miércoles, 20 de noviembre de 2024

"La tertulia de los amigos de Justo, la tertulia de los amigos de Keynes y el Grupo de Bloomsbury y el espíritu de la última película de Almodóvar".


 
Aunque aún no pueda ir los martes a la tertulia de Casa Manolo, ahí están mis amigos enamorados de la literatura y el arte, como en las dos primeras fotos que me ha enviado Almudena Mestre, hablando ayer por la tarde de "la creación literaria". A la misma hora estaba hablando yo de Keynes y el grupo de Bloomsbury, los intelectuales británicos de hace un siglo exactamente en Londres, junto al Museo Británico. John Maynard Keynes es uno de los "genios" del siglo XX. Economista, novelista, matemático, creador intelectual del Banco Mundial y el FMI, broker, homosexual, casado con Lidia Lopokova (que fue integrante del ballet ruso de Diaghilev) y líder del Grupo de Bloomsbury, al que perteneció Virginia Woolf. Lo más parecido que hubo en España fue la Residencia de Estudiantes, con Buñuel, Lorca y Dalí, entre otros. Y 100 años después lo más parecido que hay en España son los miembros de mi tertulia. Las primeras reuniones transcurrieron en la casa de la escritora Virginia Stephen (que tomó el apellido Virginia Woolf cuando se casó) y en la de su hermana Vanessa, pintora post-impresionista que se casó con el crítico de arte Clive Bell. E igualmente eran componentes del grupo E. M. Forster, escritor de ficción, Roger Fry, crítico de arte además de pintor post-impresionista, Duncan Grant, pintor post-impresionista, Desmond MacCarthy, crítico literario, Lytton Strachey, biógrafo, Leonard Woolf, ensayista y escritor de no ficción, así como Adrian y Karin Stephen, Saxon Sydney-Turner y Molly MacCarthy, con Julian Bell, Quentin Bell, Angelica Bell, Dora Carrington y David Garnett. Y hubo allegados, amigos más o menos cercanos de Virginia Woolf, como el filósofo Bertrand Russell, el sinólogo Arthur Waley, TS Eliot, Katherine Mansfield, Hugh Walpole y Vita Sackville-West. Algunos publicaron en Hogarth Press, la editorial fundada por el matrimonio Woolf. Muchas reuniones se celebraron en sus casas de campo, en la Charleston Farmhouse de Vanessa Bell y Duncan Grant y en la Monk's House en Rodmell, propiedad de Virginia y Leonard Woolf. Estas casas las visitó y las sintió mi amiga de Zaragoza Ana María Navales (en la última foto). Ella y yo nos hicimos amigos hablando de Keynes y Woolf.
 
Y hoy acabo esta historia escuchando la partitura de "Las horas", que me parece que es la gran película sobre una novela de Woolf. Almodóvar ha intentado captar el espíritu de todo esto en su última película:
 

martes, 19 de noviembre de 2024

"Hoy me he levantado super cursi y romántico".


 
Lo bueno que tenemos los escritores es que podemos ser lo que nos apetezca, en cada momento del día y en cada página del libro que estemos escribiendo, paseando por la calle, como el otro día por la Plaza Mayor, o escuchando una de esas canciones románticas tan bonitas de entonces:
 
"Entre el cielo y el suelo hay algo
Con tendencia a quedarse calvo
De tanto recordar.
Y ese algo que soy yo mismo
Es un cuadro de bifrontismo
Que solo da una faz.
 
La cara vista es un anuncio de Signal.
La cara oculta es la resulta
De mi idea genial de echarte.
Me cuesta tanto olvidarte,
Me cuesta tanto olvidarte,
Me cuesta tanto.
 
Olvidar quince mil encantos es
Mucha sensatez.
Y no sé si seré sensato.
Lo que sé es que me cuesta un rato
Hacer las cosas sin querer.
 
Y aunque fui yo quien decidió
Que ya no más
Y no me cansé de jurarte
Que no habrá segunda parte
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto.
 
Y aunque fui yo quien decidió
Que ya no más
Y no me cansé de jurarte
Que no habrá segunda parte.
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto.
 
Se lo dije anoche a mis alumnos. La persona más rica es la que es feliz. 
 
Aunque me cueste tanto olvidarte.

lunes, 18 de noviembre de 2024

"Los héroes de nuestra tertulia literaria de los martes".


 
Mañana, a las 19 (se retrasa media hora porque en el café hay una fiesta flamenca hasta esa hora) hablaremos sobre el tema "Etapas, factores y estrategias en la creación literaria de un escritor".
 
Una de las características de la tertulia literaria que hacemos cada martes en el café de Casa Manolo, Princesa 83 (cada tres semanas es on line por Zoom), es que está llena de artistas, que me parece que son unos héroes de nuestro tiempo, como los que pudo retratar Richard Strauss en su poema sinfónico "Una vida de héroe". 1. El héroe. 2. Sus enemigos. 3. Su compañera. 4. El campo de batalla. 5. Su trabajo por la paz. 6. Su retiro del mundo. Ayer me acerqué al Auditorio Nacional de Príncipe de Vergara para escucharlo, junto a una obra de Tomás Bretón y otra de Mauricio Sotelo:
 
Un artista es un ejemplo paradigmático de un "héroe" de nuestro tiempo, porque está convencido de la belleza y el espíritu sanador e inmortal del arte y la poesía.
 


 

domingo, 17 de noviembre de 2024

"Hay que reconocer que los de la Generación Z son más guapos que los del Babyboom".


 
Esta mañana con Justo Jr. antes de entrar en el Auditorio Nacional para escuchar un precioso concierto de Bretón, Sotelo y Strauss. 
 
La mañana era soleada y la orquesta ha tocado muy bien.
 
Ahora me voy a tomar un batido a los Alpes.
 
Todo está en su sitio.

"El río".


 
Siempre que me encuentro con un río, como el de la fotografía de ayer, me detengo, aunque vaya conduciendo. Busco un sitio para aparcar y me pongo a contemplar el tranquilo o impetuoso fluir del agua. Pienso en su nacimiento y en la desembocadura, pero sobre todo me dejo seducir por su música, por lo que me dice la melodía del agua clara, cristalina, limpia, vital, incluso romántica. En estos lugares he escrito muchas veces, ideas, sensaciones, ecuaciones de matemáticas. Ayer por la tarde repasé algunas ecuaciones que tengo que contar esta semana a mis alumnos. Creo en la ciencia, y es algo que intento transmitirles cada semana. Pero más que nada creo en la ciencia atravesada por las humanidades, aquello que los clásicos y medievales llamaron el "Trivium" (Gramática, Dialéctica o Lógica y Retórica), junto al "Cuadrivium" (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música). Como la música del río Moldava que me regaló el checo Smetana y siempre me viene a la cabeza sobre un puente o a las orillas de un río:
 
O como la del Rin de Wagner, aquel río que inundó mi adolescencia y he procurado que inundara la de mi hijo:
 
Me gusta aprender, no dejar nunca de hacerlo. Eso me lleva a ser feliz.
Reconozco que soy un privilegiado.

sábado, 16 de noviembre de 2024

"Un paseo por Barcelona, Picasso y mis libros".


 
A propósito de que el periódico La Vanguardia es tan generoso que se sigue haciendo eco de mi literatura:
 
Aquí recogen "Un hombre que se parecía a Al Pacino", "Poeta en Madrid", "Cuentos de los otros", "Las mentiras inexactas" (papel y ebook), "Los mundos de Haruki Murakami" (ebook), "Entrevías mon amour" y "La paz de febrero", es decir, buena parte de las miles de horas de mi vida que he dedicado a escribir en soledad, después de pasarme la vida "viviendo" esas novelas. Voy a tener que regresar a Barcelona para darme una vuelta por la Rambla. Mientras me tomo el primer café de esta bonita mañana de sábado me acuerdo de un pequeño hotel, muy coqueto, al lado de la Plaza de Cataluña, donde aprendí a comer kiwis imitando a unas chicas japonesas que no dejaban de reír durante los desayunos. O de las muchas horas que he pasado sentado en el patio del café del Museo Picasso con el fin de captar el "espíritu" de las obras del pintor, como "El loco", de 1904, acuarela sobre papel, "Rastaquouères", de 1901, tinta china a pluma y acuarela sobre papel, "Pintor trabajando", de 1965, óleo y ripolin sobre tela, y "Las Meninas", de 1957, óleo sobre tela.
 
Acabo el café escuchando "La danza de las horas" de la "Gioconda" de Amilcare Ponchielli, una ópera que vi en su día en el Liceo de Barcelona, creo recordar que en 2005: 
 
Y de esta forma siguen naciendo mis novelas, entre viajes, libros, música, cuadros, amor y kiwis.
 


 

viernes, 15 de noviembre de 2024

"Nuestra tertulia literaria".


 
Me tomo el primer café de la mañana y observo la foto que hice el martes pasado desde la Universidad sobre los tertulianos que nos habíamos conectado por Zoom, desde España, Italia y México, para hablar de los libros que estábamos leyendo estos días y nos decían algo especial. Faltaban algunos tertulianos que aparecieron en la pantalla después de que me metiera en otra clase con mis alumnos, como mi ex alumno David Blanco, que vive desde hace tiempo en Chile, o Emma Prieto, que seguía en su colegio. Y veo a Almudena Mestre, Milagros Garcia Fernandez, Chema Menéndez, Mercedes, Mirta Amanda Barbonetti, Pepo Paz Saz, Antonio Banus, Françoise Mascaraque, Javier Del Prado Biezma (que se está atusando en la foto su larga cabellera blanca porque es más coqueto que yo, y ya es decir), Mariwan Shall, María Victoria Huertas, Francisca Arias, Carmen Sogo y Mariola Satorre, y pienso que esto de la literatura y el arte en general tiene magia. Por mucho realismo que queramos echar a la vida, con eso de que nacemos y morimos y que mientras tanto ocurren cosas que son reales y nos hacen felices o tristes, sé que necesitamos sueños. En los sueños, en la magia de lo inefable, de lo que intuimos y a veces es difícil de explicar, de la auténtica poesía es cuando los seres humanos somos realmente humanos. Como dice el profesor Keating en la película "El club de los poetas muertos", una de las películas de mi vida, "La medicina, el derecho, los negocios, la ingeniería, son actividades nobles y necesarias para sustentar la vida. Pero la poesía, la belleza, el romance, el amor es por lo que nos mantenemos vivos".

Cada vez que me encuentro con dos caminos que se bifurcan en un bosque, siempre elijo el menos transitado.