lunes, 12 de noviembre de 2012

Fernando Marchuet habla de "Las mentiras inexactas".


He acabado la novela de Justo Sotelo titulada "Las Mentiras Inexactas", aquí os dejo mi modesto comentario sobre la obra.
Bueno, soy lector sobre todo de novela histórica, tu libro es algo especial, es complejo y sencillo a la vez, las referencias literarias y musicales necesitan de una cultura de mucho nivel para poder apreciar todos sus giros, por otra parte obviando las referencias, las historias son cotidianas y comprensibles.
El autor está implícito en la obra, Borges, Cortázar, Mahler, Murakami, Anderson y su banda Jethro Tull, son habituales referencias, creo que está representado en todos los personajes masculinos incluso en algunos femeninos, trata con profundidad sus vidas, con un abanico que abarca los triángulos amorosos, la desesperación, los maltratos, la autoestima, la libertad individual, la disidencia política, todo ello detallado con una prosa fácil y llana.
Nora, con la excusa del trabajo sobre el futuro de la novela, llega a ése ágora que es la librería, donde conoce a toda una fauna variopinta, que le hace cambiar sus emociones y reflexionar sobre la vida diaria de la gente.
La novela es exigente con el lector, he escuchado no menos de 20 veces Aqualung y Thick as a Brickel, Anderson y su flauta embriaga y te lleva a Samarcanda junto con Sotelo y su mundo, a la isla del tesoro con Daniel y de vuelta al Madrid académico del enamorado Amorós.
Me ha gustado en general, me ha gustado exigirme, pensar las frases, extraer el contenido filosófico que esconde abiertamente.

Por el cáncer infantil

Este es el viral de la 3ª campaña Miguelañez en colaboración con la Fundación Pablo Ugarte para la investigación sobre cáncer infantil.

Por cada visualización del anuncio, Miguelañez dona una cantidad para este proyecto. Por tanto sería estupendo si lo pasáis a todos los contactos y lo veis muchas veces.

http://www.sonrisasdulces.com/

sábado, 10 de noviembre de 2012

La Introducción al "Anti Edipo", de Foucault.

Hacía tiempo que me apetecía compartir algo de Foucault por aquí. Y qué mejor que esta referencia a la Introducción al Anti Edipo, su anti fascismo, tomado de Joséphine Coll.

Introduction à la vie non-fasciste, de Michel Foucault
Préface à la traduction américaine de L'Anti-Œdipe – Capitalisme et schizophrénie (de Deleuze et Guattari) (1977)

En rendant un modeste hommage à saint François de Sales, on pourrait dire que L’Anti-Oedipe* est une introduction à la vie non fasciste.
Cet art de vivre contraire à toutes les formes de fascisme, qu’elles soient déjà installées ou proches de l’être, s’accompagne d’un certain nombre de principes essentiels, que je résumerais comme suit si je devais faire de ce grand livre un manuel ou un guide de la vie quotidienne :

• Libérez l’action politique de toute forme de paranoïa unitaire et totalisante.
• Faites croître l’action, la pensée et les désirs par prolifération, juxtaposition et disjonction, plutôt que par subdivision et hiérarchisation pyramidale.
• Affranchissez-vous des vieilles catégories du Négatif (la loi, la limite, la castration, le manque, la lacune) que la pensée occidentale a si longtemps tenu sacré en tant que forme de pouvoir et mode d’accès à la réalité. Préférez ce qui est positif et multiple, la différence à l’uniformité, les flux aux unités, les agencements mobiles aux systèmes. Considérez que ce qui est productif n’est pas sédentaire mais nomade.
• N’imaginez pas qu’il faille être triste pour être militant, même si la chose qu’on combat est abominable. C’est le lien du désir à la réalité (et non sa fuite dans les formes de la représentation) qui possède une force révolutionnaire.
• N’utilisez pas la pensée pour donner à une pratique politique une valeur de Vérité ; ni l’action politique pour discréditer une pensée, comme si elle n’était que pure spéculation. Utilisez la pratique politique comme un intensificateur de la pensée, et l’analyse comme un multiplicateur des formes et des domaines d’intervention de l’action politique.
• N’exigez pas de la politique qu’elle rétablisse les « droits » de l’individu tels que la philosophie les a définis. L’individu est le produit du pouvoir. Ce qu’il faut, c’est « désindividualiser » par la multiplication et le déplacement, l’agencement de combinaisons différentes. Le groupe ne doit pas être le lien organique qui unit des individus hiérarchisés, mais un constant générateur de « désindividualisation ».
• Ne tombez pas amoureux du pouvoir.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Una mujer en la literatura

Un día Virginia Woolf se sentó a mirar el lento fluir de un río y pensó que la mujer necesitaba disponer de dinero, es decir, de independencia económica para escribir. El escenario era Oxbridge y "el yo narrador" se llamaba Mary Neton o Mary Seton o Mary Carmichael.

Virginia usa para sus impresiones los estudios de Charles Lamb. Y en seguida aparece la idea de la “biblioteca” llena de libros de Milton, Tackeray, y tantos otros, y hacia ella se dirige la protagonista de su sueño. El primer problema con el que se encuentra es que no puede entrar una mujer, salvo que vaya acompañada por un “felow” o disponga de una carta de presentación.

De pronto ve un gato sin cola a través de la ventana; le parece que, como le ocurre a ella, el animal también se está interrogando sobre el sentido del Universo. Como en una epifanía, sale de la habitación y viaja hacia el pasado, a un tiempo anterior a la guerra, cuando la gente cantaba feliz mientras charlaba, y citaba versos de escritores como Tennyson y Cristina Rossetti.

Los hombres hablan de su destino, de su futuro, de su posible camino, mientras que las mujeres lo hacen de amor, de un sentimiento que les procura la ansiada felicidad. Tras la guerra, se romperá la ilusión por recitar versos, y tanto los hombres como las mujeres empezarán a verse feos.
Ese es el momento que elige su protagonista para cenar en la casa de una amiga. Surge una conversación entre ellas sobre lo difícil que es recaudar dinero para crear colegios femeninos, por oposición a lo fácil que es hacerlo en el caso de los colegios para varones. Se lanzan reproches sobre la mala educación que ellas han recibido de sus madres, ya que, entre otras cosas, no les han enseñado a ganar dinero. Se podrían haber conformado con una pequeña herencia, que les hubiera permitido cambiar de tema de conversación para empezar a hacerlo de biología, matemáticas, arqueología, física... Pero no, sus madres no les habían educado para tener esas conversaciones, sino para parir cuantos más hijos mejor, esperar el regreso al hogar del marido y “creerse” felices con esa vida tan sencilla como ordenada.

Ahora nos trasladamos a Londres, al interior de una habitación. Vemos un papel encima de la mesa que dice: “Las mujeres y la novela”. La protagonista de la historia se pregunta sobre el efecto de la pobreza en la novela, lo que lleva a equiparar a la “mujer” con el “pobre”. También se hace otra pregunta: ¿cuáles son las condiciones para crear arte? Las respuestas a las interrogaciones las busca en el British Museum, y hacia allí se dirige.

Ya en la biblioteca de la institución se pregunta por qué tantos libros hablan de mujeres, pero no están escritos por mujeres, sino por hombres, algunos inteligentes, pero otros... Es una paradoja: las mujeres no escriben libros sobre hombres. Acto seguido hace una lista sobre cómo ven los hombres escritores a las mujeres. ¿Las mujeres tienen cerebro, y carácter? Las mujeres eran sacrificadas, por ejemplo, en ciertas culturas. Goethe honró a las mujeres, Mussolini las despreció...

Los hombres consideran inferiores a las mujeres, para representar mejor su superioridad. Si se puede demostrar que la mitad de la población es inferior a ti es que tú tienes más poder. La grandeza de tipos como Napoleón y Mussolini viene dada por esa percepción de superioridad sobre los demás.

La autora del ensayo nos cuenta que recibió una herencia de su tía que vivía en Bombay, algo esencial para la tesis que quiere demostrar con sus conferencias. Fueron 500 libras al año. Entre el voto y el dinero, considera que es más liberador el dinero. Gracias al dinero ella no tiene por qué odiar ni compararse con ningún hombre. En un siglo como mucho la mujer llevará a cabo cualquier trabajo, como los hombres.

(En el próximo artículo abordaré a la mujer en la literatura, también desde la visión de Virginia Woolf).

(Publicado en el Diario Progresista el 9 de noviembre de 2012).

miércoles, 7 de noviembre de 2012

El valor de las palabras (conferencia de Cortázar)

No os parece que ya es hora de ir recuperando el verdadero valor de las palabras?

Esta es una hermosa conferencia de Cortázar que habla de ello (y que tomo del muro de Gabriela Amorós). Espero que os guste.

LA ENFERMEDAD DE NUESTRAS HERMOSAS PALABRAS.


“La tecnología le ha dado al hombre máquinas que lavan las ropas y la vajilla, que le devuelven el brillo y la pureza para su mejor uso. Es hora de pensar que cada uno de nosotros tiene una máq...Ver más