miércoles, 23 de marzo de 2016

Me diste la mano y me subiste al escenario.

Yo no sabía si íbamos a interpretar una obra de Sófocles y Eurípides. A veces te imagino haciendo de Antígona, de Ifigenia, de Electra...

Sin embargo, terminamos dentro de una película de Woody Allen, un director que nos gusta tanto a los dos. Pero no fue "Poderosa Afrodita", sino "Manhattan". Después de todo siempre dicen de mí que parezco un personaje de Woody Allen y tus ojos... tus ojos también podrían ser los de Mariel Hemingway.

Mientras sonaba la "Rhapsody in blue", corrí por las calles de Nueva York dentro de una poética fotografía en blanco y negro y te abracé antes de que te subieras al taxi camino del aeropuerto.

(La fotografía la he hecho en Mérida, claro).