sábado, 12 de junio de 2021

"Mientras Penélope sigue esperando a Ulises".

- Justo, siempre defiendes la idea de estar a la última en literatura, de ir un paso más allá, me dijo un día mi amigo y editor Pepo Paz en el jardín de su casa de la sierra.
 
- ¿Y para qué escribir si no, me lo quieres decir?, le contesté tras servirme un vaso de vino. Me parece que la literatura es la única de las Bellas Artes que no ha evolucionado lo suficiente, al menos en comparación con las demás.
 
- Uno tiene que escribir lo que lleva dentro, lo que le conmueve, me dijo él mirando alrededor con unos ojos grandes, a su jardín lleno de árboles que plantaron sus padres.
 
- No te lo discuto, dije yo, pero debemos escribir desde el tiempo que nos ha tocado vivir, desde esta época, desde la vanguardia de la creación artística.
 
Dejo la taza de café en la mesita de mármol rectangular del salón, que conoce tantos secretos íntimos de mi vida, y pienso ahora en el significado de la palabra "vanguardia". 
 
También le dije:
 
- Pepo, para leer novelas o poemas que me recuerdan a Cervantes, Shapespeare, Quevedo, Galdós, Proust, Wolfe, Morrison, Rilke, Eliot o Juan Ramón Jiménez, leo a Cervantes, Shakespeare, Quevedo, Galdós, Proust, Wolfe, Morrison, Rilke, Eliot o Juan Ramón Jiménez. Es más, insistí con una gran sonrisa, me siento contemporáneo de Laurence Sterne, el autor del Tristram Shandy, uno de los libros más modernos que existen, y eso que es de 1759. Recuerdo lo bien que me lo pasé explicándolo en la asignatura de "Teoría de la Literatura" que nos dio Ángel García Galiano, y relacionándolo con "Rayuela", escrito 200 años después. La cosa me salió tan bien que ese mismo día recibí dos declaraciones de amor, una en forma de poema que me regaló plastificado al día siguiente una chica que no se llamaba Penélope.
 
Él sonríe y me sirve otro vaso de vino. 
 
Me inclino sobre la mesita, termino el café y leo este comentario sobre mi novela "Poeta en Madrid", escrito en la página de Amazon el 1 de abril, y que yo desconocía hasta que ayer me advirtió sobre él una buena amiga que se fija en estas cosas. Ya que Amazon se ha convertido en la mayor librería del mundo, y vivimos en la época de la imagen y el espectáculo, solo puedo estar agradecido a quien ha escrito estas palabras:
 
"Recomiendo la novela publicada por Justo Sotelo. Es vanguardista, de relato corto, acorde con los tiempos actuales, dominados por las redes sociales. Al mismo tiempo es un homenaje a la unión de la música, la literatura, el amor (...)"
 
En estas fotos estoy con Pepo. En la primera tras la presentación el año 2015 de mis "Cuentos de los viernes", donde se ve a mi querido Antonio Zaballos entre otros amigos que iban entonces a la tertulia. La segunda foto es en el café "Puro Teatro" de Mariwán donde me apeteció presentar de nuevo mis "Cuentos de los otros" (2017), los dos editados por Bartleby, la editorial de Pepo Paz. Javier del Prado presentó este último libro -el anterior lo hicieron Tomás Albaladejo y Javier Lostalé-, y yo me subí a la barra del bar para ver mejor a la gente. En la tercera foto estamos en la cripta del Café Gijón, donde Pepo y Manuel Rico presentaron hace dos años un libro de la poeta Angelina Gatell.
 
No sé si lo que escribo estará realmente en la vanguardia, aunque lo intento, pero lo cierto es que me gusta subirme a las mesas y las barras de los bares con la excusa de que soy escritor. 
 
Y también que me regalen plastificadas las declaraciones de amor, mientras me susurran al oído cosas como estas:
 

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