domingo, 30 de marzo de 2025

"La belleza de la urraca", de José Manuel Suárez.


 

El hecho de que uno de mis amigos sea un poeta místico me permite estar cerca de la belleza espiritual sin alejarme mucho de la mesa a la hora de comer. Ayer dediqué varias horas a pensar en el vuelo de la urraca a través de las palabras de su último libro (2024, Eolas). Y me quedé dormido escuchando un programa de Radio Clásica (RNE) basado en sus relatos cortos, poemas en prosa o destellos poéticos, en el espacio de "Atriles entre los árboles", de Mercedes Menchero Verdugo. Y saqué la foto siguiendo las citas de Gaston Bachelard y Paul Claudel, de Keats y Salvador González, de Carlos Pujol, de Juan Ramón y Muñoz Rojas, de Amin Maalouf.

Son la quietud, la lentitud, el sentido vaporoso de la belleza. Crecer es ir adentro con más huellas, y la música de Bach:

https://rtve-mediavod-lote3.rtve.es/resources/TE_RRTL6AR/mp3/3/4/1742756748543.mp3?idasset=16503822

Y yo estoy contento conmigo mismo, como nos dice Bach en este aria con el que termina la lectura del libro del poeta:

https://www.youtube.com/watch?v=vSltzJYWoaA

Esta noche ha cambiado la hora, pero no lo ha hecho la belleza. En realidad algunas aves no cantan, se desnudan.

 


 

sábado, 29 de marzo de 2025

"Caminando por Lavapiés".


 
A veces, cuando paso por esta calle que va de la Plaza de Lavapiés a Embajadores, me detengo y miro hacia una de las terrazas. Me hago alguna fotografía, como esta misma de ayer, pero no para mostrar mi egocentrismo, como me dicen algunos amigos y menos amigos en el sentido de que siempre me estoy mirando a un espejo. En la casa de la terraza vivió uno de mis grandes amigos bohemios, Miguel Ángel Andés, que perdí hace ya demasiados años, y del que hablé por aquí el otro día a propósito de la fiesta de Entrevías en la que me encontré con su sobrino. Cuando lo conocí en las Cuevas de Sésamo, hablaba con otros amigos de William Blake. Me escuchó, se acercó y soltó sin más "Tú eres un Complutense, muy académico para mí". Y me llamó pijo, progresista de diseño y falso intelectual. Nos hicimos amigos en seguida, aunque me debía llevar veintitantos años, y lo convertí en un personaje de mis libros, que es lo que hago cuando me encuentro con alguien así. Un tipo que me dice las cosas de esta forma merece mi aprecio pues me obliga a replantearme ciertas ideas y a mirarme en el espejo para ver realmente mis defectos. No me gusta que me den siempre la razón, ni que me digan lo guapo e inteligente que soy, lo que me resulta francamente aburrido. Me gusta la gente diferente, la que me invita a su casa y la encuentro llena de cuadros pintados por ellos mismos, de poemas escritos a mano en infinidad de hojas cuadriculadas por todas partes, cuadros que nunca estarán colgados en los museos (me regaló alguno) y que no recibirán millonadas en las subastas, y poemas que tampoco merecerán premios. Esa gente con la que tomo el sol en pelotas en su terraza con naturalidad, con la que hablo de Blake y del "matrimonio del cielo y el infierno". 
 
Gente que me recuerda canciones como "The Drugs Don't Work" y que forman parte de mi vida, aunque ya no estén, porque estarán siempre y yo seguiré escribiendo pensando en ellos:
 

viernes, 28 de marzo de 2025

"¿Quién no querría ser un héroe de película?"


 
Antes de ayer la escritora Nélida Cañas compartió en su muro este poema de Marta Muñiz Rueda, y añadió el fotograma de la película. Marta dijo que "si alguien nos recuerda al gran personaje que es el ´paciente inglés´, es Justo".
 
"El paciente inglés". 
 
A Justo Sotelo 
 
"Déjame que te hable de los vientos.
Gobiernan la apariencia de las cosas.
Existen muchos tipos,
Manipulan a dioses y demonios.
Hay vientos que enloquecen la cordura,
Los hay que levantan cortinas carmesí, sangre de polvo,
Arenas que derriban las fronteras
Que impusieron fantasmas invisibles.
Donde hubo un día agua
Hoy serpentean dunas
Pero nuestros ancestros dibujaron
(como tú lo haces hoy en tu libreta)
La libertad cristalina de un grupo de bañistas.
Te amé con la furia del simún
En medio de un desierto ciego y sordo.
Te seguí amando en las ciudades nuevas
Y te amaría en cada hotel o yacimiento que inmune y cómplice nos cobijase.
Caminé bajo el sol a la intemperie
Caminé como un mar enajenado,
Maté por ti a hombres inocentes,
Le vendí mi alma al enemigo
Y no pude salvarte de la muerte.
Te llevé fría y frágil en mis brazos,
Sin aliento ni llama que pudiera amortajar la ira y el deseo.
Ese amor que te sesgó la vida como un rayo que asiente y amenaza
Desdibujó el camino de los mapas
Y subsistió en un libro de Herodoto.
Sin ti ya no hay mañanas.
Sin ti la arena, el sol,
Son espejismos.
Pero prometo viajar siempre contigo.
Seamos polvo, cenizas, huesos rotos,
Corazones de vuelo interminable
Hasta llegar al Palacio de los Vientos.
Si existe algo capaz de vencer a la muerte
Es todo aquello que tu cuerpo y el mío
Crearon para decirle al mundo
Que dos amantes solos
Pueden justificar el universo". 
 
...................................
 
Sí, ¿quién no querría ser un héroe de película al menos una vez en la vida? Solo me falta la música y algunas de las escenas más hermosas de la historia del cine:
 

jueves, 27 de marzo de 2025

"Beatriz".


 
Hacía muchos años que no la veía. Nos conocimos en una academia de inglés de la Gran Vía y ahora ella está casada y tiene dos niños pequeños. Un día, antes de irme, me dijo que tenía un joven amigo que escribía y que si me podía dejar el manuscrito de unos cuentos que se llamaban "Cortos americanos". Le dije que por supuesto. Me lo metí en el bolsillo de la chaqueta, unas semanas después su autor, un jovencísimo Peter Redwhite, vino a mi tertulia y el manuscrito se convirtió en su primer libro (publicado por Izana), para el que escribí el prólogo aplicando mis particulares ideas sobre los relatos cortos a partir de Poe, Chéjov, Quiroga y Cortázar. Peter se hizo ingeniero, me ha hecho caso en las lecturas que le he recomendado, y que debe conocer cualquier muchacho que quiera ser escritor, ha escrito otros libros, ha conocido al mítico cantante norteamericano Elliott Murphy y ayer por la tarde ellos dos presentaron una novela que escribieron a cuatro manos durante el confinamiento de la Covid, "Dorothy y el descubrimiento de América", Peter desde Moguer, el lugar en el que nació el mayor poeta español del siglo XX, y Elliott desde París. No tenía mucho tiempo para quedarme, aparqué el coche en Cartagena, saludé a los padres de Peter y a unas antiguas tertulias a las que también hacía mucho que no veía, grabé dos pequeños videos y me fui. Acabo de leer que Elliott dio después un concierto, aunque en esos momentos yo pensaba en Beatriz.
 
Va por ella:
 

"El lunar"


 
Amigos, como hacen con tanta gente, están enviando peticiones de amistad en Facebook diciendo que soy yo, pero parece que sin fotografía. Me lo han dicho esta mañana unos amigos de esta red social. No hagáis caso, porfa. De todas maneras espero que sea alguien interesante y bisiesto, claro. Yo soy el de la fotografía que me acabo de sacar después de comer con la cazadora de cuero, aunque la moto que se ve no es mía. Si alguien os pide amistad en este sentido, preguntadle si tengo un lunar en alguna parte un tanto discreta. Si no lo sabe es que no soy yo.
 
Sinceramente la gente se aburre mucho. Yo creo que deberían hacer más el amor.

miércoles, 26 de marzo de 2025

"Mujeres".


 
La mujer es igual que el hombre. Así ha sido siempre en mis clases en la Universidad, en mis tertulias y en cualquier lugar por donde me he movido. La época de la discriminación ya ha pasado a mejor vida y cada vez observo más mujeres abogadas, economistas, ingenieras, profesoras, políticas, artistas. Me estoy refiriendo así a un mundo en el que la soprano austriaca Vera-Lotte Boecker canta el lied final de la Cuarta sinfonía de Mahler, la pianista rusa Alexandra Dovgan, con 17 años tan solo, interpreta la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachamanov, la española Raquel García-Tomás estrena su obra Las constelaciones que más brillan, todo ello hace unas semanas en el Auditorio Nacional de Música. A esto mismo se une el concierto de este pasado domingo dirigido por la mexicana Alondra de la Parra, del que grabé un pequeño video tras su interpretación de una obra de la compositora mexicana Gabriela Ortiz, la autora de "Téenek", repleta de elementos clásicos, folk y jazz.
 
Esta es una versión de la Joven Orquesta Nacional de Gran Bretaña, desde el minuto 6, ya que previamente se ofrece una entrevista a la compositora. Me gusta que todos los miembros de la orquesta sean jovencísimos.
 
Por cierto, ¿está mal que las mujeres digan piropos a los hombres, por ejemplo a mí, ya que soy el que escribe esto mientras me tomo un café antes de irme a clase en este día tan bonito de primavera? Bueno, o que me los hayan dicho a lo largo de mi vida, pues ya me voy haciendo mayor.
 




 


"Remando al viento o ser poeta o ser narrador".


 
El escritor Ángel Rupérez es las dos cosas, y además fue mi profesor en la Complutense. Ayer por la tarde nos vino a hablar a la tertulia de Casa Manolo de sus poemas reunidos, recientemente publicados, y de su última novela. Y lo hizo, pero también hablamos de más cosas, porque si no me aburro. Además los tertulianos son encantadores y no necesitan mucho para ponerse a hablar, como Javier del Prado, Peter Redwhite, Almudena Mestre, Mariwan Shall, Lola Walder, Isabel Fernández Bernaldo de Quirós, Pilar Ferrando, Cristina Fernández, Antonio Banús, y no sigo nombrando porque hablaron prácticamente todos. Ángel nos habló del proceso interno y emocional que vive si algo le incita a escribir un poema, y también de su forma de construir una novela. Nos habló igualmente de su labor como traductor de los grandes románticos ingleses, de su libro sobre Cernuda, sus otros ensayos y de las muchas horas que dedica cada día a escribir. Y por allí salieron el poema a su padre (que recita en el segundo video), las diferentes teorías literarias, la nostalgia y la memoria, y Woody Allen y Salinger. Fue una tarde de gran literatura y de amistad, siempre la gran amistad que nos mueve a unos cuantos letraheridos a reunirnos cada martes para hablar de lo más misterioso que existe en el ser humano, la capacidad de crear, de fabular, de seguir viviendo como los románticos que gustan tanto a Ángel o aquellos griegos que casi inventaron el mundo. Los griegos y los románticos también me gustan mucho a mí, y me meto en un video al final de dos segundos que me salió mal. Porque a veces me gusta que las cosas me salgan mal.
 
Y ahora me tomo un café, doy vueltas a la idea de la creación de la que hablamos con Ángel, y me viene a la cabeza una de las grandes películas españolas de la historia, "Remando al viento" (1988), de Gonzalo Suárez, con los grandes románticos: