https://www.youtube.com/watch?v=VCLWT5P7Bwg
"Cincotti".
"Sotelo quiere que le cuente algo bonito que me haya sucedido mientras él escribía su libro. Le queda poco para terminarlo y quiere poner algo mío.
Le digo que suelo cantar y bailar mientras me tomo el primer café de la mañana. Él ríe y mueve la cabeza en señal de aprobación. También le digo que el baile más hermoso de este año ha sido con una persona especial, diferente, en un hermoso jardín, al atardecer, como si estuviéramos en una de las terrazas de esos edificios de Nueva York que parece que rozan el cielo, quién sabe si dentro de una película de Woody Allen. Sé que a él le gustan tanto Manhattan como el director de “Annie Hall”, así que lo digo suponiendo que va a incluirlo en su libro.
Ella me descubrió a Cincotti mientras bailábamos, uno de los pocos cantantes blancos de jazz que podría compararse a un cantante negro. Además, me permitió confirmar la máxima de mi vida, que no es otra que hacer las cosas sin esperar nada a cambio, ni poder, ni dinero, ni amor, ni sexo, ni popularidad. Los dos sabemos que la bondad es el arma más poderosa del mundo.
Le digo todo eso y me responde que soy un romántico empedernido.
No sé".
"Sotelo quiere que le cuente algo bonito que me haya sucedido mientras él escribía su libro. Le queda poco para terminarlo y quiere poner algo mío.
Le digo que suelo cantar y bailar mientras me tomo el primer café de la mañana. Él ríe y mueve la cabeza en señal de aprobación. También le digo que el baile más hermoso de este año ha sido con una persona especial, diferente, en un hermoso jardín, al atardecer, como si estuviéramos en una de las terrazas de esos edificios de Nueva York que parece que rozan el cielo, quién sabe si dentro de una película de Woody Allen. Sé que a él le gustan tanto Manhattan como el director de “Annie Hall”, así que lo digo suponiendo que va a incluirlo en su libro.
Ella me descubrió a Cincotti mientras bailábamos, uno de los pocos cantantes blancos de jazz que podría compararse a un cantante negro. Además, me permitió confirmar la máxima de mi vida, que no es otra que hacer las cosas sin esperar nada a cambio, ni poder, ni dinero, ni amor, ni sexo, ni popularidad. Los dos sabemos que la bondad es el arma más poderosa del mundo.
Le digo todo eso y me responde que soy un romántico empedernido.
No sé".
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