sábado, 23 de noviembre de 2024

"Ayer hizo tres años de la presentación de "Poeta en Madrid".


 
Me lo recuerda su presentadora Almudena Mestre en un bello post, donde entre otras cosas dice lo siguiente (mientras busco esta foto en Internet de esa presentación con ella, Silvia Ramos y María José Muñoz Spínola): "Me asaltan en la mente imágenes en blanco y negro de esta presentación y retrocedo en el tiempo. Recuerdo los rostros, las voces, los olores, las conversaciones que tuvieron lugar antes y después de la presentación, las intervenciones de la gente en aquella tarde mágica, una verdadera fiesta de la literatura, el cine y la música de Mahler, Puccini y Beethoven".
 
Al leer su alusión a estos músicos, recuerdo que este domingo me voy a ir al Auditorio Nacional para escuchar una sinfonía que tiene mucho que ver con ellos y con el sentido último de mi novela, la Quinta de Bruckner:
 
Luego Almudena sigue diciendo que "la novela reúne la hibridación de géneros (desde el narrativo hasta el dramático, pasando por el poético) y enfatiza la figura del genio creador, del artista y de la creación literaria. La idea del goce, de la intelectualidad y del placer en el texto de Roland Barthes laten a ritmo lento de Mahler, Mozart y Beethoven en esta novela donde la premisa real reflejada en su discurso narrativo es la textualidad ontológica del mundo, es decir, su texto se engarza dentro de la realidad y la intertextualidad como verdadera referencia. El autor se interroga por la realidad, por el mundo moderno del XXI que le rodea y donde la cultura y el arte se tambalean o se desvanecen hasta convertirse en un simulacro dentro de la escena. El espectador que asiste a esta sinfonía coral de "Poeta en Madrid" percibe una nueva forma de reconstruir la mirada de un creador, actor o un escritor, Gabriel Relham. A través de diferentes voces narrativas o simplemente de la propia voz del narrador el telón se sube y empieza la función".
 
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Voy a continuar escuchando a Bruckner, que es como escuchar a Schubert décadas después, y por tanto a Beethoven, Mozart, Haydn.
 
Es el mundo que he pretendido reconstruir, y vivir, dentro de mi cabeza. Por eso escribo las novelas que escribo.

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