Estaba pensando sobre qué escribir esta mañana mientras me tomaba mi
segundo café (ya con la magdalena de Proust entre las manos o en la
memoria) cuando Salvador Pardo Escuté,
un entusista lector barcelonés al que conocí por aquí hace unos meses,
pone esta foto de mis cuentos al final del post de la última entrevista
en la radio que me hicieron Johana Roldán y Vega Hernández.
Varios amigos me han pedido, también a través de Facebook, que les envíe el libro
firmado (en concreto a cuatro continentes distintos). Y pienso en la
bondad de las redes sociales, su enorme magnetismo y poder y en cómo
está cambiando el papel del escritor en este siglo XXI o en cómo debería
cambiar si dejáramos de lado tanto "elitismo" y pensáramos en la
democratización del mundo.
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