miércoles, 3 de mayo de 2017

En mi viaje a la India.

En mi viaje a la India conocí a Beatriz, una joven argentina que me ofreció mate en un termo de porcelana frente al lago sagrado de Pushkar, donde lloró Brahma.

Con ese encuentro real comienza la novela que tengo que escribir sobre la India y que lleva madurando todo este tiempo en mi cabeza, lentamente, inexorablemente.

Anoche aquella chica que apenas recuerdo me envió por mail una foto desde Darjeeling, en el Himalaya. Me decía que había vuelto a la India, tras regresar a Buenos Aires, y que se había acordado de mí. Es curioso cómo inciden los recuerdos en el alma humana y todo se queda en algún lugar de nuestro cerebro. Esperando salir.

Supongo que ya no tengo más excusas para convertir la realidad.
 
 

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