Miras hacia la lámpara encendida y dices que te recuerda a una
chimenea. Ahora está apagada, pero ha debido de arder hace algún tiempo.
El tiempo no es una constante, añades, sino que depende de la
velocidad. La leña se ha tenido que quemar lentamente, pero ni la ceniza
ni los gases emitidos habrán pesado ya lo mismo. Lo importante es que
haya surgido el calor de la combustión, es decir, la energía, que es
otra forma de llamar al amor.
El imaginario temporal de Justo Sotelo... Luz y fuego, la noche 🌃 cae y la chimenea ilumina nuestra mirada. El régimen nocturno acecha y nos convertimos en llamas en medio de la tarde.... Y apareces tú, Amor simulado o verdadero tal vez para acabar en el olvido de los días y el anhelo efímero de la vida. Amor que se dibuja con líneas transparentes y se firma con la 📆 de la incertidumbre. Poesía bajo el salón en penumbra y la calidez del silencio. Únicamente queda la palabra diluida para alcanzar el 🔥 eterno. Un beso
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