martes, 25 de julio de 2017

"Du côté de chez Swann".

Estaba pensando sobre qué escribir esta mañana mientras me tomaba mi segundo café (ya con la magdalena de Proust entre las manos o en la memoria) cuando Salvador Pardo Escuté, un entusista lector barcelonés al que conocí por aquí hace unos meses, pone esta foto de mis cuentos al final del post de la última entrevista en la radio que me hicieron Johana Roldán y Vega Hernández.

Varios amigos me han pedido, también a través de Facebook, que les envíe el libro firmado (en concreto a cuatro continentes distintos). Y pienso en la bondad de las redes sociales, su enorme magnetismo y poder y en cómo está cambiando el papel del escritor en este siglo XXI o en cómo debería cambiar si dejáramos de lado tanto "elitismo" y pensáramos en la democratización del mundo.

A falta de té, mojo la magdalena en el café y de pronto me veo caminando por el camino de Swann. No es un retroceso involuntario hacia el pasado, sino una manera de dirigirme hacia el futuro, de intentar reinventar el lenguaje y la literatura.

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