jueves, 30 de marzo de 2017

Sobre el hecho de ser escritor y tener amigos que empiezan por ser virtuales y terminan en reales.

Nuria era una amiga virtual de Barcelona (Nurpamina en esta red social, por el personaje de "La flauta mágica" de Mozart, una de las obras más complejas y divertidas de la música) que vino a Madrid el fin de semana pasado para ver una ópera de Händel en el Real y con la que me tomé un café.

En cierto momento abrió su bolso y me mostró mi última novela, "Las mentiras inexactas", para que se la firmara. Luego sacó esta foto de mis manos, mientras lo hacía, y me regaló semillas de flores para que las esparciera por ahí y chocolate con forma de baldosas de la Plaza de Cataluña.

Dicen que el chocolate es afrodisíaco y que las plantas crecen cuando les susurras palabras de amor.

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