jueves, 3 de octubre de 2024

"Esa cosa llamada felicidad".


 
Ayer hablé a mis alumnos de las cuatro "tes" y las cuatro "aes" que aprendí del doctor Fuster. La primera es el "tiempo" que dedicamos a reflexionar, aunque solo sea un cuarto de hora al día; la segunda es saber cuál es nuestro "talento", ese que deberíamos desarrollar. La tercera "t" es el hecho de "transmitir" positividad y la cuarta es la "tutoría", es decir, tener maestros que te animen a hacer lo que tienes que hacer (como tuvo Telémaco con Mentor, recogidos en esta cerámica del siglo XVIII de la Real Fábrica del Buen Retiro). Y están las cuatro "aes", que definen cómo nos presentamos ante el mundo y cómo intentamos ser útiles. Les hablé así de tener una "actitud" positiva, "aceptar" quiénes somos, poseer "autenticidad" y practicar el "altruismo". Una persona feliz es la que da, no la que recibe, y sobre todo si eso que se da es gratuitamente, sin esperar nada a cambio.
 
No les puse esta música, pero la escucho ahora mientras escribo este texto y me tomo un café. La escuché hace muchos años en el Auditorio de Madrid y aún no la he olvidado:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario