viernes, 20 de octubre de 2023

"Haruki Murakami y Justo Sotelo, dos referentes literarios en los Premios Princesa de Asturias de las Letras 2023", por Almudena Mestre.


 

Después de reunirse en Oviedo, el jurado acordó conceder por unanimidad el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023 al escritor japonés Haruki Murakami. Consideró “la singularidad de su literatura, su alcance universal, su capacidad para conciliar la tradición japonesa y el legado de la cultura occidental en una narrativa ambiciosa e innovadora, que ha sabido expresar algunos de los grandes temas y conflictos de nuestro tiempo: la soledad, la incertidumbre existencial, la deshumanización en las grandes ciudades, el terrorismo, pero también el cuidado del cuerpo o la propia reflexión sobre el quehacer creativo. Su voz, expresada en diferentes géneros, ha llegado a generaciones muy distintas. Haruki Murakami es un gran corredor de fondo de la literatura contemporánea” tal como expresaron en su página web el 24 de mayo de 2023. 
 
Víspera de la ceremonia de entrega de estos premios, Sus Majestades los Reyes acompañados por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, presidirán el XXXI Concierto Premios Princesa de Asturias. Con anterioridad al acto de entrega de los Premios, por la mañana, los Reyes recibirán en audiencia a los galardonados con las “Medallas de Asturias 2023”; a los ganadores de los premios “Fin de Carrera 2022 de la Universidad de Oviedo; así como a los presidentes de los jurados de los Premios, a los miembros de los patronatos Princesa de Asturias y Fundación Princesa de Asturias, y a los Premios Princesa de Asturias 2023.
 
En 2011 Justo Sotelo leyó su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid cuyo título fue “La semántica ficcional de los mundos posibles en la novela de Haruki Murakami”, dirigida por los profesores Antonio Garrido Domínguez y Fernando Rodríguez Lafuente. La tesis se ha descargado 13935 veces en todo el mundo a día de hoy, sobre todo en España, Estados Unidos, Colombia, Perú, Argentina, Alemania, Rusia, Francia y China. El complemento perfecto para acercarse al escritor japonés es acercarse e indagar en el ensayo que Justo Sotelo publicó en 2013 en la editorial Izana, “Los mundos de Haruki Murakami”, el primero en español que analiza el corpus narrativo de Murakami de modo exhaustivo y minucioso, tanto en extensión como en profundidad, desde la concepción teórica de los mundos posibles inspirada en el libro "Heterocósmica", de uno de los grandes teóricos de la ficción literaria. En el ensayo, la ficcionalidad aparece como un eje central de las novelas de Murakami rodeado de imágenes, metáforas y una gran plasticidad literaria. 
 
Justo Sotelo recurre a Haruki Murakami como un excelente escritor posmoderno en el que ve claramente en toda su producción literaria un sinfín de signos de carácter histórico, literario, cinematográfico, musical, culinario o sexual. Al lector de sus novelas se le sitúa frente a textos con multitud de enigmas, viajes iniciáticos, desdoblamientos de personalidad y pasadizos interiores al estilo de Julio Cortazar, en los que abordan, de una u otra forma, el difícil mundo de los sentimientos, de la seducción, del papel que posee la mente ya que, puede modificar la percepción que se tiene de la realidad. Ambos Justo Sotelo y Haruki Murakami son dos referentes literarios que a partir de la teoría del conocimiento llegan a la plasticidad en sus respectivas narrativas y sus transgresiones espacio-temporales. Las dos narrativas invitan a las imágenes eróticas o sexuales y están inmersas en el mito, los canales semióticos, los pasadizos, los mundos paralelos donde los personajes se diluyen y se funden con otros seres por medio de los pozos.
 
Murakami es un escritor y traductor japonés con un gran éxito en nuestro país y quizá el más leído y traducido en el mundo, que lógicamente rompe y traspasa las fronteras en una época de globalización, de Internet, redes sociales y avances tecnológicos. Es un autor universal, muy japonés, pero también muy occidental, sin duda a la altura de los grandes escritores japoneses de la historia, como Ȏe, Mishima, Kawabata, Tanizaki o Ishiguro. Hace tiempo que Murakami dejó de ser un escritor únicamente para los amantes de Japón o simplemente para los intelectuales. Estudió literatura y teatro griegos en la Universidad de Waseda (Soudai), en donde conoció a su esposa, Yoko, y en su obra se observa gran influencia de los autores que ha traducido, como Raymond Carver, F. Scott Fitzgerald o John Irving. Convertido en autor de culto y traducido a más de cuarenta idiomas, Murakami es, según los especialistas, un escritor inquietante, con una prosa en la que se aprecian influencias de autores como Dostoievski, Dickens, Capote o Vargas Llosa (Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986).
 
Justo Sotelo es Licenciado y Doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Universidad Complutense. Máster en Estudios Literarios y Máster en Literatura Española. Universidad Complutense. Licenciado y Doctor en Economía. Universidad Complutense. Catedrático de Economía en el CUNEF (Colegio Universitario de Estudios Financieros), UCM y en ICADE (Universidad Pontificia de Comillas). Es profesor de economía y literatura en distintas universidades. En este sentido posee el Premio “Ángel Herrera” a la mejor labor docente. Imparte conferencias, colabora en coloquios y participa en congresos relacionados sus labores docentes y actividades literarias. Escribe artículos científicos y literarios en revistas especializadas. Desde hace más de veinticinco años coordina y dirige unas tertulias literarias, primero en las famosas “Cuevas de Sésamo”, después en el café “Puro Teatro” en el barrio de Malasaña, más tarde en el Café Gijón y actualmente en Casa Manolo en el barrio de Argüelles de Madrid. Hasta la fecha ha publicado seis novelas, tres libros de cuentos y dos ensayos.
 
Desde la literatura comparada, uno se puede preguntar, ¿cuáles son las características que definen a estos dos escritores, Haruki Murakami en Japón y Justo Sotelo en España? Uno escribe en japonés y sus obras se traducen a múltiples idiomas. Justo escribe en español y posiblemente sus obras también se empiecen a traducir en breve al inglés. En diferentes continentes, dos intelectuales maestros de la palabra y expertos en el lenguaje se acercan a los lectores con temas de nuestro tiempo. Ambos escritores posmodernos tienen un público definido y concreto.
 
A pesar de que Justo Sotelo es más innovador y transgresor en la narrativa posmoderna en cuanto a forma, contenido y lenguaje, me sumerjo de lleno en el libro de relatos publicado por el japonés, “Primera persona del singular” (Tusquets, 2021) y me entrego a su lectura. Conscientemente voy subrayando y redondeando con un lápiz lo que me parece un punto de coincidencia con los relatos y la escritura en general del madrileño Justo Sotelo. Leo, reflexiono y pienso en el libro que tengo entre mis manos. Superpongo las imágenes de los dos escritores en mi mente y analizo el texto. Lo primero que siento es el placer de la lectura del que hablaba Roland Barthes y me deslizo a través del texto, recorriéndolo, no atravesándolo. Como diría Roland Barthes, los objetos tienen un uso, una utilidad y una función. No existe en el mundo ningún objeto que no tenga una función; esas funciones que adquieren los objetos se convierten en “signos” insertados en una coordenada profunda y de tipo simbólico (remite a un significante que posee un significado) y otra extensa, de clasificación o taxonómica. Por tanto, el objeto es un signo definido por dos coordenadas. Existen desplazamiento de los signos por metáfora y por metonimia o deslizamiento del sentido del objeto. Cada objeto es polisémico ya que ofrece muchas lecturas y ese objeto se puede descomponer desde el punto de vista funcional y en un segundo momento se puede ver cómo la función del objeto sustenta el sentido. Los significados de los objetos dependen no del emisor del mensaje sino del receptor, es decir, del lector del objeto. El objeto es polisémico, ofrece muchas lecturas de sentido y no solo de un lector a otro sino en el mismo hombre existen varios léxicos según el número de saberes de los que dispone. El objeto presenta un útil funcional, la función sustenta su sentido. Al significante Roland Barthes lo entiende como multiplicidad del Texto, como Placer de la lectura. Incide en un proyecto narratológico de un análisis estructural del Texto y siempre pone una mirada estructural del de la obra literaria como tú Justo la pones en los textos escritos y musicales. Avanzo en mi lectura incluso con la luz del móvil en medio de la noche para no hacer ruido ni despertar a los que duermen y pienso que los relatos que me muestran Haruki Murakami son excelentes como siempre lo es su escritura pero no me asombran como yo pensaba. El japonés es redundante y previsible en forma y temática, en finales y estructura de su narrativa. Sin embargo, el penúltimo libro de Justo Sotelo “Poeta en Madrid” (Huso, 2021) es rompedor, transgresor e innovador aunque sea una novela o una ópera posmoderna y no un libro de relatos como el del primero. 
 
¿Cuáles son las convergencias y divergencias en los relatos publicados últimamente por Justo Sotelo y Haruki Murakami? Si nos fijamos en dos libros de cuentos publicados por Justo Sotelo “Cuentos de los viernes” (Bartleby, 2015) y “Cuentos de los Otros” (Bartleby, 2017) y en el presente libro “Primera persona del singular” de Haruki Murakami, ambos inciden en la metaliteratura (lectura, edición, publicación de textos), se centran en la idea de belleza, resaltan las sinfonías de Mahler, en el asombroso mundo cognitivo de las ideas, expresan la lógica del lenguaje y sus limitaciones aludiendo a Wittgenstein, comparten el gusto por la música, el jazz y los conciertos de música clásica, el placer por la degustación de una copa de vino en sus relatos, la inclusión de los pozos, pasadizos y gatos.
 
El "Carnaval" de Robert Schumann es una de las obras más importantes del Romanticismo. Para Sotelo, nos dijo – “es una de las músicas que más habré escuchado en mi vida, y estaba presente en mi cerebro cuando escribí las anteriores escenas de la novela” (23/2/20) y para Murakami también forma parte de su acervo cultural, los dos reflexionan en su narrativa sobre la música y poseen amplios conocimientos sobre ella. 
 
Los dos escritores expresan sus fantasmas o miedos a través de sus personajes, de las máscaras y los rostros. Los viajes como “experiencias de vida” y viajes al pasado se reflejan en ambas escrituras, así como la incidencia en los medios de transporte. Surgen el cruce de caminos, los espacios, los lugares de tránsito en las ciudades, el concepto “romántico” de los rincones, los amantes y el amor vertido en la oscuridad y el silencio. Los dos escritores hablan del concepto relativo de felicidad, reflejan las bifurcaciones de senderos semejantes a lo que aparece en el cuento escrito por «El jardín de senderos que se bifurcan» en 1941 por el escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges. El amor es el motor para ambos escritores para seguir escribiendo y la fuente de energía más valiosa. En la escritura del japonés y del madrileño, ambos escritores posmodernos enclavados en el S.XXI se desborda pensamiento, conocimiento, razonamiento, posibilidades en sus relatos a través de la 7ª Sinfonía de Bruckner y en medio de sucesos extraños. El escritor japonés mezcla elementos con habilidad y sutileza de los mundos orientales y occidentales al igual que sigue tanto unas coordenadas como las otras del mismo modo que lo hace Justo Sotelo su narrativa.
 
Me pregunto si el sentido del lenguaje, de la utopía al que se refiere Roland Barthes como resorte del signo será mediado por la interpretación del lector según su realidad social ya que el significado del lenguaje está creado socialmente e influenciado por el pensamiento y la construcción del mundo de los individuos pertenecientes a una sociedad. Por lo tanto, la interpretación de los textos literarios puede variar en función de las interpretaciones sociales discursivas según un momento histórico en las que cambiarán los símbolos y las coordenadas espacio-temporales. Esos símbolos que se desvelan en un texto reflejan una realidad social por un lado y una representación colectiva mítica por otro. Las interpretaciones de la narrativa de ambos escritores posmodernos dependerán de las habilidades y competencias lingüísticas de cada lector. Lo que está claro es que los relatos de ambos escritores se centran en los tres temas de la posmodernidad: el tiempo, el espacio y el Otro y están inmersos en la circularidad y esfericidad de planos, dualidad de espejos y máscaras dentro de un mundo ficcional alrededor de pocos personajes que gravitan al unísono en sus respectivos universos narrativos.
 
Tanto Sotelo como Murakami son dos referentes literarios que llegan a la plasticidad en sus respectivas narrativas por medio de ciertas trasgresiones espacio-temporales. Estas narrativas invitan a las imágenes eróticas o sexuales y están inmersas en el mito, los canales semióticos, los pasadizos, los mundos paralelos donde los personajes se diluyen y se funden con otros seres por medio de los pozos. No me extraña en absoluto que ambos escritores sean punteros en la literatura actual tanto en la española como en la japonesa ya que ambos, parten de la teoría del conocimiento para llegar al pensamiento y las estructuras lógico/mentales. Es importante determinar la medida en que las aportaciones de Sotelo y Murakami contribuyen a la difusión y al desarrollo de la literatura actual. 
 



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