"El pensamiento del filósofo puede abrir una sima a nuestros pies; el 
del poeta no nos abre los ojos al abismo, sino a la belleza del abismo y
 su atracción: estamos movidos, conmovidos". (Dámaso Alonso, "Poesía 
española", 1993, Gredos, 5ª reimpresión, p. 113).
