miércoles, 1 de febrero de 2017

El intelectual y la política

El otro día unos alumnos me preguntaron por qué no me dedicaba a la política para intentar hacer un mundo mejor.

Les respondí que la política es un oficio imprescindible, pero demasiado pragmático para mi gusto, donde se supone que un intelectual se perdería. A pesar de ello, les dije que los dos partidos importantes de este país me ofrecieron en su día, cuando ya era Catedrático, un puesto de Director General y lo rechacé, por supuesto.

En esta vida tiene que haber de todo y todo el mundo es necesario, como intento describir en mis novelas.

Mis novelas son muchas cosas, pero también son utopías que se desarrollan en librerías, iglesias, cafés, diferentes ciudades donde todo el mundo necesita a todo el mundo.

De alguna forma, estas redes sociales son una aplicación práctica de lo que acabo de decir, ya que nadie es más que nadie, algo parecido a lo que ocurre con mis tertulias literarias.

(La foto es de la tertulia de ayer).
 
 

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