos:
veo cómo ellas pasan de otros brazos.
Y trato de encontrarlo, incluso en ellas.
Mas siempre me equivoco de mujer".
Me refiero a la película llamada "Las cosas que decimos, las cosas que hacemos" (2020), dirigida por Emmanuel Mouret. Siempre que me encuentro con una película que me recuerda a Eric Rohmer y a Woody Allen, me quedo dentro de ella durante dos horas. Una de sus primeras frases es "Lo difícil no es escribir, lo difícil es escribir algo interesante". La dice el protagonista (en la foto caminando por París), que se va a pasar unos días a la campiña francesa para ver si consigue escribir una novela. Y se pone a hablar con la novia de su primo, que vive en la casa. Como sucede con las muñecas rusas, los personajes se cuentan sus relaciones sentimentales, desde el tiempo presente al pasado y viceversa, y cómo a través del destino y las casualidades se van cruzando unas con otras. En Francia tuvo mucho éxito. Este es un breve reportaje de "Días de cine", de la 2 de RTVE, sobre la película:
Y este es un poema de Fonollosa cantado por Serrat de una triste belleza:
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