viernes, 1 de julio de 2011

Poetas indignados

Ayer por la tarde me tomé una pinta en un pub irlandés de Aranjuez con mi amigo poeta David Abad, impulsor del grupo “Poetas indignados”, en el que me ha invitado a participar. Mirando los árboles próximos al jardín del Príncipe, David me fue dictando al oído una especie de poema en prosa que resume el ideario de su propuesta. Hay muchas formas de luchar contra el comportamiento inmoral de muchos estamentos políticos y económicos de esta sociedad globalizada, y una de ellas es a través de la poesía.

 “Soy joven, consumo, me enveneno con datos, todos intentan prohibir que fume pero nadie me filtra los datos, y pienso que el mundo debe cambiar. No sé muy bien por dónde empezar en medio de este mar consensuado por los mercados.

 “Desahucios, paro, incultura, tertulias superficiales, absurdos shows televisivos, amortiguan, como una adormidera, los pensamientos.

 “¿Queremos esto? ¿Hemos deseado estar aquí? ¿Somos responsables?

 “No voy a juzgar a nadie, sólo puedo hablar de mí mismo y de las sensaciones que me provocan los que sufren con esta crisis ética. ¿Me tendré que juzgar a mí mismo? ¿Soy responsable de vivir sumisamente, de hacer caso a la publicidad, a los gobiernos, a los bancos? ¿Soy responsable de no plantarme en una partida en la que estoy perdiendo lo más importante para mí?

 “Creo que tengo que cambiar, y volver a ser yo. Ver lo que necesito, criticar con poemas lo que no me gusta, ser capaz de elegir.

 “El peor veneno es que elijan por nosotros. El peor veneno es que nos secuestren las palabras. Si uno es capaz de encontrar sus deseos en el lenguaje, no habrá crisis ni multinacionales que nos dobleguen.

 “¡Os animo desde el arte a recuperar la palabra, no del pueblo, la propia, para hacer un mundo mejor!”.

Acabamos las pintas, y las palabras propias empezaron a patinar. Hasta el río Tajo parecía más limpio.

(Publicado en el Diario Progresista de 1 de Julio de 2011)

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